La Heredera (4)

Esta historia es continuación de las tres anteriores del mismo titulo. A modo de resumen decir que me lie con la hija del dueño de le empresa que resulto tener una sorpresa entre sus piernas.

Esta historia es continuación de las tres anteriores del mismo titulo. A modo de resumen decir que me lie con la hija del dueño de le empresa que resulto tener una sorpresa entre sus piernas.

El martes, como cada dia, a las 8:30 en punto estaba en la oficina. Tambien, como casi siempre, sobre esa misma hora Pepa entraba en la oficina. Paso por mi lado dando los buenos dias en un tono mas bien seco, pero nada distinto al resto de la gente. Mi impresion era de que estaba enfadada. Esperaba que no fuera debido a mi reaccion del dia anterior.

Sobre las 11 de la mañana fuimos varios compañeros a tomar un cafe y no faltó la pregunta cuya respuesta teniamos preparada. Empezó Gustavo.

  • Y hasta que hora te tuvo esperando Pepa anoche?

  • Ah! Que se quedo a solas con Pepa? -pregunto Marta.

  • Joder -respondi yo-, hasta las 8 y pico. Menos mal que como habia tardado no hizo me que quedase. Solo la di el documento y me fui para casa. Pero no la ha debido de gustar... que careto me ha puesto esta mañana!!!

  • No te preocupes -salto Marta de nuevo-. A esa lo que le falta es un buen polvo.

  • Yo se de otra que tambien esta escasita - replico Laura.

  • Que cabrona eres - respondio Marta-, ni que a ti te sobrasen los tios!

Jajaja, si Marta, Laura y demas compañeros supiesen!!! Lo que me quedaba claro por como hablaban era que no habia sospechas al respecto. al rato volvimos a nuestras mesas para continuar el trabajo.

Sobre las 4, despues de haber vuelto de comer, Pepa salio de su despacho y se dirigio a mi mesa. Unos metros antes de llegar comenzo a decir con la voz mas alta de lo habitual:

  • Ernesto! Enhorabuena! El documento de ayer muy bien, eh! Ni lo he retocado, asi, tal y como me lo diste se lo he pasado al cliente y esta encantado.

  • Ah, gracias! -dije yo sin saber que decir mas ya que tal documento no existia ni sabia que tramaba Pepa.

  • Esa es la noticia buena - continuo Pepa-. La mala es que el cliente esta en Valencia y mañana quieren que le visitemos, y quien mejor que tu le puedes contar de que va el proyecto?

  • Mañana mismo? -conteste.

  • Si, lo siento si te pillo asi de pronto pero tenemos que ir, es importante.

Los compañeros de alrededor miraban extrañados. No sabian de que iba la cosa. La verdad es que yo tampoco sabia muy bien de que iba, asi que deje continuar a Pepa.

  • Ahora en un rato vienes a mi despacho y te doy tu billete y hablamos de la hora del viaje y demas.

  • Supongo -continuaba Pepa hablando- que te da tiempo de avisar a tu novia esta noche, no? porque -dijo mirando a Marta y Laura- que sepais que me da la impresion de que Ernesto tiene novia.

Diciendo eso se fue hacia su despacho. Marta y Laura se acercaron a mi mesa.

  • Anda, que callado te lo tenias ¿tienes novia? -pregunto Marta.

  • Que va! son cosas de esta -dije yo refiriendome a Pepa.

  • Ya se -interrumpio Laura- ¿a que la dijiste eso para poderte ir el viernes pasado?

  • Nooo, -conteste, aunque me dieron una buena idea- bueno, asi no lo dije, pero creo que entendio algo asi.

Fuera sospechas! Estaba claro para todo el mundo que mi relacion con Pepa era de jefa a empleado sin mas.

Una hora mas tarde Pepa me envio un email dandome los detalles del "viaje". El lugar del viaje no era Valencia, pero el motivo era mas placentero que una cita con un cliente. Me pase por su despacho como me indico y alli me comento que me fuera para su casa y la esperara por la puerta. En un rato iria ella.

Asi pues, sali del trabajo y me dirigi hacia su casa. En otras circunstancias, que una pareja me ordene donde tengo que estar me hubiera desagradado, pero en este caso, no se porque, estaba mas bien espectante y deseoso de que ella llegase. Serian las siete de la tarde y tras una media hora de espera vi como Pepa bajaba de un taxi y sali del bar en el que estaba, haciendole señas.

