La Granja 9 - Violación
Diego se puso de pie y levanto de los cabellos a su primo, haciendo que se arrodillara ante él para meterle bruscamente el pene a la boca.
Querido lectores, tengan buenas horas, quería agradecerles su paciencia y a la vez comunicarles que este será el penúltimo capítulo de la grande, originalmente serian solo cinco, pero como le agrado mucho a la gente pues decidí aumentarlos a diez, todo iba bien hasta que se me borraron todos los archivos que tenía listo para subir y pues me desanime y no subí más nada, pero hoy les traigo otra nueva parte y espero la disfruten.
Aquí los links para que lean la serie completa.
PARTE 1: https://www.todorelatos.com/relato/156133/
PARTE 2: https://www.todorelatos.com/relato/156155/
PARTE 3: https://www.todorelatos.com/relato/156182/
PARTE 4 https://www.todorelatos.com/relato/156241/
PARTE 5 https://www.todorelatos.com/relato/156464/
PARTE 6 https://www.todorelatos.com/relato/156531/
PARTE 7 https://www.todorelatos.com/relato/156658/
PARTE 8 https://www.todorelatos.com/relato/159660/
LA GRANJA PARTE 9
Diego no podía sacarse de la mente la escena que vio, ver a su hermano siendo penetrado por su primo y su tío había despertado un profundo desea de probar lo que antes se había negado, y no era precisamente a su hermano, sino más bien, el sexo homosexual, aquello de lo que había escapado en su estadía en la milicia.
Los vi – me dijo Diego mientras me daba de tomar una chata de ron.
¿Viste qué? – pregunté haciéndome el tonto.
A mi tío y a mi primo, follándote – soltó.
Recibí la botella y tomé un trago bastante largo.
Toda mi cara se enrojeció, eso era algo que aún no podía controlar.
Lo mejor que deberías hacer, es quedarte callado – dije yo secamente.
No piensas en todo el daño que puedes hacer si se entera alguien – dijo Diego reclamándome.
Habla más bajo que no ves que estamos en la cocina – dije.
No deberías actuar así hermano, estás jugando con fuego – hablo Diego con voz baja.
No tienes que estar actuando como el hermano preocupado, nunca lo fuiste – le saqué en cara.
Tienes razón, nunca lo fui, pero ahora quisiera recobrar todos los lazos perdidos – contestó él.
Entonces ahora empieza por quedarte callado y empezare a considerarlo – le afirmé fríamente.
No seas cerrado, Dan, eres mi hermano y te quiero y no me importa si eres homosexual o no, pero lo que haces con ellos, no está bien – insistió el tratando de hacerme entrar en razón.
Oh acaso – dije mirándole lascivamente.
Acaso que – interrogó a la defensiva.
Acaso hubieras querido estar en lugar de Erick o Albert – solté sin más haciéndolo incomodar.
Mi hermano se puso totalmente rojo.
Estas enfermo, eres mi hermano – dijo – Pero no te voy a negar que me excite, pero solo fue el acto, más no por ti – agregó.
Mira Diego, solo te lo diré una vez más – dije suspirando – No te metas en esto, has como si no nos hubieras visto – terminé diciendo saliendo de la cocina.
Diego mal humorado por la actitud de Dan subió las escaleras con dirección a su habitación.
Entro sumamente ofuscado al lugar, toda su cara aún se mantenía roja, parecía que toda la sangre le hervía, se dejó caer de golpe en su cama, se había olvidado completamente de su primo Joaquín quien se encontraba en la cama de al lado durmiendo boca abajo.
Lo barrio con la mirada solo para darse cuenta que él estaba ahí y fijó su vista al techo, al cabo de unos segundos volvió a mirar y su vista se posó en el trasero de su primo, al ser hombre y heterosexual, no se iba a detener a mirar otra cosa que no sea un buen culo, y vaya que su primito lo tenía.
Imaginaba que escondía debajo de su bóxer, como un autómata se sacó la verga, una verga morenita y apetitosa, grande y gruesa, característico de todos los miembros de esa familia.
