La hermana de un amigo

Era la hermana de un amigo, pero eso no me impidio que pasara lo que paso.

En esa época yo tenia novia desde hacia más de dos años y no miraba a otra mujer desde hacia ese mismo tiempo, ella era todo para mi, y yo era todo para ella. Pero esta chica era diferente, la conocí de casualidad en la casa de un compañero de clase con el cual estudiaba seguido, era la hermana. Al compañero lo conocí ese mismo año y nos llevamos casi bien desde el principio, era muy estudioso y algo lento por lo que me sentía como su tutor a veces, comencé a ir a su casa seguido ya que hacíamos tesis para la universidad y las imprimíamos ahí mismo. Los primeros meses ni siquiera noté que ella existía, claro la primera vez que fui como cortesía me la presentó pero para mi pasó desapercibida, era una chica más. Conforme pasó el tiempo ella se me fue acercando más y más hasta que un día comenzamos a intercambiar miradas. Ella era realmente linda y yo no lo había notado hasta el momento, usaba el pelo corto, por arriba de los hombros, tenia unos ojos café hermosos y unos labios que realmente daban ganas de comerlos a besos, sus pechos eran duros y redondos, de lindo tamaño por lo que podía ver, su cintura pequeña de contextura delgada, con una cola bien apretada y una piernas que me encantaba ver como se movían. Durante poco más de un mes todo fue una seducción, si pasaban alguna canción romántica en la radio yo movía mis labios mirándola tarareando la canción, cada vez que iba al baño ella se paraba y nos rozábamos suavemente con las manos, algunas veces estudiábamos en una mesa grande en donde nos poníamos de frente para poder rozar las piernas del otro. Esto pasó por un tiempo, durante el cual también intercambiamos mails. Hasta que un día salimos de la Universidad y yo y mi compañero teníamos que pasar por su casa para darle una cosas y el me tenia que mostrar otras que había hecho, llegamos a la casa y ella estaba sola, era la primera vez que la veía sola ya que tiene varios hermanos y la madre trabaja en la casa. Ella estaba más mimosa, pero yo no podía hacer nada porque estaba mi amigo enfrente todo el tiempo, creo que estuve no más de 15 minutos, al irme para salir de la habitación donde estábamos, pasó mi amigo primero y yo la miré mientras cerraba la puerta a lo que ella me tiró un beso, por supuesto como todo un caballero respondí, cerré la puerta pensando en cualquier cosa mientras mi compañero me hablaba del trabajo. En la puerta de la casa me saludó, nos despedimos y yo me estaba yendo cuando alguien me llama, me doy vuelta y era ella en la puerta de la casa, sonrío, y me acerco lentamente "¿no me vas a dar un beso de despedida?" pregunta ella, le pedí disculpas, la tomé por la mejilla y besé sus labios suavemente, hacia tiempo que un beso no me excitaba de esa forma. Al otro día hablamos y me dijo que sabía que yo tenía novia por lo que quería saber que era de nosotros, le dije que no iba a dejar a mi novia y que ella me parecía muy linda, que me encantaban sus labios, su rostro, su cuerpo. Decidimos seguir hasta ver donde llegábamos y ella me dijo que no le importaba lo de mi novia, y que yo también le parecía muy lindo. El tiempo pasó y estuvimos un par de veces más en donde pudimos conocernos un poco más y mejor, ella me habló de su vida y entre besos yo le comenté de la mía, además hablábamos por teléfono y por mail. Pero el problema es que teníamos que vernos siempre en su casa y a escondidas por lo que un día, y después de un problema que hubo en la casa por el tema de que éramos y que hacíamos, decidimos tomarnos un tiempo. Unos meses después, en la finalización de las clases recibí un correo de ella en el cual me decía que iba a ir a bailar con unas amigas para festejar que terminaban las clases y si podíamos vernos en un pub cercano. Yo le respondí que me encantaría y que pensaba que a esa altura ya me había olvidado. Llegó el día esperado y yo llegue al pub antes que ella. Cuando llegó estaba radiante apenas entró por la puerta la vi, iba con dos amigas a las cuales les presté menos que nada de atención y ella estaba hermosa. Enseguida fui a su encuentro, nos recibimos con un pequeño roce de labios y nos pusimos a tomar algo, a los minutos de estar sentados fuimos a la pista y comenzamos a bailar muy pegados, cada roce de su cuerpo me estremecía además que aprovechábamos cada ocasión que podíamos para besarnos Comenzamos a bailar pegados sin importarnos