  • Perdona si te he hecho esperar -me dijo-. A ultima hora me han llamado por telefono y ...

La interrumpi con un beso en la boca. Esta vez queria ser yo el que llevase la voz cantante y que mejor que empezar asi.

  • Abre la puerta que te tengo unas ganas... -dije con tono malicioso.

  • Jajaja -sonreria ella-, y que me vas a hacer?

  • Estamos aun en la calle, espera a que estemos a solas y te lo digo.

Se la notaban las ganas ya que abrio todo lo rapido que pudo y tirandome de la meno entro para dirigirse al ascensor. Ya dentro del ascensor lleve mis manos a su culo y la estampe un beso de tornillo que la dejo sin respiracion.

  • Uff, tranquilo -dijo ella- que tenemos tiempo.

  • Tu crees? -respondi- Me tengo que despedir que mañana tengo un viaje.

  • Y donde vas de viaje? -pregunto con una sonrisa picara.

  • Al placer! -conteste yo rotundo.

Llegamos a su piso y abrio la puerta de su casa. Tan pronto como la habia cerrado me lance sobre ella a comerla la boca y el cuello. Su embriagador perfume no hacia mas que darme mas ganas. Ella estaba practicamente paralizada y eso hacia, si cabe, que yo me excitase mas aun.

Sin dejarla casi moverse me puse a desnudarla mientras ella se habia ya abandonado a mis besos y caricias y en realidad no ofrecia resistencia ninguna. Cayo al suelo su chaqueta, su camisa y su falda. Iba sin sujetador (ni falta que la hacia) asi que se quedo solo con su tanga. Como pude desabotone mi pantalon y baje mi calzoncillo.

Mis manos que ahora masajeaban sus tetas no paraban de moverse. Ella al notar que mi polla estaba ya preparada para el ataque se agacho un poco, acercando mas aun su culo hacia mi.

  • Te la voy a meter toda - dije.

  • Ya estas tardando - respondio ella.

Dicho y hecho. Con una mano me agarre la polla para apuntar bien mientras que con la otra baje a acariciar la suya. Ella se echo un poco mas hacia atras y justo en ese momento, de un envite, mi capullo ya estaba dentro de ella. El liquido preseminal hizo de lubricante.

  • Uau!!! Tranquilo! que me vas a partir!

  • No querias polla?

  • Siiii

  • Pues toma -dije mientras de un nuevo envite meti una buena porcion mas.

Pepa parecia sentir algo de dolor pero lo estaba aguantado como una campeona, por que no se quejo nada. De un tercer envite mi polla entro por completo en su culo. Ahi me mantuve un rato masajenadola sus tetas y su polla.

  • Estas preparada para el movimiento?

  • Vamos, muevete, rompeme el culo!

Que cañera era Pepa! Pero no me hice de rogar mas, empece un vaiven que si bien en un principio era mas bien mecanico, poco a poco, y segun Pepa iba cambiando el dolor por placer fue haciendose mas intenso. Una vez que lso dos estabamos entregados al placer, comence a cambiarla el ritmo continuamente, de ese modo no llegaria a calentarme en exceso y el polvo podria ser mucho mas duradero, como yo queria.

Un buen rato despues, Pepa se echo hacia delante y se puso a cuatro patas en el suelo. Os recuerdo que aun estabamos en la entrada de su casa. Asi, como un perrito me dijo:

  • Llevame a pollazos hasta mi habitacion, vamos.

Yo me situe de rodillas tras ella y de nuevo se la meti (ya que apenas habia perdido dilatacion) y co nla polla dentro iba empujandola. A cada empujo ella avanzaba un poco. Yo avanzaba otro poco, volvia a metersela y la daba otro empujon.

Asi recorrimos los 10 metros que habria hasta la entrada de su dormitorio. Ya en la puerta, lo que hice fue sujetarla de sus caderas al tiempo que se la metia, pero esta vez no deje que ella avanzase, aunque lo intento.

En esa lucha que tuvimos, la culeaba de varias posturas hasta que di con una en que ella parecia excitarse mas.

  • Asi, asi... no pares!

  • Si? Toma, toma!

