La historia de la cantante una dama y su poetaVIII

No compres aprobación, quienes de verdad te acepten serán personas que te amen y sean capaces de estar contigo en cualquier circunstancia de tu vida.

CAPITULO VIII

Siento que tocan la ventana de cristal que se encuentra a mi lado. Levanto la cortina y allí esta de nuevo, sonriéndome. Abro la parte de arriba de la ventana y saco mi brazo tomo el pasaje y el autobús sigue su camino. Minutos mas tarde un mensaje de ella.

-Es del destino que no te vayas, te extraño y aun sigo viendo el bus.

-Gracias eres sin duda alguna mi ángel de la guarda.

-Cuídate, ve al medico y dura siempre en mí.

Su ultimo mensaje me hizo sonreír, ya estaba empezando a sentir aquel movimiento, decidí tomar mi reproductor para relajarme un poco ante la melodía, comencé a corregir uno de los libros utilizando la luz tenue que me brindaba la lamparita que tenia aquel lugar de asiento el cual se volveria mi mejor amigo por un tiempo indeterminable, las horas fueron pasando. Y el bus seguía rodando, toda la noche viajando ya me estaba mareando, me sentía triste y no pude evitar que una lagrima solitaria rodara por mi mejilla. Cuando estaba dedicándome a dormir sentí un cálido tacto en mi mano, abrí los ojos lentamente y me pareció ver su dulce sonrisa.

  • El bus se ha detenido esta es la parada- su sonrisa aperlada pareció brillar con las luces neon del autobús-
  • Gracias. -trate de hacer amigable a pesar de mi sueño-

Se suponía que en esta parada debíamos bajar todos, era una especie de descanso en la via. Al estar en la calle, vi la hora en mi reloj de muñequera -2:37AM- El frio era fuerte, sentía el vaho salir de mi boca con hablar.

“Colaboracion 10bs” era el anuncio pegado en la puerta del baño de damas, era una ayuda para la señora mayor que se desvelaba toda la noche facilitando cosas como papel, toallas, pañales, cigarrillos. Esas cosas necesarias en los peores momentos. Luego de hacer una cola logre entrar y lave mi rostro, las ojeras se veian marcadas, entonadas, como perpetrantes. Al igual que aquel moretón en mi cuello que no era ni medio normal.

Al salir de ese cuarto lleno de olores infernales, volvi de nuevo a la calle, acercándome a una señora que vendia café, cigarrillos y chocolate le pedi un encendedor para poder fumar el cigarrillo que terminaba de comprar en los sanitarios. Sentia la mirada de alguien cerca de mi. Al ver a mi costado derecho estaba la misma joven sonrisa de neon. Ella me sonrio y se acerco.

  • Tienes alguna idea cuanto falta para llegar? –supongo busco un tema en común para buscar conversación-
  • Supongo unas 4 o 5 horas? –Terminaba mi cigarrillo- Te vez cansada.
  • Sí, estoy un poco agotada del asiento. –Bostezo, cubriendo se la boca con su muñeca.- disculpa.
  • No te preocupes. –Le sonreí, comprendía su cansancio, después de todo yo igual estaba cansada- Me llamo Alexandra –Le extendí mi mano-
  • Soy Georgina –Estrecho mi mano, la sentí muy fría- te invito un café? –mas que una propuesta lo sentí como una pregunta, luego completo- con este frio no me siento muy bien.
  • Os acepto la invitación tía. –le dije sin poder negarme-
  • eres española?-pregunto aquella chica rubia-
  • He vivido grandes temporadas en Madrid, Barcelona y otras partes de la localidad Europea
  • Vaya, que interesante. Me da un café negro y... -dejo la petición esperando que yo la terminase-
  • y un chocolate caliente por favor. Gracias. – la misma señora que anteriormente me había permitido su encendedor-

La señora de una manera muy amable nos entrego los pequeños vasos con la bebida caliente. Mientras el conductor volvia de su hora de almuerzo, estuvimos hablando de diferente temas, era un chava muy querida, me hacia reír con facilidad aunque mi cuello no paso desapercibido ante su mirada de ojos grises, me avergonzó un poco aunque ya estaba acostumbrada a esos comentarios -vaya y ese moretón- -Pues una noche de copas hizo una noche loca- esa era mi respuesta. Acabo la media hora de parada y volvimos de nuevo al bus, esta vez el recorrido fue rápido, claro iba hablando con Georgina, me comento que volvía a Maracaibo por que se casaría dentro de unas semanas y quería hacerlo por todo lo grande cerca del lago, me entro cierta añoranza al recordar que en una época de mi vida también me casaría pero eso jamás ocurrió ella noto mi incomodidad al hablar del tema y esta se hizo presente ante su pregunta:

