La hija de Carmen
Mi historia
E
staba de mal humor, llevaba varios dias persiguiendo a mi marido para intentar encontrar un momento para hacer el amor pero con el estrés de la vida actual no habia forma de encontrarlo, era el segundo dia sin sexo y él acaba de llamar para decir que volveria a llegar tarde por exceso de trabajo.
Un instante después sonó de nuevo el teléfono era mi abuelita diciéndome que si podía ir a visitarla que tenia una sorpresa para mi, supuse que habría hecho esas galletas de almendra que me vuelven loca desde pequeña, vive muy lejos, en el pueblo y tendría que coger el tren pero el simple hecho de su llamada mejoro mucho mi humor siempre he querido mucho a mi abuelita.
Así que fui a darme una ducha rápida y fría (eso siempre ayuda), salí de la ducha, me seque el cuerpo y me enrolle una toalla mas pequeña en la cabeza, me dirigí hacia el armario para elegir que ponerme, estaba dudando, cuando me vi reflejada en el espejo retrocedí un par de pasos para verme mejor, retire la toalla de mi cabeza y sacudí mi melena, mmmm preciosa, cuerpo esbelto, ojazos, labios carnosos, curvas de infarto, pechos exuberantes, coño depiladito, piernas firmes y culo redondeado.
Me acerque sin dejar de mi mirarme a mi mesita de noche y del primer cajón saque unas medias negras con dibujo de rejilla, me senté en la cama y me puse las medias lentamente observando mi cuerpo en el espejo, cuando acabe, me deje caer un poco hacia atrás apoyando las palmas de mis manos sobre el colchón, mis pechos se movieron suavemente de arriba abajo a pesar de su firmeza y mis pezones rosados se endurecieron levemente, mis rodillas estaban juntas pero poco a poco las fui separando cada vez mas hasta dejar totalmente expuesta mi rajita, mire de reojo el reloj de la mesilla de noche.
.- mierda que tarde es, voy a perder el tren, que lastima si hubiese tenido mas tiempo me habría masturbado y mire con nostalgia el segundo cajón de la mesilla de noche donde guardo todos mi juguetes.
Me levante y me vestí a toda prisa, me puse un tanga, una minifalda, un top de tirantes y unos zapatos además de la medias que ya llevaba puestas.
Al pasar por delante del espejo, no pude evitar el mirarme nuevamente, levante un poco la minifalda quedando a la vista el tanga de tira roja que me habia puesto, repare en que la minifalda de pliegues a cuadritos escoceses era bastante corta apenas cubría el encaje de las medias, los zapatos negros de tacón muy alto aún aumentaban más la sensación de que la falda era muy corta y el top rojo dejaba a la vista mi obligo y remarcaba mis preciosos pechos.
.- chica como se nota que andas caliente.
Cogí el bolso y salí a toda prisa hacia la estación.
Cuando llegué a la estación, lo de siempre, había retraso y al final tendría que esperar.
Me dirigí al bar de la estación, note varias miradas sobre mi al entrar en el local, especialmente la de un chaval de unos 16 años al que parecía que se le iban a salir los ojos, pedí un café con leche y me senté en una mesa algo apartada, cruzando las piernas al hacerlo para que no se me viera el tanguita.
.- por fin un poco de tranquilidad, quizás me de tiempo…
Así que empecé a hacer trabajar los músculos de mi vagina , buscando conseguir un orgasmo siempre son menos intensos de esa forma pero también disfruto mucho.
A pesar de que mi excitación iba en aumento por segundos, yo seguía con apariencia tranquila para que nadie sospechara nada, es algo que cuesta bastante pero con la práctica se consigue.
Cuando el anuncio de la salida de mi tren me saco de mi concentración.
.- nada que hoy no hay manera.
Ni siquiera había tocado el café con leche, deje el dinero sobre la mesa y me levante, me fije que el chico todavía seguía mirándome como embobado pero al notar mi mirada, giro su cabeza de golpe disimulando como pudo.
Me dirigía al tren, caminando a paso rápido (todo lo que me permitían mis tacones) y cuando ya llegaba al tren vi reflejado en una de las ventanillas al chico del bar, me había seguido desde que había salido del mismo y caminaba detrás mío observándome, estuve apunto de pararme para dejar que pasara de largo pero me salió esa vena picarona y en vez de eso comencé a caminar más despacio y moviendo de forma exageradamente sexy mi culito.
Y de esa forma entre en el vagón del tren, era hora punta y estaba hasta los topes
.- que asco.
