La historia de la cantante, una dama y su poeta 28

¿Que podia reclamarle? Mas bien reclamarme a mi misma por ser tan estupida.... Y haberme enamorado. - No.... no puede ser... por qué de ella.... - Balbucee limpiandome la cara. - No pude haberme enamorado.... - Entre mas lo decia, mas me dolia. Depronto senti su voz afuera del pequeña cuarto.

Capitulo 28

Luego de una semana resolviendo los asuntos pertinentes en la capital, de todas las entrevistas que me habia preparado mi hermana, decidimos volver a Ojeda, debia ponerme al dia con la organización. Queria ponerme al día con Estefania. Aunque lo negase ella me estaba haciendo tantísima falta.

“Como estaras hermosa doctora dueña de mi oxigeno” –Pregute en medio de mi ensoñación saliendo de la gran Caracas. No había nada claro en mi interior, quizás lo único claro, era que deseaba verla y quizás, solo quizás, compartir un café al pie de un hermoso amanecer.

  • Estefania!-

Musite al viento que me daba en la cara entrando por la ventanilla del auto. Esperando que ella pensara quizas un poquito en mí. Porque será, que cuando las personas nos empezaban a importar, esperábamos que por lo menos en algun momentos nuestra imagen se cruzara por sus pensamientos.

“Te extraño! Me hace falta tu geometrica existencia!- Concluí guardando la camara luego de ver por un largo momento sus fotos. Luego de hacer una pausa para que Alejandra fuese al baño. -Como podeis causar tantas cosa en mi?- Con esa pregunta que prometi contestar luego me concentre en la carretera.”

-       Me quedare con Rodrigo sino os molesta... -Me dijo Alejandra apenas llegamos a Maracaibo-

-       No para nada, luego de haber recuperado su hija ha estado realmente feliz.

-       Fue un gran gesto de vuestra parte hermanita... -Dijo ella acariciando mi mejilla-

-       Solo cobre unos favores pendientes. No fue dificil. -Dije restandole importancia, no me gustaba esa clase de atenciones para conmigo-

Maneje, la velocidad seguía amándome y yo seguía enamorada de ella.

Luego de horas mas, llegamos a la casa de Rodrigo ya el reloj marcaba la hora de almuerzo asi que junto la grata compañía de lucero, almorzamos. Las risas y tonterias entre la pequeña y yo no pudieron faltar...  y para que crecer? Para que madurar? La gente adulta era muy aburrida, de vez en cuando hasta el mas viejo debía darse una vueltica por su infancia y recordar los viejos tiempos.

Las horas siguieron pasando, complacida disfrutaba hasta que considere el momento correcto de marcharme.

-       Segura que estareis bien con este vegete? -le pregunte a Alejandra dejandola con Rodrigo-

-       Por favor Alex ella siempre esta bien conmigo. -dijo el cerrando la puerta, riendo de mi-

-       Cuidadla idiota, pasare por ella luego y la quiero en una sola pieza -asi me aleje en mi auto rentado hasta el hospital, hacia casi dos semanas no veia a Estefania, y debia admitir que la extrañaba.

Al llegar al hospital estacione el auto. Compre una soda de cola, respire profundo, camine despacio por el enorme corredor, habian algunos obreros haciendole mantenimiento a las paredes y los techos.

-       Alexandra... -escuche a mis espaldas, volteando sobre el eje de mis pies vi a la rubia acercarse a mi-

-       Martha? -dije atonita ahogandome con la bebida- Que sorpresa veros aquí –intente sonar tranquila

-       Laboro aquí Alex. –Me sonrio, pero no me dio la minima atracción- Te vi hace poco en la TV, te veias bien, muy bien -Alex piensa algo rápido para safarte de esta loca-

-       Oh que bien que me hayais visto, os dare un autografo si queres. -Alerta! Esta invadiendo territorio, pensé sintiendo como la tipa se acercaba aun mas a mi burbuja imaginaria-

-       Hace mucho no nos vemos -Dijo ella con ese tono insinuante-

-       Mierda -pense para mi misma, respirando profundo sosteniendo mi humanidad. Esa mujer estaba alli recordandome que habia follado con ella unas noches atras.

