La historia de la cantante una dama y su poeta 14

Se me olvido darte algo... -tomo mi mano y sus labios la comisura de los míos- descansa.

CAPITULO 14

  • De estos papeles! -saque una carpeta impermeable que había encontrado en su escritorio por la mañana la cual portaba documentos donde claramente se mostraba los desfalcos y trueques que hacia desde hace varios meses.
  • De donde sacaste eso! Dámelos! -pidió un poco alterado-
  • Los quieres? -el asintió- allí los tienes -le lance la carpeta al piso la cual rodo hasta sus pies él la recogió revisando si todo esta completo y mostro cara de alivio nuevamente- No estas salvo, puede que todos tus asquerosidades estén completas allí pero...
  • Pero que? -pregunto nervioso-
  • En la capital ya esta toda esa información.
  • Qué quieres de mí Alexandra! -se le notaba el miedo en sus ojos-
  • Ayuda a estas personas! Como es posible que hoy haya perdido la vida un señor no mayor de 60 años! COMO COÑO ME EXPLICAS ESO? -le grite colocándome la mano en el pecho tratando de recuperar mi oxigeno- Quiero ayudes a los demás! Quiero dejes de ser tan gilipollas y empieces a ejercer tu cargo!
  • Las cosas no son tan fáciles como crees tu!
  • Me importa muy poco que tan fáciles o difíciles se han las cosas para ti! Porque tú no tienes ni idea de que tan difíciles son para ellos! -refiriéndome a los habitantes de Ojeda- La comida, los medicamentos, algunos lugares hermosos! Todo esta vuelto mierda y todo por qué? -le pregunte sin esperar que me respondiera. Pero aun así él lo hizo.
  • Todo porque me tienen amenazado! El dinero ese que leíste que aparece a mi nombre va  aparar a una cuenta en Colombia! Mi pequeña Lucero esta raptada y cada vez me piden exuberantes cantidades que no tengo de donde sacarlas sino del dinero de la alcaldía -llevo sus manos a sus ojos y cayó desplomado al piso.- Llevo 6 meses sin ver a mi pequeña. –recorde por un segundo la canción de aquel poeta “bitácora de una niña- Ricardo Arjona”- Esos malditos la secuestraron y me han ultrajado a su antojo solo dejándome escucharla en algunas llamadas. Ayer? Ayer si me acosté con Georgina, pero no fue porque quisimos solo paso, empezamos hablar y le conté lo que esta pasando con Lucero, le platique me platico entre copas de alcohol y una noche trágica ella me recodo el afecto humano que perdí cuando Migdalia murió! Se la crisis que esta viviendo el pueblo pero ninguno de ellos saben lo que estoy viviendo y el miedo que me da despertar un día y saber que mi hija esta muerta!
  • Lo que haces esta mal -dije con un tono de voz neutro-
  • Que debo hacer Alex, que debo hacer?
  • Se lo que es perder a quien amas –recordé a Camila- pero nada de eso es la solución, -dije posicionándome a su lado izquierdo y sobando su espalda- por qué jamás me dijiste nada? Porque no hablaste con el gobernador? Con el presidente? Con la guardia de la frontera? La policía?
  • Miedo, DIOS! -grito golpeando el piso de madera haciendo sangrar sus nudillos- Si Migdalia estuviera viva ella sabría que hacer ella siempre supo que hacer.
  • Yo se que hacer, pero debes empezar a darle al pueblo lo que les pertenece al pueblo! -
  • No quiero perderla. -susurro mientras me abrazaba fuertemente-
  • No lo harás, lo prometo, pero por ahora, me iré. No soporto ni un segundo mas aquí, sos como mi hermano, pero tengo muchas decepciones acumulada, me iré hoy a una pensión que he encontrado ya pague mi estadía. Y vi que un señor alquila vehículos así que alquile un machito para esta noche ya ha de estar por llegar. Así que no necesito que me lleves o me traigas, en realidad ya no necesito nada mas de ti. Quienes necesitan de ti, morirán si no actúas rápido. –sentí cierta ira, en esos momentos mi pseudofonetica cambiaba, todos los años en España y de nuevo a mi natalidad Venezuela-

