La historia de la cantante una dama y su poeta II

Me ahogaba noche tras noche en una de tequila, de ron o quizás de vodka, en ocasiones solía ligar las diferentes bebidas y así terminaba con distintas mujeres, no se era como si quisiese llenar mis vacíos en sus sabanas.

...

Y despertaba de nuevo con un olor a alcohol, cigarrillos y sexo... Me dolía la cabeza, la vi dormir a mi lado, parecía que la noche había estado buena, porque pude notar marcas de mis uñas en su espalda.

Decidí irme antes de que despertara, jamás acostumbraba amanecer en alguna cama, cogí mis pantalones, tome mi brassier, la camisa -Diablos, esta tipa estaba urgida ME HA ROTO MI CAMISA FAVORITA-tome mis zapatos -Ya estaba molesta- y me fui de ese apartamento en la mercedes, me subí en el auto y maneje hasta mi morada, la cueva de mi soltería, me vi en el retrovisor y pude notar que en mi cuello había rastro de sus besos, de sus labios MORETONES! Dios, bueno no hay nada que una buena camisa y una enorme bufanda no puedan ocultar, gracias a Dios no había cola y pude llegar al apartamento sin problemas, era miércoles y debía llegar temprano a la imprenta a programar la agenda del próximo día -Amo mi profesión pero por favor-

-                     por fin llegas -escuche a Claudia desde la cocina-

-                     La noche estuvo de impacto o eso creo, porque mira como tengo el cuello -le dije dejándoselo ver, mientras tiraba las llaves sobre el sofá-

-                     MIERDA Alex, esa tipa se creía Drácula o que pedo? -me pregunto mientras tocaba mi cuello-

-                     No TOQUEIS que duele -le dije alejándome de ella, para introducirme del todo en la cocina-

-                     -pude escuchar su carcajada- No cambiaras, cuando sentaras cabeza?

-                     Cuando vos aceptéis que sos lesbiana!  -le dije bromeando, mientras me servía un poco de cereal-

-                     QUE NO SOY LESBIANA! La única lesbiana de la familia eres tú! -me dijo tomando un sorbo de su café-

-                     Somos las dos mi hermana, aunque vos siempre lo negas, pero he visto como le veis el culo descaradamente a Aracelis!

-                     ALEXANDRA -Sabia que esas cosas la avergonzaban-

-                     Que? No es cierto? -fingí incrédulamente-

-                     Pues no! Y el hecho de que por accidente haya besado a Aracelis el otro día no quiere decir que yo sea lesbiana! -me dijo frunciendo el ceño-

-                     Hay no soportas nada, por ese motivo jamás sentare cabeza, ustedes todas están locas -le grite mientras caminaba por el pasillo hasta mi habitación-

Siempre buscaba la manera para escabullirme y librarme de eso que tano me aterraba "EL COMPROMISO" Después de lo que me ocurrió con Susana decidí no volver a comprometerme!

Termine de comer mi cereal y vi el reloj. -6:34 AM...- Aun queda tiempo pensé, me fui a dar una ducha y a rescatar mi imagen perdida ante la noche que había pasado, sabia que la vida que llevaba poco a poco me destruiría, pero sabia que ya no me quedaba vida, quizás un par de años o de probabilidad un par de días, no tenia certeza de ello, pero lo que si tenia seguro es que no  quería que nadie sintiera pena por mi No esperaba su pena, no quería que nadie sintiese lastima por mi.

Así que me ahogaba noche tras noche en una de tequila, de ron o quizás de vodka, en ocasiones solía ligar las diferentes bebidas y así terminaba con distintas mujeres, no se era como si quisiese llenar mis vacíos en sus sabanas.

Salí de la ducha y no pude evitar sentir un pequeño mareo, con un reflejo sobrehumano me sujete fuerte de la barra metálica donde colocaba las toallas y lleve mi mano izquierda a mi cabeza intentando hacer que las cosas a mi alrededor dejaran de moverse. No podía creerlo, esto cada día me consumía más, y yo no hacia nada para evitarlo, perdía mi propia vida solo porque una vez sentí una daga en mi pecho.