Terminaba de salir de la ducha y me secaba el cabello, estaba lista para ir a la cama, Alejandra dormida ya abrazando a solé nuestro peluche de siempre -Que mona se ve- Suspire buscando en la maleta un pijama, cuando escuche mi telefono sonar. -Ok es tarde quien me busca- Me alarme un poco creyendo que era Kelly pense mil cosas, y luego ver el numero desconocido me hizo erizar la piel

-       Bueno... -hable fria y calmada-

-       Tengo entendido que los escritores son amargados, pero tu eres poeta deberias sonreir

-       Doctora corazón... -Sonreí- Que os ocurre?

-       Tengo frío y las sabanas no me quieren acobijar...

-       Dadme 45 minutos y os llevo algo que va a calentar todo vuestro ser.

-       Te espero. -Su tono sensual me puso a tono-

Tranque la llamada, claramente en mis planes no estaba cogerme a nadie esa noche, pero que mas podia hacer? Ella necesitaba calor, y yo tenia mucho acumulado. Busque en vez del pijama un short corto poco casual y una playera negra entallada a mi cuerpo mi cabello suelto muy natural con los zapatos blanco esto seria bueno. Las llaves, mis lentes oscuros y el celular... sali en silencio de la habitacion no sin antes besar la frente de Ale y acariciar su vientre poco abultado. Me gustaba verla asi.

Subí al auto y con un poco de rock-pop llegue a la vivienda de la doctora corazón. Me sentia una completa casanova, su puerta abierta y yo con un toque sensual. Entre y alli estaba esa rubia con el corse despampanante Tinto.

-       Con poca ropa se entra en calor fácilmente. -Me dijo ella tomando un sorbo de champaña-

-       Ciertamente -sonrei imaginando lo que me esperaba-

Ella se acerco a mi y empezo a desvestirme con cuidado, como buscando la manera perfecta de excitarme de atraer mi atencion de enloquecerme... pero yo en realidad jamas me excitaba, “Desde pequeña desee ser actriz” siempre solia fingir en mis noches de sexo casual, en parte uno de los motivos por los que tomaba tanto y perdía mi consiente era solo para no tener todo ese protocolo. Era solo sexo, sin compromiso, sin etiquetas, sin fachadas. -Siempre pense que era mas fácil excitarme con una pelicula de Venus o Play Boy que con estas mujeres sosas e igualas-

Una lamida, una chupada... Una mujer urgida tirada en una cama, a quien le iba a importar si me excitaba o no. Lo que realmente importaba en ese momento era tener buen sexo, y yo sabia como darles eso. Mi mirada mostrando deseo fingido y mis manos ya bien situadas en su trasero, con la fuerza que me acompañaba la lleve de nuevo a la cama, su sonrisa traviesa mi calma reinaba yo sin camiseta ella sin pijama.

Beso tras beso el deseo aumento, la tension se sentía el corsé se perdió. Su cuerpo desnudo mi piel erizo fue solo una caricia con la que comenzo. En su espalda un hermoso tatuaje una diosa en una nube sin maquillaje, el color rojiso de su cabello y la caida de su mano desde aquel cielo, realmente hermoso y se que es eso.

Sus besos en mi espalda note el suspiro despues que contemplo el silencio -Tatuaje de mi costado derecho- entre caricias la hice mia llenando el espacio de gritos y gemidos que proclamaban mi nombre, las perlas de sudor desbordandose  por mi cuello, sus ojos cerrados me gustaba eso. El lunar en su pelvis descontrolo mi lengua y me insito a chupar lo que llame paraiso, sus manos movian mi cabello como queriendo guiar mis movimientos, todo estaba perfecto y se puso mejor cuando eyaculo en mi boca dejandonme extaciada de ese sabor que tanto me gustaba, ambas caimos en la cama... Ella se abrazo a mi pecho buscando mis besos, lamiendo la areola de mis senos. -De cuando aca dejo que alguien me tenga?- sonrei impaciente volviendo a la accion con una dosis mas fuerte de pasión que solo su clitoris sintio, la estimulacion de su punto G la estremeció, y cuando su espalda se arqueo me senti victoriosa la mujer se comportaba como una diosa cayendo de nuevo fundida mordiendo las sabanas tras aquel grito -ALEX- subi lentamente arañando su piel de una manera sutil. Viendo como aun su respiración entre cortada seguia allí.