Termine el abrazo, de la forma mas fría, y sin devolverle la mirada triste y solitaria que me entrego entre a la habitación, solía ser siempre así... Muchos me dirían ruin, canalla, engreída, frívola pero no era así solo era mi forma de ser, es que después de tantos golpes de la vida te vuelves cruel y despiadada dándote cuenta que esa es la única manera en la que puedes subsistir. Me tire un rato en la cama, y revise mi teléfono no tenia ganas de responder ningún mensaje solo respondí los varios de Kelly hasta que hubo uno que hasta la fecha no esperaba recibir, estaba acostada con los brazos extendidos con mi teléfono justo encima de mi cara, apenas mis ojos vieron el número desconocido que muy bien conocían quede atónita, nublada, casi ciega!

_Nada es igual sin ti, extraño tu risa.

Mierda! Oh rayos! El mismísimo infierno se me estaba levantando nuevamente! Que se supone que debería hacer? Responder? Ignorarlo? Borrarlo? Llamar? QUE, QUE, QUE? Dios! Ilumina me empieza a vibrar sin control el teléfono -llamada entrante- Me cae en la nariz -Demonios duele! Duele- veo el numero y otra vez. Contesto después de dar vueltas en la cama y caer sentada al suelo con gran nerviosismo.

  • Buenas noches... -silencio del otro lado y una respiración agitada- Alo? Bueno? Hay alguien allí?
  • Alexandra?
  • De parte? -pregunte fría y distante-
  • Ya no me recuerdas? -se sintió su risa- Soy tu luna! -su voz era suave y cautelosa-
  • Mi luna? -la recordaba claramente pero mi orgullo y nueva frialdad me impedían corresponder- No, no recuerdo a ninguna luna en mi vida. Ah y si me perdonas, no mejor ni me perdones, solo se que tengo una cita muy importante. Y tú llamada errónea malgasta mi tiempo necesario, gracias os deseo tengas una mala noche.
  • Alexa...

Tranque la llamada y deje el teléfono tirado sobre la cama me levante en el suelo dándome cuentas que había dejado marcada mi silueta completa en las sabanas -seguía mojada- me desvestí lentamente y mi chaqueta había protegido a mi playera durante todo el día -ja buen gusto y elegancia ligado con un toque maternal hace que las cosas sigan así- me termine de desvestir y luego de una caliente ducha ya estaba debatiéndome en que ropa ponerme. Jeans azules rasgados, camiseta blanca con otra frase “Seré motivo de la sonrisa que siempre negaste” otra chaqueta pero esta un poco menos formal mis zapatos de ocasión mi cabello lacio suelto... Mis maletas cada una en una mano y mi maletín atravesando mi cuerpo por su correa. Escucho la corneta de un auto desde arriba observo por el balcón y allí esta mi machito blanco!

Salgo y veo a Rodrigo con una copa de brandy en una mano y en la otra un pequeño retrato de su hija cuando tenia solo 4 años... -Bastardos- pienso de los tipos que le están haciendo esto y luego recuerdo de toda la desgracia que vive el pueblo y pienso mil maldiciones mas para Rodrigo, intento mantener la calma y paso frente a el, con mi toque elegante y seguro que jamás me abandona una mirada de odio y pena mientras salía por la puerta a un lugar donde ni siquiera lo imaginaba.

