La historia de la Dama & su Poeta 13

Capitulo 13

De nuevo aquí... de nuevo confrontandome con el espejo luego de lavar mis dientes y mi vida rompiendose en mil pedazos! En ese mismo instante cuando el vaho empañaba el espejo ovalado empotrado en la pared recorde su tacto con mi mano - Siempre me pareciste especial desde que te vi la primera vez... No te salvé porque yo sea una heroína, es que no iba a permitir que te lastimaras, ya me gustabas y como te detestaba!! Esa noche cambió mi vida... Empecé a pensar en ti cada momento, queria verte, queria escucharte, queria tu estupida prepotencia diciendo cosas tontas que me hacian reir

…… Te lo juro por lo mas sagrado que jamas tuve que ver algo con Lawan …...

Quien creeria que en las habitaciones de alguna clinica las camaras de seguridad, graban sonido e imagen. Llore tanto viendo su imagen destruida con sus palabras sinceras que abatian mi vida!

-Dame una señal para volver a ti! Me amas o te perdi- repeti en murmullos lavandome la cara con abundante agua, el dia comenzaba y no podia seguir acabandome lentamente por alguien que ya no parecia sentir nada por mi.

Cada año paso y paso, Sophia crecio, Pandora crecio, Isabel mejoro y siguio adelante, una familia la adopto y la llevo consigo a Rusia, en su ultimo correo lei que ya estaba emprendiendo camino a su libro, por fin la vida estaba siendo justa con ella.

De mi pequeña hermana pandora, quedo viviendo con mi padre, sus estudios de preparatoria iban bien, solia llamarla cada mes para saber como marchaban las cosas por alla, nuestra madre despues de aquel altercado conmigo se alejo, no supe mas de ella ni el resto de mi familia.

Claudia. Mi hermosa hermana Claudia, despues de tantos años dejo la imprenta y se caso. Araselis la enamoro, sabia que Claudia era gay, ojo de loca... No se equivoca. 5 años de fructifera relacion, ya era doblemente tia. La parejita habia tenido gemelas. Me alegraba escuchar a Claudia feliz.

–             Alex... Deben venir a visitarnos pronto.

–             -Sonrei ante su peticion- Si Miami quedara a 5 minutos de Ibiza creeme que viniera todos los dias, pero no es asi mi querida hermana.

–             Pero cuñada, deben admitir que vienen cada dos años y solo se quedan una semana, no es justo -Hablo Araselis haciendo un puchero-

–             Lis es que somos mujeres muy importantes y llenas de muchas ocupaciones, pero no os preocupeis, las estaremos esperando a las cuatro en nuestra casa -Sophia hizo un gesto con sus manos y sonrio-

–             Espero ver te pronto tia -dijo una de las Niñas

–             Yo igual Simone, por aya estaran los lienzos para que podais dibujar tranquila.

–             A mi guardame la guitarra tia -

–             Claro que si Alicia -alborote un poco su melena castaña- Sophi despidete de tus primas y de tus tias ya es hora de irnos.

Sophia se empezo a despedir, al igual que yo. Abrazandome fuerte a mi hermana sintiendo como me regalaba fuerzas para seguir adelante cada dia cada año.

–             Si no le amas, olvidala. Pero sino es asi buscala y dile lo que sientes.

–             Hermana no es tan facil, han pasado muchos años -le dije con un dejo en mi voz-

–             Y si ella no te ha olvidado?

–             No tengo ni la mas remota idea de donde puede estar, despues que la vi la noche en Ojeda no he vuelto a ver

–             Y por que me has dicho que la has visto en los pasillos del super? -pregunto ella curiosa-

–             No se si es Estefania, pero la siento tan real tan viva, y su mirada con la mia, aunque sea por segundos.

–             Prometeme que la proxima vez que tengas esas ilusiones como tu le dices caminaras hacia el espejismo y lo tocaras, lo abrazaras y lo besaras.

–             Estais de coña tia? -Ella nego- Prometido! -Me resigne a intentar algo imposible, a buscar en el mas remoto y recondito lugar de todo el mundo a mi verdadero amor.

