La historia de Laura V

No pude evitarlo cuando la tenia así de cerca no recordaba lo que pasaba con Fernando ni nada mas en el mundo, solo me importaba ella.

Habían pasado ya unas semanas así, tiempo en el que no era tonta y sabia que en varias ocasiones había intentado seducirme, ella sabia que me gustaba y yo no me molestaba en ocultarlo pero era Fernando quien disfrutaba de sus besos, siempre en las escaleras o el ascensor muy de noche. Solo una vez lo había invitado a entrar por que estábamos solas y la cara que le puse ese día y los que siguieron la desanimaron de volverlo hacer. Me extrañaban sus aptitudes, ella era una mujer reservada pero sus juegos con Fernando no eran nada reservados y aun no aceptaba ir a verlo en otro lugar a solas ni nada por el estilo, sinceramente yo esperaba que se lo llevara a la cama en cualquier momento y por su cara cada vez que se iba el esperaba lo mismo.

Llego un lunes en que ella tenia clases pero yo no, la lleve temprano a clases y luego a su mama al aeropuerto ya que como cosa rara tenia que viajar, me iba a reunir con mi mama para comer y arreglar algunas cosas  de la oficina en las que ella me estaba ayudando cuando sonó mi teléfono y vi que era Sergio, teníamos tiempo sin hablar pero la verdad tampoco me extrañaba tanto su llamada. – ¿Como esta mi chica favorita? –Bien guapísimo y tu ¿Cómo estas? ¿Como esta todo por Madrid? –Pues muy bien, en España todo marcha de maravilla, por eso mismo me da tiempo de estar acá en Venezuela visitando a los amigos. Me emociono mucho saber que estaba de visita, aunque con las cosas que estaban pasando en mi vida y el tiempo mis sentimientos por el estaban calmaditos, me emocionaba verlo y conversar. Era difícil para mi pasar por todo lo que estaba pasando con Silvia son haber podido hablarlo con nadie y estaba casi decida a contárselo a él.

Llame a mi mama cancele la comida y me fui directo a casa de los papas de Sergio a buscarlo. Comimos con su familia, fuimos juntos a visitar a unos amigos y fuimos a ver a mi mama, cuando estábamos con ella me llamo Silvia para preguntarme si podía ir por ella a la universidad estaba lloviendo y no quería mojarse, había estado con gripe la semana anterior. Le dije a Sergio que lo podía dejar allí o en su casa mientras iba por Silvia pero me dijo que quería verla y que iría conmigo. Le pedí que condujera y nos fuimos a la universidad, no quedaban muchos carros en el estacionamiento cerca del cafetín, donde me dijo que me esperaría, por lo que pude divisar la que parecía la camioneta de Fernando y no me equivoque, allí estaban Fernando y Sonia, su novia, con Silvia en el cafetín no puede evitar reírme sola aunque Sergio me dijo loca. Silvia se alegró de Verme pero su sonrisa se desapareció en el instante en que vio aparecer a Sergio, aunque rápidamente sonrió y lo abrazo –Que Sorpresa Sergio ¿Cuándo llegaste? –Anoche guapa, si esa era la idea sorprender aunque con la cara que se te ha quedado cuando me viste juraría que no te alegra verme. –No cariño es la impresión nada mas, hacías falta por aquí. Me alegra mucho verte.

Sergio siguió saludando ya que todos nos conocíamos, y como si lo supiera todo se las arreglo para que fuéramos todos al cine, los cinco, la cara de Silvia no tenia precio. Creo que ni en un mal sueño se habría podido imaginar esa situación, los 5 sentados en el cine Fernando, Sonia, Silvia, Sergio y yo. He de confesar que no le preste la menor atención a la película, Sergio me tenía tomada de la mano y a mi lo que me interesaba la cara de Silvia que era un poema en medio de aquella escena, luego cenamos y fuimos a llevar a Sergio, no había dicho una palabra en todo el camino hasta que ya casi llegando a casa me pregunto que había pasado con Sergio y yo simplemente evadí darle una respuesta contándole que había visto a mi mama y me había dicho que la casi ya estaba casi lista, al fin, y que la próxima semana podríamos mudarnos, no quise ver su rostro pero no volvió  a decir nada mas, nos topamos con Fernando en el estacionamiento y dijo que subiría pero ella le dijo que no quería, que estaba cansada.

Yo apenas llegue me bañe y me fui a la cama a leer algo que tenia pendiente para el siguiente día, me estaba quedando dormida cuando la sentí sentarse en mi cama, pensé que buscaba algo pero pronto me di cuenta que no buscaba nada, se había metido bajo mis sabanas. La sentí pegada a mi, me disponía a preguntarle que pasaba, me abrazo y se pego a mi espalda, beso suavemente mi cuello, no intento nada mas solo se acercó a mi oído y susurro que no quería dormir sola, creo que en otra circunstancia le hubiese dicho que no, pero su abrazo me hizo sentir muy bien, extrañaba sentirla tan cerca , disfrute un rato su calor hasta que me dormí y si he de se ser honesta, dormí muy cómoda, no era buena para dormir acompañada pero con ella todo fue natural, simple y cómoda. Cuando desperté estaba entre mis brazos su rostro se amoldaba a mi cuello sentía su respiración, bese su frente y se despertó, confirme una vez mas lo hermosa que se veía recién levantada, su nariz se rozo con la mía, nuestros labios estaban tan cerca  de verdad necesitaba besarla, me urgía.

