La Granja 10 - Final del castigo Parte 1
Dan es pillado por sus padres teniendo rico sexo homosexual y en forma de castigo fue enviado a la granja de su tío Albert, un macho como ninguno, que al igual que sus hijos Erick y Christopher encuentran en él un desahogo a sus profundas necesidades sexuales.
NOTA: He decididp publicar el final en dos partes piorque no deseo hacerles esperar tanto, espero lo disfruten y muchas gracias a aquellos que me hicieron llegar sus condolencias.
Amor necesito hablar contigo, ¿damos un paseo? – preguntó Diana a Cris.
¿Es urgente?– preguntó Cris aun con voz de resentimiento.
Sí, es urgente– respondió ella muy seria.
Deja me pongo una camisa y bajo–dijo él.
Está bien, yo alistaré las cosas para poder comer algo– dijo ella bajando a la cocina.
Papá estas despierto– preguntaba Erick mientras entraba a la habitación de Albert.
Si hijo dime– decía Albert quien estaba vistiéndose.
Ayer no quería hablar respecto al tema, pero hoy ya estoy más aclarado –dijo Erick.
Supongo que se a lo que te refieres– dijo Albert.
Fue súper raro, una cosa es tener sexo con Dan en cuatro paredes sin que nadie nos vea y otra pues lo que hicimos esa noche, creo que fue demasiado– comentó Erick.
¿No veías como tu primo disfrutaba?, hijo, mientras el disfrute todo está bien, a mí me pareció algo nuevo y excitante– dijo el padre.
No te niego que fue excitante para mí también, pero– dijo Erick callándose.
¿Pero qué? Hijo, no te quedes callado– espetó Albert.
El beso que nos dimos tú y yo, eso fue muy extraño, una cosa es que yo bese a Dan y la otra es que tú y yo nos besemos, somos padre e hijo –soltó Erick un poco incómodo.
Ven siéntate –dijo Albert señalando la cama.
Te voy a ser lo más sincero posible– dijo Albert.
Está bien– respondió Erick.
No te voy a negar que después de esa noche la misma inquietud pasó por mi cabeza, pero tienes que entender que fue reacción del momento, con eso no quiere decir que te quiero follar o me produces deseo sexual, pero el momento en que nos dimos ese beso fue un impulso por la misma situación que estábamos pasando –dijo Albert.
Joder gracias a Dios, me quitas un peso de encima viejo, no sabes la incertidumbre que tenía al pensar que yo te ponía –dijo Erick.
Albert solo se dio una carcajada.
Dan es toda una caja llena de sorpresas que aún no hemos descubierto, mira eso de planear un trio con padre e hijo– mencionó Erick– Lo único que falta es que quiera hacer una orgia con todos nosotros –agregó.
Ambos rieron.
Aunque no estaría tan mal– dijo Albert.
Que solo era una broma papá -dijo Erick.
Pero broma o no a tú primo le gustaría, podemos hacer una salida donde estaríamos solo los cuatro –decía Albert mientras se agarraba la barbilla.
No sé, podría ser –decía Eric dudoso.
Piénsalo, podríamos salir este fin de semana– finalizó Albert.
¿Qué cosa es tan urgente para que me saques de casa?– preguntó Cris mientras se sentaba al pie del mismo lago donde folla con Dan la primera vez.
Te quería pedir disculpas– dijo Diana.
Y eso– dijo Cris extrañado.
Por no ser la mujer completa que necesitas –dijo Diana al borde de las lágrimas.
Hey no llores –le dijo Cris atrayéndola hacía sus brazos.
Para mi eres la mejor mujer, buena esposa y buena madre –dijo él intentando consolarla.
Pero no buena amante –dijo ella inmediatamente.
Se produjo un silencio incómodo y ella se separó
No digas eso– dijo Cris.
Es la verdad, no he cumplido como tú esperabas y eso me tiene mal –dijo ella.
Mi intención no es que te pongas mal, pero si tú no quieres, no te voy a obligar, comprendo eso y me tengo que hacer la idea –dijo él.
