La historia de mi amigo

Lo hice pasar e inmediatamente fuimos a mi cuarto por una toalla y viendo como se le pegaba aquella camiseta le propuse prestarle una ropa mientras se secaba un poco la de él.De vuelta a mi cuarto encuentro a Wilson solo con un bóxer de esos amplios míos que le marcaba fabulosamente ese trasero...

LA HISTORIA DE MI AMIGO

Todo comenzó una tarde en que estaba viendo páginas de hombres deliciosos haciéndose el sexo más delicioso que Yo pueda ver, eso estaba cuando tocan a mi puerta y la gran sorpresa es que era Wilson, un amigo mío que no miraba desde hace muchos años y que se fue a vivir a San Pedro Sula la cual es la ciudad industrial de Honduras.

Wilson pasa adelante le dije, me gusta tu sorpresa de venir a verme le dije, realmente esta era una gran sorpresa; Wilson se conservaba estupendamente, por lo visto su trabajo no cambió y siguió levantando bultos en el almacén en que estaba trabajando  y Yo no paraba de admirar esos gruesos brazos que estiraban su camiseta blanca y los jeans celestes desgastados que dejaban ver un par de potentes piernas y los pies enfundados en unos de esos zapatos que nosotros llamamos “burritos de trabajo” que son los amarillos de cuero y punta de hierro.-   Este siempre fue Wilson, era su forma de vestir usualmente y a mi me fascinaba como los jeans marcaban ese enorme culo y fabuloso paquete que siempre se observaba hacia un lado y dependiendo de la tela del jean se adivinaba una gran cabezota allí dentro.

Yo estaba embobado y fascinado con la llegada de este hombrón a mi casa, nos pusimos al día con las cosas y que él ahora venía a trabajar aquí a Tegucigalpa (capital de Honduras) y que su mujer tendría que esperar a que en el banco le autoricen un traslado porque a él lo mandaron de inmediato ya que él será el nuevo jefe de bodega.

Me preguntó por mi pareja ya que él sabe que Yo soy gay y le conté que ya eran 9 años de jalar con el mismo chaval que ya conocía y que estábamos muy bien acoplados.

Me dijo que no tenían hijos todavía pero que estaba en planes, Yo admiraba sus ojos grises enmarcados en unas cejas negras azabache con su pelo lizo y un poco largo que lo hacían verse un poco salvaje y malón, además de esos labios carnosos y bien rojitos como si los usara pintados con lipstic pero en él toda esa hermosura varonil era normal.

Le ofrecí un par de cervezas para aminorar el calor y las tomamos entre charla y charla pero se acabó mi reserva de birrias (cervezas) a lo que Wilson se ofreció a ir a comprar al supermercado más cercano y que vendría en un zas.

Aprovechando que se fue a comprar me apresuré a darme un baño rápido porque Yo sabía que lo necesitaba por la calentura que este macho siempre me ha provocado.

Al volver Wilson me grita desde afuera hey Luis abrí cabrón que comienza a llover.-   A consecuencia de la gran calor comenzó a caer un tormentón de padre y señor nuestro.

Wilson se mojó todo, el supermercado estaba relativamente a un par de cuadras pero al solo salir comenzó ese diluvio.

Lo hice pasar e inmediatamente fuimos a mi cuarto por una toalla y viendo como se le pegaba aquella camiseta le propuse prestarle una ropa mientras se secaba un poco la de él.

En eso estábamos cuando mi madre llega a la casa y me habla desde adentro de la casa y pregunta que quien está allí y le digo que Wilson que viene a trabajar a Tegus y que por andar trayendo las birrias se había puesto como perro mojado que hasta los calzones los traía mojados y ella se lanzó una carcajada y dijo que mi ropa le iba a quedar un tanto untada por lo grandote que es él pues Yo le llego al hombro y mido como 1.65 mts.,  acto seguido me informó que salía con su hermana que iban al mal y luego al cine, con un grito se despidió de Wilson e hizo su acto de desaparición.

De vuelta a mi cuarto encuentro a Wilson solo con un bóxer de esos amplios míos que le marcaba fabulosamente ese trasero y por el frente se miraba bambolearse un péndulo sabroso cada vez que movía sus brazo secándose la cabeza, ya días no admiraba ese cuerpo de miedo que se carga mi amigo y que pareciera que no sabe el efecto que causa entre hombres y mujeres por muy hetero que sea el macho en cuestión.

