La hija del Presidente del Banco

Su hija embarazada necesita un poco de alivio sexual porque su marido la tiene abandonada y su padre debe hacer todo lo posible para evitar que se frustre.

La hija del Presidente del Banco

A mi hija le dí el empleo de cajera de mi banco... Soy el presidente del banco, gracias a que mi abuelo y mi padre me pasaron el título.

Ella se llama Jaylin... Es una preciosa chica de veinticinco años... En la escuela secundaria fue la animadora principal, la reina del baile y, por supuesto, también salió con el capitán del equipo de baloncesto... Luego, en la Universidad también era muy popular... Formaba parte de una hermandad de mujeres, y también obtuvo excelentes calificaciones.

Ella trabaja de cajera en este momento sólo para aprender todos los trabajos de abajo hacia arriba, como tuve que hacer yo hace varios años... El abuelo había insistido en que cada presidente del banco comenzara desde el primer peldaño de la escalera... Por supuesto, es fácil empezar desde abajo si ya sabes que algún día vas a ser el presidente.

Jaylin se casó justo después de su graduación... Lo hizo con su novio que tenía desde la escuela secundaria, el capitán de fútbol... A él también le fue bien en la universidad, pero no con tan buenas calificaciones como Jaylin... Esperaba convertirse en un jugador de basquet profesional y era sólo un estudiante mediocre de ingeniería... Tras acabar, consiguió un trabajo decente en una empresa de fabricación local.

A los pocos meses de estar casados, Jaylin quedó embarazada. Debido a que Jaylin y yo trabajamos juntos casi todos los días, yo sabía mucho más de lo que estaba sucediendo con su embarazo que su esposo o su madre.

Le había dado tiempo libre del trabajo para que fuese a sus citas con el médico y supe los resultados inmediatamente cuando volvía al trabajo.

Ella me enseñaba sus pantalones de maternidad y blusas que había comprado en sus horas de almuerzo... Incluso me había mostrado sus sujetadores de maternidad, de esos que tienen trampillas para amamantar al bebé.

Me sorprendió cuando me mostró ese sostén en particular en mi oficina desabotonándose la blusa que llevaba... Llegué a excitarme viendo sus pechos en un sostén que los cubría por completo y eso que ella enseñaba mucho más pecho en su bikini mientras nadaba en mi piscina o se metía en mi jacuzzi en casa.

Cuando estaba embarazada de unos seis meses, comenzó a quejarse de su falta de sexo... Parece que su marido había decidido que ya no quería follarla... Ella pensó que era porque él estaba teniendo una aventura con otra mujer.

Lo malo era que Jaylin ansiaba cada vez más y más sexo, pero tener poco o nada, la ponía mal de los nervios... Esto ya le estaba pasando desde hace un par de meses y ella estaba muy frustrada.

Jaylin hablaba conmigo cada vez más sobre sexo y masturbación...

Cuando llevaba siete meses de embarazo, se sentó en mi oficina, se abrió la blusa y deslizó su mano por los pantalones de maternidad para aliviar su malestar... Y lo hizo justo enfrente de mí.

Traté de concentrarme en mi trabajo, pero no pude y me quedé mirando lo que hacía... Se había bajado sus pantalones y me mostraba las bragas... Tenía una mano metida en su entrepierna y gemía en voz alta.

Finalmente, cuando Jaylin tuvo su segundo orgasmo, abrió los ojos y me dio las gracias... Cuando le pregunté por qué, me dijo que era porque mi presencia la excitaba mucho y se corrió dos veces con mucha facilidad... Me contó que cuando se masturba en el cuarto de baño de mujeres o en casa no logra correrse, pero hacerlo frente a su padre es una verdadera excitación para ella y por eso se corre.

Le dije que también era excitante para mí por lo que ella me sugirió que nos masturbáramos juntos al día siguiente... Cuando ella vio la expresión en mi cara, me dijo que podía esconder mi polla debajo de mi escritorio sino quería enseñársela y verlo masturbarse, pero que ella vendría con un vestido para que lo pudiera ver mejor.

