La Habitacion De Al Lado [Part IV]
Ultimos Capitulos 1° Temporada
Capitulos De Poca Duración Con Detalles Importantes Para Descubrir La Verdad
Yo: no pensé que me odiaras tanto por ser gay
Mi madre con sus dos manos tapando su rostro para ocultar su llanto, se dejó ver, esos ojos que una vez me miraron con cariño, ahora estaban inundados de lágrimas. En cambio a mí, por primera vez me mantenía firme. No derrame lagrima alguna
Mamá: ¿aún no entiendes cierto? ¿No comprendes lo que te digo?
Mamá: me da exactamente lo mismo que seas como seas… pero Aquiles… Aquiles ¡es tu primo! ¡Tú primo que acaba de ser asesinado? ¿Cómo pudiste Emilio?
Mamá: acabas de arrancarme el corazón…y lo trituraste Emilio…me mataste en vida… acabaste conmigo
Sentí profundas ganas de arrojarme al suelo y llorar por lo que me estaba diciendo mi madre, pero no podía ser débil. El irme de casa me serviría para mantenerla lejos de todo y así evitar que le pasara algo malo, debía seguir fingiendo que no me dolían sus palabras para que no se arrepintiera de lo que me había pedido.
Debía averiguar lo de la droga, y sabía muy bien que no sería nada seguro, por lo que mi madre más lejos de mi más cuidada estaría. Ella abrió la puerta y salió sin decirme nada solo sentí como se abría y cerraba la puerta principal, en ese instante entro Laura abrasándome.
Yo: ayúdame a ordenar mis cosas por favor
Laura: ¿pero dónde iras?
Yo: no sé, cualquier lado me servirá
Laura: sabes que si tuviese donde alojarte te llevaría conmigo
Yo: lo sé, tranquila… solo quiero ordenar mis cosas e irme
(…)
Laura: ya está, deje las cosas en el coche… te espero afuera amigo
Mire todo mi alrededor, ya eran casi las una de la madrugada y mi madre no regresaba, mi cama estaba tendida, mi escritorio vacío, al igual que el ropero, escuchaba risas, esas risas que aun guardan las paredes de cuando jugaba de niño con mi madre.
Salí al pasillo cerrando la puerta tras de mí “mi amor vaya a guardar los juguetes a su habitación” me veía corriendo por aquel lugar llevando acuestas los juguetes que sacaba al jardín, el olor a galletas recién horneadas hacia danza frente a mí. Toda mi infancia, todos mis recuerdos estaban en esas paredes, toda mi vida transcurrió en segundos recordando todo lo vivido en esa casa, de la cual me despedía y no sabía si algún día regresaría.
Laura estuvo varios minutos dando vueltas en el coche por el barrio, hasta que por fin nos fuimos a un lago que quedaba a unos cuantos kilómetros, estaba completamente oscuro, el viento remecía las hojas de los grandes árboles que bordeaban el enorme lago, nos alumbramos con las luces del auto mientras caminábamos a la orilla para sentarnos.
Yo: recuerdas cuando teníamos 13 y queríamos vivir una aventura de miedo, y se nos ocurrió a todos arrancarnos en la noche y venir a acampar aquí.
Laura: ja ja ja como olvídalo si terminamos todos metidos en la carpa de Esteban, muertos de miedo porque escuchábamos ruidos ja ja ja
Yo: y en la mañana vimos que estábamos rodeados de ardillas ja
Laura: mi mamá jura que estoy en tu casa
Yo: puedes irte, no te preocupes por mí, el sonido del agua me gusta, me ayudara a descansar
Laura: ni loca, me quedare contigo, me necesitas. Lo que no entiendo es ¿porque no le pediste a tu mamá que te entendiera?, ¿porque no le explicaste?
Yo: es lo mejor Laura, yo debo averiguar quién me dio la droga, debo saber quién quería que Aquiles estuviese indefenso, y quizás esa misma persona sea el asesino, mi tía está en coma, no quiero exponer a mi madre a eso, mientras más lejos este de ella será mejor
Laura: ¿piensas que tu tía vio quien mato a su hijo?
Yo: el detective tiene razón, ese robo no fue cualquier cosa, hay estaban buscando algo, y lo más probable es que sea la misma persona que mato a Aquiles
Laura: abrásame
Mis ojos se cerraron bajo la música del agua que se mecía dentro de ese estanque natural, el cantar de las aves provoco que despertara, fijándome que entre mis brazos estaba acurrucada Laura, aun no podía convencerme que estuviera fuera de mi casa, ¿Qué aria? ¿Dónde iría ahora? Mis brazos se separaron al momento que Laura despertó
Yo: ¿cómo amaneciste?
Laura: muy bien ¿y tú?
Yo: igual…
Laura: cuando te dormiste, me quede pensando un momento, y me acorde que la casa de Ignacio tiene varia habitaciones, y que ya te has quedado otras veces allá
Yo: es verdad, no lo había pensado. Vamos ahora.
Laura: no señor, usted no se mueve hasta que se coma una ardilla de desayuno ja ja
Yo: loca ja ja
Laura: te invitare a desayudar ¿Qué te parece?
