La hermana II

Un poco de dominación, otro poco de filial.

Estoy charlando con mi amigo, contándole lo que ha sucedido. Los dos sentados en sendas hamacas. Aparecen ambas. Tina con el bikini tal como le había dicho. Me mira, está caliente. El gesto de Mar lo reafirma. Se acercan a nosotros.

Mar se inclina para besar a mi amigo. Él la coge por el cuello morreándola a placer.

-Espero que la zorra no sea más caliente que tú –le dice para que todos nos enteremos.

La mirada airada de Mar nos hace comprender que la competencia entre ambas viene de bastante tiempo y parece que va a ser dura.

Le hago un gesto a Tina para que gire y observarla bien. Da una vuelta completa sonriendo.

-De espaldas.

Me mira sobre su hombro.

-Te he dicho q me mires? Inclínate.

Vuelve a mirar hacia delante. Se inclina y se sujeta las tetas que se salen de sus copas.

-Deberías meterte las braguitas en la raja quiero ver tu culo vibrar desnudo.

La hermana se sitúa delante de ella para ver su expresión. Tina lleva las manos atrás. Es consciente que pueden verla desde la casa y la postura es difícil de explicar. Aunque la posición de la hermana la tapa un poco.

-A ver, gira ahora -le digo.

La hermana se aparta. Se siente descubierta. Mira hacia la casa. Dos ventanas del salón en el piso bajo, donde están los padres, dan a la piscina. Mueve las manos como si fuera a taparse pero no llega a finalizar el movimiento. Mira a su hermana con algo de enfado, no demasiado. La hago dar despacio algunas vueltas.

-Ahora si pareces lo que eres, una puta.

Se queda parada mirándome con asombro sin saber que replicar.

-No puedo estar así… mis padres… -me dice con las lágrimas a punto de saltársele.

-Métete las braguitas entre los labios –le digo.

-No puedes hacerme esto.

-Procura que se te vean bien los labios del coño.

Lo duda por lo que Mar se inclina para hacerlo. Tina la detiene, me mira, leo una súplica en su mirada, no me molesto en contestarle pero un gesto mío le hace comprender que tiene que someterse y aparta las manos. Mar le coge los labios y se los abre para meterle las braguitas entre ellos. Todos podemos ver que está mojada.

-Acércala –le digo a Mar que la coge del brazo para hacer q recorra los dos metros que la separan de mí.

Le cojo un labio del coño y se lo pellizco. No le da tiempo de gritar cuando oímos a la madre. Tina se tira a la piscina con precipitación.

-Queréis tomar algo? –nos pregunta con una sospecha en su semblante.

Tina se acerca al bordillo para taparse con él.

-Mamá, cómo me queda mejor el bikini? –Pregunta Mar metiéndoselo por el culo y levantándolo hasta la cintura.

Su novio y yo votamos por la nueva posición y la madre se limita a sonreír con picardía mientras comenta:

-Hay que ver cómo sois.

-Con un bikini tanga estarías mejor –comento.

-Ve a ponerte uno –le dice mi amigo. Mar se aleja obediente hacia la casa. La madre no comenta nada.

La madre observa la conversación mientras también es observada. Ella es consciente del escrutinio al que es sometida por los dos. No está mal, se conserva bien para su edad y tiene el culo y las tetas que han heredado sus hijas, aunque ambos caídos debido a la edad. No debe haber cumplido los cincuenta aunque no debe andar lejos.

-Qué edad tienes? –le pregunto.

-Cuarenta y seis.

Los dos la observamos en silencio, lo que hace que se sienta inquieta pero permanece frente a nosotros. Lleva una bata de andar por casa. Nada atractiva, incluso un poco vieja.

–No quieres bañarte un ratito? –Le pregunta mi amigo.

-No… mi marido…

Mi amigo no la deja explicarse.

-Entonces tráenos de esa limonada tan buena que haces –le dice él.

-Si claro, por supuesto -contesta ella.

La madre se marcha para traerla. Al alejarse le dice mi amigo:

-Ponte un bikini por si te apetece bañarte y vuelve con él. No me gusta esa bata.

La madre se vuelve para mirarlo con una mirada juguetona. Mar se cruza con su madre al regresar.

-Te ha gustado puta? –Le pregunto a Tina.

Me sonríe.

-Mucho, me ha gustado mucho.

No hace falta que lo jure, tiene las mejillas arreboladas.

-Entonces por qué no te quitas las braguitas, te incorporas sobre el muro y nos enseñas tus tetas y a tus padres el culo?

-Deberíamos compartirlas, no crees? -Me pregunta mi amigo.

-Pues claro, no hace falta ni comentarlo, aunque como siempre conservaremos cada uno la prioridad sobre su puta en acciones y órdenes, te parece?