Mi ritmo acelero y con el sus gemidos, en intensidad y en volumen, tanto que temi por que nos oyera el vecindario. Un minuto mas tarde yo estaba a punto de correrme pero para durar algo mas trate de pensar en imagenes desagradables. No obstante, note que Pepa estaba a punto de correrse con lo que me deje llevar. Unos segundos despues los dos, al tiempo, estallamos en una corrida que por mi parte fue abundante.

Ya Pepa no gemia, sino que chillaba. Yo, a pesar de la corrida, segui embistiendo su culo.

  • Para, para! -decia Pepa- quiero comerme tu polla.

  • Ya se la esta comiendo tu culo, y parece que le encanta.

  • Ya te digo! como me tienes! Dame mas polla, por favor!!!

  • Es toda tuya!

Segui culeandola un poco mas ya que a pesar de lo que yo creia, no se me bajaba, pero ante la promesa de una de sus mamadas, decidi que era un buen plan.

  • Vamos, tragatela toda.

No tuvo que pensarselo. Agarro mi polla por la base y se lanzo sobre ella. Acababa de correrme y de nuevo me estaba excitando y la consistencia de mi polla recuperaba toda su dureza.

La lengua de Pepa estaba haciendo un trabajo estupendo mientras que sus labios abrazaban todo el tronco. Sus manos jugueteaban con mis huevos y a veces algun dedo se le escapaba mas atras.

  • Quieto ese dedo -dije yo-. Hoy vas a ser mi mujercita. Mañana lo que tu quieras pero hoy quiero asi.

Pepa saco de un golpe mi polla de su boca y dijo:

  • Si? de verdad?

  • Si, claro -dije un poco sorprendido.

De nuevo se aplico a mamarme la polla hasta que un par de minutos mas tarde eyacule. Ella se aparto un poco, queria recibir mi corrida en su cara.

La muy puta se relamio despues. Sabia como ponerme cachondo.

Pepa se incorporo y fue a limpiarse. Yo la verdad estaba agotado asi que me fui hacia su cama y me tumbe. Al rato volvio contoneandose, mostrandome su maravilloso cuerpo mientras su cetro se iba balanceando. La verdad es que vista asi lo que me apetecia era ponerle el culo para que me hiciese suyo, pero ese dia habia decidido que yo llevaria las riendas, asi que me contuve.

  • Recuerda que mañana haremos lo que yo quiera, vale? -dijo Pepa sonriendo.

  • Si, eso te he dicho.

  • Pero... -hizo un breve pausa- no quiero ningun "no".

  • Ya, no te precupes.

  • Vale, eso espero.

Se sento a mi lado y se dejo caer apoyando el codo. Estaba preciosa cuando parte de su pelo le caia delante de su cuello. Su cara complacida y sonriente acrecentaba su belleza.

  • Te parece si salimos a cenar? - le dije.

  • Vale, perfecto. En que has pensado?

  • Conozco un restaurante, no es gran cosa, eh!, pero creo que te puede gustar.

La verdad es que no sabia si la gustaria, ya que por su posicion economica estaba seguro que ella frecuentaria sitios muchisimo mas caros.

Nos vestimos y cogimos un taxi hacia el restaurante, que al ser martes estaba casi vacio. Alli cenamos y me explico un poco mas su plan para el dia siguiente:

  • Pues veras -dijo- mañana sobre las 8:30 quedamos en mi casa, vale? Despues haremos alguna compra y ya te dire lo que hacemos despues.

  • Hecho. Y en el trabajo no habra ningun problema?

  • Nada, no te preocupes. Todos creen que estaremos en Valencia.

Tras la cena nos despedimos con un beso y ella tomo de nuevo un taxi para volver a casa. Como estaba cerca de mi casa yo em volvi andando.

Al dia siguiente, a las 8:30, como habiamos acordado, estaba en su puerta llamando por el portero automatico.

  • Esperame -me contesto-, ahora bajo.

Unos minutos mas tarde un coche que salia del parking me pito. Era Pepa. Subi a su coche y nos dirigimos al centro.

  • Te cuento -dijo Pepa-, mi plan para hoy pasa por ser tu mi mujercita y yo tu macho.

  • ¿Como dices??? -replique.

  • Dijiste que no me dirias que no!

  • Bueno, es que no se yo... me sorprende.

  • No te preocupes, casi tenemos la misma talla. Yo elijo la ropa y ya en el probador vemos como te queda.

  • Pero... ¿me vas a vestir de mujer?

  • ¿Tu has visto alguna vez una mujercita vestida como tu?