En ese momento cuando recordaba lo que habia ocurrido con nosotras, senti sus labios pegarse a los mios y estamparse como una calcomanía, sabian ricos para que negarlo pero todo eso termino cuando senti que alguien mas nos veia.

- Llevaba cerca de 36 horas sin dormir y ya ni el café hacia efecto. La hoja del reporte que estaba completando estaba cada vez mas difusa y ni siquiera entendia mi propia letra. - Eso esto todo don Javier, sus pulmones van muy bien. - El anciano, un hombre fuerte de unos 70 años tenia mejor salud que varios chicos de ciudad que conocia. El hombre salio de mi consultorio y respiré. Uno menos. Ese habia sido un dia dificil... "Alex... donde estaras" - Pense mientras salia del consultorio a la pequeña cafeteria del hospital, que ni siquiera era cafeteria, era un pequeño puesto de cositas para comer y tomar cafe. Ahi todo el mundo compraba, incluyendo los medicos. - Gracias.... - Dije pagandole el cafe a la señora del puesto, y me dirigi al pasillo, al dar la vuelta por el corredor... me paralicé. - Alexandra....? - El cafe cayo de mi mano y mojó la tabla de la historia clinica para dar luego contra el piso.

-       Martha -hable firme soltandome de su beso- No volvais hacer eso es vuestra vida. Quien os habeis creido.

-       Pero Alex, si entre nosotras...

-       Nosotras NADA Martha! NADA! No volvais a besarme porque no me da la gana de nada con vos- en ese momento desvie la mirada hacia mi izquierda viendo una bata blanca perderse por el pasillo. -JODER! -grite antes de reconocer que esa bata blanca pertenecia a una mujer y esa mujer, era la misma que me estaba robando el sueño... Me tomo solo segundos reaccionar para ver que la tabla que ella solia llevar consigo cayo al piso al igual que mi soda. - Estefania -murmure para mi, soltandome de Martha

-       Que vas hacer tras de ella, no vez que no vale la pena, no parece ser tu tipo de mujer -

-       Si vale la pena o no eso lo decido yo, aparte que no me interesa si la vale es mi vida, pero vos no valeis ni mi tiempo asi que soltadme que voy por quien en serio me importa -asi quite su tacto del mio- Ah y para que os quede claro, vos no sos ni si quiera el tipo de puta al que yo recurriría sino fuese por emergencia -y comence a correr por los pasillos, me sentía molesta con martha, el hecho de… No implicaba que… Fue solo materia de una noche y se lo había dejado muy claro, o que ella pretendía que íbamos a tener 3 mocosos sucios que estuviesen corriendo por toda la casa? Pues NO! FUE SOLO UNA COGIDA! – Estefania- Estefania. – Repetia con la tabla en la mano, intentando saber donde estaba la doctora.

- Casi pude sentir como mi corazon se quebraba y comencé a correr, tenia que ocultarme en algun lado para que no vieran que estaba llorando....Solté lo que tenia en mis manos y me oculté en el pequeño cuarto de suministros clinicos al que casi nadie iba. Busqué algo en que sentarme y me derrumbe... - Por que duele....? Si ella... y yo.... no tenemos nada.... - Intente convencerme a mi misma de que por mas momentos que hubieramos pasado, la verdad era que no habia nada entre las dos, quizá quimica....pero nada mas. ¿Que podia reclamarle? Mas bien reclamarme a mi misma por ser tan estupida.... Y haberme enamorado. - No.... no puede ser... por qué de ella.... - Balbucee limpiandome la cara. - No pude haberme enamorado.... - Entre mas lo decia, mas me dolia. Depronto senti su voz afuera del pequeña cuarto. – Que no entre!

-       Estefania... – Ya me estaba desesperando- Disculpe a visto a una joven de ojos verdes como un metro setenta piel bronceada, con bata de medico, cabellera negra recogida.

- Me parecio verla entrar al cuarto de suministros medicos, quizas este haciendo el inventario -

-       Muchas gracias señor -Di un brinco de felicidad por saber donde estaba y corri de nuevo -Suministros medicos -Lei despacio el nombre a la entrada, toque la puerta tratando de mantener la compostura y luego de un subito silencio entre- Estefania? -susurre su nombre esperando respuestas, intente verla con la poca luz que habia alli pero despues de varios minutos nadie respondio, me di por vencida hasta que antes de cerrar la puerta escuche su sollozo- Dime algo Estef, se que estas alli.