Mar va a protestar cuando mi amigo le dice:

-No te quiero oír, lo estabas deseando desde que lo hablamos, así que no seas falsa, a partir de ahora seréis las putas de los dos.

Mar se acerca a mi amigo y lo besa con ardor, para demostrarle lo que le gusta la situación.

-Y a tu nuevo amo? –le digo. Obediente y complacida viene también a besarme con no menos pasión. Mientras lo hace le pellizco un pezón que la hace ronronear. La aparto lo que la deja con ganas de mas.

-Y tú, puta, saluda a tu otro amo para demostrarle que aceptas complacida que lo sea.

Tina sale de la piscina y besa a mi amigo con placer mientras él le mete la mano en las braguitas del bikini. Mar la aparta de él. La otra hace un gesto de volver a hacerlo pero recuerda que ha de obedecer y para.

Mar se acerca se quita el sujetador del bikini. Mi amigo la atrae para meterle los dedos en la boca y pruebe el sabor de su hermana. Mar los lame a pesar de no complacerle en exceso. Después le mete la mano bajo el tanga para acariciarla, ella demuestra el placer que siente sin controlarse demasiado.

-Un pequeño detalle –puntualizo – Mar puede mandar sobre Tina, es un pacto que han hecho, pero tendremos que autorizar la orden, sólo para que recuerden quienes mandan.

-Me parece bien –dice Rafa.

Mar afirma, Tina lo hace segundos después.

-Puedo quitarme el sujetador? –pregunta Tina.

-Claro que no, entonces no se vería lo puta que eres. Poneos una al lado de la otra.

Las comparamos. Tina tiene las tetas mayores y un poco caídas por el volumen que tienen, tiene además un piercing en el ombligo. Las dos tienen grandes areolas.

-Dad la vuelta para que comparemos vuestros culos.

Tina se gira sin protestar aunque sus padres puedan ver desde las ventanas sus tetas desnudas sobre el sujetador. Mar se inclina. Tina la imita y sus tetas cuelgan. Tina también tiene más culo que Mar. Pero el de Mar es más bonito y ella lo sabe, de ahí su exhibición.

-Queremos ver vuestros culos sacudiéndose.

Ambas obedecen, sus tetas se agitan de cara a las ventanas.

-Sois unos cabrones –nos dice Mar con una sonrisa mientras se siguen agitando repartiendo sus miradas entre nosotros y las tetas de su hermana.

-Eso os pasa por enseñarnos los culazo que tenéis, ja, ja.

Si las estuviesen viendo llamarían escandalosamente la atención. Les doy a ambas unos cachetes en el culo para ponérselos rojos.

-Dad la vuelta y acercaros, quiero ver vuestros coños, así que bajaros los bikinis hasta las rodillas y separad las piernas.

-Estáis locos! Pueden vernos –dice Mar.

-No creo que vuestros padres se sorprendan. Ya deben saber lo putas que sois.

-Lo saben, pero una cosa es saberlo y la otra verlo.

Mientras que Mar protesta Tina espera el final de la discusión para hacerlo.

-Deja de protestar y hacerlo de una puta vez!

Ambas tienen los labios vulvares hinchados, Tina más.

-Parece que las dos putitas están calientes.

-Cómo podemos hacer que se calienten más? –pregunta de manera retórica Rafa.

-Estoy abierto a cualquier sugerencia.

-Qué te parece si se acarician entre ellas? -dice.

-Me apetece verlas gemir.

-Aquí? Estáis locos, los dos –nos dice Mar –nuestros padres podrían aparecer.

-Tu madre vendrá a traernos las bebidas aunque podríamos llamarlos para que no se pierdan nada.

-No! –Grita Tina.

-Sois tan cabrones que sois capaces –dice Mar en un tono mas bien complacido.

-Acariciaros putas!

Las dos obedientes exploran el coño de su hermana, lo acarician y proporcionan placer a su hermana, ambas acusan las caricias.

-A cuál de las dos le gustaría mamársela a vuestro padre para que nosotros la viésemos?

-Estáis locos! Cómo vamos a hacer una cosa así? Ni pensarlo! -dice Mar.

-Creo que aún no tenéis claro que significa que seáis nuestras.

-Pero no podemos hacer algo así.

-Claro que podéis. Y lo haréis.

-Sois unos guarros –contesta Mar.

-Mira la que va a hablar, manoseando el coño de su hermana y babeando de gusto porque ella te hurga. Cuál de las dos se la va a mamar?

-Yo lo haré–contesta Tina.

-Eres una guarra –le dice su hermana un poco escandalizada. -Qué te gusta mamar una polla!

-No has visto el tamaño de su polla -la confesión de Tina nos sorprende.

