La historia de mi vida (9)

LO que paso despues de la tormentosa noche

La Historia de mi vida (9)

Por la mañana. Al despertar me encuentro con que no había sido un sueño. Ahí estaba en medio de mis dos amantes de la noche, y esperaba que fuera de muchas noches y días también me había hecho gozar mucho. Esperaba que mi dolorido culito pudiera funcionar después de haber recibido esas tremendas vergas. Seguía gozando al estar entre dos cuerpos de machos en celo. Como sus pieles rozaban la mía. Podía oler, los aromas, que despedían sus cuerpos a sudor y sexo. Eso me excito. Entonces volví a sentir esa rica deseo, en mi culo, de tener una verga bien parada y rígida, lista para el ataque.

Al poco tiempo se despiertan mis garañones y también empiezan a despertar sus armas. Roberto, como estaba en mi espalda, me restrego, con su tremenda verga, mi culito. Pasando su cabeza entre mis dos nalgas y dando pequeños empujones en mi fundillo. Yo sentía como se abría y cerraba, mi hoyito, al sentir la cabezota de esa verga; como si lo quisiera besar. Sentía como si fuera un boca sin dientes que quisiera tragarselo todo. Mientras Jaime, me bajo mis manos para que pudiera tomar su arma mortal y empezara a masturbarlo. Lo hice con movimientos lentos y para que rebalaran mis manos, le lubrique su cabezota de su verga con abundante saliva que lleve con mis dedos de mi boca. En un momento tenia a sus dos pollas erectas y duras que buscaban un hoyito donde descargas ese néctar de los dios que se llama semen.

Del orificio de la verga de Jaime empezó a salir abundante liquido preseminal. Por lo que después de un esfuerzo máximo, doble mi cuerpo y logre tomarle la cabeza de su verga con mis labios y con otro esfuerzo pude meterla completamente en mi boca. El tener esa verga en mi boca me causo un placer intenso, que en forma refleja hizo que mi culito se abriera; y lograra tomar con los bordes de mi anillo anal parte de la cabeza de la polla de Roberto. Esto me aumento mi excitacion. Por lo que, la verga que tenia en la boca la empecé a chupar con gran fuerza como queriendo que por ahí le saliera parte del cerebro. Con esto logre que el diámetro, de la cabeza de la verga, se hiciera mas grande de lo que había visto por la noche, condenado Jaimito me dio la sorpresa de estar mejor dotado de como yo creía. Mientras Roberto, estaba muy entretenido acariciándome mi ano con su monstruosa cabeza. Al oído me dijo que me acostara de espaldas y que colocara mi cabeza a la orilla de la cama y la dejara colgar.

Tuve que dejar de mamarle la verga a Jaime, que por cierto me supo riquisima, para colocarme como me pidió Roberto. Ya en esa posición, Jaime fue mas rápido que Roberto y se puso de pie frente a mi cara colocando su verga en mis labios. Lo único que tuve que hacer fue abrir mis labios y  mi boca. El se encargo de meter en mi boca, su verga, completamente hasta el pubis de un solo tirón. Sentí como resbalaba dócilmente. Entonces, volví aplicar la misma técnica de mamada que le había dado anteriormente, pero ahora a toda su verga. Sentía que con la succión casi le saco los testículos de sus bolsas,pues así era mi fuerza al chuparsela. La cabeza de la verga la sentía que no topaba en mi garganta sino que me llegaba casi hasta el esófago. Empezó entonces con su cadera un movimiento de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás. Sacando casi completamente su verga hasta su cabeza para después meterla hasta que mis labios tocaban sus vellos pubicos. Cuando intentaba sacar su verga lo hacia con cierta dificultad por la succión que estaba aplicándole. Pero cuando entraba resbalaba muy bien con el mejor lubricante que hay, la saliva. Estaba esperando con ansias locas sacarles su leche y así poder tragarmela toda, calientita y de sabor insuperable. Estaba esperando tener ese néctar de los dioses de desayuno.

Roberto, entre tanto, no estaba quieto pues empezó a darme tremenda mamada a mi verga que para ese momento estaba completamente erecta. Así continuamos hasta que se presentaron los primero espasmo, preámbulo de una eyaculacion. Logramos, lo que para muchos es lo máximo, empezamos a eyacular al mismo tiempo. Yo me estaba tomando la abundante lechita caliente que salia de la verga de Jaimito mientras que Roberto hacia lo mismo con mi leche. En esta ocasión, mi verga, soltó todo lo que no había podido arrojar por la noche.

Yo seguí mimándole la polla a Jaime hasta que dejo de salir la lechita sabrosa, y se puso flácida. Roberto también se trago toda la leche que me había sacado. Nos quedamos tendidos en la cama, Jaime y Yo, como si fuéramos marionetas que nos hubieran cortado los hilos. Pero Roberto quería su parte. Quería llenarme con su leche mis intestinos. Para eso busco mi hoyito y me lo acaricio con los dedos ensalivados. Después, me jalo y me volvió a colocar de espaldas, en la orilla de la cama, con la cabeza colgando. Me puso su tremenda verga en mi boca y únicamente pude tomar parte de su cabezota con los labios. El muy tramposo se inclino sobre mi y logro meterme los cuatro dedos en mi fundillo, que para ese momento se le había olvidado el sufrimiento que había tenido durante la noche. Eso me hizo descubrir que el culo no tiene memoria, porque si no pasaríamos de la primera cogida. Pues recordarían de como duelo recibir una verga, claro después viene el gozo, se negaría dejarse coger otra vez mas.

