La hechicera y la lesbiana Parte VI (La roomie
Este es mi relato más largo hasta ahora, espero que les este gustando, les pido lean desde el principió de lo contrario será difícil entenderlo. En este relato Pedro(Paulina) conoce a Josefina y a su roomie.
La hechicera y la lesbiana Parte VI (La roomie de Josefina)
Pedro ee encontraba esperando el taxi que la llevaría al café del sol, de las prendas íntimas que había comprado término escogiendo un conjunto de calzón y bra muy sexys color negro en seda y encaje, el calzón realzaba de manera perfecta su culo y el bra era de media copa que le permitía mostrar un escote pronunciado, de la ropa que Raquel había escogido para ella en Zara había terminado comprando todo lo que le llevo y escogió para esta noche un vestido también negro y entallado que le iba súper bien, se miró en el espejo y estaba preciosa, pero había un pequeño problema, no compro zapatos, ni un solo par, que iba a hacer ahora, se puso súper nerviosa, que tontería de mi parte se dijo, comenzó a buscar como desesperada en la maleta de su exnovia pero no había absolutamente nada que pudiera ponerse, so colocó las sandalias de baño que había encontrado y decidió que no iba a perder la reunión con Josefina, seguía igual de linda pero las sandalias le restaban toda la elegancia al vestido, unos tacos altos hubieran sido lo mejor para esta velada.
El taxi ya estaba esperándolo, por lo que bajo apresuradamente, era una mujer hermosa pero que daba esa impresión de ser poco femenina, el dinero que llevaba se lo metió dentro del brassiere ya que tampoco tenía ninguna bolsa y así con las sandalias sencillas se montó en el taxi.
El café del sol estaba a solo un par de km. de su departamento, era un local al aire libre conocido por su afluencia de escorts y clientes potenciales, de hecho en esa zona de la ciudad había muchísimo trabajo de este tipo, a Pedro no le sorprendió que Josefina lo citara en este sitio, al estar casi llegando al café, la zona estaba súper concurrida, gente de todos estilos y estratos sociales paseaban por las calles aledañas así que decidió bajar unas cuadras antes y caminar, en el trayecto no se salvó de las miradas lascivas de los hombres, piropos, cumplidos, invitaciones a cenar y hasta un señor que le ofreció comprarle un lindo par de zapatos, nunca se había sentido tan observado y humillado, comenzó a caminar con más rapidez, ya no soportaba el acoso del que fue víctima.
En la entrada del café decidió llamar a Josefina, ya la había reconocido sentada en una de las mesitas con una falda súper corta y blusa de tirantes escotada, muy veraniega, ad-hoc al clima que en esta época se sentía en la ciudad, pero no se suponía que la conociera, por lo que decidió hacer la llamada:
-Aló, Josefina, soy Paulina, estoy en la entrada del café.
-Voy por ti Pau, no te preocupes.
Josefina se levantó de la mesa en la cual estaba y caminó rumbo a la entrada del café, era una rubia espectacular que se contoneaba en un caminar maravilloso, saludo a Paulina de dos besos en las mejillas y la tomo de la mano para de esta manera llevarla a una mesita acomodada estratégicamente para llamar la atención de los clientes, se sentaron y Josefina le sirvió una copa del vino rosado que estaba tomando.
-Bueno pues, Pau, ¿te puedo decir Pau verdad?
-Si claro no te preocupes, Pau está bien,
-Pues cuéntame entonces, ¿cómo conseguiste mi número? y ¿qué es lo te interesa? debo decirte que tienes razón, eres muy hermosa como me lo dijiste por teléfono.
-Ahmm… gracias primero por acceder a verme, tu teléfono me lo dio un amigo, se llama Jorge pero me dijo que lo obtuvo de otro amigo y así, no sé si fueron clientes tuyos o qué onda. No sé en serio.
-Cliente eh… mmm no te voy a preguntar más de eso por el momento, eso sí, si empezamos a trabajar de alguna manera juntas quiero que seas totalmente sincera conmigo, y creo que ahora no le estas siendo, dime ¿que buscas?
Pedro estaba mintiendo tan bien como podía, las palabras prácticamente salían de su boca sin pensarlo.