de la música y a besarnos en el cuello, ella mordisqueaba mis orejas suavemente mientras yo le daba besos en el cuello, nuestras manos recorrían con cuidado el cuerpo del otro adorando cada parte por la cual pasaban. Ella me susurró que quería ir a un lugar más tranquilo y yo le dije que podíamos usar mi auto, se despidió y nos fuimos de ahí. Primero fuimos a un mirador en donde nos besamos con pasión y locura mientras ella me acariciaba todo el cuerpo me dijo si podíamos ir a otro lado, le dije que había un hotel cerca, que si no le molestaba podíamos ir. Se puso bastante colorada y miró hacia abajo, yo tomé su barbilla con mi mano mientras acariciaba su mejilla con la otro y le dije que podía decir que no, me dijo que si. Llegamos a la habitación y no sentamos en la cama comenzamos a besarnos y desnudarnos lentamente, primero me sacó el buzo y yo hice lo mismo con ella, mientras acariciaba su vientre comencé a besar su cuello para luego bajar hacia su pecho y comencé a besar sobre sus senos, eran hermosos, me encantaba su dureza y como el pezón le salía por la lencería que llevaba, comencé a besarlos y acariciarlos y ella se empezó a excitar más y más, desprendí lentamente el sutien que llevaba y pude verlos en su esplendor, comencé a besar su pezones mientras ella acariciaba mi entre pierna, bajé suavemente con mis labios hasta su vientre y le insinúe con mis manos en su cintura que se parara, ella lo hizo Con suavidad desabotoné el pantalón y le saqué los zapatos, ella me miraba y sonreía, comencé a bajarle el pantalón y pude verla en todo su esplendor, estaba solo con una pequeña tanguita, bien afeitada, y algo tímida. La abracé de la cola y comencé a besarle el monte por encima de la tanguita, ella me acariciaba la cabeza en señal de aprobación. Me levanté y los dos quedamos enfrentados, comenzamos a besarnos mientras con mis dedos acariciaba su vagina, ella me abrió el pantalón y sacó mi pene que estaba muy excitado, me bajé los pantalones y me saqué el calzoncillo, nos acostamos en la cama y yo le sacaba la tanguita. Comenzamos a besarnos y tocarnos con pasión, yo la masturbaba mientras ella hacia lo mismo conmigo, estaba muy excitaba cuando comencé a bajar por su cuerpo hasta llegar a su vagina la cual empecé a lamer con locura entre sus gemidos de placer, jugué con ella mientras sus jugos llenaban mi boca Me levanté suavemente y le dije que estaba muy excitado y que quería penetrarla, me dijo que si por lo que me puse un preservativo y me acosté sobre ella, con cuidado la penetré suavemente y comencé a moverme sobre ella, no duró mucho más antes de llegar a su orgasmo, y como gimió, me encantó. Le dije que si podíamos hacer alguno cosa, me dijo que no le gustaba el sexo anal y yo estuve de acuerdo, la tomé por la cintura y la senté sobre mi en el borde de la cama, se notaba que no lo había hecho por como se puso, la tomé por la cintura y comencé a moverla hacia adelante y atrás Le decía que me gustaba y que ella lo hacia bien, me tiré hacia atrás para quedar acostado mientras ella seguía moviéndose, me encantaba su cara de placer, con un de mis manos en su cintura y la otra acariciando sus senos sentía que iba a explotar, volví a subirme y comencé a besarle sus senos, mientras la abrazaba sentí su respiración sobre mi y los gemidos que lanzaba sobre mi hombro La tomé por la cintura y le dije que me abrazara con fuerza sobre los hombros, me paré, tomándola por las nalgas y comencé a moverla de arriba a abajo, no se cuantos orgasmos tuvo, pero le encanto, sus gemidos eran cada vez mayores hasta que la apoyé sobre la cama jadeando y exhausta, me dijo que le había encantado y que nunca se lo habían hecho así. Le dije que estaba bien y comencé a acariciarla, cada tanto jugaba con su vagina para que no perdiera la excitación, hasta que le dije que no podía esperar más y quería volver a hacerlo, me dijo que estaba bien y me puse sobre ella, entré sin dificultad por el estado de su excitación y comencé a moverme con más fuerza, a ella le encantaba, gozaba sentía y no quería parar, al final mi orgasmo no se hizo esperar y en un grito de placer lo tuve. Quedamos tendidos unos minutos yo la miraba, ella a mi, me levanté y fui al baño a lavarme, ella me siguió, charlamos un poco y seguimos jugando en la cama, lo hicimos cuatro veces esa noche, más por falta de tiempo que por falta de ganas y por más que después me sentí culpable por días, en ese momento lo disfruté muchísimo.