La Habitacion De Al Lado [Part Final]
Ultimo Capitulo... ¿Ignacio es el culpable? ¿o solo cubre al verdadero? descubrelo en el ultimo capitulo de la Habitación de al Lado
Primero que nada los saludo gratamente, hoy llego al final de este relato, el final de este camino. Para serles muy sincero me siento muy conforme con el producto que les di, quiero pediros disculpa por alguna que otra falta ortográfica, pero varias veces escribí capítulos en tiempo real, no soy de almacenarlos y luego enviarlos. A esta altura puedo contarles que mi intención era que este relato fuese de 2 temporadas, pero debido al poco éxito que tuvo en comparación a mi relato anterior he decidido dejarlo con este final que leerán.
Quiero agradecer a los que siguieron el relato desde el primer capítulo, sé que este tipo de género, más largo, de misterio y sin tanto sexo no vende mucho. Pero reitero que quede conforme con el resultado por haberles dado una historia con contenido, espero disfruten este último capítulo y se fascinen con el final tanto como yo lo hice al escribirlo, de más queda decirles que espero en los comentarios, aunque sea esta vez sus reacciones ante este final, tan inesperado, sin de morarles más en que lo disfruten. Me despido hasta otra oportunidad
R.J. Lucian
(…)
Andrea: buenos días a ambos, Lucas déjame a solas con el detective por favor
Lucas: si fiscal… lo tendré al tanto detective
Daniel: vaya, vaya aparte de ser mi jefa, interrumpes reuniones importantes
Andrea: menos formalidades Dan por favor, que mi semana ha sido horrible, los periodistas me tienen el ojo puesto por el caso Aquiles
Daniel: imagino que a eso debo la visita tan importante suya ¿no?
Andrea: necesito saber, necesito entender que está sucediendo, tú mismo lo dijiste Dan, eran un grupo de pendejos drogadictos y alcohólicos, solo quiero comprender ¿Por qué demonios aún no tenemos un culpable?
Daniel: sabes bien que el principal sospechoso es el niñito ese Emilio
Andrea: a otro con ese cuento Daniel, si yo te di la orden de detención contra Emilio fue solamente por las pruebas, pero ambos sabemos que ese niño no lo hiso
Daniel: a mierda! No sabía que ahora te las dabas de detective, avísame y te paso mi puesto, para hacerlo más oficial digo yo.
Lucas: disculpen, detective tenemos algo
Daniel: ¿Qué sucede? ¿Qué averiguaron?
Lucas: nada…
Andrea: ¿y para eso nos interrumpes?
Lucas: la policía recibió una llamada anónima de un cadáver en el lago
Daniel: continua
Lucas: acaban de darme la información…en la identificación del cuerpo encontraron esta identificación
Daniel: Laura Donoso
Andrea: no puede ser…
(…)
Mi cuerpo a pesar de las horas pasadas, aun parecía no reaccionar del todo, el frio piso de tierra en el que estaba sentado y la pared no me ayudaba en nada, me mantenían casi en un congelador. En mis pies habían grilletes impidiéndome desplazarme por el lugar. Estaba completamente mareado, no había ingerido ningún líquido ni sólidos, no tenía como reponer la sangre perdida por el golpe.
La herida de la mejilla herida por haberme arrastrado, daba punzadas junto a un ardor intermitente, no veía a Ignacio desde que perdí totalmente el conocimiento, su rostro cubierto en sangre, solo esperaba que esa fuera su sangre, y que Laura hubiese escapado, y que fuera cosa de minutos para que llegara la policía, era la única esperanza que me quedaba.
Así que eso era lo turbio de lo que Aquiles quería salirse, prostitución y drogas. Ahora todo me calzaba mejor, Ignacio solo estaba protegiendo al asesino por miedo a que le pase lo mismo que a Aquiles, debía convencerlo de tomar otro camino, de irnos lejos y empezar algo juntos.