-Mira Josefina, pues, simplemente busco empezar a trabajar, vengo saliendo de una situación con una relación difícil que me dejo en la calle, digamos que nunca tuve necesidad y ahora, pues me he quedado sin un centavo, estoy viviendo en un departamento prestado, me quede con muy poca de mi ropa, sin automóvil, no tengo nada prácticamente y estoy desesperada.
En este momento hasta algunas lágrimas brotaron de la hermosa carita de Pedro, no sabía como pero se había convertido en una reina del drama y del engaño, Josefina acerco su silla y de alguna manera quiso confortarla abrazándola de una manera tranquilizadora, solo atinó a decirle que no se preocupara y que ella la iba a ayudar de alguna manera. Pedro seguía con su actuación pero no pudo pasar desapercibido el aroma tan sensual de Josefina al abrazarla, se arrimó más a su cuerpo y logro que el abrazo fuera más cálido, más íntimo, empezaba a sentir sus propios pezones endurecerse contra el cuerpo de su nueva amiga. Josefina corto el abrazo de repente:
-Tranquilízate un poco Pau, este es un lugar en el que todos están observando, y no te preocupes, vamos a encontrar algo para que vayas haciendo dinerito.
-Muchas gracias Josefina, en serio gracias.
-Llámame Jose, y bueno, entonces, que habías pensado de trabajar, en ¿que necesitas que te apoye?
-Pues no lo sé aun bien, por eso quería platicar contigo, supongo que modelar, me gustaría, actuar, creo que soy muy buena para eso.
-Ay mi amor, no dudo que tengas la capacidad, la situación aquí es que yo no te puedo ofrecer trabajo de eso, tienes que conocer a las personas adecuadas, claro que te puedo ir pasando trabajitos pero serán de acompañante, ¿tu entiendes no?
-Si entiendo, solo que no me siento preparada para eso ahorita, no quiero estar con hombres, me siento traicionada.
-Los hombres que vas a conocer en este negocio no te van a dañar, al contrario, te van a llenar de regalos no te preocupes.
-Aun así, en serio no tengo ganas de estar cerca de hombres.
Pedro estaba haciendo su lucha para conseguir algo de trabajo y lo que menos quería era acostarse con señores de dinero, no estaba listo para algo así, tal vez nunca lo estaría, él se sentía muy seguro de su hombría a pesar de que por fuera era toda una mujer.
-Mmmm me la pones difícil corazón, pero bueno, voy a hacer esto, le voy a dar tu contacto a varios amigos metidos en el mundo de la fotografía y los videos que seguro podrán usarte para algunos trabajos, también puedo contactarte con Doña Kity que siempre necesita modelos AAA para trabajitos en Expos y cosas por el estilo, pero esto va a empezar lento, no te va a caer el dinero a racimos… mmmmm oye y que tal mujeres ¿Podría estar con mujeres por dinero? Sabes a lo que me refiero ¿no?
-Como, ¿tener sexo con mujeres?
-Sí, o sea, no lo decimos así, simplemente les harías compañía, cumplirías caprichos de señoras ricas, digámoslo de ese modo
-¿Qué tipo de caprichos?
-Pues caprichos de todo tipo, entre más grande el capricho, mejor la paga jeje
Los hermosos ojos de Pedro se querían salir de sus orbitas, estaba ahí Josefina ofreciéndole tener sexo con mujeres por dinero, por supuesto que esa idea si le gustaba, toda su cabeza estaba llena de morbo al respecto, quería empezar inmediatamente.
-Creo que a algo así podría darle la oportunidad Jose, no me parece tan mal idea, aunque nunca he estado con mujeres en realidad.
-¿Que? Ay mi vida no te preocupes, es un role play, es actuación como tú dices, juegas a que te gusta acompañarlas, las satisfaces y tu cuenta de ahorros se va incrementando.
-Pues, está bien va, eso no me parece tan mal, creo que sí puedo.
-Mira Pau, te puedo agendar para mañana domingo con una clienta muy generosa, seguro te querrá llevar a desayunar y a nadar a su casa, yo la conozco, ¿como ves? ¿Que pase por ti temprano?