Enseguida me di cuenta de los típicos babosos que en cuento ven una mujer bella se ponen hacer el tonto y se daban codazos haciendo comentarios obscenos así que mire algún sitio donde pudiese estar sin ser tan observada, había uno que no estaba mal pero era donde se había colocado el chico del bar que había entrado también en el vagón, dude pero finalmente decidí buscar otro sitio, al fondo detrás de una barra de soporte que tenia un anuncio había uno genial, podría estar allí tranquilamente y el anuncio me taparía de cintura para abajo y luego como mi parada es la última ya me sentaría tranquilamente.
Como pude llegue hasta el lugar que había decido, había tanta que gente que apenas había espacio, detrás de mí se coloco un señor de edad ya avanzada que a colocarse choco contra mi y se disculpo de inmediato.
.- menos mal alguien educado.
En las siguientes paradas aunque pareciera imposible el tren se lleno aún mas, yo quede totalmente pegada entre el anuncio y el señor. Yo volví a abstraerme de todo aquello jugando con mis músculos vaginales intentando conseguir ese orgasmo tan deseado, el viaje era largo y sin duda me daría tiempo a tener al menos uno.
Estaba yo concentrada en mis pensamientos eróticos, con mi coño mojadito y cerca de conseguir mi deseo cuando el ruido de las puertas al cerrarse y el movimiento tambaleante del tren por una fuerte arrancada me devolvió a la realidad, el tren se había vaciado casi por completo, quedaban sólo un par de persona entre ellas el chico que se había sentado de espaldas a mi supongo que enrabietado como una criatura cuando vio que buscaba un sitio alejado de él.
Un fuerte achuchón me hizo caer en la cuenta que a pesar de lo vacio del tren , el señor seguía pegado a mi, podría haberle dicho algo pero quería alcanzar por fin mi orgasmo y eso habría hecho que tuviera que volver a empezar así que no le dije nada y seguí con lo mío , fue grave un error ya que él se percato de que no rechazaba su roce y me cogió con ambas manos por la cintura
.- bueno a este le giro yo la cara de una ostia
Pero antes de que pudiera darme la vuelta me apretó fuertemente contra él y acercándose a mi oído me dijo:
++ he visto como has empezado a mover tu lindo culito calentando al chaval al ver que te seguía desde el bar, miralo ahí sentado pobrecito seguro que le has puesto la polla tan dura como se me ha puesto a mi al verte y todavía la tengo así.
Y dicho esto coloco su polla contra mi culo rozándolo hasta llegar a colocarla en la rajita de mi trasero, debía ser una polla de tamaño normal pero a pesar de la ropa la podía notar perfectamente, inmediatamente después una de sus manos fue desde la cintura hasta mi ombligo acariciando mi piel para luego bajar directamente hacia mi coño y la metió debajo de mi mini falda.
Oí un gruñido de satisfacción a notar mi coño depiladito, su mano cogió la tira del tanga y estiro haciendo que se hundiera en mi rajita y ano, suspire, un instante después su mano aparto la tira y con sus dedos comenzó masturbarme acariciándome el clítoris mientras pegaba su polla contra mi culo todo lo que podía
No entendía porque me había dejado llevar hasta esa situación, quería que parara y al mismo tiempo que no lo hiciera, de todas formas ya era tarde había sobrepasado el punto del razocinio y me estaba dejando llevar por la excitación, mi coño estaba mojado por completo.
De repente caí en la cuenta de que alguien nos podría estar viendo, mire rápidamente por el vagón pero ya solo quedaban dos viejecitas y el chico, las dos viejas parecían no darse cuenta de nada gracias al anuncio y el chico al estar de espaldas no podía enterarse.
Su mano seguía frotándome el clítoris, pasando algunos de sus dedos de vez en cuando por mi rajita, su otra mano me acariciaba el culo por encima de la minifalda haciendo círculos , mis manos agarraban con fuerza la barra situada sobre el anuncio e intentaba mantener la compostura lo mejor que podía.
Estaba a punto de correrme cuando el tren se paro en la penúltima parada y las dos viejecitas se dirigieron a la puerta de salida, yo intentaba hacer todo lo posible para disimular pero el señor aumento la velocidad con la que frotaba mi clítoris, me mordí el labio inferior para evitar gemir de gusto, los segundos q tardaron en salir las viejecitas me parecieron horas pero finalmente el tren cerro puertas y arranco.
