La gatita peliroja, que compañera de trabajo! II

...el primer día en Madrid, ¡cómo la lia la gatita!, por aquí, por allá, y claro, yo tampoco me freno, a pasarlo bien que són cuatro días, y es el primero!! xD

Por quién no lo haya leído, podéis leer la parte I, aquí: https://todorelatos.com/relato/145127/

Parte II:

Al cabo de poco, llegamos a la estación de Madrid, y nos dirigimos en taxi al hotel para dejar las maletas, y así poder ir tranquilamente al primer día de feria.

Al subir a las habitaciones, Paula, todo decidida me comenta que va a tardar un poco ya que quiere asearse, de forma de cómo se explica, entiendo que cada uno se va a su habitación, así que aflojo un poco la marcha y me quedo en la primera habitación y ella sin mediar palabra ni mirarme se va a la segunda y entra. Yo me había imaginado que esos cuatro días dormiríamos juntos, pero va ser que no, todo resignado entro a la habitación y coloco la ropa de la maleta en los armarios, y de paso, aprovecho también para asearme un poco ya que el viajecito había sido movidito y había sudado bastante.

Al cabo de un rato, me dirijo a la habitación de Paula y llamo a la puerta, pero no oigo respuesta, vuelvo a llamar y tampoco, nada, escucho con atención y se oye de lejos el agua de la ducha, así pues, paso por debajo de su puerta un papelito indicándole que estoy abajo, en el restaurante del hotel. Me dirijo al ascensor para bajar y a medio trayecto se para en un piso para que suba alguien, al principio no me fijo quién entra, ya que estoy distraído revisando los emails del móvil, pero sí que me doy cuenta que la persona que entra, me observa tímidamente y se pone en un rincón, cuando hay espacio suficiente para los dos en el ascensor, levanto la cabeza y no la reconozco, ella se pone roja y desvía la mirada, entonces caigo en la cuenta, es la chica del tren, que coincidencia!! ¡No me lo creo!, mequedo con una cara de sorpresa o de bobo, me mira, y nos quedamos mirando unos pocos segundos ya que el ascensor llega a la planta baja en seguida, sale directa sin mediar palabra y se va hacia la calle, yo que estoy medio flipado y medio atónito aún, me dirijo hacia el bar. Me pido una birra mientras espero a Paula, ya cuando estoy a punto de terminar, aparece ella, con un vestido ajustado que le llega hasta la rodilla y con una chupa motera, no sólo yo, un par de clientes, el barman y un trabajador que pasaba por ahí, nos la quedamos observando boquiabiertos, se me acerca, me da un beso en la mejilla mientras reposa sus manos encima de mi hombro, mientras yo le paso la mano por la cintura y sin darme cuenta, cómo que está más cerca del culo que de la cintura, bajo la mano hasta agarrárselo bien. Me hecha una pequeña bronca, eso sí, de broma, por no esperarla, pago la cuenta y nos vamos para afuera, para coger un taxi e ir a la feria.

Llegamos a la feria justo al mediodía, y vamos directos a comer, y así, hacer de un tirón toda la tarde visita por el primer pabellón. La comida y la tarde fue una sesión suave, a pesar de haber en los stands chicas guapas y jóvenes, me fijé, que la gente nos mirava, llevaba conmigo una estrella, cómo dije, a pesar (por decirlo de una forma) de su edad, 35-36 años, y con el bonito vestidito apretado y la chupa a juego que llevaba, era una estrella que se movía en el firmamento de la feria, todos los hombres, principalmente cuarentones, la observaban, y los más mayores, los de 50 y 60 y pico, ya no te cuento, le hacían unos repasos de arriba a abajo sin disimulo, más de uno que tenía cerca y otros se le acercaban, intentaban hacerle un cuerpo a cuerpo o directamente acariciarle el culo. Al principio, ella se deslizaba cómo sin querer, para darles esquinazo, al cabo de dos o tres, yo la ayudé, ya que me di cuenta, y sin ni siquiera hablarlo, que no quería, y me interponía con disimulo, y de vez en cuando le daba algunos picos, como si fuéramos pareja, delante de todos esos hombres llenos de testosterona y vigorosidad.