Imaginaba tocando las nalgas de su primo, mordiéndolas, dándole manotazos, tratarlas como se le antojaran.
Se bajaba y subía el capullo mientras imaginada que cosa hacerles a esas apetitosas nalgas, después de unos minutos, su semen salió disparado, manchando sus pantalones y su abdomen.
Mierda, que puto asco – dijo Diego en voz baja sacándose la ropa y quedándose en interiores.
Se volvió a acostar en la cama, pero no estaba tranquilo, la paja que se había hecho no le fue suficiente, y es comprensible puesto que un macho necesita de un buen agujero para calmar sus deseos carnales.
A su mente venían imágenes de cuando estaba en la cuadrilla, los más fuertes, obligaban al más débil a ser su perra, prácticamente los violaban, era una cosa tan simple como vencer la resistencia del otro con el propio peso e introducir el pene, así satisfacían sus deseos sexuales en el ejército.
Por un momento paso por su cabeza hacer eso con su primo, pero si tan solo tocaba, no pasaría nada, se puso de pie y sigilosamente se dirigía a su objetivo sin embargo no pudo concretar su plan, él había despertado de su siesta.
Diana por favor solo una vez y no te molesto más – rogaba Cristhopher.
Que no, Cris, no quiero – decía ella cansada de su insistencia.
Llevamos meses sin tener relaciones, Diana, por dios – decía
Diana se levantó de la cama de su esposo.
Yo lo lamento más que tú, créeme – le dijo Diana mientras abría la puerta.
Esta vez fue la última vez que te ruego, no todo el tiempo voy a poder vivir sin tocar a mi mujer – dijo cris.
Diana lamentaba profundamente y al igual que Patricia en su momento, se sentía impotente, pero es que le aterraba la idea de ser penetrada por tan grande verga.
Dan rebotaba en las piernas de su robusto tío Albert, el señor no tuvo suficiente con lo de anoche y seguía bombeando a su sobrino.
El chico gemía ahogadamente, y repetía el nombre de su tío como hembra en celo, movía sus nalgas con maestría.
El muchacho tenía tan bien atendido a los hombres de aquella casa que no extrañaban el órgano sexual femenino pues el ano de Dan le era más que suficiente, y como él siempre estaba dispuesto a todo, ya que luego de ser penetrado por su tío iba a donde su primo.
Así pasaron los días y los deseos de Diego por hacer suyo a la fuerza a su primo Joaquín iban en aumento, admiraba su trasero y lo añoraba con todas sus fuerzas.
Por su lado Diana tenía mucho cargo de consciencia, la idea de que su marido se buscara otra mujer le aterraba, pero mucho más, el qué dirán de la gente, al ser campesinos, el no saber atender al esposo podría considerarse una vergüenza para su familia.
Había momentos en que Diana se animaba a entregarse otra vez a su marido y otros que sucumbía ante el pánico de ser lastimada por él hombre que amaba, era todo un dilema en su cabeza.
Diego esperaba que su primo muestre algún indicio de homosexualidad, pero nada, ni siquiera algo delicado o debilidad como veía en los chicos de la milicia, también iba decepcionado, casi al borde de la desesperación, poseer el culo de su primo se había convertido en su más grande obsesión.
Los siguientes días fueron un suplicio para Diego y Diana, pensamiento iban y venían, bien dicen que la mente es el peor enemigo de uno, puesto que ambos se sentían culpables, pero también se morían de ganas por hacerlo sin embargo algo los detenía, miedo.
No fue hasta que un día era ya entrada la media noche Diego escucha a Joaquín decir entre sueños cosas sexuales casi inentendibles.
Eso dio luz verde a Diego para concretar lo que en su mente había trazado desde hacer ya varios días.
Sutilmente subió a la cama de su primo quien estaba dándole la espalda, su pene estaba completamente parado y se sobada suavemente con cuidado para no despertarlo, aun, respiraba en su cuello casi psicopáticamente, mientras el chico seguía diciendo palabras que no se entendían pero que a Diego al parecer le invitaban a seguir.
