La historia de mi vida (1)

Al principio mi vida era como cualquier muchacho de 18 años. Pero algo la cambió

La historia de mi (1)

Hasta los 18 años mi vida había recorrido un camino normal. Era un joven deportista sin grandes atractivos y más bien mediocre en lo que me dedicaba, jugar futbol. Pero esa era mi pasión era mi vida. Así que tenía que suplir la falta de talento con las ganas con que jugaba. Físicamente no era bien parecido pero tenía un cuerpo atlético. Todo esto me hacía sentir bien conmigo mismo lo que me acomplejaba era unas tremendas nalgas redondas en la que remataba una espalda baja musculosa.

Mi vida era tranquila. El despertar del sexo me vino con ganas. Me cogía a cuanta amiga o conocida tenía. A pesar de mi corta edad ya habían pasado una docena de mujeres. Yo a todas la veía hermosas estuvieran gorditas, flaquitas, blancas, morenas, con busto grande o sin busto, con grandes culos o falta de ello. A toda mujer que conocía yo me la quería coger.

Para mí en esa época lo que más me gustaba era meterle mi polla a una mujer. Nunca pensé que me pasaría lo que les voy a relatar.

Un día mi madre me dijo que le llevara el almuerzo a mi padre. Tuve que ir a la oficina del gobierno donde trabajaba. Después de preguntar mucho di con él. Le di el encargo de mi mama y me despedí. En el camino a la salida me tope con una mujer hermosa de unos 48 años de edad, con grandes caderas, culo parado y poco pecho. Vestida muy juvenil. Con una gran sonrisa me pregunto si le podía hacer un favor. Yo le dije que dependía de que tipo de favor le tuviera que hacer, ella de la manera más sexy y tocándome en brazo me dijo que no fuera malito y le comprara un almuerzo en una cafetería cercana a la oficina. Que en ese momento no podía salir. Que me gratificaría muy bien. Por la forma en que me lo pidió y por su cuerpo y por la posibilidad de que hubiera algo más. Le dije que si se lo hacía. Fui y compré su almuerzo. Cuando se lo di me dijo que me quedara con el cambio; que era la mitad del dinero que me había dado. Entonces le contesté que yo creía que me iba a dar otra cosa. Me jalo del brazo y detrás de una columna me plantó un beso que con su lengua alcanzó a tocar mi garganta. Y me dijo que si quería más que fuera a su casa. Me dio la dirección y me dijo que estaba libre después de las 6:00 PM.

Acudí a donde me dijo. Toque la puerta y al abrirse me llevé una grata sorpresa. Estaba ella con una body como de telaraña y sin nada más. Unas sandalias con tacón de aguja. Al voltearse para permitirme el paso pude ver un hermoso culo respingón con unos inmensos cachetes redondos. Se fue caminando lentamente y moviendo las caderas con un ritmo que inmediatamente hizo que se me pusiera la verga dura. Me paso a una pequeña sala. Nos sentamos y me ofreció una bebida con poco contenido de licor. Y luego me disparó a boca de jarro

¿Quieres tomar el complemento del pago por haberme traído el almuerzo?

Le contesté con otra pregunta ¿lo que yo quiera?

Si lo que tú quieras.

Le conteste con una acción que no la sorprendió. Le saque ambos pechos y se lo empecé a chupar. Como yo creía que se debería de hacer. Entonces me dio una tremenda cachetada y me dijo: Cada vez que lo hagas mal tu castigo será una cachetada. Entonces le pedí que me diera una rica mamada. Ella aceptó y me dio la mejor mamada que me ha dado una mujer.

Entonces ya más calmado le dije que me enseñara como se cogía como contestación me dio tremenda cachetada y me dijo que se decía hacer el amor. Me explicó cómo se debe tratar a una dama. Me dijo como mamar unas tetas para que la mujer se caliente. Como tocarla. Como meterle los dedos en la vagina, como acariciar el clítoris, como besar. En una palabra como hacer el amor. Después de todo ello entonces procedía a meterle, lo que yo creía que era una tremenda verga de 14 cm. de largo, pero con 6 cm. de diámetro. Me dijo que como estaba muy mal dotado me tenía que pulir en la calentada; que una mujer bien caliente lo que más deseaba era que se la metieran sin importar el tamaño. Y el otro secreto el saberla moverlo. Que tenía que aguantar lo más posible para que la mujer tuviera varias venidas aunque yo nada más tuviera una.