Ya era media tarde, a punto de cerrar la feria, y ya llevábamos más de cuatro horas dando vueltas. Decidimos irnos ya para el centro a tomar algo y cenar más tarde, eso sí, sin alargar mucho la noche, que aún nos quedaban tres días de feria. Antes de irnos, Paula me dijo que tenía que ir al servicio, así que la acompañé, esperé fuera, al lado de la puerta, y en unos pocos segundos noté como una mano me agarraba el brazo y sin vacilar me estiró para dentro por mi sorpresa, me volvía a hacerme esa mirada de gatita en celo, me arrastró hasta dentro de uno de los baños, empieza a darme unos besos y me susurra mientras acaricia mi espalda e intenta subirse con una pierna a mi cintura:

  • Has sido todo un caballero, defendiéndome de todos esos viejos pervertidos, y cómo buena dama que soy, te voy a dar tu premio.

¿Y que hice? Le dejé hacer a su antojo, quería ver cómo seríael premio.

Siguió maneándome y besándome con pasión, con una pierna agarró mi culo para restregar su coño por encima de mi paquetorro, al cabo de poco, su mano izquierda dejó mi espalda para buscar mi paquete, al encontrarlo y notar que estaba bien duro, con maestría, me bajó la cremallera, desabrochó el pantalón, la ayudo a bajarlos junto con los calzoncillos, y empezó a pajearme lentamente mientras aún iba combinando besos con lamerme con delicadeza el cuello por debajo de la oreja. Se separó un poco de mí, y mirándome con esos ojazos llenos de lujuria y pasión, bajó lentamente y así de paso, subirse el vestido mientras abría las piernas, no sin dejar de pajearme despacio, pero con fuerza, no se le va a escapar, no. La observa, por un lado, por el otro, y le da algún besito en la puntita, no puede más, y con la otra mano, empieza a acariciarse por encima de las bragas negras de punto que lleva.

Ufff! Viendo esto aún me pongo más cachondo, estoy disfrutando cómo nunca de la vista que tengo des de arriba, imaginaos, una chica preciosa y muy cachonda me está pajeando mientras me da besitos, y a la vez, ella se está acariciando. En ese momento de reflexión, empieza a chuparme la polla, a la par, que empieza a masturbarse con un dedo; me pongo aún más palote y se me van los ojos, ya que, aparte del placer que me da con el juego, noto cómo goza de esa doble masturbación, a través de su boca, ya que no puede controlarse del placer que tiene, combinando las contracciones bucales (mientras tengo mi polla dentro) y las expiraciones e inspiraciones que necesita hacer.

Estoy en la gloria y de repente, para, bajo de la nube en que me he instalado y la miro con una cara de... “¿Porque has parado? ¡Que estoy en la gloria!”

Se ríe, mientras se quita las bragas, me hace sentarme en el inodoro y me da la espalda, saco los pies de los pantalones para tener más libertada y dejando las piernas completamente abiertas cuando recibo de golpe, en medio de la cara sus bragas que me ha tirado, rio, las cojo, y las huelo mientras veo que están completamente mojadas, sin darme cuenta ha puesto su culo encima de mi polla y la agarra para enderezarla derecho a su ojete, entra despacio, haciendo un leve jadeo y sin pausa pero sin prisa, empieza a hacer una combinación de cabalgar y movimientos de cadera (lo que ahora se llama, twerking, pero lento; ese día, fue, ha sido, y creo que será, la mejor cabalgada que me han hecho. Dudo que tendré el placer de encontrarme a alguien que me haga algo así, en mi placentero recuerdo, fue espectacular este twerking). Estaba en la quinta nube, nunca me habían hecho ese baile estando sentado, no tardé ni un par de minutos en correrme, del chorro que le metí, así como el impulso de mi culo para eyacular al máximo, casi salió disparada en adelante, se agarró con fuerza a mis rodillas para no salir despedida e hizo los últimos dos-tres mete saca de forma pausada al subir y de golpe al bajar, la tía sabía perfectamente cómo estrujarme hasta sacarme la última gota.