He estado pensándolo y no me agrada nada la conclusión a la que he llegado pero si tú quieres desahogarte con otra persona, yo no me voy a molestar, pero por favor nunca me lo digas– soltó Diana.
Pero Diana yo …
No digas más amor, tú solo has lo que tu instinto de hombre te diga, mientras tu amor me pertenezca solo a mí, no me importa a quien te lleves a la cama, así sea quien sea– dijo la mujer haciendo énfasis en las últimas palabras.
Cristopher miraba para un lado avergonzado pues no era tonto y sabía perfectamente lo que Diana trataba de decir.
Lo siento– se disculpó.
Yo lo siento más, yo te he orillado a hacer cosas que talvez no hubieses hecho si yo no te hubiere negado eso– dijo Diana refiriéndose al sexo.
Diana tomo la barbilla de Cristopher y la guio a su mirada.
Esto se va a quedar aquí, y nos olvidamos que tuvimos esta conversación– dijo ella muy seria.
Está bien- contesto Cris
Ambos se besaron y siguieron como si nada.
Te gusta amor – preguntaba Erick jadeante penetrando a Dan.
Si amor me fascina, no pares – respondía Dan debajo de él con las nalgas bien levantadas.
La escena era súper morbosa, ver a una masa de músculos enorme encima de un chico mucho más delgado era digna de una porno, con solo ver te corrías en una.
Ambos jadeaban, Dan naturalmente con un poco de dificultad por el peso de su amante, pero lo normal.
El teléfono de Erick no paraba de sonar.
Mierda como joden – dijo Erick.
Amor contesta debe ser importante – le dijo Dan.
Carajo – dijo Erick levantándose y tomando el teléfono.
Alo – dijo Erick irritado echándose en la cama.
Dan se colocó entre sus piernas para chuparle el pene.
Erick, te estoy llamando un montón de veces y no me respondes – decía la voz de una chica.
Lo siento preciosa, estaba un poquito ocupado – dijo.
Te pasas te llamaba para confirmar si vas a venir a mi cumpleaños, los chicos ya están llegando – dijo ella un tanto molesta.
Si dulzura solo que me salió un problema en casa y lo estaba solucionando – dijo.
¿No es grave verdad? Espero se solucione – comentó ella.
No preciosura no es grave, de hecho, justo estaba solucionando el tema que te digo con mi primo él me esta ayudando, estaba dando mantenimiento a una tubería – le dijo Erick a la chica mientras le metía un dedo al ano a Dan.
El chico al escuchar eso sonrió y se puso de pie para posteriormente sentarse en la verga de su macho, quien dio un bufido de placer.
Pasa algo – preguntó la chica.
No cariño, esta tubería que me está volviendo loco, no me da tregua – contestó Erick.
Ya bueno soluciona eso y vienes, pobre de ti que no llegues, nunca más te hablo – dijo la chica.
No te preocupes reina, ahí estaré – terminó por decir y colgó.
Disculpa amor, ahora si sácame hasta la última gota de leche – le dijo Erick atrayéndolo hacia el para besarlo.
Dan comenzó a mover las nalgas rítmicamente lo cual volvía loco a su primo, Erick por su lado se mordía una mano para lanzar gritos de placer, pues los movimientos eran de tal modo que estimulaban tanto que por poco lo hacían venir.
Nunca me voy a cansar de tu culo, tienes un agujero divino – repetía Erick agitado.
Y tú una verga espectacular – respondía Dan también agitado.
Me vengo, primo – avisó Erick.
Dámelos, préñame, dame tus hijos – dijo Dan y se agacho para besarlo.
Mientras se besaban Erick puso sus manos en cada nalga de Dan y las abrió, empujo lo más que pudo su pene hasta quedar bien pegados y comenzó a eyacular.
Los besos opacaban los gemidos, Dan por su no pudo contener su eyaculación y se corrió en el abdomen de su hombre.
Poco a poco la respiración se iba normalizando.
Eres el mejor, campeón – dijo Erick.
No sabes cuanto me encanta tener sexo contigo – dijo Dan.
¿Mejor que mi papá o y Cristopher? – preguntó Erick.