Salí del baño después que el mareo abandono mi cuerpo y me vestí, lo que mas amaba de mi trabajo era la libertad que este me brindaba a la hora de vestir, así que tome unos jeans negros, una camisa de broche al frente, de color blanca y unas zapatillas negras, mi cabello era castaño con un leve difuminado rojizo en las puntas, al ser de tez blancuzca me lucia (jamás entenderé el verdadero color de mi piel, es blanca, crema, gris, pálida, no lo se... Siempre me he identifico como una polaca, por mi palidez, y aunque lleve mucho sol, lo único que pasa es que mi piel se insolara. QUE PIELESITA!)

Mis ojos cafés claros, algo más bien color miel pero esa miel pura, recién salida de un buen panal! EXACTO Así son mis ojos! Uso lentes desde los siete, pero ellos me hacen lucir muy intelectual, me veo bien, no estoy ni un poco inconforme con lo que soy y quien soy, solo que cada día me ahogo mas y mas en este maldito recuerdo que no me deja ser libre, o al cual yo no dejo ser libre.

Dejo suelto mi cabello, mis lentes, la bufanda gris con negro y estoy lista!

Tomo mi teléfono, mi reloj, una pastilla para la jaqueca y salgo de mi habitación,

Claudia -dije mientras caminaba por el pasillo adornado de los buenos momentos que pase con Susana- Ya la olvidare (Susurre dejando libre un suspiro) -volví a ver el reloj- 7:58 AM- No iré a trabajar, sabes porque? Porque tu te iras de mi vida YA! -Dije viendo una foto de Susana, como si ella pudiese oírme en cada palabra que le decía

Ese día me dedique, a borrar cada rastro de mi vida, ya había pasado un año, un año donde mi cama no había sentido mi cuerpo ni el de nadie mas, un año donde mi bebida favorita no bajaba del 30% en su grado de alcohol, un año donde Alexandra Medina ya no era yo, sino un fantasma que divagaba en cada rincón de mi. Pero ya no, ese mismo día volvería a ser yo!

Tome unas cuantas bolsas de basura y fui echando en ellas cada uno de sus recuerdos, lo que jamás volverían a molestar y perturbar mi vida, la mañana me paso muy rápido y aun mas el día, luego de haber ido a la tienda a comprar muebles nuevo y un nuevo guardarropa me sentía viva, algo me recorría el cuerpo y no era precisamente el alcohol, esa noche decidí no salir a beber, quise quedarme en casa y ponerme al día con mis asuntos LA IMPRENTA

Haber, que tanto trabajo tengo -dije abriendo mi correo en la portátil que se encontraba en el escritorio posicionado en una de las esquinas de mi habitación- Que es esto? -me pregunte sin esperar respuesta alguna, cruzándome de piernas mientras mi mano izquierda acariciaba mi mentón en forma de “Estoy pensando”- Vaya, que interesante, te llamare

Tome mi celular y marque el numero que me aparecía en aquel correo llamado “Ayúdame” repico un par de minutos y cayo justo cuando iba a darme por vencida

Buenas noches, Médicos Sin fronteras, en que podemos ayudarle? -me respondió una voz hermosa del otro lado de la línea-

Si buenas noches señorita, mi nombre es Alexandra Medina, y quisiera comunicarme con Felipe Hernández, ya que he recibido un correo de él-dije caminando hacia la cocina para comer algo de fruta-

El doctor Hernández no se encuentra en estos momentos, pero le pasare su número personal ya que me ha dicho que usted llamaría.

Gracias muy amables

-espere un par de minutos y ella me dijo- puede anotar el numero?