Se levantó, se puso de cuclillas delante de mí y con un par de dedos cogió los jugos vaginales y el semen que tenía por fuera del coño y se los llevó a la boca, no hacía una cara a gatita, sino, a perra en celo, además, toda su cara brillaba, estaba preciosa. A continuación, coge mi verga que ya estaba en modo relajación, y me la lame toda, de arriba a abajo, hasta dejarla completamente limpia.

Le devuelvo las bragas, nos arreglamos un poco, y escuchamos que no hay nadie y salimos tranquilamente, nos aseamos un poco para refrescarnos y aparece el equipo de limpieza, una señora se me queda mirando con cara de enfadada, pero sin mediar palabra, Paula se ríe de la situación y nos vamos a paso ligero cómo si nada, felices y satisfechos. Nos dirigimos a fuera de la feria para coger un taxi e irnos para el centro.

Fuimos por Chueca a tomar un par de cañas y unas tapas, y con la tontería, al final, no fuimos a cenar, nos despistamos hablando, coqueteando, yendo de un bar a otro, y de vez en cuando, liándonos a morreos como si fuéramos unos quinceañeros, eran casi las diez y ya llevábamos una cogorza de cuidado ya que habíamos tomado más cañas que tapas. Así pues, nos fuimos para el hotel en el taxi, se puso juntita a mi lado, reposando su cabeza sobre mi hombro y en menos que canta un gallo, y sin que el taxista se fijase, se puso a acariciarme la polla por encima del pantalón, me costó un poquito, pero pronto empecé a empalmarme, ella se puso contenta y no paró, suavemente, seguía arriba y abajo, yo estaba nervioso por si el taxista nos viese y si nos dijera alguna cosa, ya que estábamos a medio camino de hacer guarradas en su coche. Cogió con la otra mano la cintura de mis pantalones para levantarlos y con la mano que me estaba acariciando, la metió adentro, me sobresalté un poco e intenté que parase pero no me hizo caso, ella siguió a lo suyo, yo estaba muy nervioso y miraba al conductor, que se dio cuenta de algo, y nos miraba por el retrovisor, pero no veía mucho, sólo, que ella esta recostada encima de mí, pero supongo que sabía que me estaba haciendo algo pero como que no la estábamos liando no dijo nada.

Llegamos en unos minutos al hotel, pagamos y nos bajamos, la cabrona me puso muy caliente, y me fijé que había una calle peatonal y estrecha justo al lado del hotel, y sin mediar palabra, la cogí por la cintura, y por su sorpresa me la llevé a la calle y a unos pocos metros estaba medio oscuro, y mientras estábamos andando me preguntó:

  • ¿Dónde vamos? –después de un par de segundo, y al ver que no la contesto, me vuelve a decir– ¡pero si tenemos el hotel ahí mismo!

Sigo sin contestarla, la hago dar una vuelta cómo si estuviéramos bailando, hace cara de que ha medio perdido el mundo de sitio, la pongo de espalda a la pared, y bajo directo al suelo, me arrodillo delante de su coño, le saco las bragas y empiezo a lamerle el coño, se deja llevar por la situación, le levanto la pierna derecha y la recuesto sobre mi hombro, así dejo su coño en una posición perfecta para lamerla, y lo voy combinando con un mete saca de dos dedos, y cuando lleva un par de minutos jaleando, me levanto, desabrocho el pantalón y me saco la polla en mano, mientras que con la izquierda le vuelvo a levantar la pierna y se la meto dentro del coño, me cuesta, al ser más bajita que yo, cuando llevo cuatro o cinco empotradas, la cojo de la cintura y la levanto un poco para estar más cómodo, y continua empotrándola, cada vez más fuerte, no sé si se escucha más las empotradas que le meto o los jaleos que intenta silenciar y que le cuesta, se muerde la mano. El mete saca, es constante y con fuerza, la combinación de alcohol, excitación y adrenalina, hace que me la esté follando a saco, como un potro descontrolado, al cabo de un buen rato, me vengo, ella se quita la mano de la boca y empieza a expirar con gran esfuerzo, creo que la he dejado hecha polvo. Me dice:

  • ¿Qué te ha pasado? Te has puesto muy loco.

