La Hija-2-
¿Los roles se invierten? algo despierta dentro de Javier... ¿Puede controlar los juegos que quiere preparar?
Capítulo Dos
Después de esta discusión la cual deje inconclusa las cosas volvieron a calmarse, me concentre en terminar el proyecto que debía entregar, esa mañana mi mujer me dijo que debía salir rumbo al extranjero por asuntos laborales, de haber sabido lo que se venía le hubiese rogado que se quede ya que realmente fue acá donde todo empezó a salir mal.
A la mañana siguiente Julia salió muy temprano, comencé a preparar cada una de las cosas que necesitaba para seguir trabajando, diseño, estudios, llamadas contantes… fue cuando apareció Laura, se acercó despacio mientras conversaba por mi celular, me di vuelta para no tener que mirarla, ella solo se acercó y me abrazo.
- Tengo ganas de jugar – susurro en mi oído.
- Claro, claro… enviare los planos mañana mismo… no, no se preocupe – seguí hablando sin darle importancia.
- Estoy aburrida – susurro nuevamente – ¿Jugamos a los desconocidos como en el aeropuerto? Fue algo muy divertido – agrego sonriente
- Tengo preparado el presupuesto, si lo desea ver puedo llevarlo ahora mismo señor… me da un minuto por favor – dije tapando el micrófono – estoy ocupado no molestes más, ponte a buscar algo para hacer, como conseguir un trabajo – le dije volviendo a mi llamada.
Ella solo me soltó y se fue de la habitación, seguí conversando con mi jefe mientras números, fechas, clientes, datos recorrían la línea telefónica, la hija de julia nuevamente entro a la habitación solo que esta vez no se me acerco, sonreía mirándome desde varios metros mientras yo seguía hablando, sacando su teléfono puso un tema muy movido y empezó a bailar. Delante de mí su cadera seguía el movimiento de la música, su ajustada ropa no dejaba mucho a la imaginación se pegaba a ella como si fuera una segunda piel, recorrí con mi mirada su cuerpo estudiando detalladamente sus curvas, ella solo continuaba bailando mientras me daba la espalda, podía ver esa juguetona cola moviéndose a un ritmo infernal ya se me estaba haciendo bastante difícil seguir la conversación cuando hizo algo que me dejo totalmente paralizado, se dio vuelta y mirándome sonriente comenzó a sacarse su blusa mientras sus caderas continuaban con el espectáculo. El juego todavía no había terminado continúo bailando solamente que esta vez se acercó un poco más, tirando su blusa sobre mí, podía sentir el perfume que desprendía de ella. La música seguía sonando haciendo el baile más intenso, sus ojos se concentraban en los míos ¿hasta dónde estaba dispuesta a llegar? Continúo bailando de manera tan sexy mientras comenzó a bajar su pantalón despacio, apenas respondía las indicaciones de mi jefe por lo que con la primera excusa que encontré corte la llamada y me dedique a admirar su baile, ella solo sonreía al momento que tiro sobre mí su pequeño short.
- ¿Te gusta lo que ves papi? – dijo acercándose nuevamente a donde estaba sentado.
- Me encanta, aunque los dos sabemos que no está bien.
La vi arrodillarse frente a mi mientras seguía moviendo su cuerpo, parecía una gata buscando cariño, se sacó su corpiño y tapándose con uno de sus brazos me lo entrego en la mano, se incorporó y se sentó en mis piernas aun ocultando sus pechos de mis ojos, la música continuaba sonado solo que ahora su cadera seguía el ritmo sobre una ya inocultable erección, se frotaba sobre ella mientras nuestras miradas se cruzaban, su respiración empezó a entrecortarse mientras por mi parte casi no podía contenerme, cada vez que una de mis manos intentaban tocarla ella me pegaba una cachetada, sus movimientos continuaban torturándome y una de sus manos se introdujo de bajo de mi pantalón mientras la otra seguí ocultando sus senos de mí, era la peor tortura que nunca había tenido que resistir… mi miembro era asediado por una de sus hábiles manos mientras sentía el movimiento y el calor de su vagina sobre mí. Estaba a punto de acabar en su mano cuando la canción termino.
- Fin del juego papi – dijo retirando su mano y bajándose de mi— fue divertido.
- No, no espera ¿piensas dejarme así? –dije irritado.
- El juego termino papi, pero si quieres puedes masturbarte en mi honor toma – dijo al momento que secaba su húmeda tanga y la tiraba sobre mi dándome la espalda.
No terminaba de creer lo que había pasado, ni siquiera se había molestado en levantar su ropa, estaba muy excitado. Me lleve su tanga a la nariz y aspire profundamente su esencia, su olor, su sabor mientras comencé a masturbarme como un loco, pocos minutos después acabe ensuciando mi mano, el escritorio y algunos papeles que luego tuve que volver a copiar, había caigo en el juego de esa maldita pendeja nuevamente, no iba a aguantar mucho tiempo en estas condiciones, necesitaba mantener la distancia con ella.