-                     Si, si dígame. -dije, tomando mi libreta telefónica y sacando el lápiz-

La quien que parecía la recepcionista resulto ser una quien sumamente agradable, me paso el numero que anote en una tarjetica de mi agenda telefónica que estuve pasándola por mis dedos, y algo en mi sentía la necesidad de hacerlo

y porque no hacerlo? Porque no ayudarlos? Tengo los medios, es una buena acción, quizás pueda dejar algo bueno de mi en ellos antes de irme. -dije marcando el numero del doctor-

El teléfono estuvo repicando y de fondo se oía la canción de Tu Guardián “Víctor Muñoz” tarareaba la canción y sin darme cuenta el doctor me atendió.

-                     Buenas noches... Hernández al habla...

-                     -Seguía sin percatarme de su voz, y continúe tarareando-

-                     Disculpe, quien es? -Pregunto algo gracioso-

-                     -tararara tu tarararara ra ra ra ra ra!-

-                     -De pronto caí en cuenta que ya la canción no sonaba y que el doctor me estaba hablando calle y escuche su sutil risa- oh dios que vergüenza, yo dejándome llevar por las canciones, buenas noches disculpe, doctor Hernández?

-                     Si, el habla, con quien tengo el gusto? -pregunto cordialmente-

-                     Le habla Alexandra Medina, la reportera de Imprenta.

-                     Ah si ya la recuerdo, ha leído mi correo? -me pregunto- ah por cierto tiene una voz muy linda, aunque con un oído bastante desafinado -se que sonrió al decir esto ultimo, es que era cierto, por eso jamás fui músico-

-                     -mis mejillas se tiñeron de rojo- este... si, lo he leído y quiero informarle que le ayudare, su caso me interesa aparte que es lo mejor para volver a mis cabales luego de... -calle bruscamente-

-                     tranquila no hace falta explicaciones lo se, y no me importa en realidad, me interesa su trabajo porque se que algo mas profesional que eso no conseguiré, quiero que cada persona se de cuenta de lo que hacemos para que se den cuenta cuantas personas están perdiendo sus vidas y a su vez encontrar un solución para ello.

-                     Cuente conmigo! -dije segura de mis palabras-

-                     Muy bien, avisare mañana a primera hora de su presencia en nuestro proyecto, esto será un arduo trabajo ya que cada día llegan mas y mas casos y aun no sabemos cuanto tiempo durara esto, por eso queremos que los altos cargos se involucren y se den cuenta de ello.

-                     Les ayudare en cada cosa que necesiten

-                     Cuando puede venir para que comencemos a trabajar?

-                     QUE? -me había tomado fuera de base esa pregunta-

-                     que ocurre?

-                     A que se refiere con esa pregunta? -pregunte un tanto asustada-

-                     a que pues, No pensara trabajar con nosotros desde allá o si?

-                     Pues... -En realidad si, ese era mi plan que ellos me pasaran el material y yo todos esos meses trabajaría desde allí, desde mi oficina, pero sabia que lo único que tenia era miedo de morir allí-

-                     Pues y entonces? -pregunto el intentando hacer que yo culminara mi frase-

-                     pues -deje que un suspiro se disipara en el dióxido de carbono que había en mi habitación y por fin dije insegura- si, si iré, pero debo buscar habitación allá, apenas la tenga me iré a instalar.

-                     No se preocupe señorita Medina usted dígame cuando se puede venir y le mando a preparar una habitación en mi casa, se que no es fácil después de todo lo que le ha ocurrido pero quisiera contar con su trabajo de lleno que se involucre hasta los tuétanos -dijo el firmemente-

-                     Vaya, eso adelanta mis planes... Me iré -calle unos segundo, observando desde donde estaba el transitar acelerado de los autos por la ventana de mi balcón- en dos días el viernes estaré saliendo para Maracaibo, pero no se preocupe he recordado que tengo a donde llegar! Solo dígame ese día donde nos veremos? Me iré por bus, es que me da un poco de miedo la altura así que calculo el sábado a primera hora estar allí. Y no se preocupe que haré este trabajo como si fuese el ultimo será de entrega total -no pude evitar sonreír sabría que podría morir después de ese proyecto pero no me importaba ya, si era por ayudar a quienes se podían salvar lo haría-

-                     Le mandaremos a alguien a recogerla. Gracias por ayudarnos luego que esto termine la recompensa que conseguiremos si usted es como creo que es sentirá el grato sabor de ayudar a los demás como su mayor recompensa.

