La hermana

Dedicado a esas amigas que lo disfrutan, que lo viven y que tanto se entregan. Una amiga, su novio, una hermana caliente que quiere probar esas cosas que despiertan su morbo y su deseo. La lucha entre su verguenza y su deseo. Un placer compartido por todos. Los primeros pasos.

-Por fin has llegado, te esperábamos más temprano -me dice Mar.

Me está esperando en la puerta del chalet de sus padres. Es la novia de un amo-amigo.

Nos besamos en la boca. Dejo resbalar una mano desde el cuello al culo rozando antes su pecho con suavidad.

-Te sienta bien ese bikini -le digo mientras la repaso con la mirada.

-Gracias -me responde con una sonrisa mientras se gira coqueta para que pueda verla bien.

-Qué buen culo tienes! -le digo porque de verdad tiene un culo que dan ganas de comer.

Mi comentario la hace sonreír y moverlo con coquetería. Sabe que tiene muy buen culo. Le doy un cachete con fuerza. Me mira con falsa cara de pena… Es muy caliente y este tipo de situaciones las disfruta.

-Me ha picado.

-Te ha gustado

De las conversaciones de los tres surgió la idea. Y ella se prestó a nuestro juego.

-Y tu novio?

-Me ha dicho que cuando te hayas instalado te espera en la piscina.

-Y ella dónde está?

-Te está esperando arriba. Hemos estado hablando de ti hasta que me has llamado para avisarme que llegabas -su tono y la expresión de su cara me ofrece más que las palabras que pronuncia, está nerviosa y caliente.

-Hay algo más que deba saber?

-Que no quiero que le hagas daño, es mi hermana.

-Sabes cuales son mis aficiones pero no tienes que preocuparte… o tal vez sí. En todo caso lo que le haga lo podréis ver. Es lo que habíamos hablado y siempre cumplo mis pactos pero no te prometo nada más. Espero que ella también lo tenga claro, no?

-Sí, le he contado todo lo que sé de ti, de tus amigas, de tus gustos… eso la pone caliente, no me lo ha dicho pero lo sé por eso quiere conocerte. Es una golfa.

-Cuando acabe con ella puede que sea algo más. Lo quieres?

-Sí. Me siento mal porque es mi hermana pero lo estoy deseando y creo que ella también. Quieres subir a conocerla?

Tina está acostada. Cubierta por completo por una sábana.

-Despierta zorra, mira quien está aquí -le dice Mar mientras da un tirón de la sábana para dejarla al descubierto.

Lleva puestos el bikini y un pantalón cortado encima. Muy cortado. Puedo verle casi todo el bikini debajo. Los pezones erectos.

-No me ha gustado que no hayas estro esperándome -le digo.

-Oh! Yo… lo siento.

Me acerco a ella para cogerla por la nuca y levantarla. Le beso en los labios, me devuelve el beso demostrando su calentura.

Por lo que sé ella tiene experiencia, su beso lo demuestra. Lo prolongamos algo más que el beso de dos personas que acaban de conocerse, incluso algo más que el de dos personas que se conocen desde hace bastante tiempo. La hermana de pie contempla nuestro beso.

-No te molesta el bikini para estar tumbada? -Le pregunto mientras tiro de él.

-Deja que me levante.

-Por supuesto que no, estás muy bien así -le digo acariciando su vientre desnudo.

-Delante de mi hermana no. Déjame, quiero ir a la piscina.

Su voz, con un cierto matiz nervioso pretende ser firme.

-Sabes a que he venido? Lo sabías no?

-Sí.

-Te gusta jugar verdad?

-Ya lo sabes -me contesta con un mohín como diciendo pareces tonto, no ves como estoy de caliente?

-Ambos queremos lo mismo, disfrutar, placer y cuanto antes empecemos antes lo obtendremos.

-Pero quiero ir a la piscina.

-Luego. Primero quítate los pantaloncitos, quiero verte bien.

