La historia de Laura III
Me dormí embriagada en mi deseo y en mi ansiedad. No recuerdo si soñé con ella pero es lo mas seguro porque fue lo primer en que pensé aun antes de abrir los ojos.
Levaba 5 minutos parada frente a la casa de mis tíos cuando al fin pude reaccionar y tocar el timbre, mi metabolismo se esta volviendo lento, pensé. Pero en realidad entendía que tenía muchas cosas que procesar.
Mis primos estaban bastante animados haciendo planes para salir en la noche, tenían un amigo que quería presentarme pero con una excusa tonta pero creíble que mi cerebro articulo sin que yo si quiera lo notara me escabullí de ese plan, lo ultimo que necesitaba era una noche de fiesta pese a lo mucho que la idea del alcohol rondara mi cabeza.
Decidí bajar a buscar a mi mama, ya que no había tenido ni la delicadeza de ir a saludarla. Me sumí por un par de horas en trivialidades familiares que despejaron mi mente y me hicieron sonreír; extrañaba vivir con mi mama, siempre habíamos sido muy unidas pero aun así la idea de vivir con mis primos bajo el mismo techo no me atraía. Son dos cielos de persona, Santiago y Luis me suelen recordar a Beethoven, el perro de la película, nobles pero torpes y muy sobre protectores. Ya en la época del liceo habían alejado a cualquier con vida que intentara acercase a mi y creo que Sergio debe estar feliz de no verlos desde que se fue. En eso transcurrían mis pensamientos cuando mi mama decidió preguntar por Silvia. Un simple – Esta Bien, en casa, era la transcripción vocal mas inexacta para – esta acá en mi cabeza volviéndome loca de nuevo. Pero no creo que esa fuese una frase adecuada para compartirla con mi madre.
Pase lo que quedaba de día hablando con mis tíos y mi mama lo que sirvió para solo pensarla por momentos, aunque no oculto el hecho de que no había recibido ni un mensaje de ella, eso definitivamente no era normal, solía escribir seguido, al menos enviar uno de sus chistes malos para hacerse presente… cuando decidía ir a dormir mi primo me dijo que podía usar su cama porque el y Luis no volverían esa noche, a mi mama le pareció buena idea porque yo solía moverme mucho y así ella también podría descansar, de modo que allí estaba yo, sola con mis pensamientos, ese incomodo momento que había estado evitando todo el día. Sorprendentemente no fue ella mi primer pensamiento sino Sergio y esa estúpida idea de irse lejos, mire la hora eran cerca de la 1:30am y mis pensamientos aun divagaban en los momentos vividos en 2 años de relación con Sergio, las cosas que habíamos pasado juntos y la falta que me hacia su compañía. Recordé que los sábados suele despertar temprano para entrenar y la diferencia de cerca de 6horas en los horarios con España hacían probable que estuviese despierto.
Marque y atendió al primer repique, como siempre, era tan adicto a su teléfono como yo y no lo dejaba por nada del mundo, conversamos algunos minutos y me sentí cómoda, de vuelta a mi verdadero mundo hasta que pregunto por Silvia, que afán de todo el mundo hoy de preguntar por ella, esto hizo que volviera todo sobre mi como un yunque y colgué con la excusa de tener sueño. Y si bien sentía algo de sueño no podía dejar de pensar en ella, en lo hermosa que se veía en ese vestido que tantas veces antes ya había visto, empecé a ver mis recuerdos a través de otros ojos; a recordar cuantas veces la había visto desnuda, o casi desnuda sin que esto significara nada pero ahora significaba, ahora recordaba su olor, la textura de su piel, sus pecas salpicando su espalda, sus hombros, sus senos… Dios sus senos, cuantas veces los abre visto sin percatarme de su belleza. Vino el recuerdo de ella probándose un vestido, hace algún tiempo, para el que el sujetador estaba de sobra y lo quito dejando sus senos al descubierto ante mi, en el momento fue tan normal y natural, nunca fuimos pudorosas y nunca me molesto, pero ahora ese recuerdo me inquietaba, me aceleraba, empecé a recordar por ráfagas cada escena que había guardada en mi memoria de su piel y mi cuerpo reacciono por si solo, se aceleró mi respiración, cerré los ojos y baje mis manos suavemente por mi piel, rozando mi abdomen, llegue a mi vientre y juguetee lentamente en el, no podía sino pensar ene ella cuando comencé a rozar mi clítoris y acariciar mi sexo ya empapado por los recuerdos de mi mejor amiga, continúe presionando mi clítoris imaginado que era ella.
Lo movía con fuerza, con desesperación de sentirla aunque no estuviera, necesitaba mas y míos dedos buscaron la entrada de mi sexo, húmedo y sediento al mismo tiempo y arremetieron contra el imaginando que eran sus manos ansiosos por tocarme, los fluidos me inundaban y la respiración era cada vez mas densa y entre cortada, hacia tiempo no sentía un orgasmo pero no imagine que llegaría pensando en ella.