-Has pensado mucho en ella?

-Sí. Me he tocado muchas veces pensando en que no me cabría en la boca y como haría para comérmela.

-Qué guarra eres! -le dice Mar con verdadero asco.

-Tina me gusta que nos confieses todos tus deseos. A partir de ahora andaréis las dos sólo con las bragas del tanga y tendréis que calentarlo, está claro zorras?

-Pero es muy peligroso y si se enfada?

-Correréis ese riesgo. Y a cuál de los dos se la chuparía la puta de vuestra madre?

-A Rafa –responde Mar con rapidez.

-Quieres ser tu quien me la chupe a mi? –le pregunto a Mar.

-Sí.

-Sólo dejaré que me lo hagas mientras ellos nos miran. Quiero que tu madre te vea con mi polla en tu garganta. Verá como te la tragas entera y así sabrá como lo tiene que hacer ella. Verá lo buena mamona que eres y así se esforzará más cuando se la mame a él.

-Lo haré -me dice mientras me mira con deseo.

-Cuando te lo diga te desnudarás en la calle para mostrarme tu cuerpo.

-Sí, hace tiempo que te deseo. Haré lo que me digas.

-Y ahora dime que más te gustaría que le hiciese tu padre a tu hermana.

-Lo que tú quieras -dice Mar.

-Díselo tú.

-Quiero que esta zorra le meta la lengua en el culo.

El comentario nos hace comprender que las caricias entre ellas están haciendo sus efectos.

-Ya sabes lo que tienes que hacer Tina.

Tina afirma entre jadeos.

-Si hacemos ruido esta noche cuando regresemos quien se levanta?

-Mi madre –contesta Tina.

-Entonces esta noche verá como la mamáis. Comeos la boca.

Ambas obedecen sin rechistar, es más lo hacen entusiasmadas.

-Parad. Subiros las bragas.

Ambas lo hacen pero Mar pide…

-Por favor dejar que nos corramos.

-Tu madre puede aparecer en cualquier momento, quieres que ella te vea hacerlo?

-Estoy tan caliente que no me importa nada.

-Tina tú también?

Tina nos mira, tal vez un poco avergonzada pero desde luego caliente.

-Sí, por favor dejar que nos corramos.

-Aún es pronto. Vamos al agua -le digo a Tina.

Mar está sentada sobre mi amigo de cara a él. Se ha apartado el bikini para metérsela. Yo estoy detrás de Tina en el agua follándola también cuando aparece la madre con una bandeja con una jarra de limonada y dos vasos. Ve la escena, se queda parada un instante. El morbo le puede, se le nota en la cara pero sus prejuicios le impiden seguir su instinto. Se va acercando a Mar y Rafa. Mar trata de tapar la polla que está dentro de ella con la mano pero el movimiento, aunque suave, la delata.

Ha vuelto con el bikini tal como le ha pedido Rafa. Tiene las tetas mayores de lo que parecían con la ropa que llevaba. Se ve la tensión en las tirantas del sujetador por el peso de las tetas.

-Qué estáis haciendo? -dice con cara de enfado aunque no puede dejar de mirar.

-Somos mayores de edad, así que podemos hacer lo que queramos, no?

-Sí…-duda -tienes razón, pero los vecinos…

-No nos importa lo que puedan decir.

-Pero no está bien. No es normal.

-No nos gusta lo normal.

-Pero hija! -Exclama dirigiéndose a Mar.

-Ella hace lo que yo le digo, lo disfruta, así que deja de preocuparte por lo que hacemos -le dice mi amigo en tono autoritario.

La madre desconcertada sólo atina a decir: -Hay que ver como eres.

-Sí. Y tú con ese bikini estás mejor -le dice mi amigo.

-Gracias -le contesta ella entre halagada, coqueta y avergonzada. -Queréis limonada? -Pregunta la madre para tratar de normalizar la situación.

-Sí -dice Rafa -dásela a Mar.

Mar se ve obliga a quitar las manos para coger los vasos. La madre mira el trozo de polla que queda fuera de su hija. Rafa y ella intercambian una mirada. Mar mira hacia abajo.

-Mar no podéis hacer eso, tu padre podría aparecer.

-Él no está, sólo estás tú. A ti te molesta que lo hagamos?

-Sí. No, yo… es normal pero no aquí, no estáis solos.

-Estamos entre amigos y lo que hacemos es normal, no?

-…Sí pero os pueden ver los vecinos. No me gusta que los vecinos o tu padre pueda veros y comenten.

-Nunca lo has hecho con tu marido?

-No… -el giro en la conversación la deja un poco desconcertada-él no es así –nos confiesa dejando entrever que ella lo es al menos un poco.