Los tres cogen de maravilla, cada uno lo hace de una manera única – respondió Dan.
Pero si tuvieras que elegir – espetó Erick.
Los escogería a los tres al mismo tiempo – dijo Dan riéndose.
Eres un cachorrito goloso – dijo Erick haciéndole cosquillas.
Bueno creo que tienes un compromiso será mejor que no te quite tiempo – dijo Dan levantándose con cuidado.
Tú nunca me quitas tiempo bebe – respondió Erick.
Un poco de la leche resbalo por la verga de Erick y cayó en su pubis y Dan aprovecho para limpiarla.
Amo cuando haces eso – dijo Erick mientras Dan limpiaba los restos de semen incluso el suyo propio.
Bueno me iré a bañar, ¿vienes conmigo? – preguntó el hombre.
No, yo me quedó descansando un rato – contestó
Erick tomó una toalla y se la anudó a su ancha cintura y salió por la puerta.
En el camino a la ducha Erick recordó lo que dijo su primo y la propuesta de su padre, entrándole un morbo único que le volvió a poner la verga dura.
Sera cuestión de experimentar – pensó él.
Hermano estas escuchando lo que dices, suenas como un desquiciado – le decía Albert al papá de Dan a través del teléfono.
Albert confié en ti para que enderezaras a mi hijo, su estadía en la granja debía ser un castigo, pero ahora resulta que le permites tener celular – decía muy molesto el hombre.
¿Un castigo?, yo tengo una granja, no tengo una cárcel ¿Qué clase de persona crees que soy? – dijo Albert indignado.
Y una mierda, mañana mismo iré a llevarme a mi hijo de ahí, y es más te exijo que eches a Diego, él no tiene porque estar ahí, ya es lo suficientemente grande para que se las busque solo – decía su hermano.
Lo siento hermanito a mi tu no me exiges nada, yo puedo tener a quien se me salga de los huevos aquí en mi casa, a veces pareciera que odiaras a tus propios hijos – dijo Albert molesto.
Cuanto daría yo por no haberlos tenido, los dos son porquería – soltó el hombre.
Aquellas palabras enfurecieron a Albert.
Te juro que si te acercas mañana por acá te parto la cara – dijo Albert y colgó.
Albert de la ira se levantó y comenzó a golpear la pared fuertemente para desfogar el enojo; que su hermano hablara así de sus propios hijos y sobre todo de Dan le dolió.
¿Se puede? – preguntó Erick tocando la puerta de la habitación
Si claro hijo pasa – respondió Albert.
Papá estuve pensando en lo que ….. ¿te pasa algo? – preguntó Erick cortando la frase que iba a decir inicialmente.
Erick se dio cuenta del rostro de su padre pues la cólera era evidente.
Una discusión con tu tío – respondió.
¿Que hizo ahora ese gilipollas? – preguntó Erick.
Dijo que Diego y Dan eran porquería – contestó Albert volviendo a tener ira otra vez.
Que hijo de puta – dijo Erick llevándose la mano a la cabeza – Te juro papa que si lo veo le parto la puta cabeza – agregó Erick también furioso.
Yo ya se lo dije – dijo Albert – Quiere mañana venir a llevarse a Dan y le dije que si viene le parto la cara – siguió diciendo .
Es lo mínimo papá, si no lo haces tú, lo hago yo – comentó Erick.
Ya bueno, ¿a dónde vas? – preguntó el padre.
Iré a la ciudad, es la fiesta de Lulú – contestó el hijo.
¿Lulú?, tu ex novia – dijo Albert.
Si ella misma – respondió.
Bueno hijo, diviértete, y lleva un condón, no vaya ser que quieras remojar – dijo Albert a modo de broma.
Dan ya me exprimió hasta la última gota de leche – contestó Erick desinhibido.
Ambos rieron.
Bueno pa, nos vemos más tarde – dijo dándole un beso en el cachete a su padre.
Ah me olvidaba, respecto a tu propuesta, no sería mala idea, hay que coordinar para hacerlo – dijo Erick y se fue.