Tenia razon... con unos vaqueros y una camisa de cuadros mi aspecto era poco femenino.

  • Despues de la ropa habra que quitarte esos matojos de pelo que tienes -prosiguio.

Yo no es que sea muy velludo, pero nunca habia ido depilado.

  • Pepa... no te pases -dije casi suplicando.

  • Esto es algo entre nosotros, nadie se va a enterar -dijo queriendome tranquilizar.

Tras aparcar en el parking de unos almacenes nos dirigimos a la planta de ropa de mujer. Ella eligio para mi un vestido de noche de color rojo y de un tacto agradabilisimo. Ya en el probador me lo dio. me desnude y me lo puse con su ayuda. Aunque me encajaba perfectamente (que ojo tenia) yo me veia ridiculo.

  • Va a ser mas facil de lo que pensaba -me dijo-. Te queda como un guante. Y hablando de guantes, tengo que cogerte unos.

Salimos y cogio unos guantes negros que llegaban hasta el codo. Con todo, fuimos a escoger lenceria. Escogio un conjunto precioso rojo tambien y con encajes y unas medias de rejilla. Pago y me dijo:

  • Si unos buenos tacones todo esto no vale para nada.

Bajamos a la planta de calzado y eligio, no sin antes preguntarme mi numero, unos zapatos de salon negros con un tacon altisimo, calculo de que unos 10 u 11 centimetros. Aunque su numero era uno menos que el mio se los probo por ver si eran comodos. Dio su visto bueno y paso de nuevo a pagar.

Con todas las bolsas bajamos al parking y salimos en el coche. Esta vez se dirigio de nuevo al barrio en el que vivia, pero en vez de llegar a su casa, paramos frente a un centro de estetica.

  • Hola Lola, ¿que tal? -saludo Pepa.

  • Pepa! cuanto tiempo!

  • Ya ves, guapa, liada que estoy.

  • Y que es lo que quieres?

  • Mira, te traigo a una amiga -dijo señalandome-. Quiero que la dejes como tu y yo sabemos.

La dependienta (que parecia ser la dueña del centro) me miro y esbozo una sonrisa. Sin dejar de mirarme dijo a Pepa:

  • Fijate que yo jamas me lo imaginaria asi.

  • Mujer! - respondio Pepa-, solamente es para darme un capricho. No es definitivo.

Las dos seguian hablando mientras yo parecia un convidado de piedra. No obstante imagine, por la conversacion, que Lola tenia el mismo secreto que Pepa. Su aspecto era de mas madura pero aun asi tenia una pinta muy buena, y un par de tetas considerables. Estaba yo en mis pensamientos cuando de pronto Lola dijo:

  • En una hora o asi te pasas por aqui.

  • Cuidamelo -respondio Pepa.

  • Ernesto -dijo Pepa mirandome-, haz caso de lo que Lola diga, eh!. Yo en una hora o menos estoy aqui.

Pepa salio del establecimiento dejandome a solas con Lola.

  • Bueno, cariño -me dijo Lola- pasemos dentro.

Me hizo pasar a una cabina y ella entro tras de mi, no sin antes avisar a una dependienta para que saliese para atender. Una vez dentro me pidio que me desnudase y me tumbase en una cabina. Yo por mi parte me mostraba muy receloso.

  • Cariño! -dijo Lola- no eres ni el primero ni el ultimo que veo desnudo y dejo sin un pelito. Dejame a mi y veras como disfrutas despues.

A regañadientes me desnude y me tumbe como me habia indicado. Ella, que mientras se habia colocado tras un biombo, salio con unos guantes de latex puestos.

  • Vamos alla, di adios a tus pelitos.

Comenzo a extenderme una crema por mis piernas y brazos. Al retirarla estaban completamente depiladas. Despues procedio con el pecho. Al acerlo se acerco lo suficiente como para rozarme. Juraria que con lo que me habia rozado era con una polla. La imagen de Lola con polla y las ganas que tenia de comerme la de Pepa me hicieron pensar en como estaria la de Lola. Poco a poco, mi propio pene comenzo a despertar.

  • Mira lo que tenemos -exclamo Lola-, si esto se esta despertando.

  • Es que me estaba acordando de Pepa -dije tratando salir del aprieto.

  • Te ponen las pollas? - me pregunto sn rodeos.

