La hechicera y la lesbiana Parte II (El reconocimi
Pedro se enfrenta a su nueva condición y a una visita de la hechicera.
Pedro hubiera esperado cualquier situación, dinero, un intelecto formidable, un trabajo extraordinario, algún aparato mágico que cumpliera sus deseos, cualquier situación, menos la que tenía frente a sus ojos, el ya no era un hombre, era una mujer de pies a cabeza, una mujer hermosa de cabello oscuro, y sonrisa encantadora, ojos grandes, piel aperlada y debajo de la ropa de dormir de Pedro, pudo apreciar que se escondía una figura perfecta, aún se encontraba en shock, se acercó más al espejo y tocaba su cara y cabello con incredulidad, no podía creer que ahora era una mujer, y en su cara se dejaron ver lágrimas de miedo e impotencia, por un momento el silencio rodeo esta imagen y después un grito de desesperación salió de su boca y le mostro a Pedro su nueva voz.
El desmayo duro media hora, y cuando por fin se recuperó fue al espejo de nuevo y con la boca abierta de asombro volvió a tocar su cara, no se atrevía a tocar su cuerpo a pesar de que en su cabeza se estaban formando ideas que iban de lo sensual a lo depravado, estaba confundido, o confundida, ya no sabía ni como referirse a sí mismo, de nuevo las preguntas inundaron su cabeza y no podía concertar ninguna idea clara.
Fue de inmediato al su teléfono y marco el número de la hechicera, no hubo respuesta pero al instante sonó como alguien tocaba en su puerta, sonido que lo saco de su letargo para volver a ponerlo a pensar en qué hacer, como salir, que decir… ¿quién sería a estas horas?
Definitivamente no podía salir como se veía… no señor, tenía puesto un pijama de hombre exageradamente grande para su cuerpo así que decidió asomarse por la ventana y descubrir que era la hechicera quien estaba esperando, sin pensarlo dos veces abrió la puerta y apenas puso un pie en el departamento empezaron los reclamos
-¿Que me has hecho? Esto no es justo, quiero mi cuerpo de vuelta
-¿Justo? Quien hablo de justicia, tu querías una vida mejor y yo te estoy dando las herramientas para conseguirá, ahora tú me vas a dar tu parte del trato.
-Yo no hice ningún trato con usted, además convertirme en mujer no me ayuda en nada, ¿De qué herramientas habla?
- Te di las herramientas más poderosas en el mundo para ser feliz y exitoso, una hermosa sonrisa, piel perfecta, unas tetas de infarto, piernas largas y además ¿Ya diste una visita a tu cosita? Creo que ahí me esmere mucho, tienes una vagina de envidia ¿qué más podrías necesitar? Además de esto, también aumente tu capacidad mental, lo iras notando con el tiempo.
-Pero esto no es lo que quería
-Debiste pensarlo antes, en lugar de querer las herramientas para ser exitoso y feliz me debiste haber pedido lo que necesitabas
-Nunca me dio esa oportunidad
-Tú fuiste el que no me quiso escuchar, ya basta de lloriqueos que tengo prisa y tú debes entender cómo vas a pagarme el favor
-Yo no te voy a pagar nada
-Claro que lo harás, de otra manera tu alma será mía y podré usarla como me plazca, y lo único que yo puedo hacer con un alma es entregársela a mi señor oscuro y créeme, no quieres eso
-Ya vi el poder que tienes, no me puedo arriesgar.
-Qué bueno que te das cuenta, ahora escúchame con atención, tienes el cuerpo de una hermosa joven de 23 años en plena madurez, con tu figura puedes conquistar a cualquier hombre que elijas y sin embargo, no necesito que andes por ahí de puta todos los días.
-No me gustan los hombres.
-Pues ahora te van a gustar, créeme y cállate que no he terminado, yo no puedo actuar directamente con las personas para que se entreguen así que utilizo a algunos pobres desesperados como tú, les doy las herramientas y un motivo para que olviden sus patéticas vidas y se forjen un mejor futuro, con los años, muchos pobres diablos han llegado a ser mujeres poderosas y ricas, han implementado negocios, se han casado con millonarios y demás. Así que espero que tú encuentres lo que te haga feliz.
-Yo no me quiero casar con un viejo millonario.
-Cállate te digo, las posibilidades son infinitas y tú piensas en viejos millonarios, pero bueno, continúo entonces, tu eres libre de hacer lo que gustes, ese no es mi problema, pero cada quincena tú tienes la responsabilidad de traer a un virgen a este mismo departamento y hacer que por voluntad propia te diga que te entrega su alma y cuerpo. De esta manera tú me podrás entregar el alma y cuerpo de ese pobre diablo y asunto arreglado, puedes seguir haciendo lo que estés haciendo, si faltas solo un día a esta orden tu alma será mía.
-Suponiendo que estoy entendiendo y que haga lo que me estas pidiendo, ¿qué pasará con mi familia, mis amigos, la gente que me conoce?
