La habitación 101

Esta es la primera de varias historias que he vivido mientras trabajaba en hoteles de mantenimiento

Hola a todos mi nombre es Antonio, durante más de 14 años me he dedicado al mantenimiento de hoteles, en un hotel pueden pasar muchas cosas, gente desconocida, muchos hemos estado lejos de casa, compañeros nuevos muy a menudo, etc, yo para no liar demasiado voy a intentar contar varias historias, no voy a decir reales porque algunas no las he vivido personalmente, son contadas por los propios afectados, para terminar esta pequeña introducción, decir que actualmente estoy felizmente casado, pero no lo estaba cuando me ocurrió esta historia que paso a relatar, por cierto no me siento demasiado guapo, pero siempre he tenido bastante éxito con el sexo femenino, 1.82, 82 Kg y normalito:

La habitación 101

En todo hotel existe una habitación que bulgarmente se le llama la habitación “tonta”, se usan para coger cosas que urgen, lamparas, platos, ropa de cama, etc , pero en este caso también la utilizábamos para descansar sobre todo el turno de tarde, que es más tranquilo, ese día había comenzado bastante mal, muchas averías en muy poco tiempo, la verdad es que fue un día durillo y con la tarea finalizada me dispuse a descansar un rato en la 101, era bastante tarde pero todavía me quedaban un par de horas para poder salir, abrí la puerta y para mi sorpresa la luz estaba encendida, desde el cuarto de baño salia un ruido de agua corriendo y alguien que se duchaba, no es normal pero tampoco es inusual, pensé que sería cualquier camarero que se refrescaba después de un duro día de curro sirviendo mesas, no quise molestar así que entre al salón y me senté tranquilamente a repasar los datos del día, escuché que el agua se paraba y alguien salia de la ducha, supongo que me quedé mirando fijamente hacia la puerta del baño con idea de que supiera que estaba yo allí, la cosa es que cuando la persona que ocupaba el baño salió, estaba completamente desnuda y para mi asombro era la jefa de personal , mi primer instinto fue doblar la cabeza y pedir perdón, pero el segundo...ese fue el problema, el segundo instinto que tuve fue el de quedarme hay mirando a ese ser de caderas perfectas, ese ángel de senos duros y generosos que desembocaban en un pequeño y redondo agujero al que llamamos ombligo y junto al que mirando de forma permanente estaba una gorgorita de colores vivos y para completar la imagen del nacimiento de Venus, su melena rubia, larga y ondulada cayendo sinuosamente sobre sus hombros mientras las gotas de su pelo aun mojado soltaba gotas de agua que se peleaban por bajar por su blanca y deslizante espalda hasta donde comenzaba la curva más perfecta que jamás haya visto, yo mientras que observaba la imagen a cámara lenta solo me despertó una cosa...

Ahhhhh¡¡ grito Laura, que es el nombre de la jefa de personal, !!!pero tu que coño miras¡¡¡, me gritó mientras se intentaba tapar con una mini toalla de secarse el pelo que tenía en la mano.

Pueeeeesss a ti, por supuesto. Acerté a responder, digo acerté por lo que pasó a continuación.

Era tal la mezcla de enfado y a la vez de nerviosismo que tenia que se le empezaron a saltar las lágrimas, yo por supuesto, que eso si, soy un caballero, o eso me dicen, me acerque velozmente y le cogí una toalla y le ayudé a taparse, ella, un poco más relajada al darse cuenta de que todo habia sido producto de una casualidad, me pidió perdón, por la forma de referirse a mi y mientras que se vestía en la habitación me contaba que se estaba duchando porque había tenido un día muy duro y acababa de salir de una reunión con los jefes y directivos y le dijeron que no habría nadie a esa hora y que de verdad que la necesitaba.

Yo en ese momento solo pensaba en esa imagen, que mientras escribo recuerdo perfectamente como una imagen que me hubieran grabado en mi retina, recordaba que llevaba dos años conociéndola y siempre hemos comentado su gran belleza y a la vez personalidad y mientras ella se estaba vistiendo en la habitación contigua yo me puse a charlar, al principio de cosas banales, que si los jefes siempre quieren que se gaste menos, que si los directores siempre quieren que la cosa vaya mejor, etc, etc, hasta que llegué al punto en el que le pregunté que porque se estaba duchando allí en vez de haber esperado a llegar a casa, a la cual me respondió:

  • No debería contártelo pero la verdad es que necesito hablar con alguien que no sea de trabajo, pues es que hace unos días me ha dejado mi pareja por otra y la verdad es que verme sola en casa me deprime bastante, por eso ahora hago un poco de más vida en el hotel. Me confesó.