Sentí pasos sobre mí, que iban y venían de pronto la pequeña puerta se abrió, dejando entrar un haz de luz que me cegó por completo, solo sentía como bajaban la escala y caminaban hacia mí. A pesar de abrir y cerrar los ojos, no soportaba esa luz, no lograba mirar con claridad.
Ignacio: te traje agua, y algo para que leas
Trate de hacerme el fuerte, al que nada le importaba, renegué mirarlo a los ojos. Se arrodillo ante mí igual que hace días atrás para consolarme, pero esta vez poso un paño húmedo en la herida y parte de mi rostro para limpiarlo, dejo un vaso con agua a mis pies y me lanzo un periódico a mis manos llenas de heridas, cuando vi que se iba me di el valor de hablarle.
Yo: ¿Por qué lo haces? ¿Por qué proteges al asesino?
Ignacio hiso oídos sordos a mi pregunta, saliendo apresuradamente de aquel sótano, esta vez no quede en penumbras, ya que encendió la rustica luz colgante que iluminaba un poco todo el lugar, al escuchar el cerrojo cerrándose con llave, tome el vaso y me lo bebí de un sorbo, hubiese deseado que el vaso fuese más grande, mis labios continuaban secos, y partiéndose por el polvo y sequedad del ambiente.
No tenía ningunas ganas de leer ese periódico, pero una imagen llamo mi atención, era el mismo lago donde pasamos la noche con Laura, ubique la página que decía la imagen encontrándome con el título más horrible que jamás pensé encontrar.
“Encuentran Joven Asesinada En Lago”
El día de ayer, un llamado de urgencia fue atendido por la primera comisaria regional, con la información del hallazgo de un cuerpo envuelto en plásticos, que había arribado a las costas del lago central, a las 00.15 un exhaustivo operativo por parte de la policía pudo rescatar el cuerpo a la orilla sur del lago, empezando el día de hoy las investigaciones por parte del cuerpo de detectives de la región. Cientos de especulaciones comenzaron a rondar, al ser el mismo cuerpo de detective que investiga el caso de Aquiles Saldívar los encargados de investigar el asesinato de Laura Donoso. Amiga de Aquiles. ¿Tendrán relación los dos casos?
Había muerto, Laura había muerto, mis ojos se nublaron una vez más dejando salir aquel elixir que tan escaso se me hacía en ese momento. Mi mejor amiga, mi compañera, mi hermana, había muerto por mi culpa, ya nada tenía sentido. De que servía seguir viviendo si todos a los que quería, los estaba lastimando.
(…)
Andrea: ¿novedades?
Daniel: la familia ya la reconoció, que momento más incómodo Ann
Andrea: ¿crees que haya relación con lo de Aquiles?
Daniel: me temo que sí, aun no tengo las pericias, pero tengo toda la sospecha que Laura sabía algo, y por eso termino muerta
Andrea: ¿alguna idea de quien pudo hacerlo?
Daniel: ninguna, ninguna… como me frustra esto Ann, ya han pasado casi dos meses y no tenemos nada, Aquiles, su madre, Emilio, Esteban y ahora Laura. ¿En qué mierda estaban metidos estos pendejos?
Andrea: si no te relevo del cargo, es porque estoy segura que este es tu caso, que solo tú podrás resolverlo.
Daniel: ya no estoy tan seguro…
(…)
3 Días Después
Desde el día en que supe la noticia de que Laura había muerto, no había vuelto a dirigirle la palabra a Ignacio, ni siquiera lo miraba. Hacía ya tres días que estaba a solo agua, en todo ese tiempo no había ingerido ningún sólido, 2 veces al día me dejaba ir al baño que había en ese sótano.
Las noches eran eternas, y los días cada vez más agobiantes, me estaba matando lentamente. La imagen de mi madre venía a cada segundo, escuchaba la risa de Nicole en cada rincón, estaba perdiendo el juicio. Si tan solo hubiese dejado que Laura alertara mi ubicación nada de esto estaría pasando.