Quería primero disfrutar igual que un psicópata de su presa, era consciente que era su primo y eso le frenaba, solo quería quitarse las ganas, tenía la certeza también que Joaquín le seguiría el juego cuando despertara.
Sobaba su paquete cada vez de manera más descarada logrando desvanecer de a pocos el sueño de su primo.
Una vez que su primo se despertó completamente este le tapó la boca bruscamente, Joaquín naturalmente quiso repeler la fuerza que lo apresaba excitando aún más a su “ultrajador”.
He escuchado como pides a gritos en tus sueños ser follado, y yo hoy te voy a follar a la fuerza - decía suspirando desquiciadamente .
Joaquín quien estaba también excitado por la situación decidió seguirle la corriente.
Diego seguía en su papel de victimario y lamia descaradamente a su primo, quien para aumentar la lascivia de Diego, se comportaba como si verdaderamente estuviera siendo abusado.
Mmmmm – solo emitía Joaquín moviéndose desesperadamente.
Te voy a violar, puta, te voy a hacer mi hembra – decía Diego.
Joaquín parte de juego que estaba siguiendo se comportaba como desesperado al escuchar esas palabras.
Te voy a reventar ese ano de prostituta - le decía muy agresivamente.
A la fuerza lo puso boca abajo, y con una mano apretaba su cabeza contra la cama.
Te voy a violar puta – exclamaba Diego.
No por favor – respondía Joaquín, simulando llanto.
Diego solo hizo un pequeño agujero en el bóxer de su primo para por ahí meter su pene directo al ano.
Te voy a violar, maricon – decía Diego mientras le lanzaba manotazos en la cara.
No por favor, no me violes – suplicaba Joaquín.
Y sin más preámbulo, Diego se escupió la mano y se lubrico el pene, inmediatamente comenzó a penetrar a su primo.
Al ser penetrado de golpe, Joaquín pego un grito de dolor, que fue ahogado por la cama en la cual estaba aprisionado su rostro.
Joaquín se trataba de mover, esta vez de verdad por la reacción natural del cuerpo.
Mientras lo penetraba, Joaquín gritaba y eso más lo excitaba.
Diego no tuvo ningún tipo de consideración con su primo.
Manoteo su rostro, le escupió la cara, le golpeaba las nalgas hasta dejarlas rojas, le decía todo tipo de groserías mientras el pedía que por favor parara de una vez.
Gime como zorra – le ordenó
Y Joaquín obedeció.
Cansado de esa posición, Diego se puso de pie y levanto de los cabellos a su primo, haciendo que se arrodillara ante él para meterle bruscamente el pene a la boca.
El sabor le pareció un tanto desagradable pues sabía a su propia sangre, pero aun así comenzó a mamarla hasta la garganta, aguantando periodos largos la respiración con el pene que lo obligaban a comerse.
Voltéate puta – ordenó Diego
Joaquín se volteó y con las rodillas en el piso y cabeza en la cama, Diego rompió por completo el bóxer y por detrás lo penetro, haciéndolo gritar de dolor pues la sin previo aviso.
Todos aquellos gritos fueron opacados por el colchón.
Con las piernas semiflexionadas y con la mano jalándole el cabello le seguía gritando improperios.
Ruégame que te preñe, zorra – decía Diego.
Por favor préñame, papi – decía gimiendo Joaquín.
¿Te duele?, puta – preguntó.
Si me duele – dijo casi llorando
Pídeme que pare – Ordenó.
Por favor papi para – dijo Joaquín .
Diego se excitaba más con eso y lo animaba a aumentar la velocidad de la penetración como si de una maquina se tratase, hasta que finalmente después de unos minutos comenzó a eyacular dentro de su primo.
Joaquín también eyaculó pues se había estado masturbando sin ser visto.
Tras unas estocadas finales, Diego retiro su verga con rastros de sangre del ano de su primo.
Límpiala, zorra – dijo.
Joaquín chupo la verga hasta dejarla limpia y desinflada.
Una vez pasada la excitación, el dolor en el culo de Joaquín se evidenciaba.
