La guerra de los mundos 11 Final

El duro camino de los sueños

EL DURO CAMINO DE LOS SUEÑOS

Acostumbrado a madrugar, me desperté temprano, y luego de una ducha reparadora, bajé a desayunar liviano, vestido para el gym. Para mi asombro las dos monumentales morenas ya estaban en la clase de spinning, vestidas con unas mallas, que les marcaban un culo de infarto.

Fuí directo a la sala de musculación y trabajé el tronco con poco peso y muchas repeticiones. Dominadas, dorsales, press de pecho, hombros, rematando con bíceps y tríceps. Estaba cerrando la rutina con tres series cortas y muy cargadas de sentadillas, cuando pude observar por el espejo frontal con el que vigilaba mis movimientos, que era vigilado muy de cerca por las ninfas, que evaluaban mi anatomía trasera mientras susurraban entre ellas para no desconcentrarme.

Di la sesión por terminada, tomé una ducha liviana, y tras vestirme con el pantalón de baño y una remera, tomé rumbo a la piscina. Al llegar, las morenas con sus minúsculos bikinis, ya estaban allí, ubicadas en dos de tres tumbonas, dejando libre la del medio y marcándomela con una sonrisa, Frente a ellas, en una mesa baja de piedra, tres grandes vasos llenos de jugo, esperaban mi llegada.

Evalué el entorno y descubrí que desde una mesa, la rubia me miraba por arriba de los anteojos, mientras absorbía un jugo con una pajilla y cerca de ella, dos musculitos de muy buen ver y gesto adusto, no me perdían pisada.

Sonriendo por lo que se venía, me acerqué a las preciosas muchachas.

-. Admiro vuestra vitalidad, han madrugado más que yo. Por cierto, mi nombre es Aldo.

-. Es el precio a pagar para mantenernos en forma Ja ja ja. Yo soy Mica y ella es Roby.

Contestó la más lanzada de malla blanca, lo que motivó que me acerque, les dé dos besos a cada una y me siente en la tumbona en medio de ellas, dispuesto a disfrutar la mañana en su compañía.

Nada más hacerlo, los dos guaperas saltaron de sus asientos para encararme.

-. ¡Hey tú, moscón, a volar!

Gritó el más cercano y violento, intentado tomarme del brazo. Sin esforzarme demasiado ante el figurín, me levanté, me solté tomándolo de la muñeca, se la retorcí a la espalda y agarrándolo del pelo de la nuca, le reventé la cara contra el borde de la mesa baja, dejándolo inconsciente.

Me di vuelta para disculparme con las chicas, justo para observar que su compañero se lanzaba en un tacle para voltearme. Para su disgusto, se encontró con mi rodilla que le reventó la nariz, dejándolo tirado boca abajo en el piso, tomándose la cara.

Como no me gusta dejar los trabajos a medias y soy un cholulo, actué como si estuviera en el paseo de la fama, levanté mi pie derecho y lo apliqué violentamente sobre su cabeza, dejando el contorno de su cara estampado en las baldosas del atérmico piso del borde de la piscina.

Antes de poder disculparme con mis nuevas amigas, que observaban todo asombradas y con un dejo de excitación en los ojos, un amanerado individuo, delgado, con el pelo teñido de un rubio furioso y vestido íntegramente de blanco, salió a los gritos revoloteando los brazos como mariposa.

-. ¿Qué has hecho con mis hombres, hijo de puta?...Chicas, chicas ¿Donde está Héctor? ¿Por qué desaparece cuando lo necesito?

-. Héctor está preso.

Quedó paralizado con mi comentario, quizás un poco atemorizado.

-. ¿Y tú como sabes eso? ¿Quién eres?

-. Mi nombre es Aldo, Héctor está preso por atacar a un hombre que acosó a su pareja en un club. Hemos trabajado juntos en el pasado y me pidió que lo reemplace por unos días.

En ese momento se nos acercó a la carrera un hombre regordete, transpirando profusamente. Me miró y no me reconoció, realmente debería estar muy cambiado, porque pasé muchas horas en su casa, estudiando con su hija.

-. Hayy... ese estúpido está embobado con la puta de Carmen, sabía desde el primer día que esa mujer nos traería problemas. Eso me pasa por hacerle caso a la estúpida de tu hija.

Descargó su ira con el gordito que miraba todo preocupado.

