La hermana de mi padre
De un empujón la clave hasta el fondo y siguiendo sus indicaciones fui bombeando en su interior. Empecé a notar una sensación diferente a cuantas había notado.
Fue hace muchos años.
Yo era muy joven, entendiendo que en aquella época se era niño hasta partir para la mili. Mi familia era una familia tradicional, con muchos prejuicios y demasiado patriarcal. Mi padre tenía una Hermana de cuarenta y tantos que vivía sola.
Como consecuencia de acontecimientos que yo no llegué nunca a conocer, se me mando que por las noches fuera a dormir con mi tía. Como yo era "el niño"y mi tía no tenía preparada otra habitación, yo dormía con ella.
Con mis pocos años yo conocía ya las mieles del placer solitario que como casi todos los niños de aquella época aprendíamos en pandilla. Mi cuerpo me mandaba meneármela con frecuencia y siempre cuando me acostaba, motivo por el que yo lo pasaba muy mal no pudiendo hacerme una paja antes de dormirme.
Por este motivo después de las primeras noches esperaba a que ella se durmiera y con mucha suavidad me la cascaba hasta correrme.
Poco a poco, mi prudencia fue perdiéndose en la confianza de que mi tía no se enteraba, por lo que mis movimientos llegaron a despertar a mi tía, Estando yo con la pija en la mano fuera del calzoncillo, mi tía encendió la luz y retirando la ropa me pillo en esa pose. Mi picha totalmente iniesta cual bayoneta rodeada con mi mano.
Ni que decir lo que me llamo. Guarro, Cerdo, Inmoral Sinvergüenza, se lo iba a contar a mi padre etc.
Mi pollita se desinfló de golpe y sin poder remediarlo me puse a llorar como una Magdalena.
Viendo mi posición y la de mi polla, mi tía no pudo por menos que ponerse a reír como una loca. Trato de consolarme y me empezó a hablar, y preguntarme
Por que haces esto. Sabes que puedes quedarte ciego por hacerte estas cosas?
Solo lo haces así?
Lo has hecho alguna vez con una niña?
Yo a todo iba respondiendo como podía e iba calmándome poco a poco,
Mi polla seguía fuera del calzoncillo en estado morcillota y mi tía no apartaba la vista de ella,.
Me dijo, anda ya que no conoces lo que es esto, te voy a enseñar lo que es el amor. Y sin más palabras se metió mi pijo en la boca, iniciando una mamadita. A medida que ella iba incrementando su mamada y me recorría con su lengua la base de mi capullo, mi verga fue creciendo hasta ponerse en posición de presenten armas.
Poco a poco mi tía se iba calentando y desnudándose del todo me dijo.
Anda cariño, vas a hacerme tu una comida de mi coño.
Yo puse una cara rara y ella me dirigió que es lo que yo tenía que hacer.
Mi lengua lamía como ella me había dicho introduciéndose lo que podía en el fondo de su choco.
Mi lengua lamía su botón como ella lo llamaba y yo noté que este botón al igual que mi pijo había crecido adquiriendo una forma de capullo en chiquitito.
El sabor era agradable con un gusto dulzón y acido.
Mi tía estaba dando pequeños grititos. Si, si chupa mas condenando, así siiii. Más, más, mas , un incremento de la aceleración de su respiración y un hayyyyyyyyy prolongado me dejaron un poco asustado, notando que a mi boca llegaba un torrente de jugos que ella me pedía, chúpalos no dejes que nada se caiga, hay cabrón que bien estas aprendiendo. Yo obediente chupé y rechupé toda su concha.
Una vez que ella finalizó tomó con sus manos mi cara y bebió de mi boca todos los jugos que por ella habían quedado.
Me pidió me pusiera encima de ella y abriendo sus piernas con la mano dirigió mi miembro a la entrada de su chocho, pidiéndome que la metiera dentro.
De un empujón la clave hasta el fondo y siguiendo sus indicaciones fui bombeando en su interior. Empecé a notar una sensación diferente a cuantas había notado cuando me la meneaba. Esto era mucho mejor y más rico. Según yo estaba bombeando, note que mi tía se agitaba y empezó a decir gritando así, así, mas, mas, mas dentro aprieta, aprieta masssss me voy me voyyyyyyy
Yo continuaba apretando y apretando cada vez con más fuerza y llegue al culmen. Estaba a punto de correrme, cuando ella se separó diciendo. En el coño no que me puedes preñar, ven dame toda tu leche que tengo hambre de tus jugos. Y diciendo esto se metió mi enorme polla en su boca chupando y lamiendo mientras me hacía una paja con su mano.
No tarde en venirme y dando un estertor como si me atragantara solté toda mi carga en su boca.
No pensaba que de mi pitito pudiera salir todo lo que salio ni que este pudiera llegar a adquirir las dimensiones que adquirió.
Después de esta fiesta y habiendo limpiado totalmente mi pijo con su lengua me dio un gran beso. Su boca olía y sabia de una forma rara que excitaba mi cuerpo.
Mi tía abrazándome me decía, bueno cariño, lo de tus pajas y esto queda entre nosotros. No sabes las ganas que tenia de hacer esto cuando notaba como te la meneabas a mi lado, cabronazo.
Abrazados nos quedamos dormidos desnudos hasta la hora de ir al colegio.
Después de esta noche hubo muchas mas, en las que mi tía me enseño los placeres del coito anal y de la utilización de juguetes estimulantes, pero esto es material para otra ocasión
Espero vuestros comentarios y deseo que mi aventura os haya gustado tanto leerla como me gustó a mi cuando la sufrí