-De todas maneras tenía que quitármelo para bañarme -me dice tratando de mantener su desafío.

Todavía no sé si quiere que la someta o es que no le gusta aún sabiendo tanto como pensaba.

-En ese caso podrías ponerte las bragas del bikini mejor.

-Cómo? -La pregunta ha sido para saber como, en ningún momento ha dudado en hacerlo. Lleva las manos a las bragas esperando las instrucciones.

-Ponte las cintas en la cintura y mete la bragueta en la raja, quiero verte mejor por delante y por detrás.

-Pero mis padres están abajo.

-Entonces te verán también.

Veo el temor pero también que está dispuesta a arriesgarse. Sin levantarse se quita el pantaloncito sacando su pubis y se pone las bragas como le he dicho. Se queda apoyada en los codos. La nueva disposición de las bragas deja adivinar con claridad los labios de su sexo ya hinchados.

-Te he dicho que te las metas en la raja. Quiero ver los labios de tu coño todo el tiempo.

-Estás loco? Se me verá todo!

Me mira alucinada. Ni le contesto, tan sólo la miro y espero. Termina poniéndoselo como quiero. Sus labios están húmedos.

-El pantaloncito me gusta. Un día me gustará que te lo pongas para pasear. Sin nada debajo.

-Es que enseña demasiado.

-Por eso. Tal vez quiera que se te vea todo, que lo enseñes todo. De momento jugaremos aquí pero tienes que estar preparada para todos los momentos y todos los lugares.

-Pero dile a mi hermana que salga. Me da vergüenza delante de ella.

-Ella puede estar presente siempre que quiera y yo se lo permita. Todo lo que te haga lo podrá ver.

-Delante de ella? Nunca he hecho nada delante de ella. Qué me harás?

-Tú lo sabes. Dime que quieres que te haga. Tu hermana me ha contado lo del conductor del autobús. Qué haces con él? Cuéntamelo tú.

-Me da verguenza contártelo.

-No me importa. Cuéntame. Ya te has negado bastantes veces y es algo que no me gusta.

Le paso el dedo con suavidad sobre la braguita del bikini. Callada lo disfruta. Noto el clítoris inflamado. Gime cuando paso sobre él. Por su expresión y su actitud no sabe si va a ser una caricia o un castigo o tal vez ambos.

-Quieres que lo meta por debajo de la tela? -Le pregunto.

-Quieres que te toque también? -Me pregunta ella.

-Por supuesto. También me gusta el placer pero quiero algo más.

-Qué?

-Quiero que uses tu boca.

-Ahora?

-Quiero conocer tu garganta. Cuántos han entrado hasta ella?

Le aparto la braga y aparece el coño abierto y mojado. Entreabre la boca jadeante. Su mirada salta de mí a su hermana que no pierde detalle. De uno a otro inquieta y excitada. Con deseo y vergüenza mezclados.

-Le gustan las buenas pollas - dice la hermana que no deja de observar la escena.

-Primero cuéntame lo del chofer -le digo mientras sigo acariciando con suavidad su coño desnudo. Ella no hace nada por impedirlo. Al contrario, levanta su pubis buscando un roce más intenso de mis dedos.

-Porqué se lo has contado? -Dice dirigiéndose a la hermana en un tono que apenas es un reproche.

-Para que supiera la clase de puta que eres -le responde la hermana sin inmutarse demasiado -es gordo y asqueroso pero eso a ella no le importa -dice con cara de asco.

-Es uno que hace la ruta hasta aquí. No tiene nada especial. Al ser la última parada a veces íbamos los dos solos. Comenzamos a hablar. hasta que un día me dijo que le gustaba mi boca y que le gustaría que se la chupase, que su mujer no se lo hacía. Oírlo me calentó y le dije que sí.

-La verdad es que tienes una boca muy apetecible -tiene gruesos labios. -Acaríciate mientras nos cuentas.