-. ¿Por qué has atacado a mis hombres?

-. Parece que aparte de elegir inútiles, tienes un problema de celos entre tu gente, ellos me atacaron a mí por el solo hecho de hablar con estas bellezas.

Alex levantó la mirada para confirmar la versión y las chicas se la confirmaron con un movimiento de cabeza sin dejar de mirarme embobadas. Luego miró a sus hombres retorciéndose en el piso y finalmente fijó su vista en mí concentrado en sus pensamientos.

Debe haberle gustado lo que vio porque acotó...

-. Estas putas querrás decir ¿Tienes documentos para comprobar tu identidad?

Le enseñé mis nuevas credenciales, junto al registro y mi tarjeta de crédito y se quedó tranquilo. Me pidió que me cambiara rápido y que lo acompañe luego de despachar a los musculitos, más preocupados por el estado de sus caras, que por la seguridad del maromo.

Cambiarme me tomó quince minutos, y al salir, montamos en su BMW X6 blindada con rumbo desconocido. Llegamos sobre el mediodía a una gran casa quinta rodeada de rejas y custodiada por hombres armados que nos revisaron y nos dieron acceso a la casa principal.

En ella nos recibieron dos hombres también armados de alrededor de treinta años, de aspecto rudo y rasgos aindiados, que al comprobar que no era Héctor, me llevaron a una habitación, donde para mi sorpresa, una adusta mujer oriental, se conectó con su ordenador a la base de datos de la policía.

Al verificar mis antecedentes carcelarios, le mostró la pantalla a los sicarios, que estallaron en carcajadas palmeando mi espalda y me invitaron a pasar al comedor, donde nos sirvieron un menú frío. Al terminar, ellos pasaron a una gran habitación, dejándome de custodia en la puerta y a las seis de la tarde, partimos de regreso al hotel, llegando justo para la hora de la cena.

Después de refrescarme, bajé al comedor y mis dos nuevas amigas me estaban esperando con una sonrisa. Comimos conversando divertidos y me contaron de su vida sin que les pregunte, como queriendo explicar lo inexplicable. Eran amigas desde la escuela secundaria, tenían veinticinco años y ambas eran licenciadas en relaciones públicas.

Habían elegido trabajar con Alex, representando marcas en eventos, porque les reportaba mejores dividendos que hacerlo trabajando para una empresa y nada dijeron de los extras que las obligaban a realizar.

Fue preguntar por la tal Carmen y las dos empezaron a despotricar contra ella, por lo puta y por el desprecio con que trataba a los demás, amparada en la protección de Héctor.

Aparentemente para excitarse, se montaban un jueguito en el que ella se dejaba seducir por algún lanzado en los pub de baile, para que después, Héctor indignado lo moliera a palos. Estaban encantadas de que esta vez les saliera mal y lo que no entendían, era por qué su padre se lo permitiera.

En realidad, esa era información conocida por Hugo, que sirvió para montar el paripé del club, con la gente de seguridad, el médico y las dos oficiales comprados por Javier. Los golpes del hormonado a comparación de los recibidos en las peleas de la cárcel eran solo caricias rudas. Pero me sorprendió la mención de su padre. Escuchar el nombre de Ramón me puso alerta.

-. Ja ja ja ¿Su padre sabe de qué trabaja?

-. Shhh, baja la voz, no sabes el escándalo que armó el día que la vio entrar con la hija de José. Aparentemente Carmen no sabía que su padre era uno de los policías comprados por Alex y para evitar el escándalo le prometieron que no haría extras...Tú me entiendes... Cuando se puso de novia con Héctor se quedó tranquilo.

Las muchachas eran un libro abierto y para saber más, las invité a un trago al pub del hotel para seguir con la conversación, ambas se rehusaron, y me invitaron a beberlo en su habitación.

Acepté su invitación con una sonrisa, subimos al primer piso y entramos en una suite espaciosa con una gran cama king size, cuando cerraron la puerta no pude evitar la pregunta.

-. ¿Y esto a que se debe?

-. Nos gustaste desde el primer día que te vimos, tienes un aspecto salvaje, con una mirada triste que enamora y un cuerpo de escándalo. Apuntó Mica mientras se acercaba sinuosa y empezaba a desprenderme la camisa.

-. Luego, cuando aplastaste a los pesados que nos rondaban como moscas, nos calentaste como no te imaginas. Remató Roby yendo por mis pantalones, mientras Mica me besaba.