Como solo estábamos los dos no dijo a ponerse nada más de ropa y seguimos con la plática sobre nuestras vidas y la de los amigos del grupo.

Entre birria y plática la conversación llegó a lo sexual y me contó que al parecer su mujer tenía un problema para retener el feto y ya habían perdido 2 oportunidades y que si volvía a salir tendría que tirarse en cama desde el principio del embarazo hasta el momento de concebir y que tan así era de grabe la cosa que había que bañarla y que sus necesidades las hiciera allí mismo para evitar movimientos bruscos.

Eso era demasiado y como eran jóvenes aún estaban dispuestos a esperar que esa condición de ella pasara a base de unos tratamientos que tomaría y me dijo que como la última perdida había sido hace 2 meses no tenía sexo, sexo como Dios manda por temor a un nuevo embarazo y que solo lo mamaba y que él se sentía como burro en primavera de las ganas de meterla en un coñito bien rico y jugoso como el de su mujer.

Mira dijo, y señaló su paquete que se notaba con un crecimiento inmediato dando brinquitos dentro de los bóxers y le dije: Wilson, si me los reventas los pagas cabrón; mira que voz la tuya es como de burro. Jajajajajaja ja aj aja aaaa nos tiramos las carcajadas de mi ocurrencia.

Yo me encontraba solo con una calzoneta y mi camiseta, él con mi bóxer en el cual ahora había una carpa fenomenal.

Mira Wilson, nosotros somos amigos desde siempre y nosotros siempre nos hemos respetado pero vas a tener que ir a pajearte al baño porque viendo esa tremenda verga tuya tan cerca de mi y así toda parada no respondo si te bajo los calzones y me la llegó a comer.

Wilson rió de mi, mira Luis; mejor ponete un dvd de sexo rico y nos pajeamos así nadie pierde nada, pero eso sí, cada uno con la suya.

Por mi no hay problema, el único pero es que Yo no tengo dvd’s heteros, solo gay así que si te animas a ver uno lo pongo.

Pues dale, ponlo que nunca he visto uno y siempre hay una primera vez y además con esta parazón  cualquier cosa que mire rápido me voy a venir.

Y así fue, puse un video que se llama hunk fuck straight, este tipo de cosas son las que me suben la morbosidad, lo había bajado de una página que se llama bitebuddies que es buenísima.

La peli está en ingles y traía sub títulos en español así que a Wilson le fue fácil averiguar la trama que se traían con un chavo que dijo ser de Texas y que andaba en Miami de vacaciones y que necesitaba más dinero para parrandear, tenía 21 años, nunca había si quiera pensado en tocar a otro hombre, de tipo trigueño fibrado sin ser culturista, el señuelo era un priapo anglosajón con un porte de macho fenomenal, un culo y unas piernas bien desarrolladas, su dorso no era muy marcado pero si fibrado y los brazos anchos.

Wilson me dijo: Yo ni loco haría un video de ese tipo, esos chavos están locos si se dejan embobar con algo tan claro.

Claro para ti que lo estas viendo y sabes de a cuanto se lo traen los de la cámara y el señuelo, pero el chaval hetero no sabe ni papa a lo que va,

Viendo a esa escultura de hombre que me calentaba tanto y que estaba a mi lado, en mi cama y con una pierna levantada apoyado en una esquina porque mi cama estaba pegada a la pared; Wilson dejaba ver claramente la mata de pelo que resguarda su culito y que desciende desde su pubis, pasando por ese par de enormes huevos rellenando el perineo e introduciéndose entre ese par de globos que son sus nalgas; Yo estaba al otro extremo de la cama y su pié casi rosaba mi pierna, Yo no puede aguantar más y estiré mi mano para tocar su pié hablándole sobre la peli como escusa y repetí varias veces ese pase hasta que una de tantas no solté su pié sosteniéndolo con mi mano derecha y acariciando con mi pulgar su arco del pié.

