La Hermandad de la Concupiscencia (parte 2)

Continuación del relato de iniciación a una Hermandad secreta

Jorge me contó algo aquella noche pero no todo. No podía esperar a la mañana siguiente para que mi compañero me contara todo lo que ocurría, no habría conciliado el sueño. ¿Cómo podía él entender que dos desconocidos me dieran doscientos euros simplemente por haberme visto follar? No quiso desvelar mucho, ni el lugar donde iríamos ni nada de lo que allí sucedería. Jorge me contó que había participado en aquel misterioso encuentro con aquellos señores alguna vez, tres veces en total me llegó a confesar luego. Decía que él era nuevo. Por cada sesión le pagaban mínimo 300€. Se estaba haciendo de oro. Me comentó que los encuentros se producían el sábado.

-No creas que a partir de ahora vas a poder follar con quien tú quieras como hasta ahora vienes haciendo-me dijo Jorge advirtiendo de los pros y los contras que se me presentaban ahora.

-¿Y eso?, ¿tienes algún contrato de exclusividad o qué? -le dije extrañado.

-Vas a ganar mucha pasta, y con lo joven, guapo y follable que eres, diría que mucha, mucha -me dijo sonriendo.

-No suena mal -le expresé sin dudarlo.

-Al menos hasta que ellos quieran. Si eres discreto, no te niegas a follar con ellos y respetas sus normas, te irá bien -me dijo con cara de preocupación.

-No te inquietes que todo este rollo me va a gustar -le dije tranquilizándolo.

-Rubén, tío, no la cagues, si estás aquí es por mi, confío en ti. Aquellos tíos te buscaron porque yo se lo comenté. El tío que me follé anoche no es un simple follamigo, ni un tío del que me estoy enamorando, es un tío que ha pagado mucho por mí -me dijo explicando la situación.

-Y por cierto, cuéntame qué tal tu noche -le dije para conocer lo que había hecho con aquel tío.

-Me folló en la ducha -me dijo con una sonrisa inocente.

-Cuéntame todo -le dije muy curioso.

-¿Recuerdas el pedido que llegó el otro día? Pues es un dildo que me pidió -me dijo mientra hacía memoria.

-¿Te hace regalos y todo? -le dije inocente.

-A ver, no. Él tiene sus fantasías. Me envío un documento por email de cómo quería que fuera la velada y yo simplemente accedí. No es de los que piden nada raro, es bastante convencional -me contaba con cierto interés.

-¿Y qué te pidió? -le dije con más interés todavía.

-Espera, me meto al correo y te digo....Aquí, mira, lee -me dijo pasándome el documento donde relataba todo lo que mi compañero debía acceder a hacer

“Dejarás la puerta abierta. Me esperarás en la ducha. Colocarás el dildo contra la pared y te lo meterás con el lubricante que te llegará junto al dildo. El agua caerá sobre tu cabeza. Te follarás a buen ritmo. Permanecerás con los ojos cerrados. Te vendaré los ojos. Te ataré las manos por la espalda. Te la meteré por la boca mientras tu culo seguirá follándose el dildo. Saldremos de la ducha y nos dirigiremos a la cama..”

-Ahora entiendo que estuviera la fregona en la entrada- dije comprobando que mi compañero había ido haciendo todo lo que le había pedido su amo.

“...Te colocarás a cuatro patas sobre el filo de la cama con el dildo metido. Te lubricaré bastante y te lo meteré con fuerza durante un buen rato. Quiero que gimas. Quiero que pidas más caña. Pedirás mi rabo. Te la clavaré con lubricante. Me pedirás que te preñe. Te correrás mientras te follo. Luego, me correré dentro de ti. 500 euros. Confirma recepción de mensaje y aceptación del trato. Saludos”

-Espera, espera, espera,...Jorge, ¿te lo follas a pelo?, ¿te ha preñado? -le dije algo asustado.

-Sí, y el otro día me tragué su lefa y la de los otros dos. 300 euros solo por chuparles las polla y 200 eurazos más por tragarme la lefa -me dijo sacando la lengua y simulando que se la estaba tragando.

-¿Pero eres gilipollas? No sabes que... -le dije interrumpiéndome.

-Sí, sí, sí,... Las ETS, las mierdas que se pueden pillar follando a pelo, y todo eso. ¿A dónde te crees que vas esta tarde? Bueno te acompañaré..

-¿Dónde? -le dije extrañado.

-Vamos a una clínica privada. Allí te harán un análisis de sangre, de orina. Te examinarán también el culo y la polla. Tomarán una muestra de tu saliva y de tu culo. Creo que ya está -me dijo mientras lo miraba frunciendo el ceño. Mira, Rubén, te van a pagar muy bien. Quieren seriedad, que no folles con otros la temporada que estés con ellos.

-¿Para eso nos recogerán en el Templo de Debod? -le dije contariado.

-Bueno, el lugar exacto donde nos recogerán me lo confirmarán poco antes de quedar. Son muy discretos.

-Pero me dijeron en... -dije con dudas

-Sí, sí, a mi también, pero confía en mí -me dijo

-Ok, tú tienes más experiencia -le dije. Y bueno, ¿te preñó? -le dije curioso

-Que sí, que sí. La tiene enorme y tira una cantidad que fliparías -me dijo.

Aquella noche de martes nos dirigimos ambos al lugar que por email le indicaron a mi amigo, allí nos recogió un coche como el que vi la noche anterior. Allí estaban dos de ellos. Nos pidieron que apagáramos los móviles y que lo metiéramos en una caja de metal que había en el interior del coche. Todo transcurrió como mi compi me había relatado. Le enviaron los resultados por email a mi amigo el jueves, y por lo visto, iba a ponerle el culo sin problemas a más de un tío.