La historia de la cantante una dama y su poeta IV

. Alexandra la semana pasada te vi con una jovenzuela tomada de la mano.

...

  • Ya! Tomate las cosas en serio! Estoy soltera! Que se supone que voy hacer? Amo a Santiago!

  • Disculpa, pero eso que ustedes tenían era costumbre y el es una basura te lo he dicho muchas veces, ahora que es lo que vas hacer? Te pondrás bella, y seguirás adelante andando y sin perder la mirada de el objetivo Ser la mejor reportera después de mi la mejor escritora y fotógrafa -dije sonriendo burlonamente-

  • Vaya tu de modestia no posees nada -dijo golpeando mi hombro-

  • Aush! Eso duele querida! -no me había golpeado fuerte pero no era por eso que dolía, sino por eso que me estaba destruyendo- Kelly, hermana, amiga debo decirte algo!

  • A quien debemos matar? -me pregunto centrada-

  • A nadie mamarracha, es una noticia, creo que quizás te alegrara.

  • A ver, te vas a casar con Fabiola? O aun mejor Norkis quiere contigo? O ahora eres hetero y Juan Pablo se enamoro de ti! -no dejaba de decir cuantas idioteces se la venían a la cabeza-

  • Cállate! Y déjame hablar, has escuchado hablar de Médicos sin fronteras?

  • Haber -dijo colocando su dedo índice en su mentón en señal de “Dame un momento, que estoy pensando”- creo que si, son un tipo de Misión Internacional,  médicos que por vocación han creado ese conjunto por así llamarlo para salvar las vidas de las personas que están muriendo por múltiples causas en la frontera de Colombia y Venezuela para ser mas específicos y lo ultimo que escuche fue que trabajarían en Maracaibo en esos lugares que son pueblo y en su interior guardan unos campos habitados de personas que mueren en silencio.

  • Veo que estas muy bien informada.

  • A ja y que pasa con eso -me pregunto impaciente-

  • Me han llamado para ayudarles! -dije sin jugar-

  • QUE?! -Sabia que la noticia le caería como una patada en el riñón-

  • Kelly manita, cálmate! Cálmate, tú misma me has dicho que debo dejar esta vida y soltar a Susa...

  • Ni la nombres esa desgraciada no merece ni que tú la menciones! Me duele! Vaya me has tomado desprevenida! Que voy hacer sin ti? -vi como sus ojos se aguaban-

  • No vayas a llorar, solo quiero que me apoyes! Me iré mañana!

  • QUE? No ya me morí! Voy a llamar a la funeraria! -se levanto de la cama y le agarre rápidamente del brazo-

  • Que vas hacer? Eres pendeja? Aun no compro el boleto pero necesito me ayudes, debo decirle a mi familia.

  • No le digas a nadie, dile solo a tu padre para que se haga cargo de la imprenta

-Pero, -un suspiro se coló en el aire- es que hace tanto que no hablo con Alfredo! -dije un poco triste-

  • Sus compromisos lo mantienen ocupado, pero el te ama! -me dijo dulcemente- y Anaïs sigue siendo tu madre, sabes que tu descontrolada vida le aterra pero esta dispuesta apoyarte en lo que sea.

  • Que haría sin mi mejor amiga -le dije mientras le abrazaba- te amo! Me harás mucha falta, pero un momento -me separe agresivamente de ella y la agarre de los brazos- volveré y te seguiré molestando! Pero basta esto no es una despedida, sabes que las odio así que lo único que debes hacer ahora es reponerme mi pantalón favorito -le dije lanzándole el pantalón y pegándoselo en la cara-

  • Huy si que le fue feo al pantaloncito este, no? Vamos hacer tu maleta para luego poner la imprenta al día.

Agradecía que ella estuviera conmigo, siempre me hacia cada cosa mucho mas fácil, pasamos la mañana lanzando prendas por todo el cuarto buscando cual seria la que me llevaría luego de tres horas por fin estaban listas mis maletas! Una maleta grande otra pequeña y mi maletín

  • Gracias amiga, no se que hubiera hecho sin ti! -le dije abrazándola-

  • No tienes que agradecerme nada, sabes que es un gusto aunque se que después de mañana no te veré durante un buen tiempo, pero no me importa porque se que será para bien aparte quiero que sigas creciendo y todo te salga bien! -me dijo mientras secaba mis lagrimas, no pude evitar que se escaparan de mi! La extrañaba y aun no me había ido- mira, que pasa deja la lloradera y vamos a ponerse bella -dijo mientras bajaba la mirada y separaba rápidamente, sabia que estaba triste y solo me iba a la frontera.