-Una pena, no?

La madre asiente apenas, como no queriendo ponerlo en evidencia.

-Sírveles a ellos, vamos.

-Sí, disculpa.

La madre se da la vuelta para dirigirse a la piscina. En ese momento Rafa la mete con fuerza obligando a Mar a gemir. La madre se para, mira sobre su hombro y sin volverse continúa.

-Nosotros queremos también -digo -Tina coge el vaso.

La madre también comprende que su otra hija también está empalada. Tina no levanta la vista del suelo.

Rafa llama a la madre.

-Puedes servirme algo más de limonada?

La madre se vuelve para servirle. Ve que el vaso está aún lleno y espera. Está claro que le atrae Rafa y el morbo de la situación. Rafa le ha corrido un poco más el bikini a Mar y ahora la madre puede ver con mucha claridad la polla dentro del coño de su hija que también puede ver con claridad.

-Te sale muy buena la limonada, cómo lo haces?

La pregunta tiene toda la intención de mantener a la madre observando el espectáculo y hacerla cómplice de los juegos. La madre no puede contestar absorta observando el leve movimiento de Rafa follando a Mar. Yo me follo con fuerza a Tina pero la madre no nos presta atención.

-No estaría mejor con un poco de ron?

-Quieres ron? -pregunta distraída la madre que no puede dejar de observarlos follando. Rafa aumenta un poco más el ritmo obligando a Mar gemir. Le extiende el vaso vacío que la madre coge, lo que aprovecha Rafa para cogerla de la mano y la mantiene sujeta mientras folla a Mar ya sin pudor.

-Anda ve por el ron -le dice soltándola.

La madre regresa unos instantes después, dirigiéndose directamente a Rafa y Mar. Después de servirle Rafa extiende su mano para que la madre vuelva a cogerse a ella. La atrae y le acaricia la pierna. Mar ya no puede reprimir sus gemidos.

-Mar ponle a tu madre el bikini como a mí me gusta. No te importa verdad?

-Rafa no puedes hacerme eso -dice sin convicción.

Mar coge las tiras y se las lleva a la cintura lo que hace que su coño se marque abultado.

-Así mejor. Me gusta que el bikini realce el cuerpo de la mujer. Te gusta así? -Le pregunta a Mar que apenas levanta la vista antes de afirmar con apenas voz.

-Y a ti te gusta que te lo haya puesto así? -Le pregunta a la madre.

Ella afirma mientras siente las caricias de Rafa en el interior de sus muslos.

-Ya sé a quien han salido tus hijas tan obedientes, me gusta eso. Antes me ha gustado como me has servido. Manteniendo la bandeja como una buena criada.

La madre no es capaz de levantar la vista del sexo de mi amigo y Mar. Rafa ve como su respiración se va alterando.

-Rafa esto no está bien.

-Porqué?No te gusta?Tú también eres mayor de edad.

-Pero estoy casada...

-Entonces vete para la casa que te vas a poner demasiado caliente -le dice Rafa imperativamente a la madre. -Ah! Y no te pongas bragas hoy cuando salgas, disfrutarás yendo así, ya lo verás. Después le mandas un wathsapp a Mar para decirle donde vais a estar, comprobaré que vas como te he dicho. Y cuando volvamos esta noche hablaremos -Ella asiente con un gesto casi imperceptible de cabeza.

En cuanto la madre se ha ido Rafa sale de Mar que protesta frustrada.

Ambos queremos mantenerlas muy calientes para dar el siguiente paso.

-Tina sube a la habitación y espérame, antes no has obedecido cuando te he dicho que te quitases las bragas en la piscina, voy a castigarte para recordarte que has de obedecer.

-Lo siento.

Se va sujetándose las bragas que tiene a media pierna.

-Y súbete las bragas, guarra.

-Y el sujetador?

-Está bien así.

Un par de minutos más tarde vuelve a aparecer.

-Mi madre me ha visto así cuando he entrado –nos dice en cuanto llega hasta nosotros.

Sigue con las tetas por fuera del sujetador.

-Y que te ha dicho?

-Me ha preguntado que hacía con las tetas así? Le he dicho que no me había dado cuenta. Cómo no te vas a dar cuenta con las tetas que tienes? Me ha dicho. Y luego que me ponga el sujetador bien que mi padre estaba por la casa y que soy una puta y me ha mirado con cara de enfado.

-Ja, ja. Hasta tu madre te dice que eres una puta. Y te las has guardado?

-No, no sabía si podía. No quiero que me castiguesmas. Mi madre estaba vestida para salir, estaba esperando a mi padre. He esperado que salieran, por eso he vuelto, para decíroslo.

-Quieres ya tu castigo?

Afirma mientras se frota el culo.