Mi cuerpo estaba debilitándose cada vez más, pasaba dormido gran parte del tiempo, y en las que estaba lucido sufría de dolores en todos los huesos, por la humedad constante que había en el suelo y pared. A momentos soñaba con Aquiles, cuando íbamos a los primeros días de universidad. Las risas que teníamos al ver algo gracioso, las noches en que nos amábamos.
Su rostro, de finas facciones, tés clara, unos ojos verde musgo, su cuerpo delgado y marcado, su cabello castaño muy claro, su sonrisa que dejaba ver su blanca dentadura, sus abrazos. Esas noches en que pasábamos en la piscina charlando de nuestras vidas, las caminatas a los cerros y las fiestas a las que solíamos ir.
No podía evitar llorar a mares. Hacia dos meses que mi vida se había vuelto un caos total, y ahora no tenía idea que me sucedería, mis ojos cada vez pesan más. Solo quiero dormir, y ver a toda mi familia como antes, reunidos todo un domingo, alrededor de una parrilla con carne.
[<< Aquiles: creí que no vendrían
Antonia: como me iba a perder el cumpleaños de mi sobrino regalón
Nicole: ¿así?
Antonia: usted es mi sobrina regalona
Nicole: ja ja ja
Aquiles: un gusto que vinieras primo
Yo: no tenía ganas, pero vine por mi mamá
Victoria: bueno pasemos a la mesa, que está servido
Aquiles: ya vamos mamá, antes quiero enseñarle algo a Emilio en mi habitación
Yo: no gracias, prefiero comer >>]
[<< Mamá: Emilio, mi amor a cenar
Yo: ya voy mamá
Yo: ¿papá no vendrá?
Mamá: no mi amor, lamentablemente no alcanzo vuelo desde New York
Yo: es tercer mes que no alcanza vuelo
Mamá: así son las cosas bebe, ya coma para que se vaya a dormir que tienes clases temprano, yo te llevaré al colegio mañana
Yo: ya tengo 16 mamá, ¿Por qué no confías en mí? ¿Papá no volverá cierto?>>]
[<
Yo: Emilio Latorre
Laura: no encuentro mi salón, es el B-103
Yo: es el mismo donde voy, vamos juntos >>]
[<
Yo: mis papas están discutiendo otra vez tía
Aquiles: que sucede mamá
Victoria: lleva a Emilio a tu habitación, que Antonia y Oliver están peleando
Aquiles: ven…. Vamos primo >>]
[<
Yo: no
Aquiles: jamás te eh conocido una novia
Yo: ni yo a ti
Aquiles: quizás me gustas tú ja ja ja
Yo: idiota >>]
[<
Yo: ¿enserió?
Aquiles: claro, ¿Por qué lo dudas?
Yo: a veces me tratas pésimo
Aquiles: sé que al principio te trate mal, pero era por miedo, tenía miedo a lo que estaba sintiendo
Yo: yo igual tenía miedo, y no por eso te trataba mal
Aquiles: lo admito, fui un idiota, y lo lamento, ahora quiero estar toda mi vida contigo>>]
[<>]
[<
Aquiles: has pensado que pasaría si nuestros padres se enteran de lo nuestro, Bastián es solo una pantalla más en mi vida
Yo: tu vida tiene demasiadas mascaras para mi gusto
Aquiles: mi única mascara eres tú mi amor>>]
Ignacio: aquí está tu agua
Los recuerdos se vieron interrumpidos, Ignacio bajaba la escala como todos los días, para llevarme lo único que ingería, y que me mantenía sin fuerzas, lucia más demacrado que de costumbre, tenía aspecto de no haber dormido absolutamente nada.
Yo: veo que la culpa ya no te deja ni dormir
…
Yo: ¿Por qué demonios me haces esto?
…
Yo: respóndeme, te lo suplico… ¿Por qué ocultas al asesino? ¿Por qué me torturas en su nombre?
Ignacio se quedó inmóvil en la entrada de la pequeña puerta, se tomó su cabeza a dos manos, lanzando un grito desgarrador, me miró fijamente, una mirada totalmente desorientada y macabra, camino rápidamente hacia mi inclinándose, quedando cara a cara conmigo.