- - Que quieres... - Dije tratando de limpiarme la cara rapidamente. Su voz me dolio. - Estoy ocupada... - La ultima palabra se me quebró entre las lagrimas. -

-       Logre divisarla bajo un estante sentada sobre unas cajas y sin dudarlo me acerque rapidamente a ella- Que haceis aquí? Llorando! Por Dios, Hay una persona que requiere vuestros servicios de urgencia. -le dije alarmada.

- Que? - De algun modo y con el corazon roto como lo tenia, tuve oidos para entender que habia alguien que necesitaba ayuda.... Sin embargo ya conocia ese truco. Pero y si era verdad? - No juegues con las personas Alexandra... - Le dije con seriedad, y aunque hablaba del paciente, por algun motivo senti que hablaba tambien por mi misma. Me sentia herida. - Es en serio? -

-       Claro que es en serio joder... Yo os necesito! Esto no es un juego ni cosas de niño. Me duele aqui -señale mi corazon- Y vos sos la cura para mi dolor -logre finalizar mi frase con un dejo profundo en mi voz.

- Ah si? - Respondi sintiendo que me habian movido un tanto sus palabras. - Yo y cuantas mas Alexandra, ah? - Me acerqué a ella sintiendo que las lagrimas caian de mis ojos. - A ella tambien? - Me sorprendio mi propia indignacion, pero no podia evitarlo, estaba celosa, enojada. - Cuantas mas te gustan Alexandra, ah? Dimelo!! -

-       Si me atreviera a responder eso me dejaria al descubierto por vuestro ser, pero aun asi lo hare ya no tengo mas que perder. Mañana me marcho del pais que mas da si digo que me gustais vos o mil mas. Solo me gustais vos, y ella fue ese principio aqui, cuando aun ni vuestro nombre sabia. -Jamas habia sido mujer de dar explicaciones, y no comenzaria ahora, asi que con ese pequeño dolor en mi pecho me levante- Cuidaros mucho Estefania por que aunque yo no este vosotros sois quien me gustais en realidad.

- - Todo el dolor del pecho se esfumó con sus palabras. Su mirada era honesta... y me senti en una dualidad, O dejaba que se fuera y quien sabe cuando volveria a verla, o le dejaba claro que sentia todo esto por ella.... Pero quien me daba certeza de que no me habia engañado? Solo me deje llevar... - Demuestramelo.... -

-       Cuando estuve a punto de decirle como demostraria lo que sentia sono mi telefono- Dame un segundo es importante -Dime amor -dije sabiendo que al otro lado hablaba mi mejor amiga- Si claro que la conozco, ok, calle de piedras... Monte real. 7 de la noche -repetia todas sus instrucciones sobre una fiesta de 15 años en la cual me explicaba detalles- Vale amor, ya entendi, estare alli. Llevare mi equipo. Hasta luego te amo. -En ese momento cerre la tapa del telefono y la cara de indignacion de Estefania fue todo un poema- Que? -pregunte algo confundida- Era mi mejor amiga. -dije sin poder contenerme una risita-

- - Suspiré con desgano. - Gracias por demostrar lo que te importo... amor... - E intente salir de ahi...pero ella no me lo permitia. - Bien.... amor... me vas a dejar pasa? - La miré a los ojos tratando de contener las lagrimas.

-       Pues amor te informo que no te iras de aqui  hasta que me des un beso -su cara fue todo un fragmento de benedetti- Amor por lo menos merezco un besito -hice una mueca pidiendo su beso- Hey, es un trato justo un beso y sereis libre, yo partire mañana y te olvidareis de mi, amor. -me fue imposible no reir otra vez.

- Esto era inutil....EN QUE CLASE DE IDIOTA ME HABIA CONVERTIDO? Habia acabado de verla besando a otra, y yo estaba aca en frente suyo a punto de reirme con un sarcasmo que yo me habia inventado y que ahora ella estaba usando. - Por qué eres tan idiota Alexandra...? - Me limpié la cara con ganas de parecer menos patetica en mi intento de mantener mi indignacion. - Nadie te ha dado permiso de dejar el pais... - Su sonrisa fue mas evidente. - Al menos a mi no me lo habias consultado. - Dije acercandome a su boca. - Pero como hago para castigarte por lo de hace un momento ah? - Le dije haciendola mover hasta que su espalda dio contra la pared del cuarto, luego me acerqué suficiente hasta que apenas senti la caricia de sus labios. Y sonrei. - Ya has tenido muchos besos por hoy... - Solté una risita y caminé hacia la salida del cuarto.