Wilson jaló la pierna apartándome de ese tesoro que es su pié y que por fin tenía la primera oportunidad de tocarlo, me voltio a ver muy serio pero sin dejar de masajear su verga y me dijo: Mira Luis, se que estamos desnudos y todo esto pero te dije que no iba a tener nada con tigo así que si no puedes contenerte mejor paramos esto y me voy.

Wilson, pero si no es nada; solo fue una caricia a tu pié, ni que fuera que te agarrara la verga.

Si ya se pero no me gustó que ni siquiera me pidieras permiso.

¿Wilson, puedo tocar tu pié? Dime que si, además somos viejos amigos.

Wilson se quedó un poco pensativo pero en ningún momento dejó de masturbarse y eso me gustaba más.

OK, pero solo el pié y si quiero dejas de hacerlo.

OK, lo prometo dije Yo.

Wilson volvió a acercar su pié a mi pierna y siguió a lo suyo, la película ya iba por la parte en que los dos hombres están desnudándose para hacerse un calentón mientras llega la supuesta chica para hacer un video porno.

Sus vergas estaban flácidas pero se miraban muy bonitas y entonadas con el cuerpo de cada quien.

Yo acariciaba el pié de Wilson y me acerqué un poco más, haciendo que su pié quedara en mi muslo para acariciarlo mejor mientras Yo mismo seguía pageandome a un ritmo lento para disfrutar todo lo que me estaba ocurriendo.

Rápidamente Yo acariciaba su empeine y subía hasta su tobillo, deslizando mi dedo un poco hasta comenzaban a brotar los pelos que cubrían sus velludas piernas.

Aquello era fenomenal, Wilson estiró su otra pierna y no le quedó otra que ponerla entre mi espalda y mi almohada rosando con ella el comienzo de mi culo, él solo me dijo permiso y comenzó a hacer presión entre mi almohada y Yo para meterlo y Yo solo me separé para que lo hiciera mejor.

Ahora lo tenía todo despatarrado a mi lado y mi mano ya no frotaba solo el pié, sino, que también su pantorría por delante y por atrás; sintiendo sus pelos en mi mano, Wilson dio un leve quejido al sentirme pero no me pidió que para y no lo hice.

Su pié a mi espalda se movía un poco como rosando el comienzo de la raja de mi que separa mis nalgas y comienza mi culo.

Yo me separé un poco para permitirle hacer con más libertad e inmediatamente mi mano se elevó hasta su muslo casi rozando sus huevos; él no dijo nada, su pié lo usaba para acariciarme la espalda y el comienzo de mis nalgas y me dijo que él nunca había hecho algo así y que era su primera vez pero que necesitaba una mamada y no le importaba que fuera Yo un hombre ya que era su amigo y sabía él que Yo guardaría el secreto de su necesidad.

Yo solo alcancé a decirle que sus deseos eran una orden para mi y me tiré a lamer sus huevos y tomar entre mi mano su verga, era una verga bien marcada con venas salientes y su prepucio se retraía completamente dejando ver una cabeza más bien en forma de punta para taladrar ya que su cuerpo era gordo muy gordo y el tallo sobresalía una buena porción de mi mano.

Su líquido seminal era saladito y muy dulce a la vez, intuí que comía mucha fruta para poder dar ese sabor tan especial a ponche masculino.

Con la otra mano acariciaba su estómago y sus tetas,  él estaba entregado a mi, jadeaba cada vez que hundía su mazo en la entrada de mi garganta, Yo estaba decidido a darle la mejor mamada que nadie le hubiera dado en su vida.

Sus huevos eran un manjar uno a uno ya que los dos no cabían en mi boca golosa de succionarlos y lamerlos como noté que a Wilson le gustaba por la forma en que emitía gemidos guturales y en un momento con sus piernas puestas en los costados de mi espalda alcanzó el inicio de mis nalgas como acariciándomelas con sus talones.

Aquello no lo había hecho nadie y por simple me pareció fantástico, sentir sus anchos talones en mis nalgas y que de improviso subía por mi espalda hasta los omóplatos quedando en una posición a ratos en la que me mostraba su peludo ano, un ano que tenía un leve olor a macho que no me ofendía para nada, al contrario ese olor tan especial era el olor de mi hombre y mis fosas nasales se llenaban y disfrutaban de el.