  • Como no íbamos a estar triste? Nos conocíamos desde los 5 años, recuerdo que la conocí en una pelea del preescolar, a ella la molestaban mucho por su contextura y como no toleraba a los abusones le partí la nariz a una niña que siempre le andaba jalando de los cabellos, al día siguiente cuando llegue la vi a ella sentada justo al lado de donde yo me sentaba con un chocolate (Amo el chocolate) cuando me senté ella me vio avergonzada me entrego en chocolate y me dijo 'Gracias' Desde ese entonces nos volvimos inseparables, ella se volvió mi gordita, mi mejor amiga, mi mejor hermana. Siempre arreglaba todo para mi, decía que me lo debía, claro aun manteníamos contacto con la chava a la cual le partí la nariz, y como no? Fue una de mis tantas conquistas. Kelly decía que yo conocía a toda Caracas por las mujeres, y como negarlo? Desde siempre había sido así, -Amo a las mujeres en todo su esplendor- Aunque cuando creí enamorarme de Susana y ella se marcho mi corazón se metió en esa caja negra y mi mente busco escapatoria al dolor y esa vida de mujeres en exceso volvió y ahora esa era mi única vida. A mi gordis le debo mucho! Ella es la que siempre me ha cuidado, y me ha terminado recogiendo de algún bar. Así de inseparable se ha formado nuestra amistad que cuando me fui hace 5 años a España me la lleve a ella y a Bryan (Nos veíamos mas chulos como familia) secuestrados y los devolví tres años después porque el pueblo venezolano los reclamaba, quizás me gane un poco de odio de parte de Samuel su novio de aquel entonces pero pasamos los mejores momentos juntas. Sin duda alguna la extrañaría.

  • Que te ocurre? -Me pregunto Kelly abrazándome-

  • Que después de mañana seré solo un solitario uno -dije triste-

  • Pero este cero que estas viendo aquí te estará echando muchas ganas! -me dijo ella sonriendo, como lo hacia? Podía estar triste pero aun así me daba su mejor sonrisa, siempre ame la sonrisa de una gordita orgullosa de si misma-

  • Gracias mi gordis, de verdad, sabes que te amo? -le pregunte abrazada a ella-

  • Claro me lo has dicho desde que tengo memoria -Dijo recostando su cabeza en mi pecho (Ven la diferencia de tamaño?)-

  • Y te lo seguiré diciendo hasta que la pierdas entonces, te amo mi gordis, eres mi cero perfecto! -dicho esto acabe el abrazo que a raíz de tantos recuerdos hicieron que un par de lagrimas se escaparan de mi.-

Me volví arreglar algo mas suelta unos jeans rasgados mis típicas botas marrones y la playera negra un poco ajustada a mi cuerpo que llevaba escrito “LOVE IS LOVE” en colores arcoíris.

  • Estoy lista. -Dije mientras me recogía el cabello con una cola de caballo.

  • Vaya, hoy iras súper formal -me dijo Kelly sonriendo-

  • Para algo soy la dueña, no tengo ánimos de arreglarme, así que LOVE IS LOVE

  • Tonta, te veo triste, sonríe, debes mostrar firmeza ante tu decisión. -dijo ella sobándome el hombro mientras caminábamos por el pasillo-

  • Lo intento, lo intento! Pero es que...

  • Niñas, buenos días -dijo Claudia pasando frente a nosotras

  • Hola hermanita -dije dándole un beso en la frente

  • Vaya hay alguien que amaneció bien sentimental

  • Aun no le has dicho nada verdad? -me dijo Kelly

  • Decirme algo de que -pregunto Claudia mirándonos a ambas-

  • Me iré a Maracaibo a trabajar con médicos sin fronteras -dije sin vacilar intentando sonar tranquila-

  • Que? Maracaibo? Si no hace ni dos años que llegaste de España! De nuevo sola? -note su tristeza

  • Claudia, volveré será solo trabajo, no me moriré por allá -dije tratando de sonar segura de mis palabras, aunque sabia que saber eso no era nada seguro-

  • Que te puedo decir, mucha suerte hermana -me dijo abrazándome fuerte-

  • Te amo niña, y no te volveré a dejar, seguiré contigo aparte aquí se quedara Kelly -dije dándole unas palmaditas sobre su hombro

  • Ya basta de sentimentalismos, no quiero seguir llorando y si no lo recuerdas debemos ir a la imprenta.