  • Tenga, aquí están las llaves. -decía el señor Misael, nos habíamos vueltos muy amigos y me había comentado que manejaba un pequeño negocio en el que básicamente consistía en alquilar autos a los turistas para ayudarse.
  • Es tan encantador como el de mis sueños -lo abrace fuerte y subimos las maletas a la parte trasera del vehículo- de verdad muchas gracias.
  • No se preocupe, estamos muy complacidos con su ayuda.
  • Estamos? –pregunte extrañada-
  • Mi familia  y yo. De hecho mi esposa quisiera invitarla a usted y a la doctorcita -Que no diga el nombre, que no lo diga, calla. NOO! Ella NO!- Estefanía a una pequeña cena en nuestra humilde casa.
  • -Sonrisa incomoda- Claro tío, como no? Por supuesto que acepto siempre y cuando me dejéis ayudaros con la comida.
  • No...
  • Sabría que no habría problema en que yo os ayudara. -Siempre me aseguraba de conseguir lo que quería- Ahora os despido de vosotros porque he quedado con alguien y sino me doy prisa llego tarde.
  • Vaya con confianza. -Ya había dejado de llover y el cielo estaba presto para una noche exquisita.-
  • Alexandra... -voltee a mi derecha y allí estaba Rodrigo acercándose-
  • Alcalde -saludo amablemente Misael-
  • -Rodrigo lo observo de arriba abajo e ignorándolo quiso hablarme, pero yo hable primero dirigiéndome al señor Misael-
  • Le doy un empujón a su casa señor, suba. No acepto no. -El solo asintió y se subió un poco incomodo- Eres un desgraciado! Porque lo ignoraste?
  • Que se suponía que debía hacer? -pregunto encogiéndose de hombros-
  • Que quieres? -pregunte caminando hacia adelante alejándome del auto-
  • Aquí tienes... -era un sobre, lo abrí y había un cheque con un monto bastante redondo- Úsalo para el hospital del pueblo, ya he dado otro para la alimentación.
  • Porque no se lo entregas a los doctores? -Me extraño que me lo diera a mí-
  • Porque te conozco Alexandra y sé que harás lo correcto, a pesar de tu frialdad y orgullo eres una hermosa persona, harás lo correcto. Mañana llega la ambulancia viene de la capital, el camión abastecedor llega junto con la ambulancia. Tengo miedo de que Lucero muera en manos de esos malditos pero después de tus palabras no es justo que personas inocentes también mueran por culpa de ellos, así que ahora esperare un milagro
  • Yo seré tu milagro, arregla tu vida, roba a Georgina y deja de ser tan gilipollas! -le susurre en el oído mientras lo abrazaba, clausure el abrazo lo vi sonreír y como un gesto amable le devolví la sonrisa levante el sobre en un gesto de agradecimiento y me fui-

Subí al 4x4 y empecé a conducir según la dirección que el señor Misael me dictaba, me alegro haber conocido su casa y a su familia, me llene de felicidad cuando los vi, me recordaron de alguna forma a la familia que jamás pude formar.

Volví al auto -Oh un equipo- un poco de música y seguía manejando... Tarde, tarde, tarde -me repetía mientras giraba el volante e intentaba llegar a la plazoleta del tamal- JO-DER!!

Que mujer tan hermosa! Oh señor! Afrodita en serio existe! No volveré a dudar de los cuentos de dioses no después de haber visto a la rubia de ojos claros allí sentada con sus piernas largas cruzadas y esos tacones negros que la hacían lucir tan sexy. El pantalón blanco de caída recta, la camisa de broches dorados descubierta en la parte de su espalda, y un cinturón dorado a la de su abdomen que me hacían recogerme la mandíbula. Baje del auto, sin que ella me viera compre un clavel a un pequeñito -jamás rosas, rosas jamás- acaricie mi cabello suelto y camine, lento, despacio, mi sombra se reflejo en el piso y ella volteo la mirada a mí. Extendí mi mano para tomar la suya, ayudando le a levantar. Ella me sonrío dejándome ver su blanca sonrisa y esos dientes perfectos -Morí-

  • Te dije que te encontraría -susurre a su oído besando sus dos mejillas. Y entregándole el clavel-
  • Gracias eres muy dulce.