Fuiste demasiado fruto – dijo adolorido.
Aplícate una crema y duérmete – respondió fríamente Diego acostándose en su cama y cerrando los ojos.
Joaquín lo miro con desconcierto, pero ya no le dirigió la palabra y fue al baño.
Justo en el pasillo se topó con Patricia y Diana, esta última está llorando, lágrimas de amargura, tristeza y dolor recorrían su rostro.
Preguntó si pasaba algo.
Todo bien cariño, son solo cosas de mujeres, iremos a dar una vuelta – dijo Patricia como si no pasara nada.
Joaquín siguió su camino.
La verdad es que Diana no la estaba pasando nada bien y no eran cosas simples de mujeres como su tía Patricia – así la comenzó a llamar de cariño – quería hacer creer, algo ella había presenciado.
Minutos antes justo cuando Joaquín estaba siendo “ultrajado” por Diego
Hey, Dan, estas despierto – me enviaba Cris un mensaje.
Si, algo – escribí yo de regreso.
No quieres venir a hacerme compañía – volvía a enviar poniendo un diablito.
Ok – respondí yo.
Tras unos pocos segundos ya estaba en la puerta y al entrar Cristopher ya estaba bien preparada, sabanas echas una bola sirviendo de respaldar a su espalda, con la verga bien grande y tiesa, y con una sonrisa de oreja a oreja
Estas muy contento esta noche – comenté acercándome gateando en la cama.
Me detuve en su verga y aspiré su olor a hombre, limpia de pocas horas de sudoración y humedad, la restregué por toda mi cara y posteriormente me la engullí de un solo bocado como a Cris le encantaba.
A cada hombre le gustaba la mamada de distinta manera, a mi tío Albert le gustaba primero que le chupe la cabeza como si de un chupetín se tratase, a Erick que se la mame como un becerro la teta de su madre y pues a Cris, le gustaba que me atragante de un solo bocado.
Cris solo suspiraba abierto de piernas mientras con su mano aferrada a mi cabello controlaba la mamada, mis lágrimas caían en su pubis afeitado.
Mientras tanto Diana en la habitación que compartía con Patricia y los niños, se movía de un lugar a otro, pensando en que hacer, desde hace días daba vuelta por su cabeza intentar cumplir su roll de esposa, pero aun dudaba.
Que pasa Diana – preguntó Patricia.
Nada, Paty – respondió ella.
A esta mujer vieja no la puedes engañar, ven siéntate aquí y cuéntame – respondió Patricia reclinándose en la cama.
Diana se levantó de la suya y se sentó donde Patricia le indicó.
Si quieres puedes ir al grano – dijo Paty.
Diana suspiro y comenzó a contarle todo lo que había estado pensado durante varios días.
No le des muchas vueltas, la respuesta la tienes tu misma, y si todo sale mal pues mejor así para que tú en el fondo no te recrimines y digas que nunca lo intentaste – dijo ella.
Pero, si duele – interrogó.
No lo sabrás hasta que lo pruebes – respondió Paty.
Y si después de esto, él me deja – dijo ella insegura.
Estoy segura que no será así – contestó Paty.
Diana después de esa conversación salió de la habitación y fue directamente a la de su marido, estaba nerviosa, pero a la vez contenta por haberse decidido, llevaba una sonrisa pícara, como si fuera la primera vez que estaría con su marido.
Abrió la puerta sigilosamente y lo que vio la dejo helada, como si mil estacas se le clavaran en el corazón, automáticamente lagrimas cayeron por sus mejillas.
Su marido estaba follando de la manera más salvaje posible a su primo, a cuatro patas en la cama Dan recibía con valentía la larga y gruesa verga de su marido y Diana no podía creer lo que veía.
Cristopher nalgueaba a su primo.
Que rico culo primito – decía Cristhopher dándole una nalgada.
Es todo tuyo – respondía Dan gimiendo.
Tu si eres más hembra que mi mujer – bufaba diciendo Cris penetrándolo con fuerza.
Dan solo gemía, sentía la vejiga a reventar, pero esa sensación le era muy placentera.