Sin pensarlo mucho mi lengua pasó de sus huevos al perineo y volví a ello, luego subía por su tiesa verga hasta alcanzar su verga y como para hacer este movimiento con sus piernas en mi espalda a ratos más arriba y a ratos más abajo me incorporé un poco y mi verga que lubricaba como nunca debido a mi excitación, quedó a unos centímetros de su ano.

Yo no reparaba en eso en ese momento, estaba concentrado en darle placer a mi macho.

Pero en una de tantas subidas de sus piernas siento como mi verga toca levemente su raja peluda.

Yo volteo a ver mi entrepierna y miro que era verdad, había quedado pegando mi rabo en su raja y sus movimientos estaban haciendo que me estuviera haciendo una paja con la fricción de sus pelos y que mi pija tropezara con la entrada de su culo de vez en vez.

Yo observé a Wilson y pude notar que tenía los ojos fijos en el techo, ni siquiera parpadeaba y solo emitía sonidos que salían de su boca entreabierta y su manzana de Adán subía y bajaba, sus manos estaban afianzadas en las sábanas que cubrían el colchón y que a estas alturas eran un solo desastre debido a nuestros fogosos movimientos.

Una de sus piernas subió mucho más que la otra y Yo estaba lamiendo su perineo, haciendo presión con la punta de mi lengua y debido a su movimiento inesperado la punta de mi lengua se introdujo en su ano.

Wilson quedó como congelado en el tiempo y solo escuchaba su respiración acelerada, su pierna estaba justo sobre mi hombro y la otra a la altura de mi espalda, su culo era invadido por mi lengua que no tardó en reaccionar en un rico entra y sale de ese culo virgo para mi y que su dueño en un momento de placer me lo estaba ofreciendo para realizarle un grandioso beso negro.

Todo este tiempo no iba a ser  desperdiciado, mi lengua hacía círculos en su entrada, pujaba entrar y en ocasiones lo lograba; mis manos sostenían sus nalgas y formando una curva en su espalda podía tener más a mi boca su apetitoso culito.

Wilson relinchaba del gusto, solo abandonaba su ano para introducir su verga hasta lo más hondo en mi garganta logrando en ocasiones traspasar la campanilla sintiendo como me llegaba a faltar el aire provocando que de mis ojos brotaran lagrimas de placer.

Sus piernas eran un par de columnas que soportaban su peso en mi espalda y logré asirme de una almohada para ubicarla bajo sus nalgas, Wilson comprendió que me facilitaba las cosas abriéndose un poco más.

Fue fantástico ver a mi hombre despatarrado para dejarme hacerle cosas ricas, morbosas y que solo en mis más íntimos deseos se me habían ocurrido en todas las sesiones de masturbación que había tenido en su nombre.

Wilson no se quejaba de lo que Yo le hacía y mi verga me pedía acción también, en esa posición su raja me estaba sirviendo de manto de pelos para sobar la cabeza de mi verga y darme placer Yo mismo, él por su parte llegó a mover las caderas de forma que mi pija nuevamente chocaba con la entrada de su ano y con una de mis manos tomé mi pija para sobarla mucho más y cuando sentí su ano y mi pija en su entrada comencé a darle pequeños empujones sin llegar a meterlo, Wilson me dijo que eso no, pero Yo le dije que no se la metía, que sintiera que solo era en la entrada que la ponía.

Él aceptó asintiendo con su cabeza, Yo estaba en la gloria y él por igual.

Mi verga no quería quitarse de allí y como pude me encorvé para alcanzar su cabeza y mantener mi verga en la entrada de su culo.

Ya no era Yo el que empujaba para puntearlo, era él, el mismo Wilson que se movía punteándose él mismo y pude notar como su esfínter fue cediendo y la puntita de mi pija comenzaba a entrar, casi me vengo de la emoción de sentir parte de sus entrañas, supuse que se retiraría y así lo hizo; pero volvió a moverse de modo que mi verga lo siguiera tanteando en su estreches, Yo estaba con el corazón que se me salía por la boca y a medida él se movió Yo empuje mi verga y la cabeza entró.-   Wilson paró, él podía sentir como la cabeza de mi verga era aprisionada por sus esfínter precisamente en la corona de la verga y como su ano lo estrujaba; su pecho se expandía muchísimo más y en ese momento volvió a verme, su cara era de asombro y lujuria, Yo acaricié su vientre, subí por su pecho, apreté sus tetillas un poco y empuje mi verga dentro de él.

