La historia de mi Amigo Martín I

Mi amigo Martín, compañero de aventuras sexuales y quien me estaba ayudando a compartir a mi mujer. Esta historia es real y tiene que ver con su pronta partida por el maldito covid19

Hola, hace mucho que no escribía, pero ahora les quiero narrar algo muy personal: “La historia de mi amigo Martín ”, con el que compartí muchas aventuras, historias y fantasías, hasta que el coronavirus se lo llevó y mi deseo de que se hubiera esposa cogido a mi esposa Ana.

Quiero decir antes de empezar, que estos hechos se sucedieron entre el 2019, 2020 e inicios de este 2021. Mi amigo Martín murió a causa de la pandemia en el momento menos pensado, de hecho tres días antes de que muriera platicamos por la mañana. Por la tarde fue llevado de urgencia al hospital y al tercer día murió por covid. Así que doy inicio a estas historias, las cuales creo serán en varios capítulos, porque hay muchas cosas que contar.

Martin, fue un buen amigo al que conocí junto a un grupo de personas de una red social en mi localidad. En su mayoría, éramos personas mayores de 35 años. Ambos casados. Pero esa red social era especial para tener escapes con mujeres de toda clase: casadas, divorciadas, viudas o solteras. Casi todos éramos de la misma ciudad, aunque Martín me llevaba como 10 años. Era un hombre muy experimentado con las mujeres, tanto que tenía de amante a una prima de el, a su suegra y una cuñada. Así pasaron un par de años, en veces nos compartíamos a las damas o competíamos por ver quién estaba con tal o cuál mujer.

Un día le comenté que en veces, en mi perversión, deseaba llevar a mi esposa al grupo y ver cómo reaccionaba. Olvidaba decir, que los miércoles nos reuníamos en una cafetería muy conocida en la ciudad y de ahí, algunas veces íbamos a un bar de la ciudad muy concurrido por personas de nuestra edad, sobre todo mujeres y caballeros buscando batalla. Digo a veces, ya que por mi condición de casado, no podía darme la vida de soltero.

A partir de ese comentario, Martin empezó a preguntarme de vez en cuando por mi esposa, que si como era físicamente, como era en la cama, que le gustaba hacer y que no hacer. Si se depilaba el pubis y cosas por el estilo. No niego que al preguntarme esas cosas, me excitaba de imaginar a mi esposa en brazos de otro.

Un día, era domingo bien recuerdo, andaba con mi esposa e hijos, en un mall de la ciudad y me lo encontré junto con su familia. Ahí tuve la oportunidad de presentarle a mi esposa y por supuesto El no perdió el momento para zorrear a mi mujer, de hecho, ambos cruzamos ciertas miradas cómplices y el hasta una sonrisita maniacona lanzó.

Al despedirnos me dijo, "reportarte me gustaría tratar un asunto contigo, si puedes llámame mañana".

Nos fuimos y al ir con mi esposa me dijo "quien es? Y que negocio quiere tratar contigo? Sentí que me miraba medio raro, tiene cara de violador!" Casi le atinaba.

Le comenté que conocía a Martín de hacía algún tiempo, que tenía unos negocios junto con la familia de su esposa. Que vendía productos industriales de limpieza, que los vendía a varios negocios como oficinas, hoteles, gobierno, etc. Lo cual era mentira, ya que Martin lo que en realidad tenía con la familia de su esposa eran dos moteles. No le quise decir la verdad, ya que mi esposa es muy especial y tal vez se daría alguna idea de la amistad que tenía con Martín.

Le dije que tal vez, para lo que me quería, era para algo relacionado con su negocio. Pero mi esposa insistió, "pues sabe, pero sentía que me estaba viboreando toda, sentía su mirada por todos lados, me sentí incomoda!"