-Delante de mi hermana… -protesta sin mucha convicción pero le doy un pellizco no muy fuerte en los labios del coño. Gime. Me mira y usa sus dedos para obedecerme.

-No te quiero oír negarte más o te castigaré y puede que sea duro.

-Los días que sólo quedaba yo sabía que me lo pediría y eso me calentaba porque él nunca me daba placer, tan sólo hacía que se la chupase.

-Dónde se la mamabas?

-En el autobús. Se echaba a un lado del camino, algunas veces incluso en la última parada que está muy cerca de aquí y eso me daba miedo porque podía aparecer cualquiera pero también morbo. Me hacía desnudarme y chupársela. Decía que le gustaba ver mis tetas moviéndose. Le gustaba correrse en mi cara y en mi pelo y no me dejaba que me limpiase, quería que oliese a su leche durante toda la noche para que me acordase de él. Me costaba entrar sin que nadie se diera cuenta. Iba directa al baño para tocarme oliendo a él. Sentía la tentación de lamerlo y tomármelo todo pero no lo hacía porque él no quería. A veces me tocaba dos o tres veces.

-Es una puerca -dice la hermana -entre el olor de la leche y de su coño y escucharla gemir no había quien durmiese.

-No te masturbabas en el baño?

-Cuando llegaba pero cuando me acostaba no me apetecía levantarme y lo hacía en la cama.

-Con tu hermana despierta?

-Pensaba que dormía. Así fue como se enteró de lo que hacía. Me descubrió y me hizo contárselo todo. Pero ella también se toca y piensa en ti por eso me enteré de ti.

No sé si los recuerdos, la situación o ambos la hacen jadear.

En ese momento oímos pasos en la escalera y tina se tapa apresuradamente. Es la madre. Nos saludamos. Nos observa con cara de sospecha que ahí ocurre algo sin estar muy segura de qué. El olor es difícil de ocultar pero parece que no se da cuenta o está acostumbrada a él. Después nos deja para que pueda cambiarme y bajar a la piscina.

Mar y yo volvemos a ocuparnos de Tina. Mar le aparta la sábana. Se ha puesto la braga en su sitio.

-Porqué te la has puesto bien?

-No quería que mi madre…

Le doy una bofetada.

-Ya te advertí que te castigaría. Abre las piernas.

Se lleva la mano a la cara mientras me mira aunque no veo que se lo haya tomado mal.

-Y ella? -Pregunta Tina refiriéndose a Mar tras haber abierto las piernas.

-Deja ya de preguntar. Aún no tienes claro que harás lo que te diga haya o no gente delante? Tócate. Quiero ver como lo haces.

Se pasa los dedos sobre sus labios descubiertos y su clítoris hinchado amasándolos. Me fijo en sus tetas. Tiene unas buenas tetas. Mayores que las de Mar. Le paso las manos sobre el sujetador y le cojo un pezón que pellizco con fuerza, gime, se lo estiro, gime delante de su hermana. Ésta sonríe. La miro y me mira con complicidad.

-Llevas razón Mar, está muy caliente. Y tú date la vuelta, quiero ver tu culo -le digo a Tina.

Se gira y deja al descubierto dos apetitosas esferas, aunque el culo de Mar me gusta más aún.

-Cuando bajemos a la piscina te dejas el bikini así para mostrarnos tu culo con el bañador metido en la raja y sientas lo puta que eres. Mar coge la almohada y tú levanta el culo.

Le digo a Mar que meta la almohada bajo su pubis.

-Voy a disfrutar cuando te la meta por aquí -le digo mientras le meto un dedo para probar su dilatación. Virgen no es desde luego. Y sus gemidos delatan que le gusta ser usada por esa vía.

-Tienes que depilarte.

-Se lo dije -dice Mar -le dije que no te gustaría así.

-Si lo sabías porqué no lo has hecho?

-Ya lo tengo bastante depilado.