  • Que te ocurre?
  • No soy cualquier Alexandra -tome aire lo mantuve y luego le dije- Soy Alexandra Medina
  • Eres la escritora d... -le interrumpí-
  • La escritora diagonal muchas cosas que se iba a casar con Susana Altamira, si soy esa.
  • -Georgina guardo silencio por unos segundo y luego volvió a mirarme- Que ocurrió?
  • Me engaño... Teníamos 1 año de amistad, luego pasamos a tener 1 año más en un relación y el ultimo año fue la ratificación de la boda. Eran las 5 de la tarde llegaba temprano de la imprenta a su casa, me dijo que ese día tendría una gran sorpresa para mí, yo le dije que no la vería porque faltaba solo un día para la boda pero ella insistió así que le compre un hermoso jaguar de peluche que me había pedido un día, un gran ramo de claveles y jazmines sus favoritas y cuando llegue me extraño no verla frente al ordenador, ni en el comedor, ni en la cocina imagine que estaría en la habitación pero no fue así, entonces decidí ir a la piscina, y efectivamente estaba allí, pero ella no se veía feliz, no se percato de mi presencia ya que estaba hablando por teléfono, me fui acercando mas a ella y escuche como decía claramente “ No quiero seguir con esta farsa! Me canse, no la amo, Amo a Julián ”, camine de espaldas pisando un muñeco de plástico, ella volteo me vio y lo único que me dijo fue “Ya no te amo, fuiste solo un capricho. Jamás te ame, nunca me intereso nada mas de que no fuese tu dinero. Esto se termina aquí y ahora” Me extraño mucho, porque fue ella la que siempre me estuvo enamorando, o eso quizás le hice creer yo, que la amaba, que me había enamorada. Pero todo lo creí luego de que el abogado de la familia me llegase con unos documentos tres días después, habían fotos de Susana y otras dos personas.
  • Y quienes eran? –pregunto la joven atenta a mi historia-
  • Su esposo Julián y su hija Rita... Sus padres no sabían nada de ello, a todos nos tomo por sorpresa, de hecho ya estaba terminando de cerrar un contrato para irnos a vivir a Inglaterra, por lo que me decía ese siempre había sido su sueño y yo quería hacerlo realidad, jamás me explico porque lo hizo solo se que al mes apareció y me pidió perdón me presento a su pequeña, una niña tan hermosa, que no tenia la culpa de tenerla a ella como madre, la perdone para que tuviese la consciencia tranquila, al tiempo empecé a recibir recados de ella, no se que le ocurría, y tampoco lo quise saber, solo me mude y comencé una nueva vida en la capital, llena de alcohol, mujeres y sexo, cambie por completo, volviendo a la que un día fui, a la que nunca deje de ser. Sabes? esta conversación solo la fuese mantenido con mi mejor amiga, la que medio el boleto del bus antes de arrancar, ella -dije señalando la camisa-
  • Son esposas?
  • No, ella es mi mejor amiga, mi ángel de la guarda.
  • Vaya, parece que le quieres mas a ella que lo que quisiste a Susana.
  • En realidad si, a Susana le agradezco lo que me enseño, me enseño a valorarme a amarme aunque lo he demostrado de la peor forma, y a mi mejor amiga le debo mi sonrisa mi vida. Pero ya de seguro te aburrí con tanta platica sobre mi cuéntame de ti.
  • Bueno me llamo Georgina Belfort, soy locutora de radio... Me caso en una semana, tengo 26 años, no he vivido nada que se asimile a lo que has vivido, he tenido una vida bastante monótona.
  • Y le amas?
  • -ella se quedo un par de segundos en silencio como si la pregunta la hubiese trastocado-
  • No le amas, por qué te casaras con el?
  • El ha sido mi mejor amigo desde siempre.
  • Kelly ha sido mi mejor amiga desde siempre.
  • Pero... Pero el puede ayudar a mi familia con sus negocios. Debo casarme
  • Sufrirás, lo sabes?
  • Pero mi familia estará feliz y podrá aceptarme...
  • Porque no te acepta?
  • Porque decidí ser locutora y cineasta y no una doctora o licenciada como mi padre o mi hermana o toda mi familia.
  • No compres aprobación, quienes de verdad te acepten serán personas que te amen y sean capaces de estar contigo en cualquier circunstancia de tu vida, podrás tomar cualquier decisión y les veras siempre allí apoyándote y aconsejándote no diciéndote y obligándote a escoger cosas que solo te den dinero y no la satisfacción que te crea ser tu misma en ese ambiente que tantos vacíos llena en ti. Son tus sueños, tus experiencias, tus cicatrices y condenas; te costara? Quizás, eso solo lo sabrás cuando ya lo hayas hecho, no vivas de las experiencias ajenas, no vivas de los momentos de otro quien, se capaz de decir perdóname, se capaz de decir me equivoque se capaz de decir no quiero y se aun mucho mas capaz de decir soy la dueña de mi propio destino y esto es lo que quiero para mi vida.
  • -ella solo pudo secarse unas lagrimas que rodaban por sus mejillas y seguían por su cuello. Le saque un pañuelo desechable de mi maletín y se lo entregue.
  • Ten no dejes que nadie te vea llorar porque nadie merece las lagrimas de alguien tan hermosa, no estoy conquistándote solo estoy dándote mi perspectiva de lo que ocurre en tu vida.
  • Gracias, porque eres la desconocida mas fantástica que he conocido ahora me doy cuenta que esa tal Susana fue toda una imbécil en dejarte ir.
  • Eso mismo me dice Kelly, eso mismo. Pero duerme casi llegamos y no he sentido que hayas dormido nada en toda la noche.
  • No tengo sueño, llevo todo la madrugada pensando en que haré, si le diré que si o que no a Damián si aceptare o me iré, pero después de tus palabras cada engrane de mi cerebro a calzado perfectamente. Ya se que es lo que haré. Gracias.
  • No agradezcas, espero la próxima vez que te vea me digas que has hecho algo de provecho con tu vida, y no lo que otros han querido hacer con ella. Ahora con tu permiso quisiera dormir un poco.
  • Adelante creo que quizás te imite.