En ese instante no pude contenerme más y se escaparon un par de suaves suspiros de placer, cerré los ojos por unos segundos debido al intenso placer y los abrí al darme cuenta de que había seguido jadeando de gusto y que mi cuerpo se tensaba por la cercanía del orgasmo, entonces pude ver que el chico alertado por mis jadeos se había cambiado de sitio y nos miraba frotándose tímidamente la polla por encima del pantalón, mi cuerpo se tenso de nuevo y entre estremecimientos y convulsiones tuve un fuerte orgasmo, mojando por completo la mano del señor.
Ël no paro sino que siguió frotándome incansablemente el clítoris, mi coño chorreaba incluso alguna línea de mis liquido vaginales resbalaba por mis muslos, pronto volví a jadear, esta vez más fuerte.
El señor con la otra mano me tocaba el culo sobre la minifalda para luego empezar a levantarla y de vez en cuando apretar con su mano el cachete de mi culo, poco a poco fue realizando ese movimiento de forma continua para luego detenerse por un momento y después volver a levantarme la minifalda pero esta vez lo que se apoyo sobre mi culo no fue su mano si no su polla desnuda.
Inmediatamente después de ponerla sobre mi culo la cogió con su mano y la coloco entre mis piernas, y tras retirar la otra mano de mi clítoris, apoyo su polla contra la raja de mi coño y empezó a moverse haciendo como si me follara, rozando con todo lo largo de su polla la raja de mi coño, estuve a punto de correrme en ese mismo instante pero entonces él apretando con intensidad intento meterme su polla y a dudas penas me dio tiempo a apretar con los músculos de mi vagina e impedir que me la metiera.
.- no querrás ser penetrada verdad –pensé-.
Mire al chico q se seguía masturbando por encima de los pantalones, el señor de vez en cuando me cogía por el cabello intentando dar un fuerte golpe para meterme su polla pero sin éxito, podía controlarme a pesar de la excitación y de que el roce de su polla me estaba matando de gusto.
Él de vez en cuando paraba de moverse y con su mano colocaba la punta de su polla en la entrada de mi vagina para después seguir restregando su polla sobre mi coño, sus manos me cogieron por la cintura y de ahí fue subiendo acariciando mi suave piel hasta meterse por debajo del top y agarrar mis tetas, las apretó y manoseo con fuerza para luego pellizcar mis pezones sin dejar de hacer como si me estuviera follando con su polla, mis pechos aumentaron aun mas de tamaño. Pareciendo mas redondeados y grandes.
Tras manosearme las tetas durante un buen rato volvió a cogerme por la cintura para darme mas fuerte, los movimientos eran descarados aunque se notaba que no había penetración real, los ojos del chico eran como si se le fueran a salir, me miraba fijamente las tetas con la boca abierta y es que mis pezones estaban durísimos y se veían perfectamente remarcados sobre el top casi como si nada los tapara.
Entonces él volvió colocar la punta de su polla en la entrada de mi vagina, y sus manos subieron hasta mis hombros, dejo caer los tirantes por los lados de mis brazos (como el top era muy ceñido se mantenía perfectamente en sitio) y con sus fuertes manos acariciaba mis hombros mientras presionaba con su polla intentando conseguir penetrarme.
Pero como yo no quería que me penetrara continuaba haciendo presión para impidiéndoselo hasta que un cambio brusco de rasante de la vía hizo que perdiera el equilibrio hacia atrás, él se agarro de mis hombros y empujo hacia delante, su polla se introdujo en mi interior y un fuerte grito dejo claro que me la había metido hasta lo mas hondo de mi vagina .
Yo apreté con mis manos la barra y él teniéndome así cogida por los hombros me empezó a follar con toda la potencia que podía, ahora si que tanto sus movimientos como mis reacciones dejaban claro que me estaba follando, recordé al chico, le mire, se había sacado su polla y se masturbaba descaradamente.
Tenia una polla preciosa a pesar de su corta edad era bastante grandecita con un glande redondo y grueso de esos que te tocan con facilidad la campanilla en el fondo de la garganta durante una buena mamada, una sensación encantadora.
El ruido que hacia el cuerpo del señor chocando contra el mío a cada embestida suya, nuestros gemidos de placer incluso los del chico que se masturbaba con avidez retumbaban por todo el vagón.
Mis fluidos vaginales resbalan en abundancia por mis piernas, mis pechos se movían adelante y atrás dentro de mi top haciendo que con el roce mis pezones estuvieran duros como piedras, notaba como embestida su polla entraba y salía de mi vagina
volviendo a embistiéndome con fuerza pero ahora había acelerado el ritmo, me apretaba con intensidad mis hombros y me follaban más rápidamente, sus gritos de placer no dejaban duda de que se acercaba su orgasmo, cansado por el esfuerzo se dejo caer algo sobre mi a pesar de que seguía follándome pero más despacio.