–             Ahora si, ve con tu pequeña no olvides que aquí tienes una familia que te ama.

–             Una familia Gay. Pero familia en fin -Sonrei besando sus mejillas y abordando el avion de nuevo a Europa.

Ibiza se habia vuelto el mejor lugar donde podria vivir con Sophia. A pesar de que era una ciudad que jamas dormia, con un idioma que ni puta madre entendia me agradaba tener el mar cerca. A ella parecia gustarle la tierra pero sin duda alguna preferia mil veces mas el mar. Sonrei feliz al recordar lo que pense cuando Estefania me mostro su lado jardinero.

Sus fiestas y reuniones, los eventos y alegres comparsas los club night que cerraban al amanecer. Sophia desarrollando sus estudios en una escuela privada cercana a nuestro departamento ubicado en los suburbios. Un pequeño lugar, 3 habitaciones, la sala de estar, cocina y recepcion, dos balcones, 3 baños, el salon familiar y una pequeña escalera  que conectaba a la azotea.

–             Sophia mi amor, tened cuidado que os podeis lastimar. -Le dije viendola colgarse de un arbol-

–             No mami, no me pasara nada. Soy invensible como vos. -dijo ella pasandose de una rama a otra-

–             Mi pequeña, mejor bajad de alli, caerse de un arbol no es nada apetitoso. -Recorde por un segundo muchos años atrás cuando me habia encontrado en una situacion igual con Estefania, sonrei viendo a Sophia, como siendo hija de Alejandra podria parecerse tanto a mi?

–             No me cae.... -Y se callo-

–             Sophia! -Exclame viendola en el barro, acercandome velozmente a ella la revise- Estais bien mi amor?

–             Si mami -la vi romper un pedazo de su camisa y con ella vendar una pequeña herida en su rodilla, la cual sangraba a cantidad- Es necesario detener la hemorragia, me quedare aquí unos segundos mas, solo por precaucion -sonrei dejando un pensamiento libre al aire (Estefania estoy destinada a vivir asi, sin ti pero recordandote para amarte siempre con locura.)

–             Amor os quedara una cicatriz.

–             Que es una cicatriz mami?

–             Pues veras mi amor esto -levante discretamente la guayabera que cubria mi cuerpo  mostrandole mi pecho- de aquí -le señale la cicatriz que me habia dejado la operación de cambio de pulmon- es una cicatriz, haber os explico mejor mi pequeña -me coloque a su altura cerca de ella- las cicatrices, son pequeñas o grandes marcas que quedan en la piel luego de algun acontecimiento fuerte.

–             Oh -dijo ella sorprendida- Y por que vos teneis esas cicatrices?

–             Porque morí para vivir en vuestros ojos amor. -Enseguida senti mi pecho contraerse, tantos años y quien me revivio jamas volvio- pero ahora dejadme ver como estais.

–             No mami, estoy bien. Solo que al caer me arañe con las ramas del arbol la pierna.

–             Que ha ocurrido? -pregunto alguien a nuestro lado-

–             -Levante la mirada para divisar quien era llenandome de alegria- Vuestra hija, es toda una ...... escaladora Se ha caido del arbol.

–             Y sigues viva? Rayos eres la mujer maravilla pequeña -dijo kelly riendo-

–             No me duele, bueno solo un poco. -Dijo la pequeña haciendonos reir-

–             De seguro te crees mono.

–             Es que yo queria parecerme a mi mami -Kelly y yo reimos al saber que Alejandra odiaba las alturas.

-Son solo unos cuantos metros vamos debeis saltar

-No, hay unos 15 mil pies de altura.

-Alejandra, si apenas seran unos 3 metros de alto.

-Ostias que no.

-Joder, estare a tu lado siempre, no se porque habeis subido el muro si no le quereis bajar.

-Porque el ejercicio es bueno pero estar aquí no me gusta

-Ok, yo bajare y llamare a los bomberos

-Y me dejaras aquí sola?

-Ale volvere pronto.

-Alex pero me dan mucho miedo las alturas.

-Ok, esperemos que alguien nos venga a buscar

-Si prefiero vos os quedeis aquí conmigo.