-Ellos nunca te conocieron, no saben que existes, es como si nunca hubieras nacido, no te preocupes por eso, ya no tenías amigos y tu familia nunca sabía de ti, no sé porque esto te preocupa.
-¿Y mi trabajo? ¿Cómo voy a conseguir dinero? ¿Quién soy?
-Como ya te dije, nadie se acuerda de ti, no tienes trabajo y este departamento está a nombre mío ahora, puedes quedarte mientras consigues tu propia casa, esto son tus documentos de identificación nuevos y eso es todo lo que puedo hacer por ti, si quieres comer deberías ir pensando en algún trabajo o un viejo millonario porque no tienes ya ningún fondo.
-Pero esto no es justo.
-No hay justicia en esto, revisa el contrato que te mande a tu celular, te llego en el momento en que hiciste la llamada, yo me voy.
Pedro no pudo decir nada más, la hechicera salió del departamento tan rápido como había llegado y se quedó de pronto solo sin poder articular pensamiento alguno, había perdido a sus padres y hermana que tanto amaba pero tenía en el abandono, había perdido a sus amigos que aunque eran pocos fueron muy insistentes para tratar de sacarlo de su depresión, había perdido su carrera, todo lo que había estudiado, ahora solo era una modelo de revista, y también había perdido la última esperanza que tenía de recuperar al amor de su vida, Natalia, que lo había dejado por una infidelidad estúpida y él sabía que podía arreglar las cosas pero nunca tuvo la fuerza ni el valor de enfrentarla.
Se quedó dormido con estos pensamientos hasta que pasadas las 4 de la tarde las necesidades fisiológicas lo despertaron, le urgía ir al baño y se levantó de nuevo desorientado, entro, levanto la tapa, bajo su pijama y busco su miembro, al no encontrarlo volvió a la realidad, a su realidad nueva en la cual era una hermosa joven de cuerpo sugerente y unas lágrimas volvieron a rodar por sus delicadas mejillas, las limpio con su misma mano y se sentó al excusado.
Hacer pipí fue una experiencia distinta esta vez, sintió como el líquido venía de su interior y poco a poco iba saliendo, no de manera brusca y rápida como cuando era hombre si no que esta ves disfruto cada milímetro cubico de orina que salió de su interior, fue casi orgásmico y Pedro tenía los ojos cerrados, cuando terminó se dio cuenta que se había mojado los muslos, supuso que no tenía la técnica correcta para mear como una dama y tomo una toalla húmeda para limpiarse, al acercar la toalla a su intimidad sintió un poderoso placer y retiro su mano, ¿qué estaba pasando?, que era esa sensación tan intensa… Él sabía lo que era y ya no había marcha atrás, soltó la toalla y con su mano desnuda toco un poco vagina, su cuerpo se lo agradeció con una sensación de calor y placer así que decidió terminar lo que estaba empezando, empezó a rozar sus labios mayores de un lado a otro, los dos por encima del clítoris, la sensación era tan fuerte que su vagina estaba húmeda desde los primeros roces, su mano derecha estaba incontrolablemente activa y sin darse cuenta su mano izquierda se escabullo por debajo de la playera a buscar sus tetas, al tocarlas sintió de nuevo un estremecimiento, esta vez provocado por lo sensible de sus pezones y mientras se seguía masturbando comenzó a dar pequeños pellizcos retorciendo de manera delicada cada uno de ellos.
No tardó en llegar a un orgasmo, un orgasmo intenso que la hizo morder sus labios, gemir y sin querer, también soltar unas lágrimas de gozo, fue tan intenso como nunca había tenido cuando era un hombre, no tenía comparación, su cuerpo se había arqueado de placer ahí sentada en la taza de baño y sus pies solo tocaban el piso con las puntas de los dedos, cerro sus piernas con su mano aun entre su vagina y dejo que poco a poco la sensación fuera disminuyendo para poder por fin ponerse de pie.
Al terminar, se quedó parado en el lavabo, enfrente del espejo, mirándose, contemplándose, se sacó la playera para ver su torso desnudo, de verdad que era perfecta en todos los sentidos, sus senos caían como grandes gotas de agua, no tenía una gran idea de medidas de senos pero considerando que los de su ex, mucho más pequeños eran copa B, estos al menos tendrían que ser C o D, los palpaba, y ponía su mano debajo como si los estuviera pesando, paso así al menos 15 minutos sin darse cuenta lo que hacía, estaba embelesado con su belleza, intento lamerlo y alcanzaba perfectamente medio pezón, esto le provoco una pequeña risa, se vio en el espejo y pensó para sí mismo que si tenía que ser una mujer a partir de ahora, le daría una oportunidad.
De pronto de su mente se habían borrado las preocupaciones acerca de sus conocidos, no recordaba que no tenía trabajo o fuente de ingresos y nada quedaba del sentimiento que había llegado a tener acerca de su ex, fue a su cama, se tendió y de pronto se sintió asustada… recordó a la hechicera, hoy era día 8, ¿cómo iba a entregarle a un virgen para el día 15?
Continúa