Su polla estaba extremadamente dura y apunto de reventar, yo también estaba cerca de tener un nuevo orgasmo, no podía más y me temblaban las piernas por el esfuerzo, excitación etc
La sonora respiración del chico hizo que me fijara en él, le pude ver manteniendo la punta de su polla apretada, intentando no correrse.
Ahora el señor cambio de nuevo de ritmo y me clavaba su polla hasta el fondo apretando su cuerpo contra el mío, pegándose lo mas posible a mi y penetrándome todo lo que podía, gemí con fuerza, se polla dio un respingo en mi interior, volví a gemir con más fuerza, me iba a volver a correr y seria aún mas intenso que el primero, él seguía apretándose contra mi sujetándome con sus grandes manos por los hombros.
Con lo dura que la tenia en cualquier momento su polla empezaría a escupir llenándome el coño con su leche, en ese instante el chico que no había dicho nada hasta entonces, dijo un simple –Por favor-
Yo levante mi cabeza para mirarle sin entender nada , y me di cuenta que el señor también le miraba, saco su polla por completo de mi vagina y de fuerte empujón me la clavo hasta el fondo al mismo tiempo que bajaba sus manos desde mis hombros hasta el borde de mi top y de un rápido tirón me lo bajo hasta la cintura dejando a la vista mis pechos.
Mis tetas al estar libres se balacearon suavemente hacia delante y atrás como consecuencia de la dura embestida del señor y mis pezones se veían duros, dulces, preciosos, la polla del chico estallo con tanta fuerza que a pesar de la distancia algunos chorros de su semen cayeron precisamente sobre mis pechos, note su leche caliente sobre ellos al mismo tiempo que me retorcía de placer al tener mis segundo orgasmo, gemí para luego gritar de placer y un segundo después la polla del señor me inundaba mi vagina con su leche.
Tras varias sacudidas finalmente saco su polla de mi coño y varios gotones de mis fluidos mezclados con los suyos cayeron al suelo del vagón, hubo un largo silencio, los tres intentábamos recuperar el aliento y también ninguno parecía saber que decir ni hacer, nos quedamos así callados y sin movernos , en ese momento el tren llego a la ultima parada y se abrieron las puertas .
Me subí de golpe el top y salí de allí a toda velocidad , ninguno de los dos intento seguirme ni nada parecido, tras correr un rato en la soledad de la noche, me pare para recuperar el aliento, saque un paquete de pañuelos de mi bolso y me limpie lo mejor que pude, me seque el coño y me quite el tanga que estaba totalmente mojado y olía a sexo, lo metí dentro de un pañuelo y lo guarde en el bolso, en vez de ir directamente hasta casa de mi abuelita di un largo rodeo para darme tiempo a recuperar la compostura.
Por fin llegue a casa de mi abuelita que me abrió la puerta con una sonrisa en los labios, le di un gran abrazo y pase al recibidor,.
.- que abuelita me has hecho esas galletas que tanto me gustan.
+-+ claro que si nietecita pero…
Y mientras entrábamos al comedor terminó diciendo:
+-+ pero esa no es la sorpresa sino que ha venido desde la península ibérica a visitarnos por primera vez tu sobrinito.
Apenas pude contener un grito de sorpresa al ver que dicho sobrinito era el chico del tren
Él parecía estar mucho peor que yo apenas balbuceó un :
--- hola, tía, encantado de conocerte.
Me repuse rápidamente de la sorpresa y me acerque a él y nos dimos dos besos saludándonos y se volvió a sentar en el sofá a mirar la tele, se notaba que no sabía donde meterse de vergüenza.
.- que tímido es.
Mi abuela dijo que se iba a terminar de hacer la galletas, cerró la puerta de la cocina para que no oliera toda la casa a comida y el ruido del extractor se atenuó un poco.
Viendo la gran timidez de mi sobrino decidí ser agresiva a fin de tener dominada la situación y que no me delatara, le reproche que no debía babear de esa forma al ver una mujer y que tampoco se miraba a la gente cuando hacían ciertas cosas y que por supuesto debía respetarme como tía suya que era.
Él sólo asentía con la cabeza, sin replicar.
.- ¿ todo claro ?
--- sí, tía y medio tartamudeando añadió, lo siento tía.
Me quede tranquila, no diría nada.
