La gente no cambia (9)

El tiempo no existe, el que lo necesita ruega o implora por el, quien le sobra lo aborrece, el tiempo es ahora aquí donde yo vivo porque no existe nada más importante que el presente.

Capitulo X

La primera semana después de la separación paso con gran dificultad y dolor, el fin de semana Camilo dormiría por primera vez en la casa de Adriana; ellas acordaron, Adriana lo buscaría todos los días después de la guardería pasaría unas horas con el después lo llevaría a la casa de los padres de Amanda, Camilo lloraba cuando Adriana se despedía el la abrazaba con fuerza; ella en la medida de lo posible lo calmaba, pero  también sentía un dolor agudo e intenso  al dejarlo; un sentimiento de abandono la carcomía, el fin de semana ella lo buscaría  después de la guardería y pasaría con el hasta el lunes en la mañana cuando lo llevaría a la guardería; toda la semana le explico que el viernes se quedarían juntos; Camilo no entendía porque Adriana no dormía en su casa siempre le preguntaba a Amanda quien le explica sin éxito; Adriana estaba feliz dichosa tendría a su hijo en casa por casi 3 días no llegaría a un apartamento vacio y frio, preparo toda la semana el apartamento para Camilo, en un arrebato de audacia compro una carpa luego la instalo en la sala, no tenia certeza porque lo hizo pero tenía seguridad que Camilo estaría encantado. Salió del trabajo corriendo, fue por Camilo después fueron a la casa ella abrió la puerta del apartamento Camilo no entro de inmediato de hecho tomo la mano de Adriana ella la tomo con firmeza lo vio con ternura y agrego.

Adriana:- mi amor, esta es nuestra casa.-

Camilo:- mami; quien vive aquí?-.

Adriana:- cami; aquí vamos a vivir tu yo; hay una sorpresa-. Dijo con un tono divertido.

Camilo la vio interrogante pero no sabía si entrar; Adriana entro rápido el la siguió, sus ojos se iluminaron cuando vio la carpa; corrió se metió y vio todo lo que había dentro Adriana adquirió todo lo que se le ocurrió para acampar al aire libre colocándolo con premeditación dentro de la carpa para sorprender a Camilo quien estaba encantado, Adriana lo veía cerró la puerta de la casa entro con él en la carpa y le pregunto.

Adriana:- cami, te gusta?-.

Camilo:-  mami ¿podemos dormir aquí?-.su voz emanaba entusiasmo.

Adriana ya había supuesto que el querría comer, dormir, y pasar el resto de su tiempo con ella allí dentro.

Adriana:- si, mi amor podemos dormir aquí, no quieres ver el resto de la casa?-

Camilo:- mami, ¿aquí va a vivir mi mama también?-.

Adriana sabia muy bien a quien se refería Camilo; ella comprendía que el no entendiese la situación; pero como se le explica a un niño tan pequeño que el amor de sus madres no es suficientes para mantener el hogar que ellas le prometieron, prefirió no responder se ilumino su rostro y dijo.

Adriana:- ven, veamos toda la casa.-

Camilo tomo la mano de su mama,  el recorrido fue corto y acelerado puesto que Camilo solo tenía en su mente ir de vuelta a la carpa; al mostrarle   su cuarto a Camilo se sorprendió y rio después agrego.

Camilo:- mami, yo tengo un cuarto en la casa.-

Adriana lo vio y “eso” que sentía ( no era dolor era; algo mucho peor) “eso” la contraía al mismo tiempo la expandía, se dilato envolviéndola estuvo al borde de echarse a llorar pero Camilo la fortalecía ella lo vio con ese amor maternal que le le había enseñado solo dijo.

Adriana:- amor, vamos a la carpa-.

Fueron corriendo se metieron y jugaron en la sala hasta que la noche cayo; las sorpresas no acababan Adriana se esmero por hacer sentir a Camilo lo más a gusto, apago la luz encendió la lámpara  la sala se ilumino las constelaciones se posaron en las paredes el techo moviéndose de forma lenta y armoniosa, Adriana sentada afuera de la carpa sentó a su hijo en sus piernas el veía ese espectáculo con ojos incrédulos ella  sonreía besaba la cabeza de su pequeño por primera vez en mucho tiempo, vislumbro lejos la posibilidad de continuar viviendo.

Camilo se quedo dormido, después de hacer docenas de preguntas a Adriana, ella respondió con calma; lo vio dormido se reprocho por todo lo que estaba perdiendo, reflexiono pero ya las decisiones habían sido tomadas solo podía vivir con las consecuencias. El teléfono móvil sonó no necesito ver la pantalla para saber quien la llamaba.

Adriana:- hola; Julia como estas?-. Susurro.

Julia:- cami, ya está durmiendo?.-susurro también.

Adriana:- si; está encantado con la carpa, estamos acostados ahí y tu vas a salir con una supermodelo?-.

Julia:-no, ya tengo la pijama no estoy de ánimos para salir mañana quizás-. Su respuesta no fue del todo honesta, tuvo varias ofertas para pasar la noche, las rechazo todas, quería escuchar a Adriana feliz, toda la semana habían hablado Adriana siempre estaba triste y melancólica pero se iluminaba cuando hablaba sobre el día que Camilo se quedaría con ella la idea de comprar la carpa fue de Adriana pero Julia la alentó, hoy Adriana estaba feliz eso confortaba a julia más que cualquier sexo sin ataduras que pudiera tener;   hablaron como siempre por casi 2 horas se despidieron Adriana beso a Camilo en la frente apago la lámpara y se acostó, sonrió al pensar en lo buena amiga que podía ser la mujer de hielo, una fugaz imagen de Julia con su traje de diseñador prolija y perfecta sin nada fuera de su lugar  cruzo por su cabeza; intento alejar ese pensamiento finalmente el sueño la venció.

Julia colgó el teléfono fue hasta su cama fría y sola en la oscuridad, entro a la cama vio el lado vacio de la cama pensó en Adriana, como se sentiría tenerla allí acosta, a su merced se permitió soñar, un lujo que no se permitía desde su juventud cuando le arrebataron a su bebe; se imagino abrazando y cubriendo a Adriana con la sabana, su imaginación divago un poco mas después cayo dormida.