La güera de tepotzotlan (2)

Se tiro en la alfombra despojándose de sus pantalones y de su calzoncillo, dejando al descubierto su enorme paquete que ya estaba húmedo de excitación y me jalo de las patas para acercarme a su rostro, quedando mi sexo en su cara,

La guera de tepotzotlan (SEGUNDA PARTE)

Hola amigos quiero agradecerles los comentarios tan buenos que me han llegado al mail de mi amo y de paso contarles lo que me ha sucedido después de mi encuentro con Armando, mi dueño y mi gran pasión. He aquí:

Después de la gran noche que vivimos Armando y yo, todo cambio en nuestra casa, ya que se le notaba un poco mas alegre y ya no tan decaído a como llego el día anterior después de desilusionarse de su novia Alejandra.

Ese día transcurrió normalmente ya que El se dedico a su trabajo y yo a las labores normales de una mascota, aunque para ser sinceros de solo acordarme de lo sucedido la noche anterior, mi sexo se contraía, como si todavía tuviera dentro de mí, el miembro viril de Armando que tanto placer me brindo apenas unas horas antes.

En una de esas, que la madre de El salió y dejo entreabierta la puerta me escabullí para dar una vuelta por el vecindario. Dos calles mas adelante en la esquina de una calle que esta adornada con unos Arcos de concreto, me encontré con dos perros que por ahí vagan desde hace mucho tiempo y que yo había visto algunas veces, sin darles importancia, hasta ese día.

Uno de ellos es un perro de gran tamaño, algo así como un pastor alemán de color oscuro y por lo que se notaba, con un enorme miembro, ya que se le alcanzaba a ver un gran punta de color rojo sangre debido a la excitación que les provoca la época de apareamiento y la mirada que me estaba dedicando, me puso de nervios de inmediato.

El otro era de raza criolla como yo, de un color amarillo oscuro y de un tamaño algo mayor que yo, aunque se veía de mas edad, también era mas atractivo, por su olor (ya que nuestra especie se guía sobre todo por los aromas) y su mirada serena me hizo sentir mas confianza en cuanto se me acerco, oliendo mi vulva y dándose cuenta que estaba excitada.

El pastor alemán no perdió tiempo y se acerco a nosotros con marcadas intenciones, mas solo olerme mi cosita y de inmediato se me quiso trepar, así que lo rechace con un gruñido y mostrándole los dientes en actitud hostil, a lo que al ser rechazado no tuvo mas remedio que empezar a dar vueltas alrededor de mi, queriéndome halagar, sin embargo el perro criollo demostró que también sabia mas en eso de conquistar a una hembra.

Al acercarse a olerme se dio la vuelta para que yo a mi vez lo oliera también. Despedía un aroma a macho en celo que me enloqueció de inmediato y lo noto ya que en cuanto se me puso encima, mi docilidad le dio la pauta de seguir adelante.

Como estaba excitadísima, mi vulva estaba bastante dilatada, a mi amigo no le fue difícil encontrar la entrada a esta ya que también se encontraba muy lubricada por lo que inicio una penetración de intensos movimientos que a mi no me desagradaron en absoluto al contrario lo estaba disfrutando y sentí claramente como me iba llenando con su pene toda la extensión del vestíbulo hasta casi llegar a la vagina, (han de saber que cuando el miembro de un perro llega hasta el interior de la vagina, este empieza a hincharse en su base formando un bulbo que impide que este se salga, quedando trabado en el vestíbulo del sexo de la hembra) yo me sentía bastante caliente así que no me importo cuando sentí que estaba a punto de quedar enganchada a este perro.

En eso, sentí como me saco de repente todo el miembro, al tiempo que daba un aullido de sorpresa y lo sentí volar a un costado, impulsado por la fuerza de un golpe.

Armando estaba ahí para alejar a quien le pareció que estaba abusando de mi, dando gritos y lanzando maldiciones en contra de mi amigo, que se alejo corriendo calle abajo.

"Pobre de mi guera, pinche perro te quería violar ¿verdad mi niña?".

Me llevo a casa, me dio de comer y de beber, acariciando mi lomo y diciéndome:

"Ningún perro cualquiera te va a poseer nunca mi GUERA para eso me tienes a mi, yo te daré todo el placer que necesitas".

El siguió con sus trabajos y yo me dedique a dormitar un rato, presentía que por la noche algo muy grato sucedería.

Al cerrar el local, me llevo a su cuarto y yo gustosa me deje llevar.

Una vez dentro, yo le lamía las manos y olía su entrepierna que emanaba un rico aroma a excitación y a macho caliente. El a su vez se deleitaba tocándome mi vulva y llevándose las manos a la boca para saborear mi lubricante que hacia rato empezaba a fluir de mi.