Erick salió y se encontró con su madre con su hermanito en brazos y con sus hijos.
¿Hijo vas a la ciudad? – preguntó ella.
Si mamá – contestó él.
Perfecto, quiero que me lleves, iré a visitar a tu tía Carmen, me llevaré a los niños – dijo Paty - Pero espérame, en unos momentos bajo – siguió diciendo – Niños sigan a su padre – agregó y entro al cuarto de su marido.
Albert iré a ver a mi hermana, vengo más tarde – dijo acercándose para darle un beso a su esposo.
Albert también besó en la frente a su hijo.
Cuídate, no regreses tarde – le aconsejó su marido.
Chau papi – dijo Patricia con una voz infantil levantando la mano de su hijastro.
Patricia salió directo a la camioneta para marcharse con su hijo.
Albert salió en su tras para despedirse, los niños se despedían de Albert con sus manitos y el hombre también hacia lo mismo.
Una vez de fueron, se disponía a entrar a la casa, pero se percató que los animales estaban fuera del granero así que se dirigió con pereza a hacia ahí.
Uno nunca descansa en este lugar – pensó
Cuando llego y jalo para abrir el portón se dio cuenta que estaba cerrado por dentro, lo cual le pareció muy extraño, intentó miran por la abertura, pero al parecer no había nadie ahí dentro, solo la luz estaba prendida, así que rodeo la casa para encontrar una escalera grande que le permitiría entrar al altillo del granero por una ventana de esas antiguas que eran toda de madera.
Ni bien entro, escuchó unos sonoros gemidos; al acercase más pudo visualizar a su hijo desnudo con las manos atadas en una de las rejas de los compartimentos para los caballos - la cual no se podía ser desde afuera, por eso no vio nada en un principio-.
No por favor Diego no me violes, no me hagas esto – decía Joaquín jadeando simulando llorar.
Albert por un momento creyó que su hijo estaba siendo violado por su primo y casi baja a detener todo eso, pero luego analizó la situación y vio que su hijo menor disfrutaba pues tenía el pene erecto y comprendió que era parte de un juego sexual.
Diego le estaba dando por el culo con todas sus fuerzas al escuchar decir eso a su primo.
Albert por su parte se puso en marcha y salió por donde llegó, estaba un poco confundido, nunca se imaginó ver a su hijo Joaquín siendo penetrado, al parecer fue algo un poco raro para él, no por el hecho de tener sexo gay pues él también lo tenía, sino por el hecho de verlo siendo pasivo.
Bueno todos disfrutamos de distinta manera – se dijo a sí mismo.
Entrando a la casa subió directamente a la habitación de Dan y lo encontró desnudo, durmiendo acurrucado como un bebe, sin nada cubriéndolo.
Se quitó la ropa despacio y de inmediato su verga se le puso muy dura, se acercó lentamente sin hacer el menor ruido, y subió a la cama besando a su sobrino, primero en la pierna y recorriendo a besos su cuerpo, pasando por su cintura y sus nalgas hasta llegar a su cuello.
Dan se despertó.
Hola – dijo con una sonrisa.
Hola precioso – respondió el saludo Albert.
La verga de Dan automáticamente se puso dura.
Que buen despertar – dijo Dan.
Espero no molestar – le dijo Albert dándole un piquito.
Nunca es una molestia complacer a mi macho – dijo el chico dirigiendo su mano a la verga del hombre
A mi polla y a mí nos encanta que nos toques – dijo el hombre.
Magnus sonreía mientras bajaba y subió la piel del glande, el chico estaba debajo del hombre la punta de sus penes chocaban y sus líquidos pre-seminales se mezclaban.
Quiero follarte esa boquita de caramelo – dijo Albert besándolo.
Qué esperas – dijo el chico.
Albert subió y posicionó su pene a la altura de la boca de su sobrino, primero le pasaba el glande por los labios dejando a su paso rastros de presemen, luego el chico abrió la boca y comenzó a introducirla hasta el fondo, venciendo todas las barreras de la garganta haciendolo tragar hasta el fondo.
