La hermandad (3)
En esta ocasión la proponen hacer un bukkake, se atreverá?
Pasaron los días entre libro y libro, entre la historia del derecho y el derecho político (asignaturas que no suelen gustar mucho al ser mas teóricas que prácticas). No había vuelto a saber nada de mis hermanas lo cual era buena señal. Sin embargo ya se había corrido la voz de que había entrado a formar parte de la hermandad de las diosas de la justicia, así que todo el mundo me respetaba y quería ganarse mi confianza y llegar a ser amiga mía. Esto me dio mucha popularidad e hizo que pudiera integrarme en la siempre difícil sociedad de Clemson, rodeada de niños pijos, con sus flamantes deportivos, mientras yo era una simple granjera beneficiaria de una de las pocas becas que concedía la institución.
Esa tarde encontré una nota en mi casillero que decía:
No hagas planes para esta noche, te espera un Bukkake
Cindy.
Yo no tenía ni idea de lo que era eso. Así que me fui a la sala de ordenadores y tecleé en el buscador la maldita palabra que me sonaba a comida japonesa. En seguida me di cuenta que si, que era japonesa y que tenía algo que ver con comida, pero era comida de semen a montones. Un baño de semen. En seguida cerré el buscador porque salían montones de imágenes porno en la pantalla y era un sitio público. Pero sabía a lo que me atenía.
Así pues, me armé nuevamente de valor y me fui a la residencia de la hermandad. Me recibió Sonia. Y me dijo: "muy bien llegas puntual perra. Desnúdate, rápido, tenemos que depilarte ese coño mugriento que tienes"
Me desnudé tan rápido como pude. La verdad que nunca me había depilado el coño ya que a mi novio le gustaba así, al natural.
En seguida vi la cámara otra vez enfocándome. Túmbate en el suelo, me gritaron. Obedecí, aunque estaba un tanto paralizada. Dijo cindy " te dan miedo las cuchillas?, yo asentí sin poder articular palabra. Bueno, me dijo, pues por propia petición no vamos a usar cuchillas, lo haremos a la cera.
Habré oído bien. Depilación a la cera en mi chocho, eso podía doler mucho. Mi cara cambió de gesto, pero ya era demasiado tarde. Me cogieron por las manos y me abrieron las piernas, untándome con la cera todas mis partes bajas. Estaba caliente. Cindy me dijo que esperarían a que se enfriase para proceder a quitar esa mata de pelo. Me empezó a preguntar sobre las clases con total naturalidad, como si yo no estuviera en perlotas tirada en el suelo esperando para ser depilada. Cuando estuvo seca llamaron a Amanda, se acercó y me comentó que había que tirar fuerte que si no dolía más. Cogió la punta de la cera y tiró con todas sus fuerzas. Un grito de dolor salió de mi boca y dos lagrimones recorrieron mis mejillas.
Gritos de alegría sonaban por doquier. A falta de pequeños retoques ya estaba casi lista. Me escocía todo. Seguro que lo tenía en carne viva. Apareció Yoly con una cesta de limones, ante la algarabía de las chicas. Los partieron y empezaron a pasarmelos por la rajita El escozor era increíble. Me retorcía y lloraba de dolor. Al cabo de unos minutos todo terminó. Tenía el coño escocido. Solo con rozarme veía las estrellas.
Cindy dijo:" te recuerdo a lo que has venido, a hacer un bukkake, así que prepárate"
Ya se me había olvidado el motivo principal de mi visita a la residencia. Me pusieron un collar de perro con una cadena, y obligándome a ir a cuatro patas me hicieron subir al piso de arriba. Había una habitación grande y en el centro había una piscina de plástico sin agua. Me dijeron que iban a empezar a llegar chicos y que, como buena granjera tendría que ordeñarlos. En total 20 chicos. Me obligaron a ponerme a cuatro patas mirando hacia la pared, y pusieron música hevy a todo volumen.