Ignacio: ¡yo lo mate!
Ignacio: ¡yo te di la droga esa noche! ¡Yo mate a Aquiles!
Ignacio: el muy idiota se lo busco, venia días amenazando que si no lo dejaban salirse de la organización, contaría todo a la policía.
Ignacio: mis jefes me ordenaron acabar con él, por eso invente lo de la reunión, lo necesitaba solo en la habitación. Cuando te separe de la puerta y te lleve a la cocina, Salí por la puerta trasera y entre por la ventana de la habitación de Aquiles.
Ignacio: cuando llegue, había escondido el fierro en los arbustos frente a la ventana. Fue todo muy sencillo.
Aguante muy en lo interno mío, la rabia, y el llanto. Todo este tiempo había sido él, yo casi me había entregado al asesino de la persona que amaba, soportando el llanto me atreví a preguntar
Yo: ¿Por qué? Éramos amigos
Ignacio: ¿recuerdas el primer año de escuela? No claro que no lo recuerdas, pero imagino que si recuerdas la golpiza que le diste tú y tu primito a un niño de gafas, y gordito, ¡¿eso si lo recuerdas mierda?! Ese fue mi incentivo a realizarlo, vengarme de Aquiles, por esa humillación.
Yo: ¿eres tú?
Ignacio: vaya que inteligente y perspicaz eres, Aquiles tiene una mercancía, drogas oculta en su casa, imagine que la tendría en su habitación, pero cuando fui, lo único que encontré fue a tu tía, tuve que dispararle, y la muy perra sigue viva. Pero apenas de un signo de recuperación se juntara con su hijito.
Yo: ¡eres un enfermo, un resentido de mierda, te juro que te secaras en la cárcel, maldito imbécil, asqueroso, te odio!
Ignacio: luego vino Esteban, ja ja el muy tonto no sabía que tenemos el teléfono de todos intervenido, tuvimos que ahogarlo en el lago, pero ¿sabes algo? Ese nudo si me quedo firme, porque no salió a flote ja ja ja… no como la pobre Laura que si lo hiso y la descubrieron, la desgraciada se desato del concreto al que estaba atada, porque sí, yo no la mate aquí, solo la aturdí bastante, murió ahogada. ¿Imaginas esa sensación de estar atada, envuelta en plástico y estar hundiéndote en lo profundo del lago sin poder zafarte? Debe ser horrible.
En ese preciso momento el timbre de la casa retumbo en todo el sector, Ignacio amarro una pañoleta en mi boca, impidiéndome gritar, salió del sótano dejando la puerta semi abierta. Escuche los típicos pasos sobre mí, que llevaban a la puerta de entrada. ¿Serían los de la organización? ¿Vendrían a ver a su único estorbo hasta ahora?
Mamá: hola Ignacio
Ignacio ¡tía! ¿Qué hace aquí?
Mamá: ¿te molesta si entro?
Ignacio: no, claro que no, entre
(Mamá vete, sal de aquí mamá, sal de aquí)
Ignacio: bueno usted dirá tía, ¿en qué puedo ayudarle?
Mamá: fui una tonta Ignacio, corrí a mi hijo de mi lado, deje que se me fuera, ahora solo quiero abrazarlo, ahora lo de Laura, tengo miedo Ignacio, tengo miedo de que llegue la policía a decirme que lo encontraron muerto
Ignacio: sé que está sufriendo, lo que le paso a Laura es horrible
Mamá: dime que sabes dónde está, te lo suplico, te imploro que me lo digas si lo sabes, lo siento tan cerca de mí, por favor ayúdame Ignacio
(Mamá vete, sal de acá mamá, todo estará bien, solo vete, sal de aquí)
Ignacio: lo lamento mucho tía, le juro que si supiera donde esta se lo diría, más en las circunstancias que estamos ahora, lamento no poder ayudarla mas
Mamá: creo que será mejor que lo busque en otro lado entonces
Ignacio: ¿no quiere algo de beber?