Quiero decirles que mi esposa actualmente tiene 50 años, cuando eso ocurrió, tendría como 46 años. Su físico no era el de una mujer exuberante o espectacular. Yo creo que mi esposa más bien, es el de una mujer normal. Aunque tiene sus atributos, de entrada sus senos, son grandes, usa talla 38D y sus piernas, son bonitas, aunque ella ni gusta usar escote o faldas cortas. Es una mujer tradicional, por así llamarla.

Por la noche Martín se reportó y me comentó que no dejará de darme la vuelta por su "negocio" a la brevedad. Le pregunté como para que era bueno y me dijo, ve al motel y ahí hablamos.

Cómo era de costumbre entre ambos, aprovecho para mandarme fotos y vídeos de mujeres. Pero esta vez con la temática de mujeres maduras, casadas, senos grandes y naturales, mujeres swinger. Dónde dos hombres le daban a la mujer de uno de ellos, de parejas u hombres compartiendo a sus esposas.

La verdad Martin tenía un estilo pervertido muy bueno. Sabía que mandar.

A partir de ese día me mandaba fotos y vídeos de ese tipo, casi a diario. Era extraño el día que no lo hacía y siempre me recordaba que fuera a visitarlo. Un día le llamé, andaba por los rumbos de su negocio, para decirle que iba en camino a su establecimiento.

Así que llegue y entre a la recepción y ahí estuvimos platicando, hablamos de varios temas, nada que pueda interesarles. Hasta que me soltó lo que quería decirme:

  • Oye, qué onda con tu esposa?

  • Porque? Pregunté yo

  • Aguanta todavía, se nota que tiene buenas tetas, que talla usa de bra? Pregunto

  • 38 D, le respondí

  • Uuuffff dijo el, están grandecitas, como me gustan

Sus preguntas y comentarios sobre mi esposa, empezaron a ponerme caliente y mi verga empezó a reaccionar, se empezaba a poner dura.

Me empezó a contar de una mujer casada a la que él se estaba cogiendo en ese momento y saco su teléfono, para mostrarme unas fotos de ella.

  • Mira, me dijo, se llama Silvia. Tiene unas tetas enormes!

Y en efecto no mentía, era una mujer como de unos cuarenta y tantos años, unos enormes senos (más grandes que los de mi esposa), naturales y por supuesto, algo caídos, lo cual me excitaban más.

Tenía muchas fotos de ella y luego me mostró un vídeo, dónde la mujer le hacía sexo oral a mi amigo Martín, hasta correrse en su cara.

Eso me estaba excitando y mucho. Me dijo que si me interesaba, podía presentármela, le dije que me parecía bien, que ese era el tipo de mujeres que me gustaban.

Entonces me preguntó

  • No tienes fotos de tu esposa?

  • Como? Le dije

  • Fotos de tu esposa?

  • Desnuda te refieres?

  • Si, me dijo. Quiero ver esos hermosas tetas que tiene, me excitaron cuando los vi. Además note que tiene buenas piernas.

  • La verdad no, no tengo fotos de ella desnuda. Mi esposa es muy conservadora y nunca se dejaría tomar fotos desnuda

  • Me gustaría cogérmela, me dijo. Me dejarías?

Su comentario hizo que mi verga saltará. Su pregunta me golpeó de lleno en la cara y creo que él lo noto, por la cara que debí poner.

Él se rio y me dijo,

  • Es en serio, tu mujer se me figura que ha de ser muy "caliente", de esas casadas mojigatas, pero que en la cama han de ser toda una muy "puta".

Esos comentarios, al llamar a mi mujer "caliente" y "puta", me excitaban mucho. Entonces me dijo: “Mira”

Se agarró la verga por encima del pantalón y me dijo

  • Mira como me tiene pensar en tu esposa

  • Órale le dije, estaría bien verla coger con otro, a mí también me excita. E hice lo mismo que el hizo, me agarre mi verga y le mostré que la tenía dura, como él.