–             Risas- Si os parecierais a vuestra madre creedme que no hubieseis escalado ningun arbol mi amor-.

–             Pero mami, vos habeis ganado el premio por paracaidismo como que no os gustais las alturas

–             -tome a Sophia en brazos cargandola- Larga historia mi amor, larga historia. Ahora pequeña y amiga mia... Hey aquí falta alguien... -Dije deteniendo nuestro caminar-

–             Donde esta mi tia Victoria? -Pregunto Sophi luchando contra su curiosidad-

–             No se les escapa nada pequeño duo de perversas mujeres. -Dijo Kelly haciendonos reir-

–             Ahora ya decinos que habeis hecho con Victoria. -Le preguntamos ambas al unisono-

–             Ok, ok... Se quedo en el departamento con Brayan... Tiene que presentar un experimento para su feria científica... Iran, no?

–             Claro... -sonreí afirmando por Sophi y yo- Estaremos allí puntuales viendolo ganar el primer premio.

–             Ella nos alcanzara luego en tu casa.

–             Bueno si las cosas son asi, vamos a casa hare chocolate a la Estef-

–             Que tiene de especial el chocolate a la Estef -pregunto Kelly tratando de leer mi mente-

–             - La verdad tiene de todo un poco, yo solo agregaba ingredientes y probaba si sabia rico - Que su nombre esta en el titulo del chocolate.

–             Hey de que nombre hablan, no me ignoren, diganme.-

–             Pero que chismosita nos ha salido la niña! No se meta en conversaciones de grandes pulga!

–             Tu no eres muy grande que digamos, enana!

–             Joder! Ya se callaron las dos.

–             Pero ella empezo -dijeron ambas al unisono creando risas en  mi-

–             Tranquila pequeña vamos a casa. Pronto entenderas todo -bese su frente sentandome con ella en la parte posterior del auto.

–             Por lo que veo sere yo quien conduzca.

–             Claro super modelo -le hice una mirada picarona y le lance un beso por el retrovisor.

–             Tia en verdad estas super sexy.

–             Ya, ya, ya hagan silencio y abrochen su cinturón. -dijo Kelly encendiendo el auto-

–             Pero que culpa nosotras tia, si despues de la operación te veas tan sexy!

–             Alexandra controla a tu hija, no tiene edad para las cosas que dice.

–             Sophia como se te ocurre decirle eso a Kelly? -Hable firme, en ocaciones el acento venezolano se me hacia notar- No te has dado cuenta que ella esta es comestible.

Y asi las tuve que soportar todo el camino al departamento cerca del Sant Antoni de Portmany donde vivian. Hacia algunos años atrás... Algun tiempo despues de avanzar y aceptar que Alejandra se habia marchado a un nuevo lugar, supere el cancer en mi cuerpo, decidi luchar contra ese problema de tiroides, de tanto tratamiento y tratamiento, fui sometida a varias a operaciones, y luego de un exhaustivo y vigoroso año de gran ejercicio, logre mi cometido, logre bajar de peso, y sentirme liviana. Ame la cara de las Medinas apenas vieron mi transformacion.

–             Buenos dias señorita, me gustaria que autografiase este libro -Dije colocando el libro sobre el escritorio, ella observaba ensimismada una revista y aun no veia mi rostro.

–             Claro como no, faltaba menos. -Ella comenzo a buscar sobre su escritorio un boligrafo-

–             Aqui tienes, pluma fuente, roja. -Sonrei entregandole el lapicero-

–             A nombre de quien va la dedicatoria? - La escuche preguntar-

–             Kelly Ruiz, de un suspiro al sol -Dije con una sonrisa-

–             Kelly Ruiz, oh vaya pero que casualidad, asi se llama mi -Levanto su mirada y cerro el libro de golpe- Un segundo conozco bien esa mirada -cerro un par de veces sus ojo y se levanto despacio- Hace muchos años, en realidad muchos años no veo a mi mejor amiga. Pero no olvidaria su rostro aunque se desgaste mi fotografia. -Acaricio mi rostro-

–             Aqui estoy querida Alex. -Abri mis brazos esperando su abrazo el cual recibi sin duda-

–             Pero como... -pregunto ella secando sus lagrimas-

–             Despues de tanto dolor, justo despues que ambas abordaran a su nueva vida, volvi a Venezuela, y luchando contra el cancer.