  • Esto es culpa tuya, me has puesto muy caliente en el taxi y no podía esperar.

  • ¿Pero si teníamos el hotel aquí mismo?

  • No podía aguantar, y he creído que te iba a gustar, ya que te va hacerlo en lugares públicos o que haya alguien que nos pueda ver...

  • A ti también te ha gustado, sino no estarías así de salido –se pone a reír.

Hago con la cabeza que quizás, pero bueno, pensando un momento creo que tiene razón, me ha gustado muchísimo, por la situación, el lugar y la polla a punto de explotar.

Nos dirigimos al hotel, y cada uno va a su habitación, no sin antes despedirnos con un buen morreo en el pasillo, nos damos las buenas noches y entro para dentro, veo que son las once de la noche, me quito la ropa, me aseo un poco, me lavo los dientes y me pongo la tele mientras estoy en la cama, recibo un par de mensajes de ella, que se lo ha pasado muy bien y que la he dejado hecha polvo con el último de la noche, pero aun así, mañana la vamos a liar igual o más, le doy las buenas noches y miro unos minutos más la tele y me pongo a dormir.

Cómo siempre, me despierto por las cinco de la mañana, para echar una meadita. Cojo el móvil, para ver la hora y sin querer, envío unmensaje, ¿cómo?, ¿el qué?, ¿a quién?, lo reviso y me doy cuenta que no había enviado el segundo mensaje a Paula para darle las buenas noches. Bueno, ahora ya está hecho, me vuelvo a la cama, y por mi sorpresa recibo un mensaje, es ¡ella!, y me dice:

  • Vas tarde, ¿no? :P Sino puedes dormir, vente muakss!!

Y que voy a hacer, ¿no?, me pongo algo y salgo para su habitación, y antes de llamar, me abre la puerta, con una sonrisa y cara de medio dormida, voy pa dentro con sigilo, cierra y al darme la vuelta para estar cara a cara, me fijo en el camisón rojo que lleva, y le pongo una cara de salido, se pone a reír y me dice:

  • ¿Te gusta?, ¿no has tenido suficiente hoy?

  • Pero ya no es hoy, es mañana, quiero decir ayer...

Se me tira encima, y nos morreamos, y poco a poco, me va echando para atrás, hasta encontrar la cama, nos caemos encima, y no paramos de morrearnos durante un buen rato, hasta que paro, no para coger aire, si no para atacar su lóbulo izquierdo, le hago mordisquitos mientras lo combino es besos apasionados debajo, en el cuello, se retuerza de placer, a la vez, que empiezo a acariciarle la teta, se retuerce aún más, le bajo el tirante del camisón para acariciarla mejor y así pellizcarle el pezón a la par que le muerdo el lóbulo, de tan loca de placer que esta no puede evitar chillar de placer. Besando poco a poco, voy bajando por el cuello, aparto el otro tirante del camisón dejándole al descubierto sus bonitos senos, y empiezo a jugar con la lengua con su pezón, y a la par, y sin parar, voy masajeando sus senos y dándole lengüetazos a sus pezones, y combinándole con algún mordisquito, se retuerce de placer y vuelve a chillar, no puede evitarlo.

Al cabo de un rato, de lo cabroncete que soy, que le he dejado los pezones salidos, duros y rojos a punto de estallar, abandono sus senos para dirigirme hacia abajo, antes que nada, le quito el camisón, y le voy dando besitos, con pausa, hacía al lado de las costillas, zona sensible, de lo excitada que esta no sabe si reírse o que hacer, salto, y me dirijo a su cintura, pasándole la puntita de mi lengua de lado a lado, hace una exhalación a la vez que da un par de espasmos, y antes que me dirija para abajo, me dice que pare, espero, y se gira, quiere hacer un 69, y por mi parte... ¡a bodas me convidas!