-       Y ahora donde creeis que vais? -le pregunte viendo como se alejaba y salia del cuarto, luego de arreglar mi vestimenta y suspirar para calmarme sali, lo que vi me dejo sin palabras pero decidi ser espectadora de primera fila, posandome justo al frente de Estefania, viendo la particular forma en la que ella y la alemana se saludaban -esas comisuras solo las beso yo joder- dije molesta colocandome los lentes en el rostro-

Ellas siguieron hablando y riendo, Estef me lanzo una mirada como tratando de saber si yo la veia y si, si la veia. Luego de un par de risas y algo de tomaderas de manos, las cuales no las considere necesarias Estef se fue con ella, se fue y me dejo alli, con todo lo que habia ocurrido con todo lo que habia pasado, ella se habia marchado y yo me habia quedado como la mismísima estúpida alli. Mi colera fue tanto, pero no supe porque, si esa doctora no era nada mio, y aun si quisiera que lo fuera no lo seria. Encendi un cigarrillo mientras salia del hospital- Este puto dia sera largo- murmure viendo a Estefania subirse al carro de la -pff ni de su nombre me acordaba ya.

-       DESPUES DE HABER MOVIDO BIEN MIS FICHAS Y HABER CONTROLADO MI ENFADO CON FRIALDAD, HABIA LOGRADO QUE ESTEFANIA VOLVIERA A CONGRACIARSE CONMIGO. PARA MI FORTUNA, ERA DEMASIADO INGENUA Y YO PODIA APROVECHARME DE ELLO. - Y POR QUE ME PEDISTE QUE TE LLEVARA A DAR UNA VUELTA?-

- Solo queria respirar un poco, es todo - Dije disimulando mi satisfaccion de todo lo que habia acabado de pasar. Podia darme cuenta de la indignacion que le habia causado a Alex verme con Lawan. - Sabes que? para el auto un momento... - Dije apenas cuando el auto habia dado la vuelta... -

-       - ESTEFANIA ESTABA TENIENDO CADA VEZ COMPORTAMIENTOS MAS ERRATICOS O QUIZA ERA CHIQUILLA TONTA. AMBAS ME AGRADABAN. - SUCEDE ALGO?

- - Ahmmm... si... sabes? - Dije buscando en mi inventario de excusas. - Olvide que debo atender la cita de un paciente justo en cinco minutos. Debo irme. - Mencioné desatando el cinturon.

-       NUNCA ME HABIA EQUIVOCADO DETECTANDO MENTIRAS. Y ESTA NO ERA LA EXCEPCION. ELLA LUCHABA TRATANDO DE DESATAR EL CINTURON. ME COMPLACIÓ VER SU TORPEZA PARA LAS COSAS SIMPLES. - ANTES DE QUE TE VAYAS, QUISIERA INVITARTE A UNA PEQUEÑA FIESTA QUE HARAN UNOS LUGAREÑOS- DIJE TRATANDO DE NO SONAR EXACTAMENTE COMO YO MISMA, SINO COMO A ELLA LE AGRADABA - UNA FIESTA DE QUINCE AÑOS. - ESTEFANIA ME MIRO CON ASOMBRO.

- - Fiesta de 15 años? - Me rei- Tu? Aqui? - Le puse la mano en la frente. - Creo que tienes fiebre Lawan, a ti no te gustan los pueblos ni nada de eso, ahora resultas en una fiesta de quince? - Tenia afan de salir del auto, no queria dejar que Alexandra se fuera asi como asi. Quiza me habia pasado.

-       SOLO ME PARECIERON INTERESANTES - MENCIONE COMPLACIDA POR SU OBSERVACION. COMO IBAN A GUSTARME TODAS ESAS INSIGNIFICANCIAS? DESDE LUEGO QUERIA UNA EXCUSA PARA VER A LA LINDA QUINCEAÑERA, JENNIFER. Y SI PODIA LOGRAR DOS EN UNA NOCHE, MEJOR PARA MI.