-Sabías que lo quería todo. Lo haremos ahora y luego pagarás por no querer complacerme. Se lo harás tú, Mar.

Al volverme hacia ella veo como se está acariciando el cuerpo con suavidad. La mirada me cuenta cuanto la calienta la situación que está viviendo.

-Cómo tendré que pagar? -Me pregunta Tina.

-Te lo diré luego. No quiero que te niegues más a ofrecerme placer. Te castigaré para que recuerdes con claridad que no me gustan las negativas.

-Está bien, perdona. No quiero que me hagas mucho daño.

Apenas le presto atención.

-Mar quiero que te encargues de depilarla. Lo veré después. Mientras iré a saludar a tu padre. Cuando acabes baja a la cocina y vuelve a subir. Será la señal para saber que has acabado.

Bajo y me pongo a charlar con los padres. Son amables, simpáticos. Me da la impresión que saben lo que puede ocurrir arriba pero prefieren no enterarse o no se atreven a intervenir en las vidas de sus hijas. Baja Mar. Espero un momento para seguirla.

-Enséñamelo.

Se baja las bragas del bikini hasta las rodillas y se queda delante de mí con las piernas abiertas todo lo que le permiten las bragas.

-Puede subir mi madre -me dice al tenerla así mientras la observo con detenimiento.

-No sabe lo zorra que eres?

-No todo -me dice sonriendo.

-No me importa que suba y te vea.

-Acaba por favor, ya me has mirado bastante.

-Veo que no te enteras. Yo seré quien diga cuando he mirado bastante. Quítate las bragas y abre bien las piernas, quiero verte mejor.

-Está bien, perdona.

Abre bastante, pero bastante, las piernas.

-Está bien así? -Pregunta tratando de congraciarse.

-Sí. Mar quieres mirarla tú también?

Miro a Mar que me devuelve la mirada.

-No sé -me responde Mar. No parece apetecerle mucho mirarle el coño a otra mujer aunque sea su hermana, aunque la situación a la que la someto si parece excitarla.

-Por favor -ruega Tina nerviosa.

-Te las quitarás en la piscina cuando estés en el agua.

-Y si están mis padres?

-Por ser la primera vez dejaré que te las dejes puestas.

-Entonces te lo prometo.

-Pero tienes que acostumbrarte a obedecer sin replicar.

-Eso también te lo prometo.

-Vale, entonces ahora quiero que gatees por la habitación para ver tu culo en movimiento.

-Puedo cerrar la puerta?

-No. No te enteras que cuando quiera algo te lo diré?

-Mar puede vigilar que no suba nadie? -Pregunta mientras se pone en cuatro.

-Qué gano yo con eso? -Le pregunta Mar.

-Oh! Por favor, qué quieres? -Le pregunta desesperada, sabiendo que tendrá que pagar por ello, claudicando en el tono.

-Cuando te pida algo lo harás.

-El qué?

-Ya está bien -digo -lo harás, me parece buena idea, ahora por demorarte irás hasta el baño. Y saca también esas tetas, quiero verlas menearse. Después en la piscina, lo harás también.

-Pero y si están mis padres? No podría.

-Entonces te pondrás las girantas flojas para que en algún movimiento se te salgan las tetas y fingirás no darte cuenta hasta que alguien te lo diga. Quiero que cuando las tengas fuera te muevas para que boten y nos las enseñes bien a todos.

-Me estás pidiendo mucho.

-Déjate de estupideces. Te calienta sentirte obligada. Mira como estás ahora, estás mojada, ja, ja. Deja de tratar de hacerme creer que eres una jovencita pudorosa.

-Pero me da verguenza.

-Seguro q eso te calienta más. Mar le has puesto algún bálsamo?

-No sabía si debía hacerlo.

-Si se porta bien en la piscina se lo pondrás después. Tina camina.