-                     No lo ponga en tela de juicio! -dije con una sonrisa de confianza-

-                     Muy bien Señorita medina, nos veremos el sábado, tenga feliz noche la esperamos!- fue lo ultimo que le escuche al doc antes de trancar la llamada-

Deje el teléfono sobre el escritorio y empecé a girar en la silla donde me encontraba, un par de minutos después me tire en mi nueva cama que estrenaba sabanas de rosas blancas con un águila alzando el vuelo! Esa sabana me hacia sentir libre. Mientras estuve allí acostada mi mente me bombardeaba con tantas preguntas, Que pasaría con mi nueva vida? Que haría después de estar allí? Como me desenvolvería? Me volvería a enamorar? La respuesta que respondía todas mis preguntas era NO LO SE!

De tanto pensar me quede dormida, pero pude sentir el vibrar de mi teléfono, me deslice por toda la cama hasta que me caí me golpee la rodilla derecha y el codo izquierdo que fue donde mi peso cayo con mayor fuerza, me arrastre por el piso y llegue con los ojos cerrados al escritorio, aun dormida tome el teléfono y me deje caer nuevamente en el piso

Alo -dije sin disimular ni un poquito mi enorme sueño-

-                     ALEXANDRA MEDINA! DONDE COÑO ESTA TU PRESENCIA!

-                     -me fue imposible no despertarme ante semejante grito-

-                     Donde esta tu presencia que aun no la veo en la imprenta?

-                      Perdóname de verdad dame 15 minutos y llego! 15 ya!

-                     MUÉVETE! Le tranque y me fui arreglar-

Una ducha que casi vuelo y me quedo sin madre, salí volando y tope con mi clóset, jeans blancos, una camisa café mi reloj la pulsera arcoíris, que más, que más! Ah mi cartera, la portátil, mi teléfono, que mas Diablos, los zapatos, mis botas marrones que lucen dentro del pantalón y estoy lista, salgo y me voy llevando todo por el medio! Mierda, creo que le podre pagar esa pintura a Claudia me veo en el espejo y noto que parezco un espantapájaros, me devuelvo corriendo al cuarto y saco de un tirón la gaveta donde guardo mi joyería, escucho el vibrar de mi teléfono sobre la mesa, agarro los zarcillos largos, el brillo y el delineador, corro de nuevo al pasillo tomo el teléfono, puta madre, mi pantalón! -Coño esto solo me pasa a mi- se me rompió el pantalón con el pedazo de vidrio que quedaba allí mierda mi pantalón favorito! esto es mala suerte con mi vestuario primero la tía esa con mi camisa y ahora el puto cuadro con mi pantalón UNIVERSO QUE VERGA TE HE HECHO! Conteste molesta triste desconcertada aun no veía la hora no tomaba café no había desayunado nada!

Raúl no me mates!

-                     Donde estas? -note que su voz ya no era tan varonil como hace rato-

-                     que le ocurre a tu voz, voy tarde lo se. Perdóname se que me quieres matar pero es mi pantalón -escuche una carcajada resonar al otro lado del teléfono-

Pero que diablos? Sin trancar la llamada seguí caminando, había escuchado esa carcajada tan cerca y tan mía que debía averiguar donde venia ese sonido melodioso y característico de esa risa tan peculiar, camine hasta llegar a la sala de estar y allí acostada en el sofá vi a Kelly retorciéndose de la risa.

Coño Kelly! Que mierda haces aquí?

-                     Chama perdóname de pana si que estabas bien dormida, porque como que ni te fijaste en quien te llamo?

