La historia de Lina

Esta es una historia especial de Lina Marcela con su padre, y su castigo.

Hola, amigos, de nuevo estoy con ustedes para contarles las historias de las niñas de mi sector, las cuales me sé por las cartas numerosas que posee Andrea, la principal y primera protagonista de estas excitantes historias.

Hoy tengo para contarles la historia de Lina Marcela, una tierna niña de escasos 12 años que fue iniciada no hace mucho por su propio padre, el cual se dejó llevar por los celos y decidió "comprobar" de manera directa los rumores que había escuchado de su hija.

Andrea: hoy te quiero contar la historia mía, pues no puedo seguir guardando mi secreto, pues fue mi papá quien me hizo mujer por unos chismes que le habían contado por mi casa, y aunque unos eran ciertos otros no, y yo creo que no sea justo lo que me pasó.

Cuando cumplí los doce años mi tía fue a la casa de otra tía donde yo vivía y me dijo que tenia que irme con ella porque le había dicho que no me podía tener mas con ella por un rumor de que yo había estado vacilando con un primo que tenia 15 años y que vivía con ella y conmigo, rumores que aunque en parte eran ciertos no eran los de que el me había tocado y que yo lo buscaba para verlo cuando se bañaba y de que yo me metía en su cama para que el me tocara y me besara a escondidas de mi tía.

Entonces la otra tía me llevo para donde mi abuela, cuidándome mucho y no dejándome de vigilar siempre, pues mi primo vivía cerca y no quería que yo me viera con él.

Una vez vino mi papa y mi tía casualmente le contó lo que le habían dicho de mí, por lo que el se enojo y casi me pega, pero no sé porque no lo hizo y solo me regaño, diciéndome que me iba a llevar un fin de semana para su casa donde vivía con su nueva mujer.

Yo siempre me he vestido de manera deportiva, como se acostumbra aquí por el calor, con shorts cortos y ajustados al cuerpo y camisetas delgadas tipo TOP, por lo que él me dijo que esa no era la manera apropiada para vestir, pues aunque me estaba empezando a desarrollar y mi cuerpo era muy hermoso (palabras que él me dijo) yo era una niña de escasos doce años y no debía de exhibirme de esa forma.

Yo acepté su regaño de buena forma aunque no sé porque él me picó un ojo cuando no nos estaban viendo, para que no me sintiera tan mal, pero lo que más me extrañó y me hizo dar pena fue la forma como me miro de arriba abajo contemplándome con unos ojos como de ganas y diciéndome en voz baja que yo era muy bonita y que no me diera pena.

Como al mes después vino mi papa y me dijo que me iba a llevar ese fin de semana a su casa para llevarme a pasear con su mujer y le dijo a mi abuela que me iba a llevar y que aprovecharía para "aconsejarme" por la forma en que me estaba portando y que era justo ya que casi no había vivido con él y que no tenia un papá que me guiara, pues aunque casi pocas veces me había llevado en su moto al colegio era de afán y casi no podía hablar en serio conmigo.

Así que me llevo a su casa y cuando llegamos noté que su esposa no estaba pero no le pregunte por que, pues acabábamos de llegar.

Al rato de llegar él me dijo que me cambiara la ropa por algo más cómodo, pues estaba en jeans y camiseta, y el calor era insoportablemente alto por el sol que habíamos recibido por andar en moto. El también se cambió y se puso una pantaloneta bien ajustada y sin camiseta, y pude verle su cuerpo bien formado por el ejercicio.

Yo me puse una pantaloneta estilo trusa que se ajusta bien a la cadera y a las piernas dejando ver mi cuerpo ya empezando a formarse y una camiseta sin mangas que dejaban ver mis senos de niña empezando a crecer.

Yo soy blanquita tirando a trigueña, de cabello corto hasta los hombros y de cara bonita, pero lo que más me admiran los hombres es mi cuerpo, no sé si es por como me visto o por lo bonita, lo cierto es que hasta pena me da en ocasiones como me miran con ganas mas que todo los hombres adultos y que en otras veces me han dicho groserías, razón por la cual me ha regañado mi tía por salir así a la calle, aunque yo lo hacia por inocencia y por no verle la malicia a eso, por lo que me aguantaba y no le decía a ella.