En un revoltijo de besos y caricias quedamos desnudos los tres y fuimos a la cama, donde Mica se echó de espaldas abierta de piernas, para que Roby de rodillas entre ellas le coma el depilado coño ofreciéndome su hermosa grupa que no desperdicié.

Me coloqué tras ella y me di un atracón de culo y coño, cuando noté que empezó a vibrar buscando el orgasmo, enarbolando mi enardecida polla, la froté en sus jugos y dejándome llevar por lo que me pedía la calentura, se la enterré hasta las pelotas, provocándole un orgasmo que la dejó baldada con la cara de costado soltando su exquisito manjar, con la consiguientes quejas de su amiga.

Lejos de compadecerme de ella, la follé como un salvaje, hasta que directamente se derrumbó sobre un costado, dejándome libre y lubricado el camino hacia Mica que excitada a morir se pajeaba compulsivamente. Me arrojé sobre sus labios y saboreando el placer de disfrutar de tan exquisita mujer la empalé con una furia que la enloquecía.

Explotamos con gritos destemplados en medio de convulsiones, quedando derrengados. Sin bañarnos, mis diosas se acomodaron a mis lados apoyando las caras en mi pecho y nos tapamos con una sábana relajando nuestros cuerpos.

-

. Me habéis matado

-. Anda que tú...

Acotó Mica

-. Pero no me trago lo de vuestra calentura conmigo, sabiendo la calidad de hombres que las rodean. Además por lo que veo, se entretienen muy bien solas.

-. No eres tonto, pero ten por seguro que nos calientas mucho. Éramos las protegidas de Héctor antes de que apareciera la puta y eso nos garantizaba que nos elijan los mejores trabajos y no acabar con cualquiera. Ahora te teníamos a mano a ti y a rey muerto rey puesto ja ja ja. Agregó Roby

-. O sea que me habéis usado...

Apunté intentando dar lástima

-. Como que no te ha gustado ja ja ja

Y nos quedamos dormidos.

Sobre la madrugada, nos despertaron ruidos de disparos y explosiones, nos vestimos con prisa y tomando a las aterradas chicas de la mano, las bajé una a una al parque, por la ventana de la habitación, ellas eran víctimas inocentes de todo lo que se avecinaba y no podría perdonarme que les pasara algo.

Hice una llamada perdida y las llevé rumbo al muro divisorio a través del laberinto que tenía muy estudiado, al llegar, les pedí el número de móvil, les envié un mensaje para que tuvieran el mío agendado y finalmente las descolgué por la pared, donde las recibió Fermín que había recibido mi mensaje, para llevarlas a mi casa. Cuando me urgió a que me les una, le indiqué que se marchara, mi trabajo recién empezaba.

Desanduve el sutilmente marcado camino y regresé al hotel entrando por la puerta trasera, donde había dos muertos por cada bando. Subí por la escalera de servicio y al llegar a la habitación de Alex, encontré en la puerta a José en calzoncillos, tirado boca abajo, con un maletín bajo el brazo y un tiro en la nuca. Mientras el proxeneta lo miraba con los ojos desorbitados y la pistola humeante en sus manos.

Me iba a traicionar...Me iba a traicionar...Me iba a…

No lo dejé terminar, lo agarré del brazo, le saqué suavemente el arma de las manos sin tocarla, lo saqué de la habitación en calzones como estaba y tras tomar el maletín de José, bajamos por la escalera de servicios al garaje. Para ese entonces, ya sonaban las sirenas de la policía.

Entramos a la carrera y nos encontramos de frente con Ramón que bajaba de su coche pistola en mano y se quedó paralizado al reconocerme.

-. Eres tú, siempre has sido tú, hijo de puta, has sido la desgracia de mi familia.

Levantó la pistola para matarme y antes de que pudiera hacerlo, un disparo proveniente de mi espalda, le voló la cabeza. Me di vuelta ensordecido por el estampido, mientras Alex literalmente se meaba encima y me encontré a la rubia de la pileta sonriéndome con la pistola en la mano.

-. Apura, Javier nos espera.

Llegamos corriendo a la camioneta blindada de Alex y subiéndolo a las patadas, lo tiré en el maletero por el portón trasero. Sentado junto a la rubia que conducía, salimos quemando cubiertas en medio de los disparos cruzados.