Vemos como lo hace y creo que mueve el culo más de lo necesario al alejarse. Y mantiene las piernas separadas para ofrecernos una buena visión de su culo y su coño mojado. Cuando regresa lo hace con una sonrisa excitada.

-Me gusta como te contoneas a cuatro patas. Repítelo y te daré un regalo.

-Sí? -Pregunta con una sonrisa infantil.

Vuelve a repetir el camino disfrutando de su exhibición.

-Me darás ahora mi regalo?

La miro sonriendo. De mi bolsillo saco unas bolas chinas y se las enseño. Tienen pequeños picos puntiagudos que hará que las sienta más.

-Ábrete bien de piernas para que tu hermana te las ponga.

-No puedo ponérmelas yo?

-Veo que no aprendes. Ofréceme tu cara.

Tina lo hace con el temor de ser nuevamente castigada. La abofeteo con más dureza. Se tambalea pero ni siquiera se lleva la mano a la cara.

-Por eso te las pondrá ella, para que te acostumbres a obedecer te guste o no. Ahora abre mucho las piernas y ábrete el coño para que sepa que vas a ser obediente. Y dale las gracias a tu hermana por tocar tu coño de perra.

-Gracias Mar -le dice sin dudar.

-Está mojada la muy perra -dice Mar en cuanto se agacha.

En la cara de Tina veo las sensaciones de todo el proceso. Desde la incomodidad inicial al deseo de correrse final.

-Las llevarás puesta hasta que te las quitemos o te autoricemos a quitártelas. Y tienes prohibido correrte sin permiso desde este momento. Ahora da otra vuelta con la lengua fuera como una buena perra.

-Por favor, puede subir mi madre -me dice tras ponerse en cuatro patas.

La sujeto del pelo para levantarle la cara y darle una nueva bofetada. Gime dolorida.

-Tengo la cara caliente. Mi madre se va a dar cuenta.

-Tienes que aprender a ser obediente y agradecida. Te he puesto las bolas para darte placer y tú te niegas a complacerme.

-No, no, lo haré si quieres, de verdad, sólo temo que me vea así.

Pero obedece y sale de la habitación contoneándose recorriendo el distribuidor. Regresa.

-Abre la boca -le digo a Tina -quiero ver si vas a poder tragarte toda mi polla.

Lo hace permaneciendo a cuatro patas.

-Mar métele la mano en la boca. Quiero saber cuánto es capaz de meterse. Dime algo Tina, te gustan tragar pollas?

Se retira de la mano para contestar.

-Sí, me gusta mamar.

-Me está llenando la mano de babas - dice Mar con cara de asco.

-Sigue metiéndole la mano hasta donde puedas, incluso un poco más allá. Fuérzale la boca. Quiero ver cuanto puede tragar.

Mar le mete la mano provocándole arcadas, tose.

-Calla, o quieres que tu madre suba para ver que ocurre?

-No, no, aguantaré.

Sentado en la cama veo como Mar la fuerza una y otra vez y Tina de rodillas aguanta las arcadas para no delatarse.

Cada vez tengo más claro la mezcla que hay en Mar. El cariño que le tiene por ser su hermana y el morbo que le provoca ver su humillación y ayudar en ella.

-Te has ganado otro regalillo.

Me mira tratando de recuperar el aliento. De otro bolsillo saco un plug anal.

-Pónselo Mar, pero voy a ser bueno contigo, así que dejaré que escojas como te lo pone. En seco o quieres que te llene el culo de saliva para que entre con más suavidad?

-No sé -me responde Tina mirándome.

-Responde -le digo pero su respuesta me indica que ser tratada con dureza no le preocupa demasiado.

-Suave.

-Entonces ábrete el culo para que pueda ponértelo.

Sin ningún reparo se ensaliva dos dedos y se los mete en el culo para abrirse. Parece que es una vía que usa con asiduidad.

-Mar escúpele en el culo para ayudarla a lubricarlo.