Extendí mi brazo izquierdo y la lleve hacia el auto todo terreno que ella no esperaba ver, la ayude a subir y luego subí yo. Ella solo con sonreír ya me daba el ambiente, era una experiencia única ese silencio tan cómodo y amable que había entre ambas. Luego de treinta minutos manejando di con el lugar, una pequeña playa a las afuera de Ojeda. Donde ya había pedido una cena para dos.

  • Ya tenias todo planeado? -achico los ojos e hizo un gesto de puchero-
  • Tengo buena suerte, todo se me dio hoy. Quizás por la lluvia, pero ven toma asiento y disfruta de la velada con la magnífica compañía.
  • Que engreída eres. De verdad.
  • No soy engreída querida Martha, solo que después que has vivido todo lo que alguien como yo ha vivido, usas ciertos disfraces de ti para disimular tus cicatrices -le explicaba mientras daba un sorbo a mi copa de agua-
  • No sé qué decirte -notaba como sus mejillas se sonrojaban-
  • Seria bueno tu apellido, un poco de tu vida, quizás que te llevo a tomar esta profesión.
  • Espero después de que te hable todo se mantenga igual.
  • Y por qué no habría de mantenerse?
  • Soy la hermana de Susana Altamira, tu ex-prometida
  • MIERDA! –dije ahogándome con el sorbo que le daba nuevamente a la copa con agua- Eso si que no lo esperaba, Susana jamás me hablo de una hermana. De hecho ahora que lo pienso ella jamás me hablaba de su familia.
  • Lo siento Alexandra, no quisiera incomodarte, si prefieres culminamos la velada. –dijo ella algo incomoda-
  • Nada de eso. Por favor -dije levantando mi mano pidiendo la presencia de uno de los mesoneros a nuestra mesa- Quisiera... quisiera... Haber que quiero. Quiero comida regionalista. Leí que la cazuela marinera y los patacones son muy buenos, se te apetece Martha?
  • Claro, suena exquisito.
  • No se diga mas. Por favor. Y muchas gracias.
  • De tomar que desean las señoritas -decía el chaval viendo descaradamente los pechos de Martha por encima de su camisa.
  • Bueno desearía que dejases de verle el busto descaradamente a mi acompañante y por otra parte un batido de fresa para mi. Y para ti Martha?
  • -Ella de nuevo sonrojada con esa risita tan particular- Que sean dos.
  • Los siento, ya se los traigo
  • -La vi nuevamente y su risa ya cesaba- Joder, pero que cotilla me ha salido este tío. Pero anda platícame de ti.
  • A ver... No habría mucho que platicar, mi estimada fotógrafa. Nací en Uruguay en una  pequeña colonia llamada Sacramento, soy la hermana mayor de una familia de cuatro.
  • Marcos, Andrea, Martha y Susana.
  • -ella sonrío al darse cuenta que me sabia el nombre de la familia y prosiguió con su explicación- Al nacer Susana el modo como yo veía la vida cambio totalmente. Mis padres comenzaron hacerme a un lado. Y no es una broma en serio me hacían a un lado, recuerdo que en mi cumpleaños 15 mis padres viajaron a Estados Unidos porque Susana quería ir a ver a un famoso. Pase mi cumpleaños con el vago que pedía limosnas, ese día recolectamos mas dinero que nunca, me sentí bien con ese muchacho, a pesar del desplante de mi padre ante los caprichos de mi hermana pase un excelente cumpleaños la semana siguiente cuando mis padres volvieron se encontraron con algo muy parecido a “Gracias por tantas cosas que no me dieron y por tantos rechazos que me ofrecieron, eso ha abierto