(di que no, solo sal de aquí)
Mamá: no mi niño, ya me voy, debo encontrar como sea a Emilio, tengo una sensación tan extraña, como si él estuviese aquí conmigo
Ignacio: debe ser donde lo extraña tanto
(Vete mamá)
Mamá: bueno Ignacio, no te quito más tiempo, por favor, cualquier cosa que sepas házmelo saber
Ignacio: por supuesto tía, no se preocupe que yo le contare todo
Mamá: adiós
Ignacio: adiós
Mi corazón estaba a mil, el solo hecho de pensar que mi madre podría haber muerto segundos antes me mataba por dentro, estaba tan preocupada y arrepentida, como desearía solo 1 minuto con ella, y decirle cuanto la amo, cuanto la necesito a mi lado en este momento, como me gustaría un abrazo suyo, una caricia, el solo sentir su aroma y quizás nunca la volvería a ver.
La noche ya había caído, se notaba por el silencio que reinaba la tierra, improvistamente Ignacio bajo al sótano encendiendo esa horrenda y espeluznante luz que se mecía de un lado a otro. Llevaba un pañuelo en su mano derecho quedándose parado al frente mío con su mirada fija en mí.
Ignacio: ya no puedo tenerte acá, es muy peligroso, no puedo exponerme de esta forma, debo sacarte
El pañuelo fue directo a mi boca y nariz, el olor a alcohol durmió mis sentidos, cayendo en un profundo sueño, pero mi cuerpo seguía alerta, sentí como me cargaban y me arrojaban a una superficie blanda y cómoda, escuche el motor del auto arrancar, el meneo de las curvas. El carro se detuvo, escuche abrirse la puerta, me jalaron de los pies, cayendo al frio piso, un suelo cubierto de hojas. Están atando algo a mis pies, comenzaron a jalarme, arrastrándome por el lugar, las piedras rompían mi piel.
Las hojas húmedas rasmillaban mis antiguas heridas, mi nariz daba contra piedras, sentí que me levantaron, me arrojaron a otra superficie sólida, pero al caer se movió entera. Alguien se sentó a mis pies, siento el agua azotar contra la orilla. Por mis ojos comienza a entrar un tenue luz blanca, siento el sonido del agua romper contra el remo, abrí lentamente los ojos. Era un cielo completamente estrellado, con la luna más grande que jamás vi, podía ver el rostro de Ignacio mirándome bajo esa luz, sentía su respiración de cansado.
Ignacio: ¿sabes que es gracioso?
Ignacio: son las 00.20… a las 3:00 la policía llegara a la casa de Alondra
Ignacio: Alondra trabajaba con Aquiles y yo, ella conseguía las niñas para satisfacer a nuestros clientes
Ignacio: ja ja ja escondí 5 kilos de la drogas más fina que encontré, escondí el fierro tras uno de sus muebles y puse fotos de todos nosotros con la palaba “muerto”
Ignacio: ja ja ja ¿lo imaginas? La policía tumbando la puerta de entrada, ella salta del susto de su cama, los detectives la reducen en el piso, entran a los perros, y comienzan a buscar, encuentran la droga, el fierro con la sangre de Aquiles, y descubren las fotos entre su ropa. La asesina perfecta. ¿y sabes que es más chistoso?... que tu no se lo dirás a nadie.
Horas después
(…)
Andrea: vine lo antes posible, ¿Dónde la tienen?
Daniel: la están interrogando… por supuesto lo niega todo, pera ya sabemos que ella cometió todos los crímenes, lo que me preocupa es que en su lista estaba Emilio e Ignacio, y ninguno de los dos aparece
Lucas: ¡detective!
Andrea: ¿pero qué sucede, porque gritas así?
Lucas: encontraron otro cadáver en el lago
Daniel: ¿Quién mierda es ahora?
FIN
La Habitación De Al Lado
“ El Misterio Que Rompe Nuestra Calma”