-Me encantaría Jose pero no tengo trajes de baño. De hecho ni zapatos adecuados, tengo que ir mañana de compras
-No no no, nada de eso, si vi tus sandalias de echo, que horror, mira, yo tengo ahorita una cita con un empresario muy importante y va a pasar a mi casa por mí, vámonos para allá, te buscas ropita de la mía para mañana y ahí te quedas, yo misma en la mañana te llevo con mi clienta y voula.
-En serio Jose, ¿harías eso por mí?
-Digamos que es un ganar – ganar, yo me llevo unos billetitos también por tu cita.
Josefina pago la cuenta y salieron del café rumbo a su automóvil, conducía un Audi A4 de reciente modelo, señal de que el negocio iba bien, llegaron a su departamento en un edificio muy exclusivo y Pedro quedo sorprendido de lo que se puede ganar con un buen culo, era un depa hermoso y muy amplio, un moderno recibidor, una sala súper equipada y una cocina de igual manera, tenía 3 cuartos, Josefina le explico que vivía con una Rommie llamada Karla y que el otro lo usaban para visitas, la llevo a su cuarto, era espectacular, con un balcón de vista magnifica y un baño vestidor enorme.
Josefina le explico que ya pronto tendría que irse, que tomara lo que ella quisiera para su cita de mañana, había comida en la cocina y todo lo que pudiera necesitar, Josefina se despidió y al salir cerro el departamento con llave y alarma, en realidad no conocía a esta mujer Paulina pero algo en su interior le decía que sería un buen negocio y no lo iba a dejar escapar.
Pedro, recorrió el cuarto de Josefina a sus anchas, le parecía todo genial, empezó a envidiar ese estilo de vida, en el armario comenzó a buscar algunas prendas y se dio cuenta de lo ordenado que tenía todo, encontró todo lo relacionado a una fiesta veraniega en un apartado y comenzó a probarse trajes de baño, shorts, blusitas muy coquetas etc. encontró una maletita vacía y coloco ahí 2 shorts, 2 bikinis súper reveladores, 3 blusas, unos zapatos de piso muy lindos, y unas sandalias en perfecto estado.
Por ultimo preparo un jumpsuit corto de flores que le encanto, junto con unas sandalias para ponerse por la mañana y dejo todo en el cuarto de huéspedes, decidió prepararse algo para cenar y recorriendo el departamento llego a la lavandería, prendió la iluminación y la curiosidad combinada con morbo la llevo hacia los cestos de ropa sucia, busco sin pensarlo mucho el de la ropa interior y lo primero que tomo fueron una bragas de encaje rojo, muy sexys, pensó que seguro era parte de un conjunto y busco el brassiere coordinado, un poco más abajo encontró lo que buscaba, los olfateo delicadamente solo para darse cuenta del olor a perfume combinado con feminidad, tomaba primero el brassiere que emanaba el olor de un sutil perfume para después acercar las bragas y asfixiarse de un fuerte olor a mujer, comenzó a desnudarse y se colocó el juego de lencería, se sentía sexy, comenzó a juguetear un poco cuando de pronto y sin que Pedro se diera cuenta, la puerta de la lavandería se abrió y entro alguien.
Karla, la roomie de Josefina estaba parada viendo el espectáculo que se estaba montando Pedro, que bailaba lentamente tocándose por encima de la sexy lencería.
-Hola, vaya show
-Ay, que mierda, perdón… (Dijo Pedro tratando de cubrirse y rojo de pena)
-No por mí no hay problema, tu síguele jaja, solo quisiera saber quién eres y que haces con mi lencería puesta
Pedro se puso el doble de rojo al darse cuenta que la lencería que había tomado ni siquiera era de Josefina, por un momento olvido que tenía una rommie, y vaya roomie, Karla era una mujer de piel canela y pelo rizado, de piernas largas y torneadas y unos senos de infarto, bajo el vestido que llevaba puesto se dibujaba una figura trabajada, de gimnasio.
-Perdón, perdón… perdóname en serio, soy una amiga de Jose, me llamo Paulina y no tengo excusa la verdad, baje y vi esta ropa y pues, me encanto me la quise probar, no sé, ay perdón que vergüenza
-Ya pues, venga, que no pasa nada, igual perdón por asustarte jaja, la verdad me dio algo de risa verte así.