Me pasee por el comedor arreglando un poco el desorden de la habitación por ayudar un poco a mi abuelita, mi sobrino miraba la tele aunque el pobrecito no podía evitar el mirarme de vez en cuando, él se concentraba en no dejar de mirar la tele pero se le iban los ojos, me halago que no pudiera dejar de mirarme (a pesar de que sabía que le podía volver a meter una bronca) y el que lo hiciera de una forma tan inocente.
Me sonreí y decidí ser mala, cogí un trapo que estaba sobre una silla y me dirigí a la tele y me puse a hacer como si quitarse el polvo, le veía reflejado en la pantalla mirando al techo para no fijar su mirada en mis curvas, parecía que conseguía dominarse pero me incline un poco más para limpiar la parte de abajo lo justo para que mi minifalda quedara a la altura de donde empieza mi bonito culo, eso ya fue demasiado para él y clavo sus ojos en mi cuerpo admirando mis formas, tras un rato, su mano toco fugazmente su pene que al parecer estaba duro bajo su pantalón, yo gire de golpe la cabeza diciendo un:
.- ¡Que haces! ¡Que miras!
--- nada tía, la tele tía.
Me gire y me dirigí a él con aire de cabreo y acercándome a un palmo de su cara le dije:
.- ¡pero que te acabo de decir, no te da vergüenza, seguro que tienes novia, tu crees que a ella le gustaría y además por supuesto eres virgen!
Se puso rojo como un tomate evitando mi mirada
Me senté sobre él pero sin apoyar mi coño contra su entrepierna, él azorado no sabía que hacer, mire hacia la cocina, mi abuela seguía allí.
Le mire a los ojos diciendo mas suavemente:
.- vaya así que eres mi virgen, sobrinito
--- si tía, y se ruborizó aún más.
Con un movimiento rápido le baje la cremallera del pantalón y saque su polla fuera sujetándola con firmeza con mi mano
.- pues ya no
Y situando su polla en la entrada de mi vagina me deje caer sobre ella metiéndomela por completo en mi coño y comencé a follármelo saltando sobre su polla, sabía que el ruido del extractor tapaba los sonidos de nuestros gemidos y que si mi abuela fuera a salir de la cocina apagaría antes el extractor y eso me daría tiempo suficiente para disimular.
Mi sobrino me acariciaba con sus manos los muslos llegando de vez en cuando hasta el culo, yo deje de saltar sobre su polla y pase a restregarme contra él, notando por completo su polla , mi sobrino ante tal atención soltó mi culo y me agarro con fuerza los pechos sin atreverse a hacerlo por debajo de mi top, en ese momento sonó mi móvil, pensé en no cogerlo pero si sonaba largo rato era probable que mi abuelita saliera de la cocina para ver porque no se respondía, por fortuna había dejado mi bolso sobre el sofá, lo recogí y metí mi mano dentro buscando el móvil sin dejar de follarme a mi sobrino y él como si no oyera nada no soltaba mis tetas.
.- ¿diga?
Era mi marido
.- ah hola cariño, no no sigo enfadada, claro que te quiero maridito mío
Al oír eso mi sobrino puso cara de estar alucinando pero le gusto ya que su polla se endureció aún más, yo seguía follándomelo aunque más lentamente
.- si en casa de mi abuela, la echaba de menos, claro la saludo de tu parte
Entonces mi sobrino no pudo mas empezó a gemir porque se iba a correr, con la otra mano me levante el top dejando al aire mis redondos pechos y tras eso le cogí la cabeza y la hundí entre mis tetas sofocando sus jadeos y produciéndole un enorme placer, mi coño se empapo de golpe, mojando por completo su polla, mi cuerpo se tenso.
.- si claro que si amor
y di varios sonoros besos al móvil
mi sobrino me abrazo con fuerza sin sacar su cabeza (que yo seguía sujetando con mi mano libre) de entre mis tetas, mi cuerpo se estremeció ante su contacto y sujetándole con mas fuerza su cabeza contra mis pechos arquee mi cuerpo mientras me corría teniendo un profunda y espectacular corrida, su polla noto el calor de mi orgasmo y exploto en mi interior inundándome con su semen caliente.
Mi respiración estaba agitada tanto que no la pude disimular
.- ah eso jajajajajaja ya sabes lo buenísimas que son las galletas de mi abuela son realmente orgásmicas
.- claro que te llevare unas cuantas
Saque la cabeza de mi sobrino de entre mi pechos, y le bese en los labios clavándole mi lengua.
.- pero eso ya será mañana cariñin, hoy me quedare a dormir en casa de mi abuela
Que estoy cansadita
Y le guiñe un ojo a mi sobrino que sonrió feliz, la sonrisa más feliz de su vida.
.- yo también te quiero que duermas bien, un beso.