Lo cierto es que cuando me cambié mi papá me miraba con ganas y aunque trataba de disimular mas de una vez al darle la espalda y volver de una lo sorprendía mirándome, lo que le hacia dar pena y que disimulara como si viera algo cerca de donde yo estaba o al piso. Pero en un momento en que lo descubrí me dijo:

-Disculpa Lina, pero es que usted se viste muy atrevida y yo soy hombre y

No pude dejar de notar que usted ya es una señorita y de que té estas desarrollando muy ligero, que té estas pareciendo cada vez a tu mama con el mismo cuerpo y así de hermosa como ella- me dijo un poco nervioso.

A mí me dio pena y el lo noto por lo que estuvo hablándome un rato y me dijo que le habían dicho que yo vacilaba con mi primo, que me le desnudaba y que me metía a su pieza cuando se bañaba y que por eso me habían mandado para donde mi abuela.

-Es eso cierto?- me preguntó.

-No papa, se lo juro- yo le dije, pero él lo duda y me dijo que yo no debía hacer eso pero que él "comprendía" que yo estaba creciendo y que eso era natural la curiosidad por probar algo nuevo.

Lina, no se sienta mal por eso, y le voy a mostrar algo que la va a guiar y que le va a enseñar lo que usted quiere saber, pero con la condición de que no le diga a nadie, - me dijo y fue a la pieza y saco una película y me dijo que me acomodara a su lado.

Cuando la colocó era una película de porno, por lo que me dio pena pero él me preguntó si yo había visto ese tipo de películas, pero al negarlo me insistió en decirle la verdad que él era mi " amigo y me comprendía" y yo le creí y con cierto temor le dije que una vez en la casa de una compañera y por Internet había visto un poquito nada mas pero a mi no me gustaba porque me daba pena.

Entonces me dijo que mirara con tranquilidad pero yo veía lo que hacían en esa película y trataba de no ver por pena pero él me insistía diciéndome que eso era normal y que así poco a poco iba aprendiendo y que me tenia que cuidar y que no me dejara sorprender de mi tía que me celaba mucho y que no me dejaba aprender a ser mujer; en fin toda una historia para convencerme, por lo que yo asustada cuando el se me arrimó le pregunte que a qué hora llegaba su mujer, pero él me dijo que ella no iba ese fin de semana pero que si él le decía a mi tía no me hubiera dejado estar a solas con él, para poder hablar franco conmigo y "aconsejarme".

Así que él me dijo que era mi papa y que tenia el derecho de "enseñarme" a ser buena niña y que yo le siguiera sus "consejos".

Así que se pegó junto a mí y con disimulo me tocó una pierna, por lo que yo asustada hice el intento de quitarme pero él me dijo que me quedara ahí, pues "él era mi papa y no quería que alguien me hiciera daño", colocándome una mano sobre mi muslo y acariciándolo con suavidad.

Lina, estese tranquila que yo solo voy a mostrarle como se siente y vera que no es tan malo, y yo que soy su papa la entiendo y por eso no me tenga miedo, que no voy a hacerle nada malo- me dijo.

Yo temblaba de miedo al sentir que su mano acariciaba mis muslos y que poco a poco subía buscando mi vagina, pero él me besaba mi cuello y me acariciaba los senos lo que me hacia sentir mal porque era mi papa quien lo hacia.

-Lina, que suaves tienes las piernas-. Me dijo ya emocionado.

-Papá, por favor que yo soy su hija- le dije mientras empezaba a llorar.

-Lina, usted no sabe que muchas niñas son iniciadas por sus padres porque "quién mejor que ellos son los que más las quieren y los que no serian capaces de hacerles daño".

Pero yo tenia miedo y le dije que no, y me pare y lo deje solo.

Entonces él me dijo que le perdonara, que no sabia porque lo había hecho y que no iba a volver a pasar, lo que yo inocentemente le creí.

Pero por la noche cuando me fui a acostar me bañé y sentí que me miraban y al salir del baño estaba mi papa en la pieza oliendo mis panties y tocándose ahí abajo excitado, por lo que al verme en toalla me dijo que estuviera tranquila que el se iba a ir, pero al tratar de pasar por su lado me cogió de un brazo y me tiro a la cama quitándome la toalla y dejándome desnuda.