Mar le echa una espesa saliva que Tina recoge para seguir abriéndose. Algún gemido se le escapa durante la manipulación. Tras un par de minutos…

-Ya -me dice entre avergonzada y deseosa.

-Pero no es así como te gusta verdad?

Me mira con cara de no entender.

-No prefieres que te fuerce?

Tras un instante de duda asiente.

-Veo que no entiendes. Si te hago una pregunta tienes que responder la verdad. Aunque eso ponga en relieve lo cerda que eres. Y si te pregunto delante de tu hermana eso no cambia nada, tienes que responder lo que sientas. Has comprendido puta idiota?

Me mira ofendida.

-No soy una puta idiota.

-No? Entonces porqué no respondes? Tengo que repetirte la pregunta? No la has comprendido?

-Si la he comprendido -dice molesta aún.

-Responde entonces.

-Pero no soy una puta idiota.

-He dicho que me respondas.

-Sí, me gusta duro -responde crispada pero sin alzar la voz.

-Ves como eres capaz de responder? Y ahora quieres que te premie por ser sincera?

-Sí.

-Pídelo por favor, o también te voy a tener que enseñar buenos modales?

-No, no hace falta, soy educada.

-Demuéstramelo entonces y pídelo por favor.

-Por favor quiero mi premio.

-De acuerdo pero primero tu hermana te va a colocar el plug, así que ve al baño y trae una toalla para secarte bien el culo.

Tina va a levantarse.

-Ni se te ocurra levantarte. Ve a cuatro patas moviendo el culo como la perra que eres y trae la toalla con la boca.

No tengo que repetírselo, sale moviendo el culo. Regresa con una toalla de bidé en la boca.

-Te has traído una toalla limpia -le pregunto al observarla.

Niega con la toalla en la boca.

-Quién usa esa toalla Mar?

-Las tres.

-Ahí es donde os limpiáis el coño vosotras dos y tu madre?

-Sí.

-Tina lámela.

-Me da asco.

Le doy un golpe en una teta.

-Ay! Pica.

Me mira mientras la lame.

-Te gusta el sabor de vuestros coños?

-No, me da asco.

-Ja, ja. Ya está bien. Métetela en el culo hasta que lo dejes bien seco.

Se mete más de media toalla.

-Sécalo bien.

Se mete y se saca la toallita varias veces al tiempo que la ensucia un poco.

-Ya lo tengo bien seco.

-Apóyate en la cama y ábrete bien el culo porque tu hermana te lo va a meter rápido y de una sola vez. Métete la toalla en la boca para que no se oiga el grito si te duele.

-Me da asco.

Le retuerzo el pezón para hacerle comprender que no tiene opción. Coge la toalla y se la va metiendo con una graciosa cara de asco que me hace sonreír. Se va inclinando para ofrecer el culo mientras no dejo de apretarle el pezón sin que proteste más.-Pónselo en la entrada del culo y cuando te lo indique mételo con fuerza de una sola vez.

La indicación que le hago no puede verla Tina por lo que la sorprende. Aunque Mar no sigue meterlo por completo Tina gime. Le doy una bofetada a Mar. Se lleva la mano a la cara y me mira sorprendida.

-Hazlo como te he dicho. Quiero que gima de dolor, que se lo metas de una vez.

-Perdona.

-Si vuelves a fallar te lo meteré a ti primero sin lubricar.

No se hace esperar. Lo mete con fuerza cayendo sobre su hermana y hundiéndolo hasta el fondo. Tina se tensa y gruñe de dolor aunque permanece en la posición.

-Sácalo y vuelve a hacerlo. Hazlo hasta que le dilates el culo y deje de gemir de dolor la puta esta. Os esperamos en la piscina. Y ya sabes como tienes que ir -le digo a Tina mientras le acaricio la cabeza como a la perra que es. A Mar le hago lo mismo y me mira sonriente.

Al salir de la habitación sigo oyendo los gemidos.