Nada más estar lo suficientemente lejos llamé a Boris, le indiqué que saque a Claudia y le pedí que la obligue a llamar a Graciela para que se le una, que le avise que mataron a su padre e iban por ella, pero que no mencione mi nombre, que le va la vida en ello. A continuación le mandé una foto del cadáver de José, fijamos un punto de encuentro, y partimos rumbo a ellos.

Graciela llegó en un taxi aterrada y bañada en lágrimas, justo en el momento que llegábamos nosotros. Cuando me vio, se paralizó... giró la cabeza... miró el rostro demacrado de su amiga y supo que era el final, que su suerte estaba echada.

Boris las subió atrás y tras mi indicación, les precintó a los tres las muñecas a la espalda y les colocó unas capuchas que llevaba consigo. Ninguna queja se escuchó de sus bocas, estaban entregados a su destino, el tarot había hablado y la carta número trece, dictaba su sentencia.

En el viaje, la rubia nos contó que Javier había localizado a los dealers a través de una aplicación de mi celular durante mi visita, tal como estaba planeado y organizaron un ataque sorpresa, los que lograron escapar, acusaron a Alex de entregador y fueron a vengarse al hotel, siendo rechazados en parte por los custodios del mismo y en mayor parte por los sicarios de Javier que los estaban esperando

Llegamos a la casa quinta donde nos esperaban con el portón abierto, y entramos derrapando, no nos sentimos seguros hasta estar rodeados de gente armada. Cuando a Alex le sacaron la capucha y se encontró cara a cara con Javier, que tomándolo de un brazo con una sonrisa siniestra se lo llevó adentro a conversar, volvió a mearse encima.

No habían terminado de entrar a la casa, cuando una Van negra hizo su entrada al predio a máxima velocidad, al abrirse la puerta lateral, vi aparecer al turco que se quedó paralizado al encontrarme. Después de un par de minutos de evaluación y súbita comprensión, me hizo una señal de respeto bajando la cabeza y autorizó a bajar a un hombretón rubio con pinta de ruso, que previo evaluar la ofrenda en canje, insinuó cambiarla por la otra, a lo que me negué.

Miró al turco, que le hizo una señal de aprobación, tomó a su presa y volvieron a partir tan velozmente como llegaron. Media hora más tarde arribó Fermín y se llevó junto con Boris la otra ofrenda prometida, todavía maniatada y encapuchada.

La noticia del tiroteo entre bandas, causó conmoción en los medios de difusión durante un par de días, hasta que otra noticia ocupó su lugar.

Los registros y filmaciones del hotel nunca aparecieron y los rusos se apoderaron del nuevo negocio de Alex, sin desplazar a Javier como proveedor, tal como habían negociado.

Esa noche, Aldo llegó tarde a su casa, saludó con un beso a Mica y Roby que esperaban ansiosas y subió veloz buscando a su hermana, la ubicó en su cuarto y entró sin llamar. Con lágrimas en los ojos se echó a su lado, y abrazado a su cuerpo, buscó un perdón que no merecía. Había cumplido con su promesa pero el precio había sido demasiado alto.

==========================================================

DOS AÑOS DESPUÉS

-. Aggghhhh, que asco. ¿Qué comen estas niñas?

Miro a Carla y tiene la misma cara que yo.

Acostumbradas a los perfumes franceses, tener que terminar a esta edad, limpiando la mierda de estas

cagonas

, es de una bajeza apabullante, si no fuera por las folladas que nos mete su padre todas las noches hasta que pase la cuarentena postparto de Mica y Roby, lo mandaríamos a la mierda.

Levanto la cabeza, buscando aire fresco y alcanzo a ver a mi amante trabajando la tierra de la cooperativa que donó Javier, con un ahínco que acojona. Veinte hectáreas en la zona de quintas cercana a la ciudad, atendidas a pico y pala por los desocupados de la villa, y las madres solteras que se acercan cada día con sus niños, en las combis que controla Fermín con permiso de Javier.

También colaboran ex presidiarios discípulos de Aldo, mientras se reincorporan a la sociedad. Cada día hay más niños para alimentar, la pobreza crece sin parar y las familias, cada vez están más agobiadas.