Las horas pasaban, había terminado de hacer un proyecto en el cual llevaba semanas trabajando, solo faltaba la maqueta, los platos ya estaban listos, llame a Julia dos veces, pero no me atendió asique empecé a preparar la cena, era algo que me relajaba, me hacía bien, de joven siempre cocinaba con mi madre, era como nuestra manera de unirnos, yo llegaba de la universidad y mientras le contaba mi día cocinábamos y nos divertíamos, habían pasado ya cinco años de su muerte. Todavía no lo superaba, el olor que empezó a esparcirse por la casa y logro sacar a Laura de su encierro acercándose para ver qué era lo que había para comer.
- ¿Cocinas? – dijo abrazándome por la espalda – huele muy bien ¿huele tan bien como mi ropa interior? —pregunto riéndose.
- Ve a poner la mesa, dentro de cinco minutos cenaremos – respondí sin prestar atención a su comentario.
- No seas aburrido solo estoy juga…
Me di vuelta rápidamente mientras la tomaba por la muñeca.
- No quiero tener que repetírtelo. Ve a poner la mesa, rápido y sin quejas.
Extrañamente Laura no se quejó ni hizo protesta alguna simplemente obedeció, la cena trascurrió sospechosamente tranquila, se podía sentir la tensión en el aire, pero aun así ninguno dijo nada como para romper el hielo, le ordene juntar todo y lavarlo mientras yo me iba a acostar cosa que también hizo sin chistar.
A la mañana siguiente fue cuando las cosas empeoraron de sobremanera, Laura se enojó por pedirle que limpie el desorden en el que había convertido su habitación. Increíble pensar que actuaría como una niña a esta edad, para evitar tener problemas con Julia hice algo clásico de mí, cocinar. Pase la mañana preparando un magnifico risotto, siempre había sido una de mis comidas preferidas, esperaba que con esto pudiera empezar a hacer las paces con Laura, el almuerzo al igual que la cena de la noche anterior trascurrió en absoluto silencio, sencillamente no comprendía a esta persona ¿cómo podía ser que tuviera estados tan cambiantes? Algo seguía rondando mi mente. La noche anterior solo tuve que dar algunas órdenes directas y ella sin si quiera responder las cumplió por lo que ahora decidí hacer lo mismo. Me levante de mi silla y con una mirada dura le ordene que levante todo, debía dejar la cocina reluciente, comenzó a protesta. Levanto la mano para señalarme con uno de sus dedos, la tomé de ella dándole una fuerte nalgada puso fin a sus berrinches. Repetí la orden, su mirada cambio podía ver algo raro en ella solo bajo sus ojos al suelo y obedeció.
Luego de tan placentero descubrimiento me fui a mi habitación y terminé la maqueta con el proyecto que me habían encargado, las horas habían pasado tan velozmente. La luz de la luna me permitía ver una vista amplia de nuestro jardín, mis parpados se cerraban solos, apoyé mi cabeza sobre el escritorio y sin darme cuenta el sueño se apodero de mí. Desperté de repente, la maqueta junto con los planos que llevaba semanas trabajando habían desaparecido, salí furioso de la habitación y comencé a recorrer la casa pensando que Laura me había jugado una simple broma, mis peores predicciones se confirmaron cuando los encontré despedazados en el living. No podía ser, todo mi trabajo mi esfuerzo estaba destruido, tenía que presentar todo en algunas horas para terminar de convencer a un cliente de que éramos la mejor opción frente a la competencia ¿Qué iba a decir? ya no había más tiempo ni excusas, quede totalmente devastado.
La hora que tanto temía llego, me dirigí a mi trabajo sin saber qué era lo que debía decir, todo salió terriblemente mal. El cliente se fue con otra compañía, mi jefe me llamo en privado y me dijo que a partir de ese momento otro empleado se haría cargo de los proyectos que la empresa me había asignado. Mi equipo se disolvía, mi futuro era incierto. Llegue a casa totalmente molesto, tenía ganas de deshacerme de esa mujer con actitud infantil, tenía que meterme en su juego, aprender a jugar con sus reglas sus métodos, busque durante unos minutos en mi habitación hasta que por fin encontré una vieja cámara, la lleve al baño y busque cual sería el mejor ángulo, la coloque sobre un antiguo botiquín, el obturador salía perfectamente a través una de las figuras talladas en el mueble, me aleje unos pocos pasos, la cámara era totalmente invisible, desde allí apuntaba sin ningún problema hacia la enorme bañera, era una vista perfecta en un primer plano tan exquisito, la primera fase estaba lista.