mis ojos para aventurarme al mundo y dar este nuevo paso en mi vida. No los amo, no los odio. Con convicción y ganas me despido de ustedes. Atte.: Martha.” y así logre salir de Uruguay con mucho esfuerzo y muchos camiones de vacas hacia Argentina donde tome la beca que me ofrecía una universidad, jamás olvidare las palabras de Chavas: “Si queres morir muere por lo que te gusta y si queres vivir vive por lo que te gusta” No supe mas de mis padres, ni mucho menos de Susana, volví a Uruguay luego de 7 años en otros países con otro ambiente ya con una carrera y un esposo. Con otro sentido y otra mentalidad, volví solo porque el borracho y vago de la esquina el que apenas tenia solo 20 años era mi mejor amigo y había muerto. No tienes ni idea de cuanto sufrí. Mis padres después de 10 años empezaron a buscarme. Porque irían a Argentina ya que de nuevo le aplaudían los caprichos a Susana, -ella esbozo una sonrisa de manera ironica- rogaron mi asistencia así que viaje desde Roma hasta Argentina, pase una semana allí, viendo por las noticias y periódicos que la pareja gay del momento se separaba, me sentí mal no por ella sino por ti, tu no tuviste la culpa de ser parte de los juegos de ella. Luego de ello viaje a Brasil donde me encontré con un antiguo colega que me hablo de este maravilloso proyecto, me ofreció ser parte y aquí estoy tomando un delicioso batido con una fotógrafa hermosa.
  • Oh vaya que historia, pero que hiciste durante esos diez años? Y tu esposo? -pregunte emocionada-
  • Nos divorciamos, ahora es el esposo de mi hermana. Cuando llegue a Argentina con tan solo 15 años le conté mi caso al rector de la universidad, por poco me deporta, pero al ver el terror en mis ojos ayudo para que me quedara, mis padres no les importo mucho porque nunca me buscaron. Termine mi carrera y a mis 20 años ya era toda una profesional, decidí irme por la rama del corazón para ayudar a esas personas no tanto con medicamentos sino con una sonrisa, una palabra, esa palabra que jamás recibí de mis padres “Estoy aquí para ti” a mis 22 ya tenía un hermoso vestido blanco, sabes? Como el que dice la ranchera...
  • Yo voy a casarme vestida de blanco! -cante, feo, desafinado pero con cariño, ella me sonrío tomo un poco de su batido ya la comida había llegado-
  • Y me encontraba llegando al altar, recién casados suspendí la luna de miel solo por Chavas él lo merecía, no tuvo la culpa de ser huérfano. Después que Julián y yo viajamos a Uruguay nada fue igual que en nuestros 3 años de noviazgos. Hasta que un día me canse y como siempre acostumbraba hacer firme los papeles de divorcio espere su firma y una mañana partí a Portugal, viaje a Canadá, Islandia, Roma, Brasil y uno que otro país que justo ahora no recuerdo, -eso me hizo sonreir, las personas que mas acostumbran a viajar es porque algo les frena la vida en sus destinos, los recuerdos, las heridas, lo momentos de un dolor que aun no cesa- hace años pare aquí, en Venezuela porque quise ayudar a esos que no recibieron ayuda, por eso llegue a MSF y ahora soltera casi con 30 años, una hermosa carrera una gran profesión y ahora una excelente compañía.
  • Oh que trota mundos -hable dándole un bocado a la cazuela.
  • Ya te he contado mi historia, quisiera saber la tuya. -Ella me regalo una sonrisa y comenzó a comer.