Yo: no es necesario… yo puedo…
Laura: fuiste una excelente cama, así que te lo debo, ahora levántate que nos vamos a comer a algún lugar
La sonrisa de Laura me hacía tener calma, el sentir que le importaba de tal manera a una persona me llenaba de fuerzas para seguir adelante, aunque esa persona solo fuese mi amiga.
(…)
Detective: ¡abra esa puerta!
Antonia: ¿pero qué está pasando aquí?
Detective: ¡entren y revisen hasta el último lugar de esta casa!
Antonia: ¿pero qué es esto? ¿Cómo se atreven a entrar así?
Detective: aquí está la orden, le pediría que se mantenga cerca o tendré que llevarla detenida
Antonia: ¡retírese con sus policías de mí casa en este momento!
Detective: mientras no terminen su trabajo no iremos a ningún lado, vea la orden y quédese tranquila.
Antonia: esto es absurdo, le juro que lo hundiré, esto no se quedara así
Detective: guárdese sus amenazas señora, que si encontramos alguna cosa que los comprometa, ni dios la salvara
Antonia: pero que se a creído…
Policía: detective, no hay nada, la casa está limpia, los perros no encontraron nada, menos aún la ropa del joven
Detective: ¡por la mierda! ¡¿Dónde está su hijo?! ¡¿Dónde escondió a Emilio Latorre?!
Antonia: pero que está diciendo, mi hijo no está, él se fue de la casa
Detective: vuelvan a la comisaria, si es necesario levantare las calles pero ese pendejo tiene que aparecer
Antonia: ¡detective!
Detective: ¿Qué pasa ahora?
Antonia: irrumpe mi casa a esta hora de la mañana, mete sus animales a registrar todo el lugar, me amenaza, me pregunta por mi hijo y ahora quiere irse sin darme alguna explicación
Detective: su hijito esta hasta el cuello en el caso Aquiles, estamos buscando a su niñito porque es el principal sospechoso del asesinato
Antonia: es imposible…
Detective: su hijo algo tiene que ver señora, y tengo una orden de arresto contra él, y yo no amenazo señora, yo advierto
(…)
Yo: estuvo muy rico todo, gracias amiga
Laura: no hay de que, ahora sube para llevarte a casa de Ignacio que mis padres ya deben estar preocupados que no eh llegado
La casa de Ignacio era muy similar a la mía, solo que sus jardines tenían múltiples variedades de flores, y en la parte trasera tenía una piscina como la casa de Aquiles, y varios asientos. Mientras yo bajaba las dos maletas que llevaba, Laura tocaba el timbre. Apenas llegue a la entrada, Ignacio abrió la puerta quedándose parado sin entender nada.
Ignacio: ¿y ustedes? ¿Y esas maletas?
Yo: necesito un lugar donde quedarme
Ignacio: el detective estuvo aquí haciéndome preguntas sobre ti, te están buscando por todos lados, piensan que eres el asesino y te quieren encerrar
Laura: no puede ser, Ignacio por favor ayúdalo
Ignacio: ¿pero qué paso?
Yo: mi mamá se enteró de lo mío con Aquiles y se puso como loca y me echo de la casa, ¿puedes ayudarme?
Ignacio: mis padres están en Dubái, pero claro pasa, aquí no creo que vuelvan a buscarte, ¿Quién algo de beber?
Laura: yo no gracias, debo irme, si están buscando a Emilio lo más probable que hayan ido a mi casa
Ignacio: bien, no te preocupes que aquí Emilio estará a salvo, llevare las maletas a la habitación de alojados
Acompañe de la mano a Laura hasta su coche, todo era muy raro, ahora ya ni de casa de Ignacio podría salir con la policía buscándome por todos lados, en que minuto me había convertido en un fugitivo, mejor dicho en que momento mi vida se volvió una pesadilla
Laura: será mejor que no salgas de aquí, ya no es seguro
Yo: tranquila, estaré aquí, no me moveré
Laura: vendré a verte apenas se calmen las cosas mientras tanto te dejo este regalo
Me quede perplejo al ver como Laura me tomaba de las dos manos, y me besaba profundamente, yo me quede estático, mientras que sus manos se soltaban de las mías, para ir a parar en mis mejillas.
Laura: te amo
No supe que decir, no supe cómo actuar, solo me quede mirando como Laura subía al auto y se perdía en la calle, mis labios aún estaban húmedos, en ese momento oí como Ignacio me llamaba para que entrara a la casa, aun en blanco me senté en uno de los sofás. Hasta que el silencio lo quebró Ignacio con su voz.
Ignacio: ¿así que la tía Antonia te voto de la casa?
Yo: en parte fue para mejor, si no hubiese pasado, quizás estaría en la cárcel ahora
Ignacio: ¿quieres café, té, un refresco?
Yo: un wiski doble
Ignacio: de inmediato… y cuéntame ¿Por qué viniste aquí?
Yo: Laura me recordó que tú tienes varias habitaciones y que ya me había quedado aquí ¿no hay problema cierto?
Ignacio: por supuesto que no, tú principalmente eres muy bien recibido, ten el wiski y brindemos.
Ignacio: brindemos… por llegar a tu nueva casa.
Ultimos Capitulos De La 1° Temporada De La Habitación De Al Lado, El Asecino Cada Vez Esta Mas Cerca.
Proximo Capitulo: Domingo 23
Comenta Tu Opinion Sobre El Capitulo