-Así que la niña está arrecha y quiere pichar ya y yo me tengo que tragar el cuento de que ella es inocente y dejarme engañar?- pues esto lo tengo que comprobar de que en verdad usted es virgen y de que no sabe nada-. Me dijo.

Mi papa se me tiró encima y me besaba el cuello y acariciaba con sus toscas manos mis senos pequeños y yo luchaba por quitármelo de encima pero su fuerza y su peso me podían.

-Papa, por favor, déjeme que yo soy inocente y son puros cuentos los que le dijeron-le dije cuando me cogió las manos y me dejó inmóvil.

-Si, pues eso lo vamos a ver ahora, pues solo hay una forma de saber si en verdad usted es virgen.- me dijo mientras se quitaba su pantaloneta.

El quedo en calzoncillos y me besaba el cuello y mis senos y me dijo que no me resistiera que estaba en su "derecho" pues él me daba para el estudio y la comida y que yo debía de obedecerlo y probarle mi inocencia.

Yo me cansé y dejé de pelear, lo que él tomó como que yo había aceptado su orden y ya más cariñoso me dijo que él iba a ser cariñoso y muy cuidadoso conmigo si en verdad era virgen o si no él con su experiencia me iba a enseñar.

Él me acariciaba, me tocaba los senos y mis piernas, y luego cuando me vio mas calmada me tocaba mi vientre y bajando un poco trató de tocar mi vulva por lo que yo asustada lo rechacé y él me quitó la mano diciéndome que estuviera tranquila mientras sin yo darme cuenta se quitaba su interior.

Entonces a pesar de mi resistencia se me montó encima y me separó las piernas con sus muslos metiendolas entre ellos. Entonces empecé a llorar.

-Tranquila, Lina que esto sólo es para comprobar su inocencia. Yo solo le voy a meter la puntita y si es virgen yo la dejo quieta.- me dijo.

Yo cerré los ojos y sentí que la punta de su miembro entraba en mi vulva abriendo los labios vaginales que se resistían y le trataban de rechazar.

Mi papa empujaba con fuerza y yo cerraba mis ojos aguantándome y apretando mis labios para no gritar, y trataba de cerrar mis muslos, pero sus piernas me lo impedían, y antes por el contrario mas me las separaban para poder empujar sus caderas con mas libertad y penetrarme mas fácilmente.

Él seguía empujando y a medida que penetraba me abría mas y me dejaba un dolor profundo en mi interior.

-Ayyy, papi por favor, me duele mucho, suélteme que ya vio que yo de verdad soy virgen y ya me está doliendo muchísimo, no ve que yo soy virgen todavía, porque apenas tengo doce añitos?-. Le dije adolorida para que él parara su ataque y no me siguiera penetrando.

Pero por el contrario él me dijo que casi no había entrado nada y que no sabia si nomás era que yo me hacía la dolida para que no se diera cuenta de la verdad.

-Cuando sienta que su virgo me resiste yo la dejo, porque todavía no le he hundido sino hasta la punta y quiero la verdad, así que aguántese un poquito más, que como mi verga es muy grande se demora un poquito en entrar, pero va a entrar poco a poco- me dijo todo emocionado.

Renovando su ataque en forma más despiadada me cogió de las rodillas y me empujaba con fuerza hacia su cuerpo sintiendo que me desgarraba al sentir como su verga abría mi vulva dolorida, penetrando poco a poco hasta sentir que llegaba a mi himen tratando de rasgarlo y causándome un dolor punzante que me hizo gritar y tratar de rechazarlo.

-Papa, por favor, tenga piedad que eso me duele muchísimo, ayyy ya por favor sáquelo que me voy a desmayar del dolor- le gemía.

Pero él parecía que no me escuchaba enceguecido por el placer y me metía con mas fuerza su verga dentro de mi vagina que sentía que se desgarraba poco a poco y al sentir que me desfloraba al romper con fuerza y despacio mi himen lloraba y lo golpeaba en el pecho.

-Ayyy, me duele mucho, no me lastimes papi, que soy tu niña y me estas haciendo sufrir mucho-. Le decía desesperada por su peso y la embestida de su verga en mi interior al ir desflorándome rasgando mi inocencia.

