La historia de mi vida (6)
Lo que sucedió en la fiesta que me llevó Benjamin...
La historia de mi vida (6)
Desperté porque sentí que alguien estaba mamándome mi verga. Me sorprendí al ver quién era, una de las mujeres que estuvieron el baño conmigo. Mientras a un lado mío estaba Vanessa también prendida de la verga de Benjamín. Iba a protestar pero algo tapó mi boca y era una verga (de muy buen tamaño y grosor) del anfitrión de la fiesta. Volteó Benjamín y me dijo "mi amor complace a mi compadre, únicamente no te deje que te coja por el culo. No pude contestar debido a que de un solo envite, don Julián que así se llamaba el anfitrión, me dejo ir toda su verga en mi boca y garganta. Con esta maniobra casi me asfixia. Pero el era conocedor de estas cuestiones porque la sacó justamente para dejar una pequeña rendija por donde podía respirar. Así tuve que mamar esa verga hasta que se viniera. Su leche sabía como a manzanitas verdes. Y para su edad fue abundante. Mientras tanto Shakira me continúo mamando mi verga hasta que por instinto hizo que me viniera. Todo esto fue en frío, no me había calentado en lo más mínimo no me gusto nada.
Y menos me gustó al ver cómo le estaba mamando la verga, Vanessa, a Benjamín. Que lo hacía retorcerse de placer. Hasta los ojos estaba poniéndolos en blanco. Le gritaba perra sácame la leche, quiero llenarte de ella, sigue mamando como la puta que eres. Esto hacía que Vanessa se la mamara con más ganas. Después de un momento Benjamín tuvo una abundante venida de semen caliente. Entonces lo que hice fue una maniobra digna de una cirquera empuje a Vanessa, en el momento de la eyaculación, y en el aire pude tomar el primer chorro que arrojo esa cabezota de Benjamín. Para después tomarle la cabeza con mi boca y continuar mamando todo el esperma que arrojaba. Vanessa quiso quitarme de mi lugar, que me lo había ganado no a pulso pero si con mi culo que fue desvirgado por Benjamín; no pudo debido a la fuerza con la que estaba prendida a esta verga sabrosa y porque don Julián la jalo hacia él. Le dijo "mamacita si quieres verga aquí está la mía". Ella entonces se prendió de esa verga que le era ofrecida y después de algunos movimientos con la boca y cabeza se la tragó toda.
Mientras tanto, yo, me continué bebiendo esa leche tan deliciosa y que tanto me encantaba. Entonces Benjamín empezó a cogerme por la boca. Inició un movimiento de meterme, la verga que aun continuaba erecta, y sacármela. Hasta lograr venirse de nuevo. Pero ahora en menor cantidad pero con mismo sabor que me enloquecía. Todo esto me volvió a encender mi fuego interior. Ahí que acosté de espaldas a Benjamín y me senté sobre su verga, aun flácida, pero lo suficiente dura para que pudiera entrar a mi fundillo.
Empecé un movimiento circular de mi cadera, que hizo que su verga se volviera poner erecta y luego continué moviendo mi cadera de atrás hacia adelante y de adelante atrás; con lo que lograba estimular mi recto y mi próstata en forma rítmica. Esto logró que mi fuego se hiciera una gran fogata y que no supiera que sucedía a mí alrededor. Hasta que no hice que tuviéramos ambos un largo orgasmo. Mi gozo no fue completo porque Benjamín no tuvo una venida de esperma, únicamente tuvo los espasmo de su verga dentro de mis intestinos pero sin eyacular (ya sus grandes huevos de toro de lidia se habían vaciado con todas la venidas que había tenido).
Yo seguí montada sobre Benjamín y su verga. Y continué el movimiento que me había dado tanto placer. Hasta que la verga sola se salió. Me recosté sobre su pecho y él me abrazó tiernamente, besándome en la boca y acariciándome con ambas manos mis grandes nalgas. Mientras veíamos como Julián se cogía a Vanessa en posición de a perrito. Esto hacía que las grandes tetas, de Vanessa, se bambolearan con cada embestida que le hacían en su culo. No tardo mucho tiempo que empezó a gemir y gritar que quería verga, quería leche caliente en su culo. Por los gruñidos que dio Julián parece ser que no tardó en cumplir sus deseos.
Al sacar su verga don Julián, Vanessa se prendió de ella y en su cara se veía el deleite que tenía al estarse tragando esa leche con sabor a manzanitas verdes. Mientras continuaba en posición de cuatro patas. Así permitió que Shakira le introdujera su pedazo de carne en su culo abierto y empezara inmediatamente a cogérsela. Tomaron buen ritmo y después de un corto tiempo tuvieron ambas su orgasmo. Lo que hizo que Vanessa le diera un mordisco, al la verga de don Julián, y este le respondió dándole tremenda cachetada. Las cosas no pasaron a mayores porque Vanessa reconoció su error.