-¿Por otra?, conteste. Será en todo caso por otro, jajaja. Reí, ¡si tu los tiene todo!, dije casi sin pensar. A lo que ella saliendo de la habitación con solo un chaleco largo de esos que se llevan ahora con una mallas me respondió con un gracias y una sonrisa, yo me acerque a ella y le dije desde muy cerca, sinceramente y ahora que he visto quizás algo más de la cuenta y por lo que te conozco, se que no miento, ella me volvió a mirar con sus ojos marrones claro y no hizo falta que dijera más nada, me acerque a ella, y le dije:

  • Ese tío nunca te ha merecido, nadie puede pasar de una mujer como tú, ella se acerco a mi, como un animal que necesita cariño y se me quedó mirando de tal forma que sentí que deseaba besarme, a lo cual yo lanzándome con todo, me acerque a ella y me quede quieto a solo un centímetro, si quería hacerlo que fuera ella me dije, en ese momento, como si de un leve susurro se tratara, sus labios rozaron los míos, pude sentir el calor que provenía de su boca, yo la levante del suelo y suavemente mientras la besaba me dirigí a la habitación, no se cuanto tiempo estuvimos besándonos para mi fue eterno, después nos separamos nos miramos como dos colegiales que están a punto de hacer algo que no deben y nos lanzamos a explorar nuestros cuerpos, ella me quitó la camiseta y yo a ella el chaleco, luego me quitó el pantalón y yo le quité el sujetador y por ultimo la ropa interior, nos volvimos a mirar, y uffff, que imagen, creo que ese fue uno de los momentos más eróticos de mi vida. Ella cambió su cara, una sonrisa picaresca de medio lado me lo dijo todo, ese momento iba a ser especial, primero acerqué mi lengua a su cuello, podía sentir y escuchar los pequeños gemidos que emitía por su acelerada respiración, baje a sus pechos, duros y excitados, estuve un buen rato jugando con ellos, los besaba, los acariciaba, los lamia, ella me acariciaba la espalda y se movía, después continué mi camino hacia ese bichito que siempre miraba su ombligo, lo rodee, y seguí en busca de su monte de venus, rasurado y suave, desde hay caída en picado a sus otros labios, ella que ya solo gemía me acariciaba el pelo y de vez en cuando me apretaba para que parara un poco o por lo contrario siguiera por ese camino, la mezcla de mi saliva junto con sus jugos creaba un sabor dulce y agradable, que invitaba a seguir y por supuesto a la penetración, esperé el momento en el que ella estaba en su máxima excitación me paré y con mucha suavidad, me acerqué a ella y lentamente la penetré, ella se retorcía y me tiraba hacia ella, yo disfrutaba solo con verla a ella casi fuera de si, una vez, otra vez, otra vez, siempre despacio y entonces lo noté, un líquido dentro de ella ahora recorría mi miembro erecto, ella por unos segundos se quedó quieta, disfrutando del momento, me paró y me dijo que ahora le tocaba a ella, no dudó mucho y me tumbo sobre la cama, puso sus manos justo debajo de mis genitales y mientras me los acariciaba me lamia el pene de forma seguida y en todas direcciones, yo que lo tenia a vista aprovechaba para acariciarle su jugosa vagina, tocar su vulva y hacerle el amor con mis dedos, ella cada vez se movía más y más rápido, de repente me soltó y se puso de espalda a mi, yo al ver ese perfecto culo casi estallo de excitación pero me contuve se la volví a meter por la vagina y ahora con cambios de ritmo le envestía una y otra vez, ella se tumbo sobre la cama con el pecho y pasó su mano por detrás de la espalda y comenzó a meterse un dedo por el agujero del ano, yo alucinaba, le quite con suavidad su mano y usé mi pulgar para introducirlo dentro, al poco tiempo me dijo, ¿te gustaría un anal?, por cierto de forma muy educada, ¿que si me gustaría un anal?...me entró ganas de decirle, yo nunca hasta ese momento había tenido sexo anal, ni siquiera le respondí, le bajé un poco el trasero y con mucha suavidad se la fui introduciendo, ¡OOOhh!, que momento, me había llevado media vida pensando en como seria pero me quedé muy corto, que sensación, como estaba muy bien lubricado pronto ya teníamos nuestro ritmo, a mi cada vez me costaba más aguantarme, la puse de lado y jugé con los dos agujeros a la vez con mi pene y mis dedos, ella gritaba de placer, los orgasmos le estaban ya viniendo prácticamente seguidos, cada vez estaba más lubricada y las penetraciones eran más rápidas y entonces llegó el momento del final, decidí hacerlo por detrás, que era para mi el gran premio al primerizo del año, cuando notaba que ya estaba yo a punto aminoré el ritmo, la agarre fuerte de la cintura y la empuje hacia mi para que notara como ahora me corría yo, eso le volvió aún mas eufórica provocandole un estado tal de excitación que la puso fuera de si, después aumente el ritmo durante un par de minutos más para que ella pudiera terminar y poco a poco fui parando, con nuestros cuerpos sudorosos y mirándonos cara a cara, me dijo:

!Vamos a la ducha¡