  • Que pasara con la imprenta? -me pregunto Claudia curiosa-

  • La dejare a cargo de Ella -señale a Kelly

  • No, No, No, No! En serio? De verdad? Pero yo... Yo... -Decía ella notaba su nerviosismo ya que le daba solo miedo cuidar ella sola de la imprenta.

  • Tranquila Claudia te ayudara se que ambas podrán si yo aun con 50 grados de alcohol en mi sangre la puedo manejar, ustedes sobrias podrán mil veces mejor que yo, ahora hermanita me voy -dije besando suavemente su frente y tomando mi maletín.

  • Vendrás esta noche? -me pregunto ella antes de entrar a la cocina.

  • Si, espérame. -dije saliendo de casa con Kelly.

Bajamos las escaleras -vivía en el piso 3- llegamos a planta coloque mi llave en el interruptor y salimos, vaya ese día estaba hermoso, había algunas nubes -parecía que fuera a llover, amaba los días lluviosos-

  • Vamos primero al terminal quiero comprar mi pasaje, mañana en la noche me iré así que quiero dejar todo listo.

  • Muy bien he traído mi auto. -dijo ella señalándomelo-

  • Perfecto sabia que querrías ir en el mío -dije desactivando la alarma de mi coche.

  • No cambiaras! -dijo ella cambiando hacia la puerta del copiloto.

  • Claro que no, seguiré siendo la misma, así que no perderás a tu uno.

Nos subimos en el coche y maneje hasta la bandera, el trafico era catastrófico, pero que se le podía hacer, mi vida era mas ajetreada en las calles que en la misma oficina. Llegamos fuimos a la parada del bus ben tenia un amigo (El gordo) que siempre me decía que si viajase a la tierra del sol amado, me fuese por ese.

  • Ven Kelly me iré por el bus ben! -le dije tomándola de la mano y corriendo hacia el puesto de línea-

  • Buenos días señorita en que podemos servirle.

  • Quisiera -dude un poco mientras veía a Kelly que me leyó el pensamiento y hablo rápidamente-

  • Ella quisiera un pasaje a Maracaibo para mañana en la noche por favor, uno solo, solo un pasaje.

  • Muy bien ya se lo facturo, a nombre.

  • A nombre de Ella, de nadie mas, solo ella viajara. -decía rápidamente y nerviosa-

  • A nombre de Alexandra Medina -dije sonriendo mas calmada-

Pase mi tarjeta de crédito, en momentos como ese le agradecía a mi padre por la buena posición social en la que me había dejado.

  • Tenga señorita, debe estar aquí dos horas antes. Que pase un feliz día

  • Igualmente muchas gracias.-dije tomando el pasaje y dándoselo a Kelly

  • Ahora que se te olvide

  • Y ahora que mi gordita hermosa me lo va a recordar -le decía apretándole los cachetes-

  • Sales mañana a las 9 PM

  • Ok, debo estar aquí muriéndome del fastidio desde las 7... Ah me has cortado la inspiración

  • No te he cortado nada! Yo no te dije que quiero ir a Maracaibo tu me querías secuestrar

  • Pero diviértete, si te quedas aquí te aburrirás mucho sin mí!

  • Ahora a donde vamos -dijo ella después de estar montadas en el auto-

  • Iremos a los caobos, el PARQUE – dije dándole vueltas al volante.