Evite su comentario, solo comía y la observaba sus ojos amarillentos como la champaña o el agua de un rio que corre a través de una tormenta que puede arrasar con todo a su paso, me ponía un tanto nerviosa, en medio de miradas, uno que otro rose de nuestros dedos terminamos la velada, ya había pagado la cuenta y en el cielo brillaban las estrellas.

  • Os incomoda si hago una llamada?
  • Por favor, te estaré esperando allí, bajo aquel árbol. -dijo ella levantándose y alejándose mucho del lugar, en realidad el árbol que ella se refería estaba lejos de donde nos encontrábamos pero en definitiva estaba hermoso, el árbol estaba al lado de los riscos así que se sentía y escuchaba el oleaje de la playa de una forma única.

Marque... Medio repique

-Como sabrías que te llamaría?

-Después del mensaje ... Iré a comer con alguien esta noche ... debo esperar noticias, no?

-Tienes razón, buen punto.

-Bueno? Como estas? Donde estas? No me digas que tu lista creció?

-Es hermana de Susana Altamira!

-QUE? -su grito me dejo sorda-

-Como me oísteis, pero ella es diferente. Nada que ver con los caprichos absurdos de esa niña malcriada.

-Como diferente?

-Dulce, tierna, educada, preocupada, atenta, humana, cariñosa.

-No soy ambiente pero me enamore! Como es posible que una persona tan hermosa sea familia de semejante podredumbre!

-no tengo ni la menor idea, pero ella es sensacional. Me hace no extrañarte tanto, como sigue Brayan?

-Ya esta algo mejor, la palabra mágica CHOCOLATE! Y se curo.

-Me alegra que ya mi campeón este así, hermosa te debo dejar la chica me espera.

-Vale, espero pronto verte. Ah por cierto donde pretendes pasar la noche?

-Mis últimos días por esta vez aquí, espero no sean de vida. Los pasare en la pensión o posada como quieras La Gocha. Es cómoda y acogedora. Ahora vida mía te dejo.

-hasta luego amore mío.

Tranque la llamada y apague mi celular, camine despacio y con las manos dentro de mi chaqueta hacía frío lo note al ver su piel de gallina.