Nos ponemos los dos a jugar sin parar, al cabo de un rato, ya bien puestos, le meto un dedo mientras no paro de jugar con la lengua y chuparle la parte superior del clítoris, ella por su parte, juega con mis pelotas con una mano y le da algún lengüetazo, mientras va jugando con mi polla, hasta que se la mete de lleno en la boca, me agarra el culo y empieza a tragarse los 20cm de cipote completamente empalmado hasta el fondo de su garganta, como toda una profesional, lleva un ritmo de mete saca sin freno, para más inri y con putería, le meto un segundo dedo y empiezo mi mete saca particular, que se escucha como mis otros dedos de doy pequeños cachetes en su culo, y le empiezo a succionar la parte superior de su clítoris. Los dos estamos desenfrenados y locos de placer.

Al cabo de un rato, para, se la saca y veo que hace algún gesto como que la mandíbula ya no le da para más, me gira para que quede de polla arriba, y se sienta de espalda a mí, y empieza a subir y bajar de cuclillas, aguanta un par de minutos, y se sienta para hacerme una cabalgada hacía atrás, esta vez, los golpes son más muertes, no puede aguantarse de placer y no para de chillar, yo mientras tomo aire cómo puedo mientras voy viendo su culo como sube y baja sin parar, en algún momento, le meto unos empujoncitos para arriba, cosa que la vuelve más loco y grita aún más. Baja el ritmo, se gira y me dice:

  • ¡Que cabrón!, después de hoy, no hay quién te haga correrte, ¿no?

  • ¡Cómo que no! Ahora veras...

La aparto, se deja caer fácilmente en la cama, me pongo encima de ella y le hago la pose de la pierna encima (de mi hombro), y empiezo a penetrarla con fuerza hasta el fondo. A la segunda penetración se le salen los ojos e intenta morderse los labios, pero no puede contenerse que le golpee el fondo de su coño y vuelve a gritar como una loca mientras intenta mover la cabeza de un lado para otro, al cabo de poco, bajo el ritmo, paro, le levanto la otra pierna haciendo la pose del barco en vela, y vuelvo al ritmo de antes, penetrando con fuerza, y vuelve a gritar con fuerza. En ese momento de lujuria y sexo mutuo me doy cuenta que con sus gritos a esa hora la estamos liando, pero claro, cualquiera le dice algo en ese momento. Vuelvo a parar,la giro y la hago ponerse a cuatro patas, para terminar y hacerle la pose de la adoración, con las piernas cerradas, le hago abrirse un poco para que pueda penetrarla con mi polla bien, y le vuelvo a juntar las piernas, bien estrechito, me agacho lo suficiente para cogerle bien las tetas y empiezo a masajearlas mientras voy haciendo el mete saca, y de vez en cuando le voy haciendo besitos en la espalda, la muy cabrona no para de chillar, y en nada, en un minuto, me corro dentro suyo, le dejo de masajear las tetas, le cojo por el culo y le doy las últimas tres o cuatro embestidas, bien fuertes para dejárselo todo, hasta la última gota.

Ya no puede más, sus antebrazos ceden y se deja caer por completo en la cama, boca abajo, mientras intenta coger aire, esta rendida. Yo también me dejo caer en la cama, boca arriba, cogiendo aire, era como si hubiera terminado una de las carreras de btt, después de 70km. Sólo es capaz de girar la cabeza y me dice:

  • Ahora sí que me has dejado hecha polvo, no puedo más –con una cara de felicidad indescriptible.

Yo sólo soy capaz de mirarla a los ojos y reírle, también de gratitud y satisfacción.

Giro la cabeza hacia el lavabo porque necesito agua y mear, pero me cuesta levantarme, hago el esfuerzo y cuando estoy meando miro que hace, y está ahí, rendida, durmiendo, yo no voy a tardar mucho, tiro de la cadena y me dirijo a la cama, paro un momento y me doy cuenta que es la tercera vez que escucho a los vecinos de habitación tirar del váter, estoy flipando, y con algo de vergüenza me meto en la cama pensando en mañana que cara nos harán, y antes de dormirme escucho un par más, ¿nos ha oído todo el mundo o qué?, pues nada, enseguida me quedo dormido, y mañana será otro día.


Espero que la 2ª parte, la llegada y primer día, os gusté!!.

Si me dejáis comentarios, voy a explicaros lo que me pasó en los demás días, vais a flipar 😉