Así por ese olvido mi culo ya estaba pidiendo mas verga. Roberto se estaba incendiando pues me decía " eres una perra puta", " eres una viciosa como pollas", " después de lo que te di anoche todavía quieres mas", " no cabe duda eres hija de la mala vida una verdadera puta"; Le conteste " que era una perra puta come vergas" " pero que no era una puta cualquiera, que era una puta pero de su vergota", " que las únicas vergas que me quería comer eran las de el y de Jaimito". " Así que cumpliera con su deber de un buen amante que me metiera su verga hasta sentir su pubis con mis nalgas". Me puse hincada en la cama y lo atraje hacia mi y le di un largo beso, metiéndole la lengua lo mas profundamente que pude y me tragaba su saliva con unas ganas de una verdadera perra. Esto me calentó al máximo y a el hervió la sangre.

Ahora si no me importaba que me doliera mi culito, por lo de anoche, ni que me volviera a dolor al meterme de nuevo su monstruo de burro. Quería comerme ese trozo de carne, sentir que me llenaba mi culo y que me lo abriera hasta destrozarmelo y que me llenara y me curara el dolor con esa substancia lechosa, con esa pócima mágica que todo lo alivia que se llama semen.

Así que ambos pusimos manos a la obra. Nos dimos un 69 muy intenso. Pero Roberto ya no me mamo mi verga, sino que se dedico a comerme el ojete con todas sus ganas. Cuando nos separamos; quede con un culo hinchado de tanta mamada y bien abierto listo para recibir su premio, una buena verga. Roberto quedo con su tolete mas rígido y grueso de lo que había visto antes. Me recosto de espaldas en la cama y el se puso entre mis piernas, las que separo todo lo mas que pudo. Las tome con mis manos y las mantuve lo mas separado posible y dirigidas hacia atrás dejando en toda su plenitud mi culo al aire. Cubrió mi fundillo con abundante saliva hizo lo mismo con su tremendo garrote. Después muy despacio empezó la invasión. Me dio un primer envión, con su cabeza, y me dolió demasiado, que hizo que gritara en forma desgarradora. Se detuvo un momento. Yo le suplique que continuara. Quería su verga en lo mas profundo de mi ojete. No me importaba que me muriera de dolor. Ya en esas condiciones de calentura no me iba a dejar vestida y alborotada.

Le pidió a Jaime, que no perdía detalle, que le diera lubricante. Fue a buscarlo y en ese inter el continuo mamandome el culito y metiéndome la lengua lo mas profundo que podía y además me dilataba con los dedos el ojete. Al regresar Jaime, con el lubricante, se quedo admirado lo dilatado que tenia el culo. Ya lo demás fue relativamente fácil. Pues con el lubricante y  paciencia me podría meter toda su verga.

Pude recibir todo ese trozo de carne hasta sentir los vellos pubicos en los cachetes de mis nalgas. Ahora, a pesar del dolor fue mas fácil introducir su vergota en mi culito. Aunque había quedado como un guante en la mano del cirujano. Se detuvo un momento y después inicio un movimiento lento y acompasado para metérmela y sacármela casi completamente. Esto, después de un momento de suplicio, se convirtió en un placer indescriptible. Pero mucho placer. Hasta hacerme llegar al paraíso. No supe cuanto tiempo estuvo metiéndomela y sacándomela. Pero, yo gozaba con la metida, con la sacada y cuando permanecía quieto; con esa verga en mi culo.

Como no todo es infinito. Llego el momento del orgasmo. Este fue intenso y prolongado y en etapas. Pues llegaba el momento que creía que era lo máximo que podía gozar y en forma progresiva disminuía sintiendo que así acabaria todo. Y luego había otro momento de placer mayor que el anterior, así estuve hasta que sentí una explosión dentro de mi; como un globo que se había inflado al máximo y después lo hubieran tronado con un alfiler. Porque el placer lo sentí en todo el cuerpo, en mi piel, dentro de mi cuerpo. Todo tembló como una gelatina. Un calor intenso, con un escalofrio que recorría toda la columna y que convergen y se acumulaban en mi ano. Haciendo que el placer se potencializara hasta no se que potencia. Y un deseo incontratable de que mis entrañas fueran bañadas con abundante leche. Que era lo único que me iba a refrescar y bajar la temperatura y me haría reposar.

Jaime casi me vio desmayada, por lo que se dedico a besarme intensamente, como si me estuviera dando respiración boca. Perocuando ya no le crei fue cuando metió su lengua hasta ka úvula. Roberto se vació abundantemente en mis intestinos, con lo que calmo mi calentura. Pero como era muy perra quería mas verga en mi culo. Tenia ganas que me lo volviera a llenar.Asíque le dije a Jaime que me cogiera. Me dijo que me colocara en posición de perrito y facilmente me la metió hasta que su pubis toco mi ano. Empezó con movimientos energéticos de meterla y sacarla. Así estuvo por un buen rato hasta que me hizo tener un nuevo orgasmo, que no fue tan prolongado ni tan intenso como el primero. Pero con esto me controlo el deseo irrefrenable por una verga en mi culo y que me continuaran cogiendo.

Descansamos un momento y nos fuimos a bañar juntos...

Esta historia continuara.....