  • Si -respondi avergonzado.

Lola cogio mi mano y la llevo a la suya, que efectivamente ahi estaba, y muy empalmada. Yo me puse a masajearla y mi excitacion iba creciendo. Lola parecia ni inmutarse ya que seguia a su tarea concienzudamente.

En ese momento lo que mas deseaba era que Lola me hubiera agarrado mi mango y se lo hubiera comido, asi que en un alto que hizo la agarre su mano y la lleve a mi polla.

Lola, como si lo estuviera deseando comenzo a sobarmela con pasion, pero al momento se detuvo en seco.

  • No la puedo hacer esto a Pepa! Lo siento.

  • Pero... me vas a dejar asi?

  • Mira... a Pepa la debo muchas cosas, y no quiero faltarla.

  • Dejame -insisti- al menos que te coma a ti tu polla.

Lola puso otra cara. No se que diferencias veia, el caso es que se desabotono su bata, y se quito su ropa interior, dejando a mi vista un cuerpo que pese al paso de los años aun conservaba muy buen aspecto. Su polla, eso si, era grande y majestuosa, calculo que menos de 23 cm no tenia.

Se puso en una posicion que me permitia alcanzarla con la boca y yo como ansioso la agarre y sin mas preambulos engulli su polla.

Lola se mantuvo quieta un rato mientras le proporcinaba una mamada y de vez en cuando se le escapaba una de sus manos a mi polla. Tragaba como podia esa tranca que tenia ya la consistencia del acero. Se notaba que hacia tiempo que Lola no tenia sexo porque en poco rato empezo a moverse y sin previo aviso me lleno la boca de su leche, la cual tragaba como podia y cuyo sabor era algo mas amargo que el de Pepa.

Tras terminar, se aparto de mi y mirandome con una sonrisa malevola me dijo:

  • El dia que quieras vienes tu solo y te hago un tratamiento que vas a ver...

  • No dudes que un dia de estos lo hare -la dije mientras le agarraba de nuevo su tranca aun enhiesta.

  • Ahora vamos a apurarnos que aun nos queda un poco que hacer.

Se puso a depilarme mi vello pubico y todo lo que rodeaba el ano. Tras la sesion me dejo como una pelota de billar... sin un vello, como habia prometido.

Me hizo ducharme y me vesti. Me sento despues en un silla y comenzo a perfilarme las cejas. En esto estabamos cuando entro en Pepa en la cabina.

  • Mmmm, que buena pinta tiene mi putita -dijo mirandome.

  • Joder Pepa! -proteste yo.

  • Tiene razon, - apostillo Lola-, vas a ver que guapa estas despues.

  • Sabes, Ernesto? Lola tiene una sorpresa que te va a encantar. Un dia la invito a casa.

  • Ya lo sabe... -dijo Lola-

Joder! A ver como salia de esta! Igual Pepa se iba a enfadar.

  • Al desnudarle me he puesto cachonda y bueno, lo ha notado, creo -continuo Lola-. Pero ni le he tocado, te lo juro.

  • Jajaja, -sonrio Pepa- si no soy celosa, ademas me fio de ti. Ahora, de el...

Lola termino de depilarme y me mostro el resultado al espejo. Realmente si que tenia una cara femenina, y con un poco de maquillaje igual no me veria ridiculo vestido con lo que Pepa me habia comprado. eso me consolo un poco.

Salimos del centro de estetica y entramos en su coche que estaba justo en la puerta. De ahi, directos al parking de su casa. Menos mal que entramos al ascensor sin cruzarnos con nadie.

Ya en su casa, nada mas entrar, me dio un buen beso en la boca y despues dijo:

  • Vamos a mi dormitorio, alli vemos el conjunto.

Me desnudo y comprobo que la depilacion habia sido completa. Mostro satisfaccion, aunque menos que yo al sentir sus caricias, ya que la sensacion de sus manos era para mi extrañamente nueva, mucho mas intensa.

Ya sobre su cama habia extendido ella todo el vestuario que habiamos comprado y con su ayuda me lo fui poniendo. El tacto de esas telas sobre mi piel completamente desnuda era realmente excitante. El sujetador que me puso lo relleno con unos implantes postizos que tenia (imagino que recordo viejos tiempos). Segun podia ver, ya que no tenia espejo delante, el resultado parecia estar bien, pero antes de lo comprobase, Pepa prefirio maquillarme.