Magnus tuvo una arcada, pero no hacia ninguna señal para que el hombre se retirase más por el contrario, trataba de comer lo más posible hasta quedar muy cerca del pubis.
El chico mamaba cual bebe un biberón, saliva y lágrimas caían por su rostro hasta mojar las sábanas, la follada de la boca era tal que el chico apenas podía tomar aire hasta que Albert se detuvo.
A ver precioso, levanta esas piernas – le ordenó Albert muy cariñosamente.
Dan hizo caso, levantó las piernas y con sus brazos las sujetó bien para dejar expuesto su agujero.
Muy bien bebe – dijo Albert acercándose a su agujero para lamerlo.
Al sentir la punta de la lengua de su tío, Dan se estremeció y gimió, eso alentó a Albert a seguir el delicioso beso negro, el hombre con sus dedos separaba y estiraba el ano para poder meter su lengua y moverla en círculos, chupo el ano unos minutos más y después de dejarlo rojo y palpitante, decidió meterle la verga.
Pon tus piernas en mis hombres amor – le volvió a ordenar Albert.
Dan obedeció como de costumbre y una vez con las piernas en cada hombre, Albert comenzó a penetrar el pequeño agujero que su sobrino.
Ohh que delicia – decía el tío mientras miraba a Dan cara a cara.
Aprovecharon la pose para darse unos besos explosivos y salvajes de lengua con mucha saliva de por medio, Albert sentía como el ano se iba acomodando a su verga y Dan por su lado sentía como entraba cada centímetro del hombre, hasta que finalmente sintió como le entro toda, tocó con una de sus manos la entrada se su ano para confirmar que el pene ya estaba pegado hasta la base.
Joder que rico – dijo Dan.
Nunca me voy a cansar de hacerte mio una y otra vez – dijo excitado Albert.
Si papi, soy tuyo, hazme tuyo cuantas veces quieras – dijo Dan también muy excitado.
Albert empezó a bombear adentro, entrado y sacando el pene a embestidas rítmicas, por cada embestida Dan daba un pequeño alarido de era una mezcla de placer y dolor, pues el pene chocaba con su vejiga.
Si bebe, grita como quieras, no te contengas, hazme saber que te gusta como te hago el amor – decía Dan con la cara roja y con venas marcándose en su frente.
Dan gemía muy fuerte y se aferraba a la espalda de su hombre, ambos no paraban de besarse por todos lados, el cuello, la frente, la boca, la cara por todos lados que se besaban recogían sudor y se mezclaban en sus labios.
Albert daba bufidos graves de toro macho, mientras Dan gemía un poco más agudo, pero sin llegar a ser femeninos, aunque de vez en cuando se escapaban.
Que rico te comes mi verga por tu huequito mi niño precioso – decía Albert.
¿Te gusta papi? – preguntaba Dan jadeando .
Me fascina amor, me vuelve loco – respondía el hombre.
Dan tocaba los pectorales de su hombre, las tetillas las presionaba levemente, y con una mano recorría todo su torso y abdomen esparciendo el dudo que se quedaba atrapado en sus vellos.
Ya había pasado buen tiempo desde que comenzaron a follar, la cintura de Dan comenzaba a doler y las piernas ya comenzaban a entumirse después de estar levantadas por mucho tiempo, así que cambiaron de posición a petición de sus cuerpos.
Se acostaron de cucharita, Dan acostado sobre el brazo de su hombre exponiendo bien el culo y quebrándose lo más que podía mientras que Albert dirigía su instrumento para volver a penetrar a su querido sobrinito, esta vez la metió de una sola estocada y Dan gritó.
Con el otro brazo que Albert tenía libre apretó muy bien la estrecha cintura de Dan y comenzó a bombearlo lentamente mientras aumentaba la velocidad a tal punto de penetrarlo como si su verga fuera un taladro y el ano de Dan un hueco en la pared.
Bajaba y aumentaba la velocidad y Dan gemía al ritmo también mientras jugaba con su miembro.
El tiempo pasaba y minuto a minuto ambos disfrutaban.
Ya no aguanto más, quiero preñarte – le decía el hombre.