Los días pasaban, la perdida de mis proyectos en la compañía era ya un hecho, ahora que tenía mucho más tiempo libre podía permitirme ser mucho más paciente, había encontrado la memoria SD donde se encontraban mis fotos, esa joven aprendería que la información importante no debía guardarse bajo el colchón ya que fue el primer lugar donde busque, día a día encendía y controlaba las grabaciones que la cámara hacía del baño pero una noche vi algo que me sorprendió de sobre manera.
Aparecía Laura, preparaba la bañera tranquilamente mientras se desnudaba, se sumergía en las cálidas aguas, su cuerpo exigía atención, recorre su cuerpo acariciando con delicadeza, un suspiro escapa de sus labios, una de sus manos se hunde en la entrepierna, sus caderas empiezan a marcar el movimiento de tus dedos, un gemido sale mientras se exprime los senos, veo como su cuerpo se estremece al ingresar esos dedos que invadían su interior, un nuevo gemido escapa de su boca, sus ojos se cierran hundiéndose más y más en esas morbosas fantasías que pasaban por su mente, sus dedos se hunden en su cuerpo haciendo que cada milímetro la acerque a las puertas del placer, de la morbosidad, su cuerpo exige más gusto más dureza más gozo, su respiración se entrecorta a medida que su cuerpo empieza a contraerse, lo que antes eran débiles gemidos ahora son casi gritos que son liberados uno tras otro, en un acto morboso mientras sus dedos avanzan en su sexo a una velocidad desenfrenada su otra mano exprime sus duros y sensibles pezones que a estas alturas la vuelven loca, los aprieta como si quisiera castigar todo el placer que liberan en su sistema, violentos espasmos se hacen notar su cuerpo está liberando un poderoso orgasmo mientras gemidos roncos salen de su boca, su cuerpo comienza a relajarse, parece que está satisfecha, pero después de ver este video no puedo decir lo mismo, tengo una erección descomunal, era esta mi oportunidad para mantener a raya a esta mujer tan caprichosa, tenía que ser esta noche ya que mañana temprano volvería Julia, prepare una rápida cena y espere a que volviera de donde sé que había ido luego de masturbarse de tal manera. Escuche como un auto frenaba frente a mi casa, la vi descender de él, nuevamente en el comedor prepare el DVD y espere que abriera la puerta principal.
- Buenas noches – dijo entrando.
- Buenas noches Laura – dije de forma amigable – ¿vemos una película?
- Ahora no – contesto apenas mirándome – estoy muy cansada, quiero bañarme y acostarme a descansar.
- Es un ratito, tiene una actriz única y me encantaría que la vieras – dije poniendo play.
La película comenzó sencillamente con ella ingresando en el baño, la observe detenidamente, estaba totalmente inmóvil sus ojos iban de la pantalla a mi rostro, de un momento salió corriendo a su habitación, la persigo lo más rápido que puedo atravesando las distintas habitaciones, mira bajo su colchón revoleándolo con fuerza sobre los elásticos de madera, fue cuando me tiro sobre ella, forcejeamos sobre la cama hasta que consigo dominarla, saco mi cinturón y le ato las manos a su espalda mientras mis manos empiezan a retirar las telas que cubren ese apetecible cuerpo, ella solo forcejea, puedo ver algunas lágrimas resbalando por su rostro, una fuerte nalgada se escucha en la habitación.
- Ayy… ¿qué haces Javier? Suéltame estúpido… suéltame – grita con todas sus fuerzas.
- ¿Cómo me dijiste? —dije al momento que soltaba un segundo azote en su cola.
- Ayy por favor…. Déjame —comenzaba a llorar.
- ¿no te gusta mi juego? Mira que tengo muchos juegos preparados para nosotros – dije haciendo a un lado su tanga.
- No, no me gusta tu juego. Estas enfermo no, no – dijo al momento que comenzaba a masajear su ano— para, para por favor para.
Comencé a masajear su vagina con cuidado, escupí un par de veces sobre ella para después comenzar a meter mí ya adolorido pene, no podía aguantar mucho más por lo que decidí penetrarla ferozmente ignorando cualquiera de los pedidos de piedad de ella, mi verga se abría paso en su cuerpo mis manos entraron bajo su ropa y comenzaron a pellizcar sus pezones haciendo que empiece a gritar mientras su cintura acompañaba mis movimientos, me había excitado tanto con la idea que no estaba cuidándome con Laura por lo que sacando mi verga de su vagina me acomode sobre la cama y comencé a pajearme sobre su mojado rostro el cual termino lleno de mi semen. Solté sus manos, podía notar en su rostro la insatisfacción la furia, pero a pesar de eso no se movió ni un solo milímetro, me levante de la cama y antes de retirarme la mire directo a sus llorosos ojos.
- Mañana comienza nuestro nuevo juego – dije antes de retirarne.