  • Toma, abrígate. -dije colocándole mi chaqueta sobre sus hombros-
  • Siempre eres así? Tan amable?
  • no. -respondí de forma seria-
  • Entiendo, me platicaras de ti? -no iba hacerlo pero ese reflejo en sus ojos me lleno de tanta confianza que me fue imposible no hablarle-
  • Que tanto te puedo contar?
  • No se, lo que quieras, yo te conté toda mi vida. Seria justo recibir un poco de confianza no?
  • Tenes razón tía. -me senté en la arena recostada sobre el árbol que ella me había señalado mientras ella abrigada estaba sobre los riscos.- Nací aquí en este hermoso país aunque pase toda mi infancia con algunas tías en Madrid.
  • Eso explica tu acento.
  • -esboce una media sonrisa y continué hablando- Allí conocí a mi mejor amiga, 25 años después somos inseparables. A los 12 años cuando me acepte como quien soy, volví solo para hablar con mis padres y regrese a Madrid a terminar los estudios, me tome un año sabático junto con mi mejor amiga la cual salió embarazada. Un hermoso campeón, 22 años ya habíamos terminado las carreras, porque nos saltábamos las vacaciones, las cuales mis padres siempre me cuestionaban porque jamás podía venir. Pero en fin así pudimos adelantar algunas materias me especialice en redacción y escritura. La literatura envasada en la escritura de poemas siempre fue mi mejor pasatiempo y ahora era mí más grande realidad, tome algunos talleres de fotografía y me gusto tanto que decidí tomarla como segunda carrera. A los 22 cuando regreso mis padres me reciben con un hermoso regalo.
  • La imprenta. –comento ella como si supiese mas de lo que yo pudiese contarle-
  • Si, poco después conozco a tu hermana, nos hacemos amigas comenzamos a trabajar juntas me acompañaba a mis deportes extremos los fines de semana y luego de dos años nos hicimos novias, deje mi vida donjuanesca por ella o algo asi intente –amabas reimos-  me portaba bien, en serio. Ok eso es mentira –tuve que retener mi carcajada, no sabia lo que era portarse bien- Y sabes lo difícil que es un don juan fiel? Eso es muy muy difícil. Por ende jamás lo logre, pero hice lo mejor que pude para ocultarlo -ella rio ante mi comentario- Fue allí cuando quiso dar el paso grande el matrimonio, hablaba con sus padres por WEBCAM, por mensajes, llamadas pero jamás los vi en persona. Estaba emocionada creía que esta vez seria diferente que esta vez si tendría mi final feliz. –mi mirada se perdió en una estrella que brillaba con mas fuerzas que el resto-
  • Que ocurrió luego? –pregunto ella, sacándome de mi ensimismamiento-
  • Luego de que? –pregunte atontada-
  • Creias que Susana seria un final feliz.
  • Oh si –retome el relato- jamás crei eso, solo busque aparentar, como cuando las personas se casan solo porque saben que es lo correcto y no lo que quieren hacer, yo lo haría por pendeja, por nada mas que por pendeja.
  • Teniendo a todo un aren para ti.
  • Exacto, siempre con todo un aren para mi.
  • -Ella sonrio- vaya Alexandra. –mi confianza plena me impedía avergonzarme.-
  • Estaba tramitando para una casa en Inglaterra para mudarnos ya que utilizar el ingles no es problema alguno pero luego paso lo que paso, empecé de nuevo a ahogarme en alcohol, cigarrillos y sexo casual así que las cosas cambiaron. Antes lo hacia en silencio, ahora era publico, seguía siendo la misma perra despiadada. Seguí manteniendo la Imprenta de la mejor manera, hasta que llego hacer la mejor del todo el país. En este ultimo año  he estado en coma 3 veces, el ultimo fue el más largo 2 meses de los cuales mis padres no estuvieron allí sino mi mejor amiga, y mi hermana. La sobredosis de alcohol trae grandes consecuencias, no bebas! -le dije negando con mi dedo índice- luego de todo eso me llamaron de aquí y quise hacer algo conmigo, dejar mi huella, no se cuando pueda morir así que quiero alguien se levante una mañana o antes de dormirse en una noche como esta y pueda decir libremente “Alexandra Medina dejo una huella imborrable en mi vida” Esta es mi vida, sufrimiento, un par de cicatrices bastante fuertes cosas malas. Y mas cosas malas.
  • Jamás una relación? Una novia o novio serio?
  • El amor no fue hecho para mí, o quizás esa que es mi media mitad falleció antes de que yo la encontrara. Me case con alguien mucho antes de Susana. -recordé a Samanta en un suspiro-
  • Y que le ocurrió? -Pregunto interesada-
  • Falleció, era aeromoza. Cosas de la vida una mala jugada del destino.
  • Lamento escuchar eso –dijo con un tono triste-
  • No lo sabias, Del resto he tenido Una lista de infinitas mujeres y ya. Mis relaciones duran lo que puede durar alguien para llegar al orgasmo. Creo que eso del compromiso no fue la mejor elección en mi vida.
  • Eso explica porque eres así... -le interrumpí-
  • Fría, distante, como si cada cosa que no fuese yo no me importara.
  • Exacto. –dijo ella-
  • -sonreí ante lo obvio- las cosas malas te destruyen pero es tu decisión si logras continuar y construirte o solo serás parte del montón de fracasados que se quedan allí.
  • Eres tan diferente a todo lo que escuche de ti.
  • Y que has escuchado? -de mí hablaban tantas personas-
  • Cuando estuve en Argentina conocí a una mujer, una modelo -Podría ser ella?-
  • Que ocurrió con ella? -Tenia que salir de dudas
  • Ella te conocía, pude jurar que te secuestraria justo el mismo día de la boda. Era alta con un lunar un poco extraño en su cuello.
  • Morena, ojos oscuros y mirada fuerte, cabello negro como la noche y un contonear de caderas que descontrola todos tus sentidos -Ella asintió sorprendida-
  • La conoces?
  • Jajajajaja fue conquista -Dije entre risas, llenándome de orgullo- Gracias a ella conocí a mi mejor amiga, la tía es española. Jamás me imagine que fuese a ir a mi boda.
  • Y yo soy la trota mundos? -pregunto graciosa-
  • Que te puedo decir? Soy débil ante los encantos de una mujer. Me siento como un pintor y a ellas las veo como un gran lienzo donde tengo la oportunidad de ser libre y dejar a mi imaginación lo que deseo dibujar.
  • Vaya, por primera vez en esta charla no interviene tu ego de manera descomunal -sonrío-
  • por qué dices que soy diferente? -Mi curiosidad-
  • Tienes un toque humilde, tierno y hasta gracioso.
  • No se lo digas a nadie, esta faceta de mi solo tú la has visto y mi amiga que la vive.

