La historia de mi esposa Marta
Un matrimonio liberal, socio de un club de intercambio, encuentra lo que ella deseaba desde hacía mucho tiempo: una gran polla negra con la cual disfrutar.
La historia de mi esposa Marta
Vivimos en Londres y nuestros hijos hace años que abandonaron la casa… Somos un matrimonio en la barrera de los cuarenta y nos gusta de siempre el sexo… Acudimos a un club un tanto especial, del que somos socios… Es un club swinger.
Desde hace casi un año, mi marido se dedica a escribir sobre nuestras aventuras sexuales y las publica -con nombres distintos para que no nos reconozcan- en diferentes portales dedicados a este tipo de literatura erótica.
Después de meses de disfrutar leyendo estas historias que mi esposo Juan publica, finalmente me he rendido a sus muchas peticiones y he decidido escribir las mías.
He leído y releído sus historias para ver cómo las hacía… Yo no voy a escribir todas… Solo voy hacerlo sobre la mejor aventura que he tenido en los últimos 18 meses de nuestra apasionante vida sexual... Según como quede, quizá publique más.
Después de pensar detenidamente en ello, el mejor momento para mí fue cuando conocimos a Tom en el club… A Juan y a mí nos gusta el sexo en grupo y también deseaba follar con un hombre negro… Así que cuando conocimos a Tom estas dos coincidencias se juntaron… Juan está muy contento de que yo tenga los mismos deseos sexuales que él… A mi me encanta hacer de todo cuando él está conmigo.
Una cosa que siempre me ayuda cuando voy a divertirme es el alcohol… Me gusta tomar unas buenas copas para ayudarme a eliminar mis inhibiciones y a Juan le gusta la forma en que me comporto por el efecto que me causa la bebida.
El vodka había fluido libremente esa tarde mientras nos preparamos para salir… Hacia las 20 h. del viernes, cuando llegamos al Club, yo ya había bebido alrededor de media botella… Juan se mantuvo sobrio porque tenía que conducir.
Cuando llegamos, nos desnudamos y cubrimos el cuerpo con nuestras toallas… Luego fuimos al bar y tomamos otro par de copas… Yo estaba muy contenta y Juan, a pesar de estar sobrio, también se divertía… En un momento inesperado se inclinó sobre mí y me besó apasionadamente, lo que me dejó sin aliento... Podía sentir su mano subiendo por mi muslo hacia mi coño mientras nos sentábamos uno al lado del otro en los taburetes.
- "Eres una chica guarra y cachonda y hay muchos hombres solos aquí esta noche… ¿Te sientes caliente y con ganas de que te folle otro hombre?", me dijo deslizando su mano en mi coño.
Entre el alcohol y su mano masajeando mi coño, había empezado a mojarme… Él continuó tocando mi coño mojado, cuando me di cuenta de que alguien se paraba a nuestro lado... Me volví hacia ese lado y miré al hombre alto y negro, de unos 35 años, unos años más joven que nosotros, pegado a mi.
Me sentí muy cómoda conmigo misma… Aunque yo era un poco mayor que el hombre que estaba a nuestro lado, me mantenía en forma y estaba feliz con mi pequeño cuerpo… También sabía que mi pelo rojo era una cosa que atraía a muchos hombres.
"Parece que te lo estás pasando bien", dijo una voz grave cerca de mi oído.
"Siempre lo pasamos bien aquí… Desde hace más de dos años que somos asiduos a este Club y nos divertimos mucho", respondió Juan mientras lo saludaba.
"Mi nombre es Tom… Un placer conocerlos a ambos… De hecho, os he visto antes, pero no me decidido a acercarme a vosotros hasta hoy… Espero y deseo que ahora podamos conocernos bien", dijo.
Habíamos cumplido muchas de nuestras fantasías en el club, entre ellas el sexo en grupo con otras parejas y Juan también me había compartido con otros hombres y eso me habían excitado por haber sido follada ante él por otros hombres… Sin embargo, todavía no había estado con un hombre negro y lo deseaba.
Nosotros ya habíamos hablado sobre esta posibilidad y sabía que Juan estaría feliz de que Tom se uniera a nosotros… Charlamos en el bar durante unos minutos hablando sobre el club mientras yo miraba el bonito físico de Tom… Medía alrededor de 190 cm de altura y me gustaba como iba, es decir, desnudo excepto por una toalla alrededor de su cintura… Tom miró hacia abajo y vio mi expuesto coño humedo que Juan tocaba a la vez que masajeaba mi clítoris.