Así habíamos quedados todos en la misma cama. Pero Vanessa le dijo a Benjamín. Mira mi vida ya que me cambiaste por otra más joven y con tremendo culo parado. Dame mi despedida, dame mi última cogida. Benjamín le dijo que no era el momento para ello. Pero don Julián le dijo ahijado cúmplele la última voluntad a Vanessa y que no vuelva a pisar esta casa. Entonces Benjamín se tomó otra tableta de viagra para ponerse a tono. Y yo tuve que observar todo el trabajo que le harían a Vanessa y sin poder protestar o decir algo.
Empezaron besándose con una furia que ha distancia se escuchaban el choque de sus dietes. Así como cuando sus lenguas chasqueaban. Esto los calentó a ambos pues sus vergas se pusieron duras y bien paradas. Siguieron besándose sus cuerpos. El se prendió de esas tremendas tetas con unos pezones duros y parados, con unas areolas obscuras y grandes. Y ella se prendió de sus pequeños pezones y se los mamo magistralmente hasta que sus pezones también se pusieron erectos y duros. Continuaron bajando hasta que sus bocas llegaron a sus pubis y se prendieron ambos de las armas del contrario haciendo un 69 extraordinario. Se escuchaba a distancia como sorbían y después de unos minutos ambos se metieron la verga del contrario hasta el pubis. Continuaron mamando ferozmente, haciendo ruidos guturales hasta que llegaron a la eyaculación, que la de Vanessa fue la más abundante.
Vanessa se trago todo lo que salía de esa cabezota, mientras Benjamín lo escupía. Siguieron mamándosela hasta que lograron nuevamente ponerse en posición de ataque. Entonces ambos se empezaron a mamarse el fundillo. Me dio coraje cuando vía a Benjamín haciéndole lo que me hacía a mí, a Vanessa; don Julián se dio cuenta y me tranquilizó tocándome el brazo y dándome unas palmaditas en la espalda. Pero yo hubiera querido mejor que me hubiera dado el visto bueno para separarlos y yo ocupar el lugar de Vanessa. Pero ni modo seguí siendo una observadora de lo que hacía mi macho con otra mujer.
Después de un tiempo, que ya estaban sus vergas otra vez erectas. Entonces, Benjamín se acostó de espaldas y Vanessa se sentó arriba de su verga dura como el hierro. Ella estaba de espaldas y en esa forma se la fue introduciendo poco a poco hasta que tuvo el pubis pegado a su culo. Luego empezó a mover su cadera para todas las direcciones posible, así como de atrás hacia adelante. Logrando que Benjamín casi se deshiciera de placer. Otra vez me volvieron los celos pero esta vez exacerbados por ver como gozaba Benjamín. Me tuvo que contener don Julián pero ahora tomándome de la cintura para que no me lanzara y quitara, a Vanessa, de su cabalgadura a cachetadas. Tuve que continuar observando aquella escena que me había hecho hervir la sangre, pero de coraje, no de calentura. Pero más que por eso, me dio coraje porque a Vanessa se le notaba la experiencia que tenía, se observaba que con su actuar era una piloto con muchas horas de vuelo, tenía una gran experiencia que a mí me faltaba. En lo único que le ganaba era en la juventud y en el inmenso culo que portaba y con mucho orgullo.
Continuaron cogiendo de esa manera para después cambiar de posición. Ahora ella recostada en su espalda y con las piernas en los hombros de Benjamín. Y él metiéndosela hasta el pubis y empujando como si la quisiera partir en dos. Ella gozaba de lo lindo y por la cara de él, también. Así siguieron hasta lanzar de alaridos los dos. Pero cuál no sería mi sorpresa que volvieron a cambiar de posición; ella tomó la posición de perrito y él atrás de ella introduciéndole toda esa masa de carne, que a mí me pertenecía, hasta el pubis. Vi como le bamboleaban sus tetas y como los huevos de él pegaban en su periné, haciéndola gozar aun más. Eso me humilló. Pero lo que más me humilló fue que ahora estaban rodeados por casi todos los invitados. Aplaudiéndoles y lanzándoles palabras de aliento. Esto hacía que aumentaran la energía que estaban poniendo en esa tremenda cogida.
Así siguieron hasta que lograron el orgasmo simultáneo con gritos y jadeos. Para esto los invitados estaban eufóricos; algunos estaban cogiendo, con sus parejas o entre ellos, y otros se las estaban mamando. Benjamín lanzó un grito de te amo Vanessa, eres mi perra y siempre lo serás y ella le contestó si mi amor yo seré tu perra y tu amor y con nadie te engañaré.
Esto fue el acabose. Recogí mis ropas y en el trayecto de la escalera a la puerta me fui vistiendo. Tomé un taxi y me fui al departamento de Benjamín, sin saber en que había quedado aquello. Pero sabiendo perfectamente en lo que iba a quedar lo nuestro. Al llegar al departamento me desvestí, me bañé. Enjabonándome varias veces para tratar de quitarme ese olor a macho que tenía. Me recosté así desnuda y me quedé dormida mientras lloraba ..
Esta historia continuará