Ese día tuve problemas para mantener mi erección bajo control.

A la mañana siguiente vino mi hija Jaylin con su vestido... Tenía la longitud perfecta para una cajera de banco siempre que su gran barriga no le quedase mucho más corta por su abultada barriga... Conociendo a mi hija, se lo habría mirado en un espejo varias veces antes de decidirse a usarlo en el trabajo.

En su descanso para tomar café a media mañana, Jaylin entró en mi oficina y cerró la puerta con llave como suele hacer ahora... Luego se sentó en la silla con el respaldo alto... Nadie nos molestaría.

Jaylin se levantó el vestido y lo metió ligeramente en el escote sobre su sostén... Luego bajó sus bragas hasta las rodillas enseñándome su atractivo coño.

Estaba cubierto de vello castaño que se lo había recortado... Los labios de su vagina estaban hinchados... Su clítoris estaba ligeramente expuesto y sus labios interiores rosados ​​también eran parcialmente visibles.

Entonces Jaylin se agachó, insertó un dedo dentro de su coño y comenzó a masturbarse con valentía frente a mí.

Mientras se tocaba, hablaba constantemente... Me contó de cómo se masturbaba cuando era adolescente mientras pensaba en mí... Me habló que había follado con algunos de sus profesores en la universidad porque eran de mi edad... Ella me dijo que quería desesperadamente que me la follara.

¡Guauu!... Mi propia hija quería que me la follara... Vi como Jaylin se corrió tres veces seguidas... Finalmente, se quedó satisfecha y fue a mi cuarto de baño privado para lavarse las manos y volver a su puesto de trabajo.

A partir de esto, noté que Jaylin sonreía más... Ella había arreglado su hora de almuerzo para comer conmigo e incluso pidió comida para llevar para los dos.

Sabía que mi plato favorito eran los camarones y el brócoli... Mientras comíamos en mi oficina privada, devoraba su comida...

Al terminar, levantaba el vestido y volvía a bajarse las bragas... para calentarme aún más, mi hija Jaylin abría las solapas de su sostén de lactancia y apretaba sus pechos haciendo que sus pezones segregaran leche.

Eso fue explosivo para mí... No había visto eso desde un año después del nacimiento de Jaylin, cuando la amamantaba su madre.

Sorprendentemente, Jaylin se inclinó y chupó sus pezones para aliviar la presión en sus pechos cargados ya de leche.. Me impresionó que hubiera empezado a lactar tan pronto.

Jaylin me dijo que había estado trabajando en ello y que ella misma lo había inducido... Y a continuación me rogó que la follara.

Le dije que no podía y usé la excusa de que alguien podría mirar por la ventana de la puerta del despacho y vernos.

Al día siguiente apareció ‘ Cristalglass ’, una compañía de cristales, para instalar un espejo a prueba de balas en la puerta de mi oficina... Era del tipo que era un espejo por la parte exterior y una ventana para que yo mirara hacia afuera.

No pude evitar sonreír cuando el hombre me entregó la orden de trabajo... Miré directamente a Jaylin y ella sonrió y me saludó con la mano.

La comida de ese día fue una pizza de cuatro quesos.

Mi encantadora hija embarazada Jaylin comenzó desnudándose por completo frente a mí... Luego se inclinó apoyando su gran barriga en mi mesa de escritorio mientras yo deslizaba mi polla en su coño por detrás.

¡Que bueno y que placer!... Mi hija tenía el coño más suave, cálido y húmedo en el que jamás había estado mi polla.

Empujar mi vientre contra su culo era otra cosa... No se parecía en nada al culo de su madre... Era firme, redondo y un placer chocar con él... Luego, por supuesto, tuve que meter la mano debajo de ella y ahuecar sus pechos hinchados mientras la follaba.

Me dijo que le dí, la follada de su vida.

Yo, hasta entonces, nunca había tenido un pensamiento incestuoso en mi vida, pero era obvio que mi hija si lo había tenido.