Pero él me atacaba con más ganas al darse cuenta de que me estaba poseyendo y me hundía las manos en mis suaves carnes de mis muslos y levantándose de la cama sin soltarme (aunque me zafè un poco) me jaló contra el borde de la cama y abriéndome las piernas colocándolas sobre sus hombros y con el de pié me jaló hacia él y me penetró con fuerza hasta la raíz de su miembro largo y duro.

Yo estiraba mis manos y apretaba las cobijas para desahogarme y lloraba por no poder evitar su feroz penetración, lo que lo complacía al sentir que me desvirgaba plenamente consumando la posesión de mi cuerpo que lo excitaba al máximo al sentir que su verga grande è hinchada era envuelta por la carne de mis entrañas que le apretaban su miembro placenteramente pero con demasiado dolor para mi.

-Ahhh, mi niña linda, mi ángel, mi amor. Ya eres mía, ahhhh, mmm, siiii-.

-papá, por favor déjeme ya que estoy muy cansada y me duelen las piernas.

-Ya mami, ya casi aaacabo, ohhh, que biennn, ya me voy a veniiiiir, ahhhh!

Cuando el se quejó largamente yo sentí su miembro en su máxima expresión y abriéndome y moviéndome las caderas desesperado se puso tieso su cuerpo y dejó salir un grito de placer profundo:

-Ahggg, mami me vengooooooo. ahhhh!!!!!!!

Sentí que su semen caliente se regaba en mis entrañas y que su miembro vibraba al expulsar el chorro, causándome una fuerte punzada de dolor y que mis entrañas se abrían para recibirlo, mientras él me besaba desesperado, mordía mi cuello y mis senos, acariciaba mi vientre y mis muslos y se dejaba caer sobre mí en un estertor de gran placer mientras apuñalaba con su inmenso miembro rígido mi interior.

Yo lloraba y me sentía desdichada por haber sido violada por mi papa, y cuando acabó quería que me desmontara y salir para mi casa, pero por lo tarde y porque me convenció no lo hice y aunque todavía no lo he perdonado no deje de hablarle ni le he dicho nada a nadie, pues solo se lo digo a usted.

En esa misma noche me montó dos veces mas y aunque tenia pena y vergüenza se me pasó el dolor y lo acepté como me dijo él, como algo normal y que no soy la única ni la ultima, según usted que me escribió esa carta donde me narró las historias de sus dos amigas que habían pasado por lo mismo, y que han aprendido a sacarle jugo pidiéndole plata y cosas a quienes se lo hicieron y gozando sus relaciones sexuales con otros hombres, tomando mi primera vez como mi "entreno", según mi papa porque era bonita y de bonito cuerpo.

Lo que sí no hè hecho es mamar, pero de pronto sigo sus consejos y aprendo, aunque eso sí, me da mucho asco y miedo.

De vez en cuando me voy para donde mi papá y dejo que él haga conmigo eso a cambio de plata y de que me deje hacer lo que yo quiera, y aunque mi tía y mi abuela las ponen quejas mías, él les dice que me regaña, pero antes más me alcahuetea con tal dé que lo deje montarme.

Chao, y gracias por comprenderme y no dejar que nadie lo sepa.

LINA MARCELA.

Espero amigos que esta carta les haya gustado, y aunque le cambié muchas palabras transcribí la carta tal como la tiene en su idea central y en sus detalles, cartas que espero poder seguir comentándoles pues son muchas de niñas que le han narrado sus experiencias a Andrea, pues la mayoría son compañeras de clase y amigas del barrio, historias que son reales y que pueden ser las que ocurran en sus casas, o en sus vecindarios y que la gente por miedo o por vergüenza no reconocen, pero que son comunes entre nosotros, y las cuales Andrea me vendió para que las narrara sin delatarla ni mostrar su identidad, sólo su primer nombre, sacándome plata y siempre aprovechando su espíritu de convencimiento y su facilidad de poder hacerle escribir estas cartas a sus amiguitas convencidas de que nadie se va a dar cuenta de ellas.

No olviden escribir sus comentarios, y gracias por la correspondencia que me han enviado a mi correo Desvni@yahoo.com.mx y espero poder contestar pronto sus cartas y enviar privadamente a cada uno su respuesta, y espero las fotos y las historias que me envíen que privadamente se las contestare. Adiós y gracias.