Era sublime, sus ojos se cerraron ante mi, su labio inferior fue mordido por el mismo y sus brazos por primera vez se separaron de la cama y me atrajo hacia sí.

Sus piernas se trenzaron en mi cintura y pude sentir como con sus talones me indicaba que me quería más adentro de él.

Su ano era un horno de caliente y sus tripas apretaban mi verga a cuan larga es.

El vaivén fue brutal, mi macho se estaba entregando a mi, ese enorme hombre que hasta ese momento fue heterosexual gracias a mi verga que se alojaba en sus entrañas y que ahora lo estaba gozando y haciéndolo gozar como nunca lo había visto estar.

Su verga era aprisionada entre nuestros cuerpos y sus manos me tomaban de la nuca para darme el más largo y sabroso de todos los besos que he recibido.

Cambiamos de posición y esta vez fue de lado, estaba él dándome la espalda y con mi pierna que contrastaba en fortaleza con la suya porque él si las tenía bien desarrolladas y Yo las tenía normal sin dejar de verse bien.

Con su mano me jalaba de mis caderas para que lo penetrara más.

Fueron incontables las posiciones que tuvimos, él jadeaba y sudaba y volvía a jadear; era una cogida fenomenal, al tenerlo boca abajo pude estirarme completamente sobre él y apoyándome en sus caderas podía dar fuertísimos empellones para taladrar su culo resguardado entre ese par de nalgas que me soportaban como un mullido colchón de carne y pelos.

Pasó un buen rato en donde lo goce y él me sentía gozando de él, Wilson solo alcanzó a decir “meee vengo” y sin siquiera haberse vuelto a tocar su verga el mismo comenzó a lanzar fuertes descargas de semen que salía por esa paloma bien tiesa y que saltaban hasta el suelo, mi cama literalmente estaba toda llena de su esperma que con su característico olor invadió todo mi cuarto, pude ver como era su pene una especie de rociador a presión y fueron unos siete trallazos los que pudo lanzar.

Su cuerpo convulsionaba de placer y su ano estrujaba mi verga al igual, Yo no pude aguantar y sentí como al mismo tiempo se estiró aún mucho más y tomó un grosor que no había tenido nunca, su esfínter en la medida que dilataba dejaba pasar los chorros de esperma y al estrujar la verga los detenía, sentía como si me la fuera a cortar; pero no me importaba volverme un eunuco si ya había podido sentir el mejor placer de este mundo para mi que era pisarme a Wilson y mejor aún con todo su deseo.

Nuestras respiraciones poco a poco volvían a la normalidad, nuestros cuerpos eran torrentes de sudor y su pierna se entrelazó con las mías y me pidió que no me saliera que me quedara así y así lo hice.

Mi verga no quería bajarse pero la naturaleza es sabia y se desinfló logrando salir de esa prisión tan sabrosa y apretada que es el culo de Wilson.

Wilson se voltio y me besó en la boca y dijo: “Gracias, muchas veces he tenido sexo; pero hoy por fin hice el amor”.

Me abrazó y recostó su cabeza en mi pecho, su pierna subió a mi muslo y poco a poco nos quedamos dormidos por varias horas.

Al despertarme pude ver que habíamos pasado la noche juntos, abrazados como al inicio y Wilson despertó también; “gracias” fue todo lo que dijo, me besó y se levantó hacia el baño, lo seguí y tomamos una ducha juntos, nos abrazamos y acariciamos pero no tuvimos sexo allí, queríamos disfrutar de nuestra compañía mutua y así lo hicimos toda la mañana.

Mi madre nos tenía hecho un suculento desayuno y pidió a Wilson que hasta que su mujer llegara a la ciudad él se quedara en casa para que no tuviera que pagar renta y así pudiera ahorrar.

Él dijo que lo consultaría con su mujer y ella estuvo de acuerdo, esa tarde volvió con sus maletas y se instaló en mi casa.

Espero que les haya gustado, esto pasó hace años y quería compartirlo.

Ya saben que lo de los nombres cambia y bla bla bla---…

LUDAVAGI

Piscis03ma66@hotmail.com