Se tiro en la alfombra despojándose de sus pantalones y de su calzoncillo, dejando al descubierto su enorme paquete que ya estaba húmedo de excitación y me jalo de las patas para acercarme a su rostro, quedando mi sexo en su cara, en una posición extraña para mi (después descubrí que lo llaman 69) sin embargo, tenia a mi alcance su verga erecta a mas no poder, cosa que aproveche para lamer a mi antojo toda la extensión de su tronco y sentir las venas que parecían a punto de estallar, sin olvidarme claro de esa enorme cabeza que la verdad no me imagino como pudo entrarme siendo tan grande.

El su vez empezó a pasarme la lengua por toda mi vulva dándome unos ligeros piquetitos con ella haciéndome sentir escalofríos en todo el lomo,

¡QUE DELICIA! ¡DIOS MIO! ¡CADA VEZ ERAN MAS PROFUNDOS! Yo estaba gozando horrores con aquella mamada que mi amo me estaba dando que creí que me moriría de placer sin embargo yo seguí entretenida lamiendo y saboreando ese delicioso liquido cristalino que brotaba del miembro de El, que la verdad estaba disfrutando igual que yo, por los jadeos que daba al sentir mi lengua recorrer desde sus huevos hasta la cabeza y viceversa.

El se incorporo y me volteo, cosa que me agrado ya que sabía lo que sucedería. Se coloco detrás de mí y yo pare más las patas traseras ofreciéndole mi sexo en todo su esplendor que palpitaba húmedo y caliente.

Me coloco la punta de su lanza en la entrada de la vagina y empezó a empujar lentamente para no lastimarme, cosa que desde luego no sucedió porque yo ya estaba bastante lubricada por su saliva y mis jugos, esta vez ya sabia que hacer en caso de que encontrara el tope de mi sexo porque se levanto unos centímetros mas y deslizo su tranca dentro de mi, que ahora si podía sentirme completamente llena a diferencia de mi amigo canino.

Cada vez que El, sacaba su instrumento, yo me adelantaba un poco para ir a su encuentro cuando el la metía de nuevo, en un mate y saca delicioso que nos hacia poner los ojos en blanco a los dos de tanto placer que esto nos provocaba.

Después de unos minutos, me la sacó completamente y ante mi desconcierto me levanto en vilo y me volteo hacia EL, al tiempo que me recostaba quedando mi lomo pegado en su cama, y apunto otra vez su enorme verga hacia mi cosita y pude ver que goteaba jugos de ambos, ¡¡me calentó mas de lo que yo esperaba!! Sobre todo cuando me metió de un solo golpe toda la extensión de su deliciosa macana haciéndome ver estrellitas y lanzaba un gemido de placer y gozo como yo nunca lo había escuchado.

Empezó a bombearme como loco y yo colaboraba apretando su rica verga usando todos los músculos de mi vagina y vi que gruesas gotas de sudor le caían del rostro por el esfuerzo que estaba haciendo por no venirse y poder disfrutar más de este placer animal que yo le estaba prodigando.

Ver sus gestos de placer y sus gemidos me tenían extasiada y súper caliente por lo que me sentía morir cada pocos minutos en los brazos de mi Armando.

Después de otros 15 o 20 minutos de estarme cogiendo en esa posición vi que se acercaba su orgasmo así que empecé a succionar igual que la vez anterior y a apretar más su rica macana y sentí claramente la primer descarga de su leche caliente y espesa seguida de las convulsiones de su tranca que parecía tener vida propia, por cuanto se movía en mi interior cada vez que mi vagina lo apretaba y soltaba para exprimirle todo su jugo.

Entre exclamaciones y gemidos de placer EL se derrumbo sobre mí, sin aplastarme pero sobre todo sin salirse de mi cuevita y me decía:

"Eres genial, GUERA, teniéndote a ti, no necesito de otra mujer, mucho menos a la piruja de Alejandra" "Vaya forma que tienes de apretarme, yo creo que vamos a ser muy felices tu y yo, GUERA"

Poco a poco su miembro se fue saliendo de mí, dejando escapar mi cosita parte de su blanco jugo y yo lo lamí porque me estoy haciendo adicta a su sabor y después le limpie con mi lengua los restos que aun goteaban de su miembro, jugos mezclados de ambos con un toque de pasión y amor.

Si yo fuera humana les diría que tuve una noche llena de orgasmos con mi AMO, por lo cual ha decidido que aunque me gustó hacerlo con uno de mi especie, de ahora en adelante solo tendré sexo con Armando, mientras EL quiera por supuesto. ¿Y USTEDES YA PROBARON HACERLO CON SU MASCOTA?

Hasta pronto. Saludos a MARIA LINDE de Alemania y a Fernando de Cuautitlan, Izcalli.

GRACIAS.