- - Avisame donde es, vale? Me dejas los datos con la recepcionista y yo ire, vale? - Sin darle tiempo de responder me baje del auto y comencé a correr hacia el estacionamiento del hospital. El auto de Alex aun estaba ahi. - Ufff..... debo hacer mas ejercicio. - Dije sientiendo la falta de aire al correr. Quizas mi tobillo ya estaba mejor pero yo fisicamente necesitaba mas ejercicio... De pronto pasé por el cafetin y vi a Alex fumando un cigarrillo y tomando café. - Pfff bonitas costumbres... - Murmuré mientras caminaba. - Hola Andrea... - La enfermera me saludo y al darse cuenta de que andaba tomando una pausa fuera de su horario de descanso, tan solo se disculpo y salio de alli. Alexandra me miró con desdén. - Tu no me mires asi! - Le dije quitandole el cigarrillo, luego le tomé el café de la mano y me lo tome. - Tu vienes conmigo. - Le tome la mano y literalmente la lleve de nuevo al pequeño cuarto en el que estabamos. - Primero... si!!! Estaba celosa!! Segundo... Lawan no me interesa... Tercero.... Si mañana te vas del pais, te quiero repetir que si!! tambien me gustas... - Tome aire. - Cuarto.... No te mereces este beso, pero sé que me pase..... asi que... - me lancé hacia ella y la besé aun cuando ella se resistia. No se de donde saque ese ímpetu, yo no era asi,....... pero poco a poco cedió, hasta besarme con la misma intensidad de nuestros momentos.

-       -Decidí tomar un cafe fuerte para acompañar el cigarrillo sabor canela de siempre. -Ahora hacerla de fotografa -dije antes de sentir que alguien arrebata de mis labios el cigarrillo y antes de verla a ella tomarse mi cafe -Hey eso no es tuyo -Sin poder decir nada mas, ella me llevo casi arrastrada al cuarto ese. El mismo donde habiamos estado antes. -mas os vale que no os guste Lawan -Murmure cruzandome de brazos. -si no lo merezco por que... -Ni la pregunta pude terminar cuando senti sus labios buscar aliento en los mios, cuando senti ese beso como el primero de un amor, el de un sentir, el primer beso que despertaba sentimiento mas que deseo en mi, ella me besaba con el alma no con su cuerpo ella buscaba mi bienestar mas no mi deseo ella me hacia feliz asi fuese solo con un beso- No te quiero ver cerca de la como se llame esa, no me agrada. -le dije reincorporándome de sus labios.

- Pense de inmediato en la invitación de Lawan. De inmediato una gran despreocupación me invadió al respecto y solo quise tomar el rostro de Alexandra para darle la certeza que ella quería que yo le diera. - Como tu digas..... Amor... - Ambas sonreímos. - La única persona que tengo aqui eres tu... - Añadí señalando mi corazón.

-       Me da igual, yo quiero estar en cada parte de ti, no solo alli, y quiero que la unica persona que te bese aqui -bese sus mejillas- aqui -bese sus pomulos- aqui- bese la comisura de sus labios – y aqui- bese sus labios- Sea yo, no esa igualada, no me interesa quien sea, yo os quiero para mi. -en seguida recorde que debia trabajar- Ahora me tengo que ir -quise besarla, porque eso senti porque algo me obligo a desear hacerlo pero preferi darle un poco de lo que ella me habia brindado-  Ya habeis tenido muchos besos por hoy- y sali de aquel cuartico, y tambien del hospital camino al hotel. Un dia tan corto y tanto trabajo.

Regrese al hotel, buscando mi equipo fotografico en la pequeña maleta acomode todo, camara, flash, rollos, cinta, papel, lapiz... Este sin duda alguna seria un evento para recordar. La familia de la pequeña Yenifer, eran grandes conocidos de mis padres, la fiesta era un regalo de estos... Y la mi trabajo seria gratuito para ellos.

RcAdriiTorres. -Facebook-

Se reserva el derecho de autor.

La vida me ha brindado muchas oportunidades, unas le he dicho adios, a otras les he aprovechado al maximo... Pero ahora, le agradezco esta oportunidad de estar aqui! Cuidense. Exitos! Que esten bien, besos... Saludos de la escritora desde mi lugar Venezuela.