La gozadora y el éxtasis
No puedo vivir sin sexo
No sé, ni puedo existir sin la centella que da la libídine. La expectación de escudriñar, el embeleso de descubrir, las miradas fragmentando el céfiro, el organismo que se agita sinuoso, anhelante, el regocijo del alma, la respiración que se sacude, los extremos de los pechos que arden, que se glorifican y desbandarse del cuerpo, las mariposas en el vientre, la vagina que se moja, arde e implora.
La sensación de encontrar, el anticipo del gozar, la sensación de palpar, es un exclamado fervor de mi alma, el erotismo de ser deseada, el esplendor te sacude, simiente, polen, liquido seminal que sueñas succionando. Entonces la vagina, el ano y la boca, son las catapultas que disparan las oleadas de placer, las recepciones directas a mi cerebro de descargas de brío y el acople con el universo. Una grafía de alejarse de la soledad destructiva y de la muerte. El erotismo es sed del instante eterno que da el relámpago que nos permite poseer entrar en otro cuerpo y entregarnos, es el camino a la eternidad de un espasmo un sendero a la alquimia de la divinidad.
Te desnudo y corro los velos de tus dunas, olores, perfumees y tufos, sensaciones, vivencias, perdidos en tus caderas y tus senos es búsqueda y hallazgo de ser palpada, abierta, penetrada, comer tu pene, abrir tu concha, recórrenos, somos dos, o varios, casi todos los seres puros del mundo, los impuros y los malignos en un ritual de posesión y entrega.
El ardor un segunde se hace eterno, el sexo no derrota la muerte solo la mantiene lejana, se burla de ella en el erotismo cúcamela de la vida que pone las cosas en su justo lugar, porción de paraíso, éxtasis de vida y de muerte, innumerables atracciones que busco y repito en mil cuerpos para gozar el instante de la entrega.
Es el sexo dador de energía, libertad, armonía, comunión, erotismo, vida, muerte, intensidad, sufrimiento goce, una apuesta a detener el tiempo, puentes y trampas que te llevan de ti a ti misma trashumando otros cuerpos, transitando los trillos de otras almas montado en la imaginación y el erotismo, en alas de fiebre, frenesí y quimeras, rosa de la vida anudada con la muerte donde me suicido y me reinvento.
Frágil eternidad que hace del alma un cuerpo es abril el umbral del infinito que te lleva a un no tiempo, caleidoscopio de espejos, curvatura del alma.
Trasgresión del destino, es volver a la cedula original que nos dio vida y la del final cuando el destino nos alcance. Oasis perdido en el tiempo, rodeada de nada, levitación sin rumbo, relámpago perdido en la noche. Llama, agua, viento, vida, aire, nada, todo.