Como tú quieras amor, hazme los hijos que quieras – decía Dan entre gemidos.
Le vasto a Dan solo dos movimientos con sus manos para eyacular y a los segundos Albert lo acompañaba con los berridos de placer mientras ambos eyaculaban, el de uno salió disparaba hasta el suelo y las sabanas, mientras el otro los deposito en el recto de su joven amante.
Se besaron mientras calmaban sus respiraciones.
Joder chiquillo que rica follada – decía Albert.
Me haces sentir tanto placer tío – dijo el chico.
¿tío? Y que paso con lo de papi, amor, mi hombre – dijo Albert riendo.
Yayaya Papi ¿mejor así? – preguntó Dan.
Mucho mejor ricura – respondió dándole un beso.
Albert sacó cuidadosamente la verga del ano de Dan haciendo que resbale parte del semen depositado en su interior, Dan se estremeció.
Que pasó – preguntó Albert.
Que entro aire – dijo Dan y ambos se rieron.
Albert se levantó y Dan comenzó a chupar el pene flácido para limpiarlo, se había puesto de perrito para llevar a cabo esa acción así que Albert aprovechó para introducir un dedo y meter la leche que salió, terminado Dan su trabajo y con el riesgo a que esa verga nuevamente se levantara se detuvo y se puso de pie del otro extremo de la cama.
Las sabanas están un asco – dijo Dan sacándolas y arrojándolas al suelo.
Nosotros también, vamos a darnos un baño – dijo Albert tomándolo de la mano.
Estás loco nos van a ver – dijo Dan.
¿Ahora si te preocupas después de lo rico que gemiste hace rato? – preguntó Albert riendo.
Es que el sexo no te deja pensar – dio Dan riendo.
Pero no te preocupes, no hay nadie, estamos solitos – dijo Albert jalándolo y salieron por la puerta.
Al mismo tiempo que ellos salían, Diego y Joaquín subían riendo por las escaleras.
Los cuatros se miraron cara a cara.
Papá – solo dijo Joaquín.
Diego se puso muy serio e incómodo y volvió a bajar.
Sera mejor que me vaya a mi habitación – dijo Diego y paso de largo.
Luego hablamos – le dijo Albert.
Ambos entraron al baño.
Joder que incomodo – comentó Dan.
No me lo digas, pero que no me hinchen las pelotas, hace un rato lo acabo de ver follando – soltó Albert.
¿Enserio? – interrogó Dan.
Si, y además Joaquín lo supo aquella vez que te vio salir – agregó Albert .
Sí tienes razón Joaquín me vio saliendo de tu habitación pero Joder con Diego y aun así ayer me vino a sermonear porque nos vio follando esa noche en el granero – dijo Dan.
No me jodas – dijo Albert – Y aun así puso esa cara hace un momento – agregó.
Bueno bañémonos sin preocupaciones ya después hablaremos con ellos – terminó diciendo Albert.
Una vez bañado y vestido Albert decidió bajar a conversar con Diego.
Diego tenemos que hablar – dijo Albert.
¿Qué me vas a decir? ¿Qué te follas a mi hermano? – dijo Diego a la defensiva.
Así como tú te follas a mi hijo – contestó Albert.
Diego no pudo controlar el rubor de su cara.
Vamos hijo no tenemos que llegar a esto, no te pongas a la defensiva como si fueras un crío – dijo – Vamos a hablar de hombre a hombre – agregó Albert.
Albert fue directo hacia el mini bar de madera y sirvió dos vasos de whisky, una se la dio a su sobrino y la otra obviamente se la quedó él.
No soy maricon – dijo Diego tomando un trago – Joaquín es el ma..
Hey cuidado con lo que dices, estás hablando de mi hijo – dijo Albert cortándolo.
Diego se tomó de un solo golpe el resto de su whisky y se fue a servir otro.
Quiero que esta conversación sea los más corta posible porque es muy incómodo hablar de esto – dijo Albert. – Se como te sientes, seguro mucho tiempo en el ejército sin tener sexo despertó en ti, tu instinto más salvaje y follaste lo primero que viste apetecible para hacerlo, créeme cuando te digo que te entiendo porque yo también lo pasé, por muchos años no tenía sexo con tu tía y cuando llegó Dan a casa me ayudó mucho – terminó diciendo y dio un sorbo a su trago.