Continuamos hablando durante infinitos segundos que pasaron hacer largas horas. Cuando sentí toda la pesases de sus hombros en mi ser, me levante me acerque a ella para extenderle mi mano de la misma manera que lo había hecho antes, y sujetando su brazo izquierdo entrelazado con el mío subimos al machito donde la madre naturaleza se estaba haciendo presente, el rocío ya se mostraba. Encendí el auto ahora una grata platica y de nuevo yo tratando de encontrar la ubicación de la cual Martha me hablaba.

  • Aquí es. -Dijo ella, estacione el auto, bajamos-
  • Muy bien sana y salva, y justo a las hora.
  • Son las doce -Observo el reloj que había en su muñeca-
  • como la cenicienta
  • espero la magia y el encanto de momento se pueda repetir en otra ocasión  y no termine todo de esta forma.
  • Te veré luego. Cuídate doctora corazón.
  • Hasta pronto fotógrafa estrella.

Estaba por darme la vuelta, esta nueva amiga me agradaba.

  • Se me olvido darte algo... -tomo mi mano y sus labios la comisura de los míos- descansa.

Me quede allí inmóvil por unos segundos hasta que una fría brisa se hizo presente haciéndome dar cuenta que el beso no fue lo único que se le olvido darme -Mi chamarra española, diseñada a mano- Dios! Bueno no importa, le pediré otra a Kelly de cumpleaños.

Volví el auto y con la mala memoria que solía gastarme después de una hora en la soledad llegue. Al fin.

Desde que me conozco, mi sueño siempre había sido débil. En mi departamento en Tailandia me las había arreglado para instalar paredes anti-ruido para ninguna interrupción llegara hasta a mi habitación. Afortunadamente para mi, lo único que se oían eran los suaves ruidos de los insectos en medio de la noche.

Pero esa no era mi noche!! El dolor me había despertado varias veces y el agotamiento volvía a hacerme dormir, era como un balance entre ondas beta de dolor a dolor.

Y De nuevo algo me despertó. Quien venía por el lugar haciendo ruidos como si estuviera haciendo una mudanza? Una mudanza? A esta hora? De nuevo sentí el tremendo dolor en mi pie, las cosas no estaban bien.

Baje mis maletas y con cuidado camine por aquel solitario pasillo que me ponía la piel de gallina. La poca luz que había mas el silencio ensordecedor. Ahora mi llave para saber cual era el número de mi habitación... Rayos y mi llave? Llave, donde estas? -y si la deje dentro de la chaqueta?- no, imposible, una maleta, desarmada y armada nuevamente, la otra. Dios ya tengo sueño, veo algo borroso. Quiero dormir. Dos noches de desvelo me caen del copón. Sigo revisando. BINGO! La saque del bolsillo de mi maletín y veo la tarjeta  número 6. -Dislexia no me avergüences ahora- Busco la puerta, introduzco la llave en la cerradura y -Esto no me puede estar pasando a mí- intento girar la llave y esta no gira. Hago  movimientos bruscos en la cerradura intentando de que la llave gire pero no. Siento algunos pasos. Ojala sea la señora Guadalupe, quiero me cambie esta llave defectuosa. Veo que alguien gira la manilla de la puerta. Pero que diablos.

Se reserva el derecho de autor.

RC Adrii Torres. -Facebook-

No dejes que la oscuridad ciegue tus metas, recuerda que siempre llueve y el cielo se desborda. Se nubla, pero asi como llega la noche sale el sol. no pierdan la fe.!

De ante mano muchas gracias a todos los que me leen y me apoyan. seguire escribiendo. Esten a la espectativa pronto, muy pronto vendran cosas nuevas. letras que ni yo misma me creo que existen.

Bendiciones para todos, cuidense. Feliz viernes, a los que trabajan exitos y a los que rumbean cuidado!