No pude evitarlo cuando la tenia así de cerca no recordaba lo que pasaba con Fernando ni nada mas en el mundo, solo me importaba ella, comencé a besarla intentaba hacerlo despacio pero la desesperación no me dejaba, la bese así con desesperación, jugaba con su lengua, mis manos buscaron su espalda bajo la camisa mientras los besos se hacían mas húmedos y profundos, la sentí separarse de golpe y no pensaba permitírselo pero solo se acomodó mejor sobre mi y se quite la camisa, lo hizo sin dejar de mirarme a los ojos. Yo no sabía si esto era otro de sus juegos o cuando iba a terminar pero tenerla así valía la pena, bese sus labios, sus mejillas… mis besos iban resbalando por su cuello mis labios y mi lengua se deleitaban con su piel, la abrace con fuerza la pegue a mi y la voltee para quedar sobre ella y baje besando las pecas de sus hombros y pecho, vi como sus senos se erizaban ante mis caricias, eran suaves y firmes nunca imagine que se sintiera tan bien. Mis labios los dibujaron enteros uno a uno, succione sus pezones, los lamí mientras ella solo alcanzaba  a ahogar gemidos, cada vez que mordía uno de sus pezones se escuchaba un gritito ahogado  que hacia que me humedeciera aun mas, me gustaba demasiado, en ese momento levanto mi cabeza que se hallaba desde hacia rato sumergida en sus senos y me llevo de nuevo a sus labios me beso con tanta ansiedad como la que yo sentía por ella, me quito la camisa, no hacían falta palabras ni la experiencia que no teníamos, mis manos se volcaron a acariciarla a desnudarla… Allí estaba, acelerada, con la piel erizada, desnuda, pidiendo a gritos con la mirada que la llenara de placer. Mentiría si niego que mi primera idea fue vengarme e irme y dejarla sola en la cama pero tomo mis manos y la coloco sobre sus muslos, eran perfectos bien formados. Acaricie y bese sus piernas desde los pies hasta el interior de sus muslos la escuche gemir al sentir mi cercanía con su sexo pero no quería que todo acabara tan rápido así que me dedique a besar y acariciar su pelvis, su cintura, su cadera lamia por momentos, mordía, me recree en su abdomen, ese abdomen tan hermoso. Subí y retome un poco mi adicción recién nacida por sus senos, bese cada milímetro de ellos evitando sus pezones con malicia.

Cuando comencé de nuevo a lamerlos y succionarlos gimió con fuerza, cada gemido suyo aceleraba mi excitación. Nunca me había sentido así de entregada a darle placer a nadie, subí besando su cuello hasta sus labios mientras mis manos la acariciaban toda. Mis manos se entretenían en su pelvis, no había ni rastro de un vello en su sexo lo que me permitió sentir cuan húmeda estaba al solo acercar mis dedos. Su humedad se desbordaba eso me volvió loca acaricie su clítoris con pasión, con movimientos casi frenéticos con cuidado de no lastimarla pero con mucha pasión mientras dejaba de besarla para mirar como se contorsionaba de placer y se le dificultaba la respiración, volví a besar su cuello y sus labios mientras estando allí a su lado con mi mano en su sexo me volvía loca de ganas de hacerla mía, que supiera todo el placer que  podía darle. No dude e interne dos de mis dedos en ella de modo sorpresiva gimió en mi boca y se aferro a mi brazo con fuerza dejando sus uñas clavadas en mi piel como si quisiera que esos dos dedos que estaban moviéndose con fuerza dentro de ella fueran mas, empecé un movimiento de entrada y salida con fuerza que la hizo morder mi labio con pasión y solo soltarlo a pesar de que sangraba para gritar casi sin voz que no parara, mientras mas se acercaba el final mas movía su pelvis para disfrutar de mis dedos y mas apretaba mi brazo que estaba siendo victima de su placer pero ese dolor también me excitaba, acabo moviendo su pelvis como demente y succionando mi lengua como si no quisiera que mi boca se escapara yo estaba a punto de estallar también pero tras 10 segundos de casi no poder respirar se levanto diciendo que se nos haría tarde para ir a clases se metió al baño ignorándome cuando la llama y le exigía que volviera… cuando salió yo estaba esperándola para que me explicara porque se había levantado así y se limito a decir que había sido un error que nunca debió haber pasado. Me duche y me vestí, con el labio roto e hinchado y el brazo lleno de rasguños marcas de ella… sentía que no podía sacarme su perfume de la piel, tenia ganas de llorar pero no le daría el gusto bajamos juntas en el ascensor en un silencio absoluto, así mismo llegamos a la universidad aunque ella asumió su puta naturalidad de acá no pasaba nada yo ignore todo lo que dijo.

No le hable en todo el día, en la noche entro al cuarto a preguntarme si comería y me vio haciendo maletas y me pregunto que hacia. – ¿Qué hago? Tu si eres cara dura no joda, yo me voy de acá, estoy cansada de ti y tus aptitudes. Esta mañana estabas pidiendo que no parara de hacerte mía, hace 20 minutos comiéndote a Fernando en las escaleras, me dejas sola esta mañana en la cama y ahora vienes con tu cara muy tranquila a preguntar ¿Qué hago? Yo no se tu pero yo no tengo complejo de autista, soy coherente con mis acciones y mis aptitudes. Me voy, eso hago. Se quedo de piedra no alcanzo a decir nada cuando le dije maldita sea  aclárate y cuando lo hagas avísame, por si acaso te interesa estaré con Sergio. Esto lo dije por joderla, si era que le importaba, antes de dar un portazo e irme.

Espero le guste este nuevo capitulo, muchas gracias por leerme. Espero y agradecere sus comentarios para mejorar un saludo.