  • Me gustaría chuparle las tetas, jugar con ellas. Oye, le gusta el sexo anal? Pregunto

  • Si y no. Las veces que lo hemos hecho, que no han sido muchas, la trabajo mucho y por días y cuando accede, es con unas copas de más. Casi la embriago para que se deje hacerlo.

  • Aunque déjame decirte que la última vez, estaba tan excitada que se dejó hacer de todo.

  • Haber cuéntame, me dijo Martín

Por lo que me dispuse a contarle:

  • Teníamos días previendo una salida a un viejo antro de la ciudad, dónde los parroquianos en su mayoría, son persona arriba de los 40's. Hay música en vivo y música viejita, venden pura cerveza, en botellas llamadas caguamas (de un litro). Es un lugar medio arrabalero. Muchas mujeres que van a buscar pelea, es decir, quien las lleve a la cama. Va de todo.

  • Era la primera vez que íbamos a ese lugar, como pareja, yo ya había ido con mis amigos, seguí con mi plática, de algún modo sentía un temor de encontrarme con alguna conocida, pero todo marchó bien.

  • Encontramos una mesa y enseguida de nosotros estaban 4 personas, tres mujeres y un homosexual. Las mujeres se notaba que eran prostitutas, pero traían un ambiente cabrón. Mucho barullo y muchas risas. A mí esposa es lo divertía mucho. Muchos hombres se acercaban a bailar con ellas y se les restregaba por la parte de atrás, de manera muy atrevida, queriendo restregar sus miembros en las mujeres.

En una de esas, aproveché para ir al baño y de regreso, comprar unas cervezas para mí y mi mujer, ya que se nos habían acabado. Cuando iba entrar, del baño, del sanitario de damas salió una de las mujeres que estaban sentadas al lado nuestro y me saludo; creo que ella era como la caponera de sus acompañantes, porque le seguían en todo los que hacía. Físicamente era atractiva, alta, buen cuerpo, un escote muy generoso que mostraba un par de tetas dispuestas a ser liberadas, una minifalda negra que exponían un par de piernas bien torneadas y largas . No quise dejar pasar el momento y le y la saludé con algo de alegría, ella respondió igual y me preguntó

  • Oye, la que está contigo, es tu esposa, novia o amiga.

Le dije "Mi esposa"

  • Aaahhh dijo ella. Se ve que es medio seria. ¿No le gusta “el cotorreo”? pregunto

  • Si, le dije, pero es medio miedosa y muy santurrona.

  • En serio? Pensé que era más alegre, más divertida.

  • Porque lo dices, le pregunte intrigado

  • Es que veía como que quería animarse a ponerse a bailar con la bolita de amigas que traigo. Pero como que le falta animarse o te tiene miedo jajajajaja se río.

  • La verdad, le dije, yo quisiera que fuera más suelta, que agarré fiesta y que se anime a disfrutar de la música y un buen baile. Yo no sé bailar mucho, pero creo que ella quisiera que alguien le pegue una buena bailada jajajajaja, sonreí yo

Las ganas por entrar al baño, ya me ganaban, así que le dije:

  • Ahí te la encargo, en lo que entró al baño, ponla a bailar con “tus amigos”, siempre se queja de que no se bailar y ustedes traen un ambiente que a ella le causa gracia. Anímala a qué baile y si es con "tus amigos" mejor, le dije, mientras ella esbozaba una sonrisa cómplice y me dijo

  • En serio quieres verla bailar con nosotros?

  • Si, porque no? le dije Cuando se toma sus copas se pone alegre y muy participativa. Quiero ver qué tanto puede "ponerse alegre y animar junto con ustedes", y verla divertirse, que no?

  • Ok, tu déjamela a mi

  • Órale dijo Martín, ósea que le pediste a la puta que pusiera a bailar a tu esposa con sus amigas putas y el jotito?

  • Si, le respondí.

