La historia de 2 hermanos - Prólogo
La historia de Andrea y Guillermo, 2 hermanos que siempre se habían deseado sexualmente, pero en silencio. Ahora su aventura empieza y no parece que vaya a terminar pronto
Prólogo .
Serían las 3 o las 4 de la mañana cuándo dormían juntos en la misma cama Andrea y Guillermo. Estaban en París, de viaje con su padre y su hermano pequeño.
Guillermo no podía dormir, por lo que empezó a pensar en multitud de cosas. Sin ningún motivo se fijó en su hermana, allí estirada a su lado. Le parecía muy bonita y había soñado con ella otras veces al verla desnuda.
Se fijó en sus medianos, pero bien puestos, pechos que se marcaban a través del pijama. Por la cabeza de Guillermo empezaron a pasar ideas y deseos de lujuria que de saberlo cualquier persona, le habrían dicho de todo. No era la primera vez que dormían juntos, pero si la primera que la tenía tan cerca y tan dormida.
Cuándo eran más pequeños, algunas veces Andrea le había permitido a Guillermo que le tocará sus pechos, ya fuera por chantaje de ese o por acuerdos mutuos como el de dejarse tocar las partes íntimas de cada uno durante x segundos.. Siempre que hacían eso, Guillermo se encerraba en el baño a masturbarse pensando con lo que le gustaría que pasara. Pero nunca paso de eso, deseo y juego de chicos.
Ahora tenían 20 años Andrea y 18 Guillermo, y sus cuerpos estaban totalmente desarrollados y los dos deseosos de sexo.
Guillermo no podía contenerse, así que, haciéndose el dormido, lanzó un brazo por encima de su hermana la cual estaba boca arriba. El brazo paso de largo y pudo así abrazarla por donde el pecho derecho de Andrea terminaba. Al notar que ella no reaccionaba decidido lanzarse un poco más y se apretujo tanto como pudo, sin parecer despierto, a su hermana. Ahora el corazón de Guillermo latía más rápido de lo que nunca lo había hecho. Sabía que lo que hacía no era moralmente correcto y que su hermana podría acosarle y arruinarlo explicando esas cosas que hacía.
Andrea, estando dormida, se giró a su derecha y quedó con la mano de Guillermo en su pecho derecho. A Guillermo se le salió el corazón por la boca cuando noto que su hermana se movía, pero al ver que no decía nada y que su mano quedaba sobre su pecho sé tranquilizo. Su pene empezó a erguirse cuando su cabeza le hizo imaginar a su hermana completamente desnuda en esa posición que estaba, perfecta para realizar la cucharita.
Sin pensarlo demasiado y a sangre fría decidió apretar su mano poco a poco. Lo que noto le hizo tener su pene erguido al máximo en escasos segundos. Empezó a manosear ese pecho tan apetecible de su hermana. Y el tiempo pasó. En un momento quito la mano y su hermana realizó un movimiento suave, tan solo se posicionó correctamente, continuando en la misma postura.
Guillermo entonces, con la mano que había tocado el pecho de su hermana, se bajó el pantalón de pijama y empezó a masturbarse suavemente. Su cabeza y corazón funcionaban a toda máquina. Estuvo unos minutos hasta que reparó en la posición de su hermana. Ahí su corazón latió más rápido aún si pudo. Estaba decidido a fregar su pene por el culo tan redondo y marcado por el ejercicio que hacía su hermana. Volvió a lanzar una mano por encima y espero unos segundos para comprobar que su hermana seguía dormida, así era. Entonces, y muy despacito, empezó a acercarse a su hermana. Poco a poco, sin prisa. Hasta que la punta de su pene chocó con el pijama de su hermana. Su corazón le latía con tanta fuerza que parecía que cualquiera persona despierta pudiera notarlo de solo estar a su lado. Al comprobar que su hermana no daba señales de estar despierta se apresuró a quedar totalmente junto a ella. Y así lo hizo. Ahora estaba en la posición de la cucharita. Con su hermana. Aunque se lo hubieran dicho que un día estaría así, el nunca se lo hubiera creído. Pasados unos segundos de estar bien pegado al cuerpo de su hermana empezó a fregar su pene cuidadosamente por la superficie, tapada por la ropa, de su hermana. Parecía que en cualquier momento fuese a eyacular, el hecho de notar el desnivel de su cuerpo le excitaba como lo que más.
Después de estarse así durante unos minutos, decidió irse al baño y terminar lo empezado.
Al regresar a la cama, su hermana estaba cabeza arriba, hecho que pasó desapercibido para Guillermo. Se estiró en la cama y se puso de espaldas a su hermana. Al cabo de unos segundos empezó a notar como la mano de su hermana le acariciaba el brazo derecho, el cual quedaba arriba por la postura en que estaba él estirado, y poco después la mejilla. Nada más ocurrió ésa noche.