Quien necesita una mujer cuando se tiene un ano tan rico como el tuyo – seguía diciendo Cris.
Dan comenzaba a masturbarse frenéticamente.
De ahora en adelante serás como mi mujer – decía Cris visiblemente excitado.
Ya soy tu hembra papi – respondía Dan gimiendo siendo azotado por su primo.
Todas aquellas palabras hirieron profundamente a Diana.
Casualmente Patricia saliendo de su habitación dirigiéndose al baño se percata de la presencia de Diana en la puerta del cuarto de su hijo, notó de inmediato que estaba llorando, así mismo tenía una mano en la boca.
A Patricia no le hizo falta acercarse para saber lo que estaba pasando, se acercó y llamo la atención de Diana, confirmo sus sospechas, ella sabía que tarde o temprano su hijo menor terminaría sucumbiendo a sus intentos de macho, hizo un gesto de silencio a su nuera, cerró la puerta cuidadosamente y se la llevo.
En ese mismo instante salía Joaquín de su habitación y se cruzó con las dos mujeres, trato de indagar que pasaba, pero Patricia se encargó de persuadirlo.
Patricia se llevó a Diana fuera de la casa, exactamente hacia el granero, donde nadie pueda oírlas, no sin antes tomar una cajetilla de cigarros de la mesa de centro de la sala.
Llora todo lo que quieras – le aconsejo Patricia a Diana.
La mujer lloro desconsoladamente hasta que se calmó un poco.
Te preguntarás ¿por qué? – dijo Patricia calmadamente.
Si yo lo amo, por qué me hizo esto – respondió Diana llorando .
Diana querida, en este momento no voy a compadecerte y a llorar tu dolor porque eso no necesitas ahora – dijo Patricia fríamente.
Aunque suene muy insensible Patricia tenía razón, la única manera de calmarla era que entienda lo que Patricia entendió y asimiló en su momento.
Diana la miro con lágrimas en los ojos.
Suegra ¿por qué? me dices eso – dijo Diana sollozando .
Muchas veces a las personas nos gusta hacernos las víctimas, sobre todos nosotras las mujeres, actuamos como si lo que nos pasara no tuviera razón de ser, que nosotras no merecíamos esto, pero sabes, a pesar de lo buenas madres y esposas que hayamos sido siempre hay algo que se nos escapa, y ese algo a pesar que no sea nada malo es el detonante de todo para las desgracias – decía Patricia encendiendo un cigarro.
No entiendo lo que quieres decir – respondió Diana.
Cariño tu sí, que eres bien despistada – dijo Patricia.
Haremos que tu sola te respondas – profundamente calando el cigarro le dijo.
¿Has sido buena madre? – preguntó.
Si – respondía Diana llorando.
¿Has sido buena esposa?, es decir has atendido bien a tu marido, lavado ropa, servido la comida – siguió interrogando la mujer.
Ojo, no estoy diciendo que nosotros las mujeres tenemos que hacer la labor de sirvientas, pero es lógico ser reciprocas cuando es el hombre quien trabaja y se parte el lomo, nosotras tenemos que cumple deber de esposas en la casa – acotó.
Pero yo he hecho todo eso, y él me falló, me traiciono – diciendo esto Diana comenzó a llorar.
Has cumplido tu deber de hembra en la intimidad – alzo la voz seriamente Paty para callar a Diana.
Diana se quedó muda al escuchar eso, pues efectivamente ella sabía que esa función no la había cumplido.
Tu silencio lo dice todo – afirmó Paty – Cuando un hombre se casa, es por amor, para tener una familia y para tener sexo, todo ello junto hace que la familia funcione, la mujer debe de cumplir con sus tres labores que ya antes dije, de madre, esposa y de hembra, esa última tu no la está cumpliendo, esa es la razón de lo que está pasando – agregó.