Empezó a entrar gente con la cara tapada. De repente noté como de un solo golpe me metieron una polla hasta los huevos, tenía el coño tan escocido que vi las estrellas, dándome un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Tuve un orgasmo que subió como el Sputnik, hasta que me metieron otra poya por la boca, mientras me gritaban, ¡¡¡chúpala zorra!!!!!!. Empecé a chuparla, pero el tio la metía muy dentro provocándome arcadas, pero cogida por la cabeza no me podía zafar. Tampoco ayudaba mucho las envestidas por detrás. Otros dos chicos se pusieron a mi lado para que les pajeara. Tenía el chocho a punto de reventar, cuando noté como se corrían dentro de mi entre duras embestidas. Me la sacó y el semen empezó a descender por mis labios del coño. En seguida el que tenía delante mía se corrió salvajemente en mi cara. Un chorro a presión de caliente leche, que me restregó por la cara con su poya. Los otros dos descargaron uno en mi pelo y el otro noté como lo hacía en mi espalda.
Sin tiempo ni para respirar, les dieron el relevo otros cuatro chicos. Uno se tumbó y me comentó que tenía que follarle. Me puse a horcajadas sobre él y empecé a cabalgar. Entró hasta el fondo. Era una poya enorme, y noté como entraba y no paraba de entrar. "Cabalga granjera," me gritaba el chico. Yo estaba como loca. Me gustaba. Tenía el coño muy sensible y notaba cada embestida. En medio del éxtasis, noté que me abrían las nalgas y me empezaban a encularme. Estaba tan excitada que no costó que la metiera. Nunca había pensado que me pudieran llenar los dos agujeros a la vez. ¡Que gusto sentía!!! Era un poco incomodo, pero enseguida cogimos ritmo. Cuando uno empujaba el otro se apartaba. Otro chico se acerco a mi cara y me eyaculó en la boca, que tenía abierta en busca de aire. Alguien que casi ni vi se corrió en mis tetas, y otro en mi cabeza resbalándome por la cabeza. El semen me resbaló por la mandíbula. Me seguían follando, hasta que se apartaron los dos a la vez, provocándome una espectacular eyaculación que hicieron que me temblaran las piernas quedándome tirada en la piscina con el corazón a punto de estallar. Los flujos salían de mi coño de manera incontrolable. Los tres chicos descargaron sobre mi, empapándome las tetas y tripa. Caí exhausta adentrándome en un sueño del que no podía escapar.
Desperté pasadas unas horas, tirada en la piscina, aun llena de semen y flujos por todas partes, y ahí seguían las chicas, estudiando como si nada hubiera pasado. Me sentía muy sucia, pero creo que tuve el mejor orgasmo de mi vida. Cindy me dijo:
Ah ¿ya te has despertado perezosa?, tienes que estudiar más que se acercan los exámenes, ya está bien de tanta fiesta. Menos mal que están aquí las hermanas para guiarte por la senda adecuada. Anda vístete y vete a estudiar a tú residencia.
Pero, ¿podría ducharme antes?
Sería mejor que lo hagas en casa. Ahí tienes tu ropa.
Estaba totalmente llena de semen. Cogí mi ropa y me di cuenta que también habían descargado los chicos allí en mi ausencia. Las bragas estaban chorreando pero me las tuve que poner. En los zapatos también habian descargado notando algo pringoso cuando metí el pie el ellos. Me vestí como pude, con la ropa empapada y me fui a mi residencia. Los compañeros no podían dejar de mirarme en mi paseo a mi residencia, notando unas risas cómplices. Yo no se si me miraban por todo el semen que tenía o porque habían participado en la orgía.
Llegué a mi residencia y fui directa a la ducha. Tenía el coño totalmente escocido, así que me apliqué agua fría sobre mi chocho pelado. Me vino un pensamiento de aquella gran polla me follo como un animal. Sin duda disfruté, y ya no sabía si quería que me volvieran a llamar.