- "¿Me disculparán por un minuto?... Necesito volver al vestuario", dijo Tom sonriendo y mostrándoles sus brillantes dientes blancos.
Esto me dio la oportunidad de verificar las cosas con Juan.
"Me gusta Tom y es algo con lo que hemos fantaseado... ¿Nos divertiremos un poco con él?", dije y mientras esperaba la respuesta de Juan, tomé lo último de mi vodka.
"Me encantaría verte follando con él, … ¡Apuesto a que le encantaría hundir su gran polla negra dentro de ti!", dijo Juan.
Juan susurrando sobre dejar que otro hombre me jodiera casi me provocó un orgasmo… Siempre me ha excitado el hablar de estas cosas y de esa forma... Cogí la mano de Juan que estaba entre mis muslos y nos levantamos de las banquetas cuando Tom regresó.
Noté que Tom ahora llevaba condones debajo de su pulsera elástica… ¡Obviamente se sentía confiado y con razón!... Estaba temblando y podía sentir la humedad entre mis piernas cuando Tom se acercó y puso sus manos alrededor de mi cintura… Pude ver que ya tenía un gran bulto debajo de su toalla.
"Nosotros vamos a dar una vuelta por ahí dentro… ¿Tú también quieres venir, Tom?", le preguntó Juan.
"Me encantaría estar ahí dentro con vosotros… es una mujer muy atractiva", dijo con una intención muy clara
Los tres paseamos por las habitaciones de arriba… Algunas estaban cerradas con llave, otras estaban vacías, pero había mucha diversión en la única habitación para parejas… Los tres nos fuimos hacia el rincón oscuro y mirabamos a todas esas parejas por un enorme espejo bidireccional que había en las dos paredes… Se veía bien a las parejas follando en la enorme cama.
Mi corazón latía con fuerza y esperaba que en este espacio oscuro y estrecho, Tom y Juan tuvieran la oportunidad de follarme a su gusto... Me acerqué a Juan y comencé a acariciar su dura polla justo cuando Tom se acercó a mí y sentí que su polla rozaba mi cadera.
"¿Me permites?", me susurró Tom… Y sin esperar mi respuesta deslizó su mano sobre mi estómago bajándola poco a poco hasta mi coño… Juan se puso detrás de mí frotando su polla contra mi apretando culo... Y yo comencé a mojarme cuando sentí a Tom palmear mi coño con su mano.
"Mm!... Eso que me estás haciendo me gusta", le susurré a Tom mirándolo a los ojos justo cuando él fácilmente deslizaba un dedo en mi coño empapado... Luego, se acercó y presionó sus labios apasionadamente contra los míos para un beso profundo que me dejó sin aliento… Mientras Juan apretó sus manos alrededor de mi cintura y sentí su polla presionando contra mi culo en busca de mi orificio anal.
El alcohol probablemente fue el responsable de que yo estuviera tan relajada en estos momentos, mientras dejaba que este negro desconocido me besara y mi marido siguiera frotando su polla contra mi culo... Cuando el beso terminó, miré hacia abajo y vi, con asombro, la enorme polla de Tom saliendo de su toalla.
Tom se rió y me dijo:
"¿Te gusta esta polla, nena?... ¡Se hará aún más grande y más tiesa si la acaricias!"… Y cogió mi mano y la colocó sobre su polla.
"¡Mm!... Está grande y dura", murmuré acariciándola.
"El final de mi polla llegará casi a lo más profundo de ti… Quiero tu coño… Quiero follarte, ", susurró Tom.
“Todo a su debido tiempo”, le respondí.
Gemí y sentí que mis rodillas se doblaban cuando los dos hombres, al unisono, me apretaron y me acariciaron… Lamí mis labios cuando Juan me cogió del pelo y me dijo:
- "Chúpasela… Quiero ver cómo le chupas su polla negra, mi pequeña puta."
Solo por un momento vacilé y me quedé observando a las parejas follando frente a nosotros… Juan me presionaba suavemente la parte de atrás de mi cabeza mientras Tom se quitaba su toalla… Mi mano abrazó lo que pudo del gran tronco oscuro y comencé a masturbarlo arriba y abajo con suavidad.
- "Chupa mi polla, ", me dijo Tom.