  • Alex que ocurre, ese parque me da pesadillas, allí me cuentas todas las megas noticias, cuando saliste del clóset, la primera vez que la perdiste, tu primer beso con esa que ya ni recuerdo, tu primer amor, tu segundo amor, ese amor que no fue amor, ah cuando te ligaste a la profe de historia, la de matemáticas, la de biología y la de química aún me pregunto como demonios lo hiciste, cuando te follaste a todas las que te follaste, cuando esa fulana -refiriéndose a Susana- Te pidió matrimonio, cuando me secuestraste a España, cuando todo, ese parque es el de las noticias buenas y malas

  • Pues allí esta el parque, vente vamos, aparte muero de hambre. -dije activando nuevamente la alarma del auto y caminando hacia Kelly para entrar al parque.- La señora Ana! Vamos ella siempre tiene lo que nos gusta -volví a correr tomando a Kelly de la mano hasta llegar donde la señora Ana- Señora Ana pero que bella esta hoy, y esas empanadas de allí también se ven hermosas, quiero 4 empanadas para mi, y para la gordis?

  • Yo solo quiero 2, gracias, no sufro de eso que tu sufres raquítica esquelética falta de belleza y sabor -me decía Kelly dándome la espalda.

  • Hay si, ahora el cerito este se cree la mejor del vecindario, si crees que estoy raquítica eso fue porque no me viste cuando... -calle de golpe- Cobre se señora Ana ah y tenga esto me da dos jugos y para la gordis? -volví a preguntar al propósito-

  • Para la gordis lo de siempre, tengan chicas, cuídense y vuelvan pronto -Dijo la señora Ana tan amable y gentil como siempre-

  • Hasta luego señora Aña guarde el cambio, volveré antes de morir, estas cosas me encantan. -le decía alejándome ya que Kelly me estaba empujando-

Comimos apaciblemente me esta relajando de una manera sobre natural en ese parque cuando la voz de Kelly interrumpió mi delirio.

  • Alex como hiciste para ligarte a las cuatro profes? Jamás lo supe!

  • No te lo conté? -iba a jugarle un rato

  • No.

  • No te dije nada?

  • No.

  • No te explique?

  • No. Ah bueno, sabes que?

  • Que?

  • No lo se, puede ser, quizás, a lo mejor, quien sabe.

  • Alexandra!

  • Vale, vale. Tu barriga como que no quedo llena, porque barriguita llena corazón contento. -dije señalándole su barriga

  • Quedo mas que satisfecha, no se como has podido comer tanto, y aun así ayudarme a mi! Pero anda vale.

  • Hace rato que no comía bien, bueno... Cual quieres que te cuente primero?

  • La de química, ella era la mas ruda del salón.

  • Ella? Por favor, fue la más fácil. Jamás había pensado en una profesora como algo mas que una profesora, pero ese sábado el que estuviste enferma y el cual quise salir mas temprano que de costumbre me castigaron solo por no decir si señor después de la orden todo en mi cambio. Estaba sentada en el pupitre estudiando mis lecciones de Lorca y de pronto entro ella. Me quede helada, pensé que me tocaría evaluación, pero ella solo se sentó en su silla cerca del escritorio y se cruzo de piernas sensualmente. Me atreví a observarla no directamente luego recordé que no entendí una de sus clases así que aproveche y saque mis notas me acerque a ella y luego de dos horas entre risas miradas escondidas a su escote precioso termino por fin mi castigo quise salir corriendo a buscarte para contarte y verte, pero ella me ofreció una copa en su apartamento, me negué porque no quería mal interpretar las cosas, ella me insistió ya que me quería seguir explicando las clases, accedí y luego de estar allí quede encantada, ella se fue desvistiendo y luego regreso con un cambio de ropa un pijama muy sensual, pasaron los minutos y recuerdo claramente nuestra conversación.

. Alexandra la semana pasada te vi con una jovenzuela tomada de la mano.

. Con una jovenzuela? -Haber piensa... Piensa. Quien era?

. Si

. Ah de seguro fue Patricia. -la recordépor fin.

. Eres lesbiana?

. Si -respondí en seco mientras tomaba un poco de vino

. Sabes que eso me dio muchos celos?

. Como dijo profe?

. En este momento no soy tu profesora, soy solo Mariana y no quiero que nadie mas que yo te bese.

  • Ella se me abalanzo encima y pasamos toda la noche haciendo el amor, y como buena Don Donjuanesca, partí de su casa antes de que el sol saliese.

  • Eres increíble no se como lo haces.

Se reserva el derecho de Autor.

RC Adrii Torres

Rompe los esquemas y atreve a la locura. Que esten bien, besos.