Mientras bombeaba mi semen en el agujero del coño de mi hija, todo en lo que podía pensar era en volverlo a repetir una y otra vez... Con ella estaba teniendo las folladas más increíbles de mi vida y sabía que no había forma de que pudiera renunciar a ellas.

Nos tomamos un descanso del sexo durante una media hora para comer y luego tuve a Jaylin de nuevo como postre.

Esta vez se acostó en la alfombra gruesa en el suelo mientras yo follaba en la postura misionero... Me encanta esa posición cuando me follo a mi esposa y follar con mi hija no fue diferente.

Mientras la follaba, golpeé su vientre suavemente mientras mantenía sus piernas alrededor de mi cintura... Se notaba que ella había estado deseando una polla durante semanas y ahora disfrutaba cada centímetro de ella metida en su coño.

Mi hija se relajó, cerró los ojos y empezó a arrullar como lo hace su madre antes de correrse... Me agaché y acaricié el clítoris de mi hija para asegurarme de que tuviera un par de orgasmos más antes de que yo me corriese... Después se durmió contenta.

Llamé a mi secretaria por el interfono y le dije que mi hija estaba durmiendo una siesta bien merecida y que alguien ocupara su puesto.

Una hora más tarde, Jaylin se despertó con una sonrisa... Se le notaba que estaba muy satisfecha.

Me besó, me agradeció el maravilloso sexo que tuvimos y empezó a vestirse.

Mientras se ponía el sostén, notó que sus pechos ya no le dolían... Me dijo que podía proporcionarme la crema para mi café en cualquier momento que quisiera, con tan sólo llamarla, vendría... Con estas palabras que me dijo, seguro que estaba ansioso por tomar una taza de café ahora.

El médico de Jaylin le permitió trabajar hasta el octavo mes de embarazo... Y por ser la hija del Presidente del banco podía sentarse, pararse o tomar un descanso prácticamente en cualquier momento que lo necesitara.

Ese último mes, después de que dejó de trabajar, Jaylin todavía vino a almorzar conmigo todos los días laborales... Ese último día incluso la follé entre sus contracciones... Fue al hospital un par de horas después con mi semen todavía en su coño.

Ahora soy el orgulloso abuelo de un bebé de 4,5 kilos de peso.

Tres semanas después, Jaylin vino a almorzar y trajo a su bebé con ella... En lugar de almorzar, quería sexo... Vi como ella se desvistió... Estaba un poco avergonzada de que su cuerpo aún no se hubiera recuperado y de que su vientre estuviera bastante flácido.

Ella colocó a su bebé acostado sobre la mesa de mi despacho y luego se inclinó para bajar uno de sus pezones a su boca... Esa fue todo lo que hizo y me dijo.

Mi nieto se agarró a ese pezón y comenzó a mamar... Mientras, deslicé muy suavemente mi polla en el tierno coño de mi hija y la palpé por todos sitios... A medida que ambos ganamos confianza, me volví un poco más agresivo... Finalmente me corrí y golpeé su culo haciendo que sus tetas se movieran por todos lados... A pesar de ello, mi nieto nunca soltó su pezón, ni siquiera una vez... Y Jaylin estaba feliz de volver a tener mi polla dentro de su coño.

Cuando saqué mi polla, Jaylin me sonrió, abrazó a su bebé contra su pecho y dijo:

  • "¡Bueno, papá, ese fue su primer 'batido de leche' !... ¡Estoy segura de que le gustará que le dé muchos más!"

Jaylin se vistió, me dio un beso de despedida y me dijo:

  • “¡Gracias, papá!... ¡Nos vemos mañana para comer juntos!"

Solo sonreí y la vi salir de mi oficina... Fui a la ventana de cristal de mi puerta y la vi caminar hacia la salida... Se volvió y me lanzó un beso, sabiendo que la estaría mirando... Mañana me la volvería de nuevo a follar... Ya tenía ganas de repetir y eso que apenas habían pasado unos minutos.

F I N