Mientras le contaba, notaba que Martín se acariciaba su pene, por encina de su pantalón. Yo por mi parte, sabiendo que eso estaba excitando a mi amigo e imaginar que él podría cogérsela, me ponía igual de caliente. No sé porque, pero estaba excitando imaginar a mi esposa con mi amigo en la cama.

Continúe narrando a mi amigo lo historia en el antro con mi esposa y las putas que nos encontramos.

Entré al baño e hice el mayor tiempo posible para salir. Después desde mi posición vi que pasaba en la mesa de enseguida a la de la nuestra y vi que mi esposa platicaba con la mujer con la que había platicado antes de entrar al baño.

Me fui a la barra y pedí una cerveza para tomármela ahí, en lo que le daba más tiempo a “la nueva amiga” y a mi esposa. El lugar estaba llenándose y los espacios eran menos, así que la visión hacía la mesa donde estaba mi esposa, era poca. Me encamine hacía la mesa donde estaba mi mujer y cuál fue mi agradable sorpresa que ver a mi mujercita, bailando con “sus nuevas amigas”, pero alrededor de ellas, estaba un grupo de hombres bailando atrás de ellas. Ellas estaban bien animadas, hasta el jotito traía unas fiestas con otros hombres que lo rodeaban y animaban ante sus movimientos, pero mi esposa sonreía con cierto temor, ya que se notaba que el que bailaba en su espalda, estaba muy pegado a sus nalgas, restregándole su paquete en medio de ellas, además se notaba que traía unos tragos encima; cosa que se notaba que a mi mujer no le agradaba del todo.

Espere un momento y vi, que la mujer con la que yo había platicado afuera de baño, le decía cosas al oído de vez en cuando y ella sonreía, mirando de reojo al que estaba detrás de ella. Mi esposa se movía despacio, como con temor, pero note que de vez en cuando, volteaba hacía el baño, buscándome con su mirada y no fuera a captarla en la situación en la que estaba.

Martín veía que no dejaba de tocarse su paquete por encima del pantalón, se estaba excitando sin duda. Y entonces me pregunto

-       Y que hiciste? La dejaste

-       Si, le respondí, pero tuve que acercarme por un detalle que paso

-       - Que paso? Me pregunto Martín

-       Lo que pasa es que el tipo que estaba detrás de mi mujer, la tomo de la cintura y trato de jalarla como si se la estuviera cogiendo por atrás, mi esposa inmediatamente se retiró de su lado y le grito algo.

Entonces yo me acerque como haciendo que no sabía nada y vi que la mujer con lo que habíamos estado hablando mi mujer y yo, le decía al hombre que se retirara del lugar, que no estuviera molestando.

Yo pregunte que estaba pasando o que había pasado. Mi esposa algo nerviosa, más que molesta, me dijo que “el hombre ese las había estado molestando” y se había tratado de propasar “con ellas”. Evidentemente ella no sabía que yo la había estado mirando y trataba de escudarse con que el tipo “las molestaba a todas”. Mi mirada se cruzó con la nuestra vecina de mesa y me hizo una cara como diciéndome “la llevaba bien, pero ese cabrón la rego”.

Mi esposa y yo decidimos sentarnos en la mesa, pero como estaba casi pegada con las vecinas, empezamos a platicar entre gritos. Le pregunte a nuestra vecina como se llamaba y me dijo que Laura. Así Ana y yo (Juan Carlos), nos presentamos. También nos presentó a sus amigas y el “jotito”, se llamaba Francisco pero le llamaban por el apodo de “Paco”.

De reojo, mientras platicábamos, si es que se le podía llamar a eso platicar, veía que el individuo que se le estuvo restregando a mi esposa en sus nalgas, a cierta distancia se le quedaba viendo a Ana y mi esposa disimuladamente también lo miraba. Teníamos un rato platicando y a mi esposa le entraron ganas de ir al baño, le pidió a Laura que la acompañara y guiñándome un ojo Laura se levanta y juntas se van al baño.

Continuará…