No lo entiendo tío, yo no soy gay – dijo Diego.
Lo se sobrino y nadie te está diciendo que lo eres, ambos somos hombres y como tales, tenemos necesidades y no importa si es con una chica o un chico en nuestro caso, pero el hecho de sentir satisfacción sexual con un hombre, no te hace gay – dijo Albert.
Joder es complicado – dijo Diego.
Es complicado porque tú lo vuelves así, solo tienes que dejarte llevar por el instinto y es más fácil – comentó Albert.
¿Y no te sientes mal por tía Patricia? – preguntó Diego.
No quería hacer todo esto largo, pero te voy a contar – dijo Albert.
Minuto tras minuto Albert le comentaba todo lo acontecido desde que Dan llego a casa y Diego finalmente entendió.
Demonios tío ahora entiendo, lamento mi comportamiento – se disculpó Diego.
Descuida sobrino – dijo Albert.
Erick no la debió pasar bien tampoco – comentó Diego.
Tú mismo lo has dicho – dijo Albert.
No me sorprendería que Cristopher también se folle a mi hermano – dijo Diego riendo.
Pues preguntale tú mismo – dijo Albert riendo también.
¿No? ¿enserio?, joder aquí todos siguen su instinto – dijo Diego.
Que no se te olvide sobrino, somos hombres – le dijo Albert a su sobrino.
Salud por eso tío – contestó Diego haciendo un brindis.
Pero ¿Dan y Joaquín? Ellos si son gays – preguntó el chico.
Hijo sean gays o bisexuales o no, ellos también son hombres, y como tales también siguen su instinto, enfocado de otra manera que nosotros, claro, pero simplemente son hombres que desempeñar al de nosotros nada más – contestó Albert
Que suerte tienen mis primos de tenerte de padre, el mio es una basura – dijo Diego con rabia.
Siento mucho que mi hermano sea así, pero como le dije tu hermano un día, aquí ustedes son como mis hijos – dijo Albert.
Gracias tío – respondió Diego levantándose.
Ambos estrecharon las manos y se abrazaron
La fiesta de cumpleaños de Lulú iba bien pero no para Erick, no le agradaba el reguetón por lo que no disfrutaba como cuando se ponía salsa u otro género caribeño.
¿Qué pasa baby? – preguntó Lulú.
Sabes que no me va ese género de música – respondió él.
Pero no seas aguafiestas, trata de moverte – le dijo ella.
No me va y además no tiene ningún sentido esa letra – comentó él.
Okey – dijo ella y se alejó con dirección al dj.
Automáticamente la música se detuvo y comenzó a sonar una salsa, Lulú se acercó y Erick le propuso bailar.
Comenzaron con los pasitos más básicos y posteriormente aumentaron la intensidad al ritmo de la Rebelión de Joe Arroyo.
Lulú intercambiaba miradas con su mejor amiga, aquellas miradas eran cómplices como si tramaran algo, al cabo de unos segundos de canción más, la amiga pasa por donde los dos estaban bailando y derrama a propósito su trago en la ropa de Erick.
Lo siento – dijo la chica alzando la voz, llamando la atención de los presentes.
No es nada descuida, voy al baño a limpiarme – dijo Erick.
Baby usa el de mi habitación, es más amplio para ti – dijo Lulú.
Las chicas intercambiaron miradas mientras Lulú se llevaba a Erick.
Que tonta, como se le ocurre pasar por donde estamos bailando – decía la chica.
A cualquiera le puede pasar – decía mientras Erick secaba su camisa.
Pero no te cortes, sácatela yo te la seco con la plancha – le dijo Lulú
Erick salió del baño sacándose los botones de la camisa, comenzó a dejar al descubierto su abdomen lleno de vellos y luego sus pectorales.
Déjame te seco por aquí – le decía ella mientras con un paño hacía ademan en limpiar.