-Ay, como risa, que pena, debes pensar que soy una ridícula.
-No, no, no de ese tipo de risa, no me estoy burlando, solo que entro a mi lavandería y me topo una mujer tan buena como tú, con mi ropa interior puesta y bailando, no sé. Se me hizo graciosa la situación, además supuse que eres amiga de Jose, muchas chicas pasan por aquí, no creas que me asuste.
-Pues me muero de vergüenza en serio, deja quitarme esto, discúlpame de nuevo.
-No no no, no te lo quites… se te ve genial, bueno en realidad te queda un poco pequeño el bra, mira cómo se te asoman los pezones, creo que esto lo tenemos que ir a arreglar a mi cuarto y ponerte algo que te ajuste bien.
Al decir esto, Karla se había acercado de una manera inquietante a Pedro y estaba rozando con las puntas de los dedos la mitad de pezón que se asomaba de la lencería, esto los había puesto paradísimos, Karla después tomo la mano de Pedro, y metió el dedo índice en su boca, lo lamió como si de un miembro se tratara para después plantarle el beso más rico que le habían dado en su vida.
Subieron las dos al cuarto de Karla, se sentó en su cama dejando parado a Pedro:
-A ver Paulina, quiero que me bailes como estabas haciéndolo allá abajo mi niña, o acaso quieres que le cuente a Josefina de lo mal que te estabas portando.
Pedro entre asustado y excitado, comenzó a moverse lentamente como muchas veces había visto a mujeres hacerlo, de un lado hacia el otro, contoneando las caderas y pasando sus manos por todo su cuerpo, iba desde los muslos hasta el cabello y lo revolvía tratando de parecer sexy, en su interior se sentía algo ridículo pero en la realidad estaba logrando que Karla se pusiera calientísima. La morena lo acerco hacia ella y le pidió que siguiera bailando, lo tenía de espaldas y empezó a tocar ella también el cuerpo femenino de Pedro hasta que su colita estaba rozándola, la excitación en las dos estaba en su máximo esplendor.
Karla se paró y le pidió que le ayudara a quitarse el vestido, Pedro torpemente intento desabrocharlo y por fin logro zafar el cierre que estaba en la espalda de Karla, el vestido cayo lentamente, solo para dejar ver que Karla no llevaba puesta ninguna ropa interior debajo, Pedro no se pudo contener, se abalanzo sobre Karla, y empezó a besarla de una manera algo desesperada, Karla la tomo de la cara y le dijo que lo hiciera tranquila, el beso se calmó un poco y se fundieron en la cama tocándose lentamente, el beso duro una eternidad y poco a poco la mano de Karla había bajado a la entrepierna de Pedro, las bragas rojas se sentían empapadas, Karla rompió el beso, puso a Pedro boca arriba y ella enfrente de rodillas le saco el calzón, abrió delicadamente sus piernas y comenzó a chupar desde los muslos hasta llegar a sus labios mayores, los besaba intensamente, Pedro sentía un enorme placer, se dejaba llevar como nunca, sus ojos permanecían cerrados, los besos y chupaditas seguían invadiendo su vagina, de pronto sintió algo distinto, abrió los ojos y Karla se había subido sobre de ella, pegando su vagina con la suya propia, se sentía tan mojada, solo atinó a dejar ir un suspiro cuando los movimientos de Karla comenzaron a ser más intensos, sus caderas se meneaban buscando el mayor contacto entre las dos, la tomaba de una de sus rodillas para poder ejercer más fuerza y esto se notaba, a cada embestida los líquidos de ambas iban saliendo poco a poco, eso ya era una cogida, Karla se movía rápidamente y Pedro no podía detener los gritos de placer, sintió un fuerte espasmo y Karla acelero nuevamente el movimiento, mientras Pedro se corría, Karla soltó un enorme gemido de placer, señal de que ella también se estaba corriendo.
Después del espectacular orgasmo que tuvieron las dos, Karla movió sus piernas y quedo por fin recostada en las abultadas tetas de Pedro, ya no dijeron nada, así como estaban, desnudas, sudadas, terminaron por dormirse abrazadas y con una satisfacción que Pedro no había conocido antes.
Continuará…