Lucía, mientras tanto, junto a las maestras jubiladas que tan gentilmente se han prestado a colaborar, organiza en una gran carpa, los nuevos turnos escolares de los niños, que son educados mientras sus madres trabajan la tierra. Dani ya está capacitado para hacer las reparaciones necesarias y Luis lo ayuda, aunque en su mente, está decidido a estudiar medicina.

Claudia es un caso aparte. Flamante veterinaria, se encarga de cuidar el pequeño tambo, los corrales de las aves y atender a las mascotas, además de ser la responsable de recoger, preparar y distribuir cada día, el abono tan necesario para los cultivos. Es la única que es vigilada de cerca por la gente de la villa, que no le perdona su traición a una de los suyos. Aunque no es necesario, la sola amenaza de terminar como Graciela, la tiene aterrorizada

Juana se encarga de la catequesis de las familias cristianas y sirve de nexo entre los corrales y la granja, Aldo cumplió con su promesa de salvarle la vida a su hija, pero no le ha vuelto a dirigir la palabra desde su divorcio.

De vez en cuando nos releva en el trabajo nocturno con Aldo y no le disgusta para nada.

Hugo se encarga de la parte legal y de mantener alejados a los políticos y punteros, la sombra de Javier es muy respetada y su mano es muy larga. También ha logrado arreglar con el turco, -a cambio de su vida-, la erradicación de los dealers de la villa, organizar a los cartoneros en una cooperativa bajo su administración y eliminar la utilización de menores. Sus otras fuentes de ingreso, se han reducido a las comisiones por la prostitución sin proxenetas y la quiniela barrial. Mantiene su contacto con los rusos, con la esperanza de incursionar en el nuevo negocio del alto standing.

La constante afluencia de gente de otros países con sus costumbres y recetas, ha contribuido a diversificar los cultivos y la elaboración de conservas y dulces, con frutas cedidas por otras quintas, hasta que crezcan nuestros frutales. Frutas destinadas a la basura, cuando el precio está muy bajo o su calidad no conforma al mercado. Solo debemos encargarnos de cosecharlas.

El transporte de mercadería para la venta, está a cargo del Laucha, mientras la madre de Aldo, controla el servicio secreto de información boca boca de sus vecinas, para asegurarnos que el turco cumple con su palabra.

Paula se ha hecho cargo del cuidado de Luis en su casa. Con el apoyo económico del club, la fortuna que heredó de su marido y Graciela desaparecida, no le debe rendir cuentas a nadie. A pesar de que el rubio no ha recuperado del todo sus facultades mentales, tiene unas erecciones de caballo tan impresionantes con solo un par de meneos, que la blonda no duda en aprovecharlas en su beneficio.

Hoy es domingo, y es día de visitas familiares, mientras mi hija Marta, mira con desprecio cada carantoña de Aldo con sus parejas cuando le llevan un mate y Silvia lo mira con hambre cuando cava con la pala y el torso desnudo, sus esposos Ricky y Edu, juegan encantados con los pollitos.

Hoy es día de fiesta y sin embargo él sigue, terco y obstinado, sabe que el trabajo es enorme y los enemigos son muchos, está naciendo un líder distinto y eso preocupa a mucha gente.

Una guerra de mundos se aproxima y habrá que estar preparado, un mundo de humildes y desarrapados que quiere escapar de sus miserias versus un mundo de afortunados que no quieren perder sus privilegios. Un mundo de aprovechados que lucran con la miseria versus un mundo de iluminados que entiende que el cambio es irreversible. La batalla será cruel y muchas las bajas.

Mientras ese momento llega, Aldo sigue cavando, entierra la pala con furia, plantando frutales, plantando sueños, y enterrando frustraciones y pesadillas, esas en las que Juan, vuelve de la muerte pidiendo explicaciones o el rostro lloroso de Graciela le pregunta... ¿por qué?.

Debe haber algo por qué vivir.

Un objetivo que perseguir.

Incluso algo por lo que morir.

Mientras un hombre pueda caminar,

habrá una ayuda para los demás,

en nuestro espíritu, en algún lugar.

No estoy tratando de decirte qué debes ser,

oh no, oh no, yo no.

Pero si la humanidad debe sobrevivir,

los que queden vivos, deberán construir este mundo de nuevo

Sólo piensa en toda la pobreza, el odio y las mentiras.

E imagina la destrucción de todo lo que desprecias.

Entonces el Fénix se elevará lentamente desde las cenizas

La guerra de los mundos- Jeff Wayne

===============================FIN=========================