–             Cancer? Como? De que? Cuando? Por que no me dijiste nada? -Sus lagrimas inundaban sus mejillas-

–              Por eso no pude ser yo tu donante, por eso no pude ser yo quien te salvara y salvara a la mujer que siempre ame.

–             Kelly, yo... Yo... -Sus lagrimas no la dejaban hablar-

–             Ven sientate -Al ella estar sentada y yo agachada a su lado tome de mi bolso algo que a ella le gustaria- Ten te hara bien.

–             Chocolate! Por favor no te vuelvas a ir! No es justo! He padecido tanto sin ti, mi mejor amiga, mi unico amor, mi alma gemela mi union perfecta entre la luna y el sol. Te amo Kelly y eres importante -Tomo mi rostro y lo acerco al suyo- Eres importante IM POR TAN TE! Nunca lo olvides.

–             Nunca lo hare, desde ahora seguire contigo esta lucha de vida.

–             Ni creas que con este simple chocolate recompensaras los 5 años de ausencia que me has brindado.

–             Que te parece esto? -Le entregue el bolso lleno de cualquier tipo de chocolate que ella pudiese desear.

–             Estas perdonada amiga, estas perdonada. -dijo ella sobando mi hombro- Pero NO! Ok NO! No volvais hacer. Vamos voy a presumir a mi explendida y glamurosa amiga flaca. Te extrañe! De verdad TE EXTRAÑE! -Ambas sonreimos tomada de la mano salimos a las calles de Ibiza, duramos horas con ese sentir, sabria que a ella le habia afectado mi ausencia al igual que a mi, años de amistad y lagrimas mutuas, y aun años sin vernos todo seguia igual, nuestra confianza adsoluta, nuestro hermoso sentir. Nada cambiaba todo seguia allí. Asi eramos asi siempre fuimos.

–             Tranquila que ahora estare mas por aquí. Contigo. Con Sophia.

Cuanta alegria me producia ver a mi mejor amiga! Cuanto me alegraba el saber que ella estaba aquí.

El valor de una amistad no se compara con nada, y quizas fue su amistad la que me ayudo a superar cada obstaculo... a mantenerme fuerte. A caminar con pie firme y ocultar mis lagrimas delante de la multitud, Ya no era Alexandra llena de un frívolo orgullo ahora era Alexandra llena de vida y amor, amor que me daba ella y me hacia fuerte.

Aunque quedaban heridas punzantes en mi pecho todo se recomponia con ver su mirada llena de vida que me estaba entregando amor, Siempre fue así, solo bastaba ver su mirada para darme cuenta que todo estaba bien. Sus chistes malos y gracias particular me alegraba y era como que cada problema desaparecia tras ella tomar mi mano y sonreir.

Despues de abrir los ojos, segui el ritual de cada mañana. Una especie de agenda zombi en la que ni siquiera sabia como, pero terminaba llegando al hospital despues de dejar la ducha. Despues de saludar en español y en un improvisado e imperfecto catalán a cuanto colega y paciente, terminaba en mi consultorio.

• Doctora, los chicos han llegado y están ya en la sala. - Dí un suspiro y me levante del escritorio siguiendo  la enfermera.

Al llega a la sala, habia un monton de chicos de unos 7 a nueve años vestidos con bata de medico, que inmediatamente me miraron nerviosamente en cuanto llegué con la enfermera.

• Hola chicos, buenos dias. - Puse mi mejor sonrisa. Los chicos todos saludaron al unísono. Caminando con tranquilidad, me situé frente a ellos mientras la enfermera dejó el salon. Me pregunté justo en ese momento “Que haría Alexandra Medina en este caso?”

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Sonrie, se feliz y regalale a alguien el ser feliz. No te reprimas de lo que quieres, lo que deseas y sueñas, en esta vida lo primordial eres tu, el resto son personas que te complementan.