Me incliné y me metí lo que pude en mi boca... Su polla era larga y estaba dura como una roca... Me acerqué más a él y cogí su culo con mis manos mientras pasaba mi lengua alrededor de la cabeza de su polla y me la metía dentro de mi boca.
- "Oooh, qué gusto me estás dando... Qué bien me la chupas, ."
Y dirigiéndose a Juan, mientras empujaba suavemente su polla dentro de mi boca para metermela más profunda, le dijo:
- "Tu esposa la mama muy bien… Disfrutarás mucho cada vez que te la mame y te corras en su boca… Lo hace con mucha pasión."
Me sentí muy caliente chupando la polla a Tom mientras mi esposo estaba frente a mí, observandome sin perder detalle… Deslicé mis labios arriba y abajo de su gran polla negra que brillaba por mis babas... Gemí a medida que me la metía más profundamente en mi boca y me acostumbraba a su tamaño y grosor.
Y mientras lo hacía miré a mi alrededor en la oscuridad y ví varios pies… Con mi ruido chupando la polla, había atraído a varios hombres a este rincón oscuro y ahora estaban esperando a que yo les hiciera lo mismo a ellos.
Sentí las manos de Juan sobre mí para ayudarme a levantarme, al tiempo que me decía:
- "Cariño, no quiero que esto se vaya de control… Vamos a buscar una habitación vacía."
Cogió mi mano mientras caminábamos entre los voyeurs, que al pasar por su lado me palparon mis tetas, mi culo e incluso mi coño... La verdad es que tal y cómo me sentía en ese momento, podría habersela mamado a todos y que se corriesen en mi boca, pero a Juan esto seguro que no me lo habría permitido, seguro.
Juan me llevó de mi mano mientras caminábamos por el pasillo hasta llegar a una pequeña habitación y cerramos la puerta por dentro.
Luego me sostuvo con fuerza en sus brazos, quitándome la toalla al mismo tiempo que su boca encontraba la mía… Sentí su larga y dura polla presionando contra mi coño mientras sus manos palpaban mis pechos y me pellizcaban los pezones.
Quería decirle que lo amaba y que estaba muy caliente, pero no pude hablar porque él continuaba besándome.
Me dio un suave empujón hacia atrás hasta que la cama golpeó la parte de atrás de mis piernas… Dejamos de besarnos y me senté en la cama mirando las dos grandes pollas tiesas preparadas para follarme, apuntandome directamente.
- "Me gusta mucho lo que veo y estoy aquí para satisfacer vuestros deseos", les dije mientras me recostaba con las piernas abiertas.
La reacción de mi esposo a un hombre negro a punto de follar a su esposa fue obvia cuando lo miré sonriendo con su polla tan tiesa como no se la he visto nunca… Definitivamente no es un hombre débil y sumiso… Yo sabía que él quería follarme primero y debía complacerlo antes de ser follada por otro como una zorra que me gusta ser para él.
La cama crujió con fuerza cuando los dos hombres subieron a la cama para unirse a mí… Giré mis piernas hacia Tom, quien captó mi insinuación y puso su cabeza en la entrada de mi coño… Comenzó a lamérmelo... Sentí su boca en mi coño, cerré los ojos y gemí de placer.
Juan, sosteniendo su polla, se arrodilló cerca de mi cara y yo, rápidamente, cerré mis labios sobre su polla y comence a mamarsela... Una polla en mi boca, unas manos en mis tetas y un hombre negro chupando mi coño... ¡Estaba en el cielo y necesitaba correrme!
Levanté mis rodillas sobre los hombros de Tom y él, entre mis piernas, lamía y chupaba sin descanso mi hinchado clítoris… Las olas de lujuria empezaron a inundarme y mis gemidos llenaron la habitación junto con el olor a sexo… Miré a los ojos a Juan y le supliqué:
- "Follame."
Me aparté de Tom y me volví hacia mi marido, queriéndo que fuera el primero en follarme como así lo quería él... Juan me montó a horcajadas mientras guiaba su polla hacia la entrada de mi coño y me la metió profundamente… Luego, me agarró de mis caderas con sus dos manos y comenzó a follarme con fuerza… Sentí todo su peso presionándome en la cama y comenzó a susurrarme guarradas en mi oído.
"¿Tengo suficiente polla para ti puta?... ¡Esto es lo que quieres, cariño… Que yo te joda primero y luego te joda Tom?"
“Si… Eso es lo que quiero si tu me lo permites, amor”, le respondí.