Me hizo sentarme en su cama y tras poner toda su atencion en lo que estaba haciendo puso un gesto de satisfaccion, como el que pondria un artista que contempla su obra recien terminada.

  • Falta la guinda, me dijo

Y fue a por una peluca de color negro con un color y forma muy similar al suyo.

Por fin cerro las puertas de su armario las cuales tenian enormes espejos y me pude ver.

Suena topico, pero no podia creer que lo que se veia al otro lado era yo. De un primer vistazo, lo que reflejaba el espejo era una preciosa mujer, y muy sexy, por cierto. Pepa sonreia mas aun al ver mi expresion.

  • Que? Que te parece?

  • No parezco yo -conteste asombrado.

Di un par de vueltas para contemplar el resultado y la verdad es que era muy bueno, sin duda.

  • Pues ahora veras con estos zapatos -dijo acercandome los zapatos que me habia comprado.

Me puse los zapatos y casi me caigo al tratar de levantarme. Pepa me sujeto y dijo:

  • Tendras que practicar un poco, pero ya veras que no es complicado. Pero mirate ahora, que bello culito te hacen.

Era cierto, ahora mi figura era completamente femenina y mi propio culo a mi mismo me parecia bastante apetitoso.

Hasta el momento, la verdad que el dia no habia sido tan terrible como inicialmente pensaba, y desde luego todo hasta ahora me habia parecido excitante. De hecho estaba notando cierta ereccion que no se como podia contener el tanga que llevaba puesto.

  • Ahora que esta preparada la mujercita habra que llamar al varon. Esperame un momento...

Pepa salio inmediatamente de su dormitorio dejandome en un mar de dudas. ¿Que habria querido decir con eso del varon? ¿Seria capaz de haber llamado a un tio? Si fuese asi era algo a lo que no estaba dispuesto.

Unos minutos mas tarde oi una voz que venia hacia el dormitorio. Era la de Pepa solo que algo mas masculina. Vi asomarse por la puerta a Pepa vestida con un traje de hombre y con su pelo completamente recogido bajo un sombrero.

  • Que tal, muñeca? -dijo impostando su voz.

  • Mmmm, ya esta ahi mi hombre, que alegria -dije yo tratando de poner una voz aflautada.

Me hizo salir al salon y nos sentamos en el sofa. Me indico como debia cruzar mis piernas y asi hice. Pepa se sento a mi lado y poniendo su mano sobre mi pierna dijo:

  • Te apetece una copa? Estas preciosa, sabes?

Al oir eso, aunque suene tonto, me ruborice.

  • Si, cariño -dije- me encantaria una copa.

Pepa se levanto y fue hacia un mueble bar y sirvio dos copas de champagne. Al volver me dio una y tras sentarse, levanto la copa y se dispuso a brindar.

  • Por un maravilloso dia con mi bella mujer.

  • Por un dia maravilloso con mi hombre -respondi yo.

Estuvimos charlando un poco sobre como me sentia y tras asegurarse que estaba mas metida en mi papel, me propuso salir a la terraza. Al principio me dio un poco de verguenza, ya que su calle es bastante transitada y es solo un segundo piso, pero por otra parte, ni yo mismo me hubiera reconocido asi. Asi pues, me anime y salimos al balcon con nuestras copas recien rellenadas en la mano.

Me apoye sobre la barandilla y Pepa se coloco detras de mi. Casi susurrando, con sus manos en mi cintura me dijo:

  • Sabes? La primera vez sali vestida de mujer a la calle fue asi, como tu.

  • En esta terraza?

  • Si, y con una ropa igual que la tuya.

  • No pretenderas que yo me transforme, verdad? -dije un poco molesto.

  • No es eso... quiero que te sientas como me hubiera gustado a mi ser poseida aquel dia.

Me conto, entre besos en mi cuello y abrazos como fue su transformacion tras la universidad y como por ello tuvo que dejar un empleo que tenia. Pese al rechazo de su padre, su madre, que si que la entendia, consiguio que la pusieran como directora de marketing en la empresa, ya que tenia cualidades de sobra y ademas, la empresa era en realidad propiedad de la madre.

Tanta ternura con la que me lo estaba contando y sobre todo por los abrazos y besos que me daba yo me estaba empezando a excitar y a sentirme como una mujer muy deseada.