-                     Estaba muy agotada, pero eres una desgraciada! -le dije mientras le daba la espalda y me dirigía a mi habitación-

-                     Ale, Ale, ven aquí, no te molestes, sabes que te amo, no te molestes -me decía ella parándose rápidamente del sofá y siguiéndome por el pasillo-

-                     Vete a la mierda Kelly! En serio eres una desgraciada! Muérete -le alcance a decir antes de cerrarle la puerta en la cara

-                     Alex abre la puerta! Anda no te molestes, fue una pequeña broma. Algo sin importancia

Me observe en el espejo que estaba empotrado en mi pared y si había perdido mi pantalón, me lo quite y con un par de lagrima lo tire sobre la cama, tome mi teléfono que seguía vibrando -Kelly me seguía llamando- y todas las llamadas las mandaba a buzón, le quería partir la cara, había hecho que dañara mi jean favorito me termine de desvestir y por fin pude ver la hora -5:56 AM-

Me acosté, se suponía que entraba a trabajar a las 9 esta bien debo estar temprano en la imprenta pero no de madrugada, estaba escuchando música para relajarme paso un rato y siento que alguien esta abriendo la puesta del cuarto veo algo blanco ondearse en el aire -la camisa de Kelly sujetada el cucharón de la cocina- hay dios que mujer me has dado por mejor amiga, veo que empieza asomar su cabeza lentamente creo que espera que no le lance un tacón, y pues no lo haré, me portare bien...

Pasa de una vez

-                     Vengo en son de paz! Y estoy desvestida y desarmada! -me decía ella desde la puerta todavía-

-                     ven aquí a la cama pendeja -no pude evitar sonreír ante su comentario-

-                     no me gustan las camas pendejas, Siento la broma de esta mañana Ale pero es que necesito a una amiga -me dijo mientras se acercaba y su cabeza se perdía en mi cuello para dejar caer sus lagrimas-

-                     Kelly que ha ocurrido? -le decía mientras sobaba su espalda dulcemente- que pasa chama? Cálmate!

-                     Santi... Santia... Santiago y Yo he.. Hemos terminado – me decía entre sollozos-

-                     Como? Porque? Cuando? Donde? Bajo que circunstancias? Bajo que cargos? Y dime donde prefieres que le golpee primero -le preguntaba sin pausa mientras le sujetaba de los brazos observándola a los ojos, pude notar su sonrisa-

-                     Marica te dije ya! Déjame llorar tranquila chica y no me hagas reír! -decía ella secándose las lagrimas-

-                     Llora cuando se te acabe el chocolate o cuando te venga Andrés justo el día que te vas a la playa ah cuando te arregles súper mega espectacular y llueva del resto no lloraras por ese pendejo! Pero haber responde mis preguntas!

-                     Huy, es que cuando te alteras preguntas mucho! Este pues, Llegue y vi que tenia moretones en el cuello si de esos que tu tienes aquí marcadísimos todavía -dijo señalando aun el moretón que habían en mi cuello-

-                     NO LO HAGAS DUELE! -dije con un grito apartando su mano- creo que la chama esa quería sacarme del cuello aceite, claro como estaba escasa creía que yo la tenia acaparada

-                     Ya pues, lo siento que chillona huy si, parece que te beso el chupa-cabras. -me dijo con una sonrisa y continuo con su explicación- creí que tenia una amante, pues ese día, en un hotel o en su casa, que el creía que yo le ponía el cuerno con el jefe, el chófer, el guardia ah y tu padre. Ah y por ultimo que solo porque me fui de reportera a margarita para la información de vacaciones se molesto al cien y eso le dio mas razones para creer que era yo quien le ponía el cuerno.

-                     Hay Kelly, Kelly Kelly! Amiga cuantas veces te voy a tener que decir que si le quieres poner el cuerno me avises y te doy unas clasecitas para que no te descubran? -le dije sonriendo buscando hacerla reír y lo logre-

...

Se reserva el derecho de autor.

Que esten bien, escelente noche, un abrazo. Jamas saquen conclusiones por la primera impresion, recuerden que la bestia no siempre fue una bestia.

RcSol.