Estaba casi delirante de placer mientras follamos y miré a Tom sentado a nuestro lado esperando su turno… Tom me sonrió cuando me vio mirarlo y comenzó a acariciar su dura polla negra… Me encanta ver a un hombre masturbarse… Un líquido claro salía de la gran cabeza de su polla, un grueso prepucio negro cubría esa cabeza bulbosa y grandes venas corrían por toda la superficie del tronco.
- "¡Oooh, me estoy corriendo!", gemí… Los golpes de polla que me estaba dando mi marido eran demasiado para mí… Me estremecí y me aferré al colchón y seguí gimiendo hasta que noté sus chorros de esperma dentro de mi coño… Juan ahogó mis gemidos besándome profundamente mientras yo luchaba por recuperar el aliento, tras la corrida que ambos habíamos tenido.
Mientras me calmaba, continué mirando fijamente la polla de Tom mientras él seguía masturbandose y mirándome.
"¿Te importa si me folla, él?... Quiero tener su polla dentro de mí", le pregunté a Juan mirándolo directamente a los ojos.
"Claro… Estoy deseando poder ver cómo su gran polla negra te folla, cariño", dijo mientras se bajaba de mí y se sentaba en el borde de la cama para no perder detalle... Me incorporé y abrí mis piernas hacia Tom, mirándolo sonriente y ofreciéndome a él… Aún con el coño lleno de esperma, no le importó pues llevaba puesto el condón.
Tom se movió rápidamente y se colocó entre mis muslos abiertos y pasó sus manos arriba y abajo por mi cuerpo, apretando mis tetas… Me dio un beso profundo y húmedo y susurró en mi boca abierta:
"Te voy a follar ahora... Eres una buena zorra a la que le gusta que te follen delante de tu esposo... Él tendrá una buena vista de su esposa follada por mi gran polla negra", me dijo Tom.
"Oh sí, follame", le dije empujando mi coño contra las caderas de Tom… Podía sentir cómo la cabeza de su pene comenzaba a penetrarme lentamente... Puso sus manos en mis caderas y comenzamos a trabajar juntos y cuando empujé hacia él, su polla se deslizó más profundamente en mi coño.
"¿Va todo bien?", me preguntó de repente… Miré entre nuestros cuerpos y vi que su gran polla estaba dentro de mis labios vaginales.
"Mm… Dame fuerte sin preguntar", le respondí.
Mientras hablaba, de repente me empaló con toda la longitud de su polla… Fue una sensación tan intensa que en realidad me dejó sin aliento y, como respuesta, arqueé el cuerpo… La fuerza con que me penetró fue brutal… Jamás en mi vida habia sentido eso.
Estaba totalmente llena y besaba a Tom por toda su cara mientras jadeaba… Le escuché decirme:
- ", ahora voy a divertirme contigo"… Y agarró mis caderas y comenzó a golpearme con fuerza y me jodió profundamente.
Me encantó la sensación de su polla deslizándose dentro y fuera de mi coño y empecé a gemir de placer mientras aumentaba el ritmo haciéndome querer correrme de nuevo.
Sus gruesos labios presionaron contra los míos y metió su lengua dentro de mi boca y hasta la mitad de mi garganta, mientras me aplastaba con su poderoso cuerpo.
- "Oooh sí… Cómo estoy disfrutando", susurré en su oído.
Puse mi mano entre los dos y comence a frotarme el clítoris… Cerré los ojos cuando comencé a correrme y grité:
"¡Oooh… Me estoy corriendo otra vez!"
"Córrete, cielo... Córrete para mí… No te contengas", gruñó Tom.
De repente, mi cuerpo se arqueó, mis piernas se tensaron y mis brazos abrazaron su cuello moviéndome arriba y abajo y me corrí gimiendo mientras hundía mi boca en su grueso cuello musculoso.
Noté como su polla aún estaba tiesa dentro mí coño y le susurré:
- "¡Cuánto aguante tienes, cielo… Eso es fantastico para una mujer!"
Él, lentamente retiró su polla húmeda de mi coño y me dijo:
- "Ahora, ponte de rodillas, cariño."
Gemí de placer cuando me arrodillé a cuatro patas y Tom se acercó a mí y frotó su polla contra mi coño... Abrí los ojos para ver a Juan que se estaba acariciando su polla a un metro de distancia del borde de la cama.
"Parece que la estás pasando bien", me dijo sonriéndome.
"Te amo", le susurré mirando a mi esposo mientras se acercaba.