Me dormí embriagada en mi deseo y en mi ansiedad. No recuerdo si soñé con ella pero es lo mas seguro porque fue lo primer en que pensé aun antes de abrir los ojos, necesitaba saber de ella y no podía seguir evitándolo, quizás sin ese beso que aun intentaba ignorar en mi mente hubiese sido mas fácil deshacerme de mis pensamiento pero ahora ya no podía, así que le escribí de mucho pensar para preguntar como estaba su mama, era un excusa si, pero en el ultimo día mi vida y mis palabras solo iba de excusa en excusa ya era tarde para cambiarlo. Me levante y seguí con mi día pero sin dejar de ver el teléfono cada cierto tiempo, todo transcurrió normal, pasaron las hora y su respuesta a hasta las 8pm cuando estaba por salir a cenar con Luis y su novia solo decía – Todo bien, solo era una migraña. Tu ¿Qué tal? Me pareció hasta ofensiva su demora y decidí no contestar.
Fuimos a comer a un restauran que me gustaba mucho de carnes, siempre he sido carnívora y me encantaba ese lugar, ya habíamos comido y hablábamos de cualquier tontería cuando mi primo señalo hacia la puerta. Allí estaba Silva, enfunda en un pantalón marrón tan ceñido a su cuerpo como fuese posible unas botas y una blusa que mostraba su escote de manera nada mezquina del brazo del payaso de Fernando, le pedí al mesonero que se encontraba en la mesa un vodka el jugo ya no era suficiente, había evitado beber pero de verdad necesitaba un trago. Luis me pregunto que pasaba y le dije que nada que me había provocado. – Y eso Lau, no me habías comentado que Silvia tenía novio nuevo. Ignore la pregunta de Luis mientras los seguía con la mirada hasta la mesa, en esta jodida ciudad hay suficientes restaurantes como para no encontrarnos pero claro hay que joderse, pensé. – Pues fíjate que yo tampoco sabia Luis porque hasta donde se ese es solo un vecino y tiene novia. –no vas a saludar. –no que va, no me cae muy bien. Salimos pero su posición no permitió que nos vieran, fuimos por unos tragos y yo no lograba sacarme de la cabeza lo que acaba de ver, fue tanto que tuve que alegar que me dolía la cabeza para justificar mi cara de pocos amigos.
Eso te pasa por pensar que las vainas cambiarían en un día Laura, me dije a mi misma mientras íbamos de camino a casa. Entre el efecto del alcohol, el cansancio por haber bailado y la rabia a penas toque la cama me dormí. Cuando abrí los ojos eran las 2pm no recordaba ni a que hora me había acostado pero si recordaba la cara del payaso de Fernando con Silvia del brazo, me levante comí y alargue la hora de irme lo mas que pude, estuve hablando de las clases y del trabajo con mi mama, tenia un tiempo con una pequeña empresa de servicios de computación en mente y me estaba animando a empezar en ello, necesitaba eso o lo que fuera para depurar mi mente, mi primo se ofreció a llevarme así que cuando Silvia llamo, supongo que a preguntar a que hora pasaba por mi, rechace la llamada. Sabia que su mama no estaría porque debía haber salido de viaje esa tarde, tenia mis propias llaves así que decidí ir a cenar con mi familia, tomar algo con mis primos y llegar tarde procurando que estuviese dormida y lo logre.
Desde que entre a la casa percibí su perfume y el silencio que solo se veía perturbado por el sonido del televisor de su cuarto muy bajito, me asome y la vi dormida con algunos libros en la cama y el televisor encendido, entre apague el televisor y quite los libros de la cama, se veía realmente hermosa, recordé cuantas veces se quedo dormida a mi lado después de llorar por José y me enternecí, me acerque y la cubrí bien hacia algo de frio, no podía molestarme con ella ni porque saliera con Fernando pero no por eso dejaba de afectarme, me vi tentada a acercarme y besarla pero por mis tentaciones ya me había complicado demasiado así que cerré la puerta y me fui a dormí… Creía yo porque dormir nada, pero para evitar pensar me dedique a organizar algunos papeles que necesitaba para poner a caminar el proyecto de la oficina. Cuando el sol se coló por la ventana fui a la cocina hice café y desayuno, me duche y comí era temprano pero no me importaba, cuando Silvia se levanto yo ya estaba lista y me disponía a bajar a revisar el auto, la universidad quedaba en otra ciudad, cerca, pero Laura no era precisamente precavida con eso. – Te vas sin mi Lau? –no. obviamente no, solo voy a preparar el auto. En la cocina hay café y desayuno, te espero abajo cuando estés lista. –Pero todavía es temprano y me falta todo, porque no esperas para bajar ¿Cuál es el apuro? –No hay apuro pero esperare abajo. Dije sin mas, creo que dijo después que Salí pero no entendí… necesitaba salir de allí se veía realmente hermosa recién levantada y yo no se como reaccionaria si me quedaba allí.