Pepa comenzo a incrementar sus abrazos, llevando sus manos a mi falsos pechos, y no se bien por que, pero eso me excitaba bastante. Llego a un punto que en efecto queria ser poseida por mi hombre y que me hiciese una mujer.

Pepa por su parte empezaba a tener una ereccion que la hacia evidente con sus roces en mi trasero. Eso me estaba poniendo cada vez mas cachonda hasta un momento en que le dije:

  • Follame aqui mismo. Quiero que me hagas tu mujer aqui.

Pepa comenzo a levantar mi vestido al tiempo que bajaba su bragueta. Eche mi mano atras y pude palpar su pene que estaba pidiendo guerra... no mas que mi ano, asi que lo acaricie un poco y susurrando dije:

  • Estoy preparada...

Pepa me hizo recostarme un poco mas sobre la barandilla dejando un poco mas expuesto mi trasero. Con su mano guio su pene hacia mi cueva y tras poner su capullo en la entrada, muy despacito fue empujando. Yo estaba completamente excitada y deseosa de tener su polla dentro, asi que quizas por la sugestion no ofreci la mas minima resistencia y su polla se iba abriendo camino conforme Pepa empujaba.

Ante la ausencia de dolor, desde el principio todo fue placer y cuando tuve toda su polla dentro exclame un gemido. Pepa dijo con una voz suave:

  • No sabes cuanto te deseo!

  • Yo a ti tambien. Me encanta sentir tu polla dentro de mi.

Pepa comenzo a moverse lentamente al principio. Yo por mi parte trataba de apretar el esfinter queriendo abrazar su pene, que mecanicamente entraba y salia. Llego un momento que mis gemidos, con la voz casi aflautada, deberian ser audibles desde la calle, pero me daba igual en ese momento. Cerre mis ojos y me concentre en el enorme placer que sentia al ser poseida por Pepa.

De nuevo Pepa dio con mi punto G y consciente de ello se puso a trabajarlo con su polla. Al poco rato yo, que ya estaba en las nubes no pude por menos que exclamar:

  • Me voy a correr!!! correte tu dentro de mi!

  • Siii, correte, putita mia, yo despues te dare mi leche.

  • Joderrrrr.... me corro! dame mas polla, cabron!!!

Me corri como una posesa! Me agitaba entre espasmos de puro placer al tiempo que movia mi propio culo casi con violencia pidiendo mas polla. Pepa por detras me abrazaba fuertemente, queriendo demostrar el cariño (¿o era amor?) que en ese momento sentia.

En esa posicion estuvimos un rato hasta que por fin, ya algo mas repuesto, abri los ojos y pude ver como al otro lado de la calle un par de chavales nos miraban. Estaba seguro que alguno de ellos hubiera deseado estar en el papel de Pepa, aunque, si ellos supiesen...

Eche la vista atras y note que Pepa estaba llorando. Hasta este momento nunca hebia hecho ninguna demostracion de cariño mas alla de lo puramente sexual, pero me voltee y la abrace tratando de mostrar el mayor cariño posible.

  • ¿Que te pasa?

  • Estoy emocionada -me respondio sollozando.

  • Por que?

  • Sabes? Me he estado imaginando a mi misma en tu papel el primer dia que sali a la calle asi vestida y...

Un llanto interrumpio sus palabras

  • No se, chica -continuo diciendo-, me he emocionado, sensible que es una.

Continue abrazandola y ella se apoyo sobre mi hombo a llorar. Yo mientras pude ver que eran ya casi las dos de la tarde

  • Vamos para dentro? - le dije.

  • Si, que ya esta bien de emocionarme y por la hora que es habra que pensar en la comida.

  • Y tu? Yo me he vaciado pero a ti te falta una buena corrida.

  • Eso para despues -replico-. Seguro que una mujercita como tu sabe complacerme.

  • No lo dudes -dije ruborizandome.

Me llevo de la mano a su cocina y saco la comida que ya estaba preparada. Me indico que me sentase en la mesa del comedor, que estaba elegantemente decorada. Cuendo me sento llego con una bandeja en la que entre varias viandas habia una rosa.

  • Toma, preciosa -me dijo- te mereces una flor.

De nuevo me ruborice... e internamente me puse a reflexionar sobre el porque de sentirme tan agusto en el papel femenino que sin duda ese dia tenia.

Se sento a comer y planifico la tarde... pero esa es otra historia.