Comencé a masturbarme el coño cuando sentí la mano de Tom en mi culo, posicionándome... Adopté la postura que quería mientras su mano extendía mis jugos por todo mi coño y mi culo… Sentí las manos de Tom agarrar mi cabello y tirar mi cabeza hacia arriba… Así quedé mirando a mi esposo mientras me clavaba su gran polla dentro de mí coño, otra vez.
"¡Mm!... Te encanta mi polla negra, puta... Te estoy jodiendo en una postura para que mires a tu esposo", me dijo Tom dándose cuenta de que me gustaban las palabras guarras.
"¡Sí, jódeme!... Juan, ven… Quiero tener tu polla en mi boca."
Tom agarró mis caderas y de un solo golpe me la metió toda dentro de mí coño… Dí un fuerte gemido y luego comencé a empujar contra él para sentirme bien follada y enteramente clavada… Tom tenía una de sus manos agarrando mi cabello con fuerza cuando vi que Juan se arrodilló frente a mí y puso su polla entre mis labios.
Pronto me la metió profundamente en mi boca y por lo tiesa que la tenía supe que a mi marido le estaba encantado ver a su sumisa mujer actuando de puta y siendo follada por un hombre negro.
Se la chupé con todo mi amor y miré hacia arriba para ver su rostro sonriente mientras él miraba mi sudoroso cuerpo y cómo lo arqueaba para recibir bien los fuertes empujes de Tom.
Podía sentir las pelotas de Tom golpeando contra mi pelvis y sus manos le temblaban agarrando mis caderas… Me sentí absolutamente llena… Estaba casi delirante de placer cuando sentí que Tom se tensaba… Yo sabía que él iba a correrse ya.
- "Qué buen polvo le estoy pegando a tu esposa, Juan… Estoy a punto de correrme", dijo Tom.
Con un fuerte gruñido comenzó a correrse, mientras nuestros cuerpos se convulsionaban juntos por el placer que sentíamos… Yo, sólo podía gemir suavemente con la polla de mi marido llenando mi boca... Y cuando sentí que él también temblaba, levanté la vista hacia su tensa cara y, de inmediato, sentí que su semen se disparaba en mi boca, justo cuando él comenzo a gemir gritando.
- "Oooh, me estoy corriendo, … Cómo me haces disfrutar."
Nos acostamos en la cama, pegados y sentí las dos pollas ablandadas sobre mi cuerpo… Juan fue el primero en retirarse y darnos una toalla... Yo, tenía semen en el pelo, en toda la cara, en las tetas, y en el pelo de coño, que estaba rojo, hinchado y dolorido.
Tom se sacó y tiró su condón lleno de semen en el contenedor... Miré con lujuria su polla negra, aún grande y brillante, y supe que la querría de nuevo para mamársela y que me follase… Entonces miré a Juan cuando se sentó a mi lado y me abrazó con afecto, sonriendo.
"Estuviste genial, ", me dijo Tom mientras se incorporaba hacia mí y me besaba con suavidad… Luego, estrechó la mano de Juan… Se despidió de ambos y salió de la habitación.
"Es hora de darnos una ducha, amor", me dijo Juan.
"Cuando quieras... ¿No te supo mal porque quise que me follase?
"Me gusto mucho ver lo que hiciste… Te quiero mucho y aún más cuando te haces puta para darme los caprichos que quiero tener."
Juan se bañó rápidamente y luego me dejó en la bañera bajo los chorros de agua caliente mientras bajaba al bar a buscar una bebida.
Me puse una toalla alrededor de mi desnudo cuerpo y me uní a él para tomar un trago antes de volver a casa… Lo que dijo en el bar hizo que mi corazón se acelerase.
-"Estoy seguro de que querrás estar de nuevo con Tom… Yo también disfruté esta noche tanto como tú, follándote y viendo como te entregabas como una puta… Le he dado a Tom tu número de teléfono y dirección de correo electrónico… Y aquí tienes el suyo… Eso quiere decir que lo volveremos a repetir", me dijo Juan dándome un pedazo de papel.
Esta noche habíamos abierto un nuevo capítulo en nuestra vida de swingers… Sabía lo mucho que disfrutariamos cuando volviesemos a ver a Tom… Sólo con pensarlo me humedecía el coño.
Creo que Juan tiene lo que ha querido tener siempre: una esposa y madre amorosa durante 5 días a la semana y los fines de semana una buena puta que le de todo lo que le gusta y disfruta con ello.
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