Mientras limpiaba Lulú iba tocando más carne.
Veo que tus brazos están muchos más grandes y fuertes que antes – decía ella tocándolos.
Producto del trabajo de campo – respondió él.
Lulú comenzaba a abarcar más terreno, iba tocando por todos lados, supuestamente limpiando el cuerpo de Erick.
Estas más grande de lo que yo recuerdo – dijo ella – ¿Y qué tal tú amiguito?, no lo he visto en años – dijo ella apretándole el paquete.
Lulú no, detente – dijo él deteniendo su mano
No, me digas que no quieres – dijo ella llevando las manos de Erick a sus senos.
No es eso solo que …
No digas nada solo déjate llevar -dijo ella interrumpiéndolo para besarlo.
Ella lo besó desenfrenadamente y el mientras retrocedía cayó en la cama.
Erick házmelo – decía ella mientras se desnudaba rápidamente.
La visión de tener a una mujer después de muchos años lo excitaba enormemente, pero sentía que no debía.
Hey Lulú, espera ..
No amor, házmelo decía ella tratando de sacar la verga del hombre por el pantalón torpemente.
Lulú no enserio no quiero – dijo él tratando de quitarla de encima.
Como que no quieres, tu verga dice lo contrario – dijo ella apretando el pene de Erick que estaba erecto.
Rápidamente – Erick la quitó a la fuerza de su encima y se levantó.
Ella quedó en la cama frustrada y se sentía humillada.
Me estas rechazando – dijo ella indignada.
Erick no sabía que decirle para no quedar como un patán, utilizar la muerte de su esposa como un recurso para salir del apuro no era una opción pues sería como ensuciar su memoria.
Es que hoy ya tuve sexo – dijo él
Búscate otra excusa – dijo ella molesta.
Si de hecho fue al momento que me llamaste por eso me demoraba en contestar – dijo él – Pero tu eres hermosa pero solo que …
Espera – dijo ella levantándose de la cama.
Que – dijo él.
Cuando te llamé me dijiste que estabas arreglando una tubería con tu primo – dijo – Ay no me digas que tú y tu primo – continuó diciendo sin terminar la frase.
Se evidenció en el rostro de Erick, todo, trato de arreglarla, pero no pudo.
¿eres Gay? – le preguntó con una expresión de escándalo.
No, pero …
Pero que – le gritó ella.
Hey cálmate – le dijo él.
Tienes razón, lo siento, yo soy bien mente abierta, pero viniendo de ti, me sorprende – dijo ella con el rostro rojo.
Vete por favor – dijo ella.
Lulú yo …
Que te vayas – gritó ella con lágrimas en los ojos.
Lulú rompió en llanto y comenzó a llorar desconsoladamente.
Erick se acercó a ella y logró abrazarla.
Hey, no, no te pongas así, yo no soy gay, solo fue sexo – dijo Erick pensando que ella lloraba por él.
Estoy perdida – lloraba diciendo ella.
Erick no entendía, pero aun así la abrazaba.
No, veras que encontraras otro hombr..
Estoy embarazada – dijo ella – cuando se enteró mi novio me dejo, se esfumo y ahora me he quedado sola – siguió diciendo- Voy a ser la decepción de mis padres – finalizó.
Espera, ibas a hacerme creer luego que el hijo era mio – dijo el comenzando a molestarse.
Joder y yo que creí que llorabas por lo que te dije, soy un idiota, no debí venir – dijo él.
Erick se levantó y comenzó a ponerse la camisa.
Lo siento – dijo ella.
Es una bajeza lo que has intentado hacer – dijo Erick visiblemente molesto
Perdóname por favor – dijo ella llorando.
Solamente no comentes y de preferencia olvida lo que te dijo y estaremos a mano – le dijo Erick duramente y salió por la puerta.
Lulú comenzó a llorar otra vez.
Te tengo una propuesta – exclamó Erick entrando por la puerta otra vez.
Muchas gracias por leerme, espero les haya gustado esta primera parte del final.
SI gustan pueden dejarme en comentarios, cual sera la propuesta que tiene Erick.