En su momento yo tampoco lo comprendí y también me sentí engañada y defraudada pero luego lo entendí todo, el sexo es primordial para un hombre macho como ellos, y si su esposa no se comporta como la hembra que él necesita pues se busca a otra, fácilmente él se hubiese ido con otra mujer, pero gracias a dios Dan llego a casa, y digamos que me hace el trabajo más fácil, solo tengo que cumplir dos labores y no tres, además ayudó en la soledad de Erick – termino diciendo.
No puedo creer lo que me estás diciendo Patricia, me vas a decir que tu esposo y tus hijos se volvieron maricones por culpa de tu sobrino y a ti te parece lo mas normal del mundo, estas completamente loco – gritó Diana histérica llena de ira.
Patricia le pego dos cachetadas, uno de ida y otro de vuelta.
Te prohíbo que hables así de mis hijos y de mi marido, no te das cuenta que son hombres, y como tales tienen necesidades – hablo alzando la voz Patricia.
Yo entiendo, pero porque no con otras mujeres, porque un hombre – preguntó Diana alzando la voz.
Por qué así se dieron las cosas, por es la única persona que tuvieron cerca, porque tu marido te ama tanto que no salió a buscar una mujer por ahí fuera, o a caso crees que hubiese salido a buscar un hombre – contesto Patricia.
Diana lloraba otra vez.
Porque Dan a pesar de ser un varón se comportó como la hembra que necesitaban ellos en la cama, pero aun así no deja de ser hombre y no pretende ocupar el lugar de nosotras, por el contrario que, si hubiese sido una mujer, ya se hubiesen marchado, esa es la diferencia, y estoy totalmente agradecida que hubiese sido Dan y no una mujer u otro hombre – exclamo Patricia.
He fracasado como mujer – se repetía Diana llorando.
No lo has hecho, eres una buena mujer, una buena madre y esposa, solo que tu papel de amante no lo puedes cumplir y no está mal – dijo. Eso entendí yo – agregó
La joven mujer aún era un mar de lágrimas.
Uno de tus deberes es saber comprender las necesidades de tu marido, si las sabes y no puedes cumplirlas y aun así no eres capaz de entender cuando se ve obligado a buscar otras opciones, ahí si fracasaste, pero ahora que veo que lo has entendido, vas por buen camino – decía calmándola.
Tengo que pedirle perdón – le dijo secándose las lágrimas.
Si quieres hazlo, pero si decides quedarte callada tampoco está mal, pero si estas decidida a decirle, busca la mejor manera de hacerlo, el momento ideal, tu sabes como es de explosivo mi hijo – le recomendó.
Diana suspiró, ya se había calmado.
Ven hagamos un tratamiento de purificación que vi en internet, vayamos corriendo hacia la piscina y mientras lo hacemos tenemos que decir de todo corazón que dejaremos lo que nos agobia atrás y que potenciaremos otros aspectos para compensar en lo que hemos fallado – menciono Paty.
Diana aceptó y tras estas palabras fueron corriendo y gritando haciendo tal cual lo que Patricia dijo, se sumergieron hasta el fondo y salieron a tomar agua.
Veras que todo estará bien cariño – le dijo Patricia a Diana dulcemente acariciando su mejilla.
A la mañana siguiente todo volvía a ser normal.
Hey Joaquín, perdóname por lo de anoche, se fui muy bruto y lo siento – dijo Diego apenado y avergonzado.
Joaquín no contestaba pues se veía molesto.
Hey estoy diciendo que lo siento, me pasé – repitió Diego.
Me dejaste muy fisurado, pero estaré bien – respondió Joaquín
Entonces si me disculpas – preguntó.
Si, pero la próxima vez que me “violes” se un poco más delicado – dijo riendo.
Quieres hacerlo otra vez – pregunto pícaro Diego.
Tu que crees – termino diciendo Joaquín saliendo por la puerta.
Amor necesito hablar contigo, ¿damos un paseo? – pregunto Diana a Cris.
GRACIAS POR LEERME, ESPERO LES HAYA GUSTADO ESTA NUEVA ENTREGRA, SOLO FALTA ESPERAR EL FINAL QUE LES ASEGURO SERA FENOMENAL.
Ya saben escribir a sexualesr@gmail.com