Después de haber estado cogiendo un largo rato. Me despidió de su casa y me dijo que nunca volviera por ahí. Le pregunte si había hecho algo malo pero ella únicamente me dijo que estuve a la altura, pero como era menor de edad a ella no le convenía. Así termino mi aventura con una mujer madura.

Cuando llegué a mi casa me pareció raro que únicamente recordara la ropa interior que se había puesto para tener sexo. No podía recordar bien ese culazo que portaba. Y lo más que fue extraño es que me dieron ganas de ponerme los zapatos de tacón de aguja que levaba.

El fin de semana tuve que hacer unos trabajos de la escuela y no pude acompañar a la familia aun fin de semana en la playa. Terminé los trabajos lo más rápido que pude y luego llamé a mi amigo Jaime y le dije que estaba solo. Me dijo que en media hora estaba conmigo. Llego, como esperaba yo, con un altero de DVDs con temas porno. Preparé una palomitas y lleve papel higiénico por si acaso nos íbamos a pajear no ensuciáramos nada.

Puso el primer DVD y para mi sorpresa se trataba de transexuales. Le dije que no sabía de qué se trataba ese tema. Me dijo que precisamente para saber por eso lo había traído. En las escenas iniciales había varias mujeres con grandes pechos y grandes nalgas. Salía bailando y haciendo striptease. Pero cuál sería mi sorpresa que cuando se quitaban las tangas salían tremendos aparatos sexuales. Que comparados conmigo me hacía parecer una enano. Después salía otros "actores" que a todas se las cogían por el culo. La cámara enseñaba las caras de satisfacción de las actrices cuando les estaban metiendo esas grandes vergas por sus culos. Y en la gran mayoría sin condón. Y después como les daban un baño de leche en sus caras y como ninguna se lo tragaban.

Así vimos otras tres películas más. Al estar observando aquello sentí que mi pene se había puesto erecto, muy duro y hasta llegue a tener salida de líquido preseminal. Mi amigo me dijo que ya se había aburrido y que se iba a su casa. Que mañana regresaría con unos DVDs con buenas mujeres. Que lo disculpara pero no sabía de que se trataba.

Durante la noche estuve muy inquieto. Pensando que se sentiría que se la metieran a uno por el culo. Que se sentiría mamarle una verga a un macho. Cuando al fin llegue a dormirme soñé que yo ocupaba el lugar de las actrices. Que me metían esas vergotas por mi culo y que me daba mucho placer, tanto que hacían que me viniera y tuviera una derrama de leche abundante. Al despertar me encuentro que había tenido un sueño húmedo. Mi trusa estaba toda mojada con ese líquido pegajoso señal inequívoca que me había venido durante el sueño.

Me metí a bañar y al estarme enjabonando comencé a masturbarme tan ricamente que pensé que me vendría pronto. Pero cuál no sería mi sorpresa que por más que me sobaba mi verga de mil forma no lograba descarga mi leche. Entonces empiezo a pensar en cómo les metía las vergas a las transexuales y como gritaban de placer y como pedían más verga y entonces se hace el milagro y me vengo tan abundantemente que hasta me sorprendí y no nada más eso sino que fue un orgasmo intenso y sentí un cierto cosquilleo en mi culo, como si me lo estuvieran mamando (después supe que así se sentía).

Salí del baño sorprendido. Al secarme me quedé desnudo. Y fui a la recamará de mi madre. Busqué entre sus ropas íntimas algo que me gustará. Me di cuenta de que mi mamá a pesar de tener 50 años su ropa era muy sexy. Me puse un liguero y unas medias de color de rosa, así como una tanga de hilo dental (que ya sé porque es tan popular entre las mujeres, el hilo se te mete casi en tu ojete y al caminar sientes un gran placer de cómo roza entre tus nalgas y tu culo). En esos momentos me habló Jaime para decirme que lo habían dejado solo en su casa que podía ir a la hora que quisiera. Entonces fui a l espejo y me gusto lo que reflejaba. Vi mis grandes nalgas espectaculares y que la tanga se veía como la de las transexuales. No la pensé dos veces y me puse jeans y una camiseta y zapatos tenis. Acudí a la casa de Jaime a ver nuevas películas porno. Con la esperanza de ver de nuevo de transexuales.

Esta historia continuará