La fotografía de mi cuñada II
Terminé lo que había empezado el día antes.
las palabras de mí cuñada en el ascensor me dejaron un buen rato pensando. Todos reían en la playa, yo estaba algo desplazado pensando en ella e intentando que mí polla no palpitara más de la cuenta. No quería que nadie se diera cuenta, ni mí mujer, ni su marido, intentaba evitar mirarla, aunque ella sabía que lo hacía cuando nadie nos miraba, había notado que ella me había mirado varias veces, buscando mí mirada. Siempre nos sentábamos en un chiringuito a tomarnos una cerveza, ella lo hizo enfrente mía, no habíamos vuelto a hablar. Estaban hablando de ir al día siguiente de excursión a comprar pescado en una lonja en un pueblo cercano. Todos no íbamos a caber en los coches, sobraban dos personas. Mí mujer sabiendo que a mí no me gusta, ya dío por hecho que yo no iría. Lo que me extraño fue que mí cuñada dijera que ella se quedaba también, estaba claro que quería follar. Ella es de las personas que todo lo tiene que disponer, y hasta que todos estuvieron de acuerdo en que ella y yo nos quedábamos no dejó de decirlo.
Yo no dije nada, me daba igual, quería quedarme, aunque a la vez sentía algo de miedo por las consecuencias que podía acarrear follar con ella. Pero tenía claro que quería probar ese culazo, sobre todo cuando la miré y ella sin dejar de hablarme, de la manera más natural del mundo, se llevó el dedo corazón de la mano derecha a la braga del bikini, vi como lo metía por el lado y lo sacaba lleno de una sustancia blanquecina y se lo llevó a la boca, eso hizo que me atragantara con el buche de la cerveza. Ya no volvió ni a mirarme ni a hablar conmigo en todo el tiempo que estuvimos en el chiringuito.
Subimos a comer, dormimos siesta, lo que la hacían, ella se comportaba de una manera muy natural, sí se acercaba a mi, no lo hacía con disimulo, se acercaba, pasaba su mano por mí paquete, apretaba mí polla y volvía a irse, o se acercaba y refregaba su coño por mí brazo, por mís manos, por donde le pillara, pero todo de la manera más natural posible. Y sin decir nada de nada. Después de la siesta, la merienda, vuelta a la playa. Esta vez fue la primera en irse, sabía que no podía cambiar sus hábitos de un día para otro. Un rato en la playa y de vuelta a la casa. Esa noche ella había dispuesto salir a tomarnos una copa, y ahí íbamos toda la familia a tomarnos esa copa. La subida a la casa fue tarde y con varios con alguna copa de más, pero estábamos en la playa y daba igual.
No tardamos en irnos cada uno a su cama, los pequeños estaban cansados y los mayores algo mareados, mí mujer me dió un beso y se fue a la cama, todos estaban ya acostados, yo era el último ya que dormía en el salón. Estaba esperando porque había alguien en el cuarto de baño. De pronto sonó mí móvil, vibró, porque lo tenía sin sonido, pensé que era mí mujer, pero me equivoqué, era una foto de mí cuñada, estaba sentada en la taza del váter, con las piernas abiertas y el pantalón del pijama por las rodillas, me había hecho un primer plano de su coño bien abierto. Había un texto que decía.
.-Sí tienes la polla dura, voy y te la chupo, quiero dormir con tu leche en mí boca!!
Sí no estaba dura, me la puso dura en dos segundos, me hice un primer plano de la polla y se la mandé. No dije nada. Al momento sentí como se abría la puerta del baño, fue a su dormitorio, sentí como cerraba la puerta y al momento la ví aparecer por el comedor, no me miró siquiera, se acercó al balcón, asomó la cabeza, seguramente dormían, se volvió y se colocó delante de mis piernas. Me saqué la polla, sonrió y se colocó delante en cuclillas, agarró mí polla, me miró con cara de puta y se la metió en la boca. Nunca hubiera pensado que mí cuñada la chupara de esa manera. Me pajeaba con su mano derecha y se afanaba por chupar, me la llenaba bien con la saliva y pasaba una y otra vez la lengua por todo mí capullo. Se la sacó de la boca y acercando su cuerpo al mío, me dijo.
.-Tu escucha por sí alguien se levanta!!
Volvió a pajearme con ganas, miraba mí polla muy de cerca, a veces se la metía en la punta de la boca y la chupaba y pasaba su lengua llenándomela de saliva. Se la apretaba a las tetas, era una pasada, me estaba llevando al orgasmo demasiado rápido. Se la metió varias veces por debajo de la camiseta entre medio de sus tetas y las apretaba con sus manos mirándome con cara de puta. Me gustaba.
.-Córrete!! Quiero tu leche!!
.-Chúpamela!! Quiero correrme en tu boca!!
Volvió a chupar con ganas. Sabía que sí no me pajeaba yo iba a tardar más, y no podíamos tanto tiempo. La hice que me soltara y me levanté y le dije que se sentara ella. Empecé a pajearme delante de su cara, abría la boca y la ponía delante de mí polla, se la colaba a veces y ella chupaba con ganas, incluso llegaba a hacerme daño, pero me gustaba, no tardé, no la avisé, metí mí capullo en su boca y comencé a soltar una lechada de campeonato dentro de esa boquita. No dejó escapar ni una sola gota, me la chupó y succionó para dejar limpia por completo mí polla, se levantó y me dió un beso en la mejilla.
.-Estoy deseando que me folles el culo!!
Se lo cogí con fuerza, era un pasote, tenía un buen culazo y mañana sería mío.
Por la mañana me despertaron mis suegros, todos estaban dispuestos para irse, mí suegra mí dijo que me fuera a su cama a dormir sí no iba a ir con ellos, le dí un beso a mí mujer y me fuí a la cama grande de mis suegros.
Estaba claro que ya no me iba a quedar dormido, pero me lo hacía. No fuera a ser que mí mujer dijera que fuera yo con ellos y que se quedara alguno de los niños. Pero no fue así, media hora después ya no había ruidos en la casa, no escuchaba ni a mí cuñada. Tardó un momento en aparecer por la puerta del dormitorio, ya no traía puesto el pijama, era una camiseta y debajo se adivinaba un bikini.
.-¿No te habrás quedado dormido? Tenemos hora y media!!
Me puse boca arriba y me saqué la polla bajándome la calzona. Esbozó una sonrisa.
.-No se que me pasa cuñao!! Me tienes caliente todo el día!!
Se sacó la camiseta por la cabeza, el bikini era el rojo. Pero esta vez no tardó en soltar los cordones que lo sujetaban a su cuerpo. No había dado ni dos pasos y estaba empelota.
.-¿Vamos a follar en la cama de mis padres? Eso me pone perra!!
Rió, se acercó y se subió a la cama por los pies. Venía gateando entre mis piernas, pasó su lengua por mis huevos y por todo mí tronco, pero no se quedó chupando, siguió subiendo. Me había dejado entre su cuerpo, me dió un pequeño beso y metió su lengua en mí boca. Sabía a café.
.-Fóllame ya cuñao!!
No esperó, cogió ella misma mí polla y la encajó entre sus labios, se sentó encima mía. Lo hizo de golpe, estaba mojada, pero eso le había tenido que doler lo mismo que a mi, había entrado hasta los huevos.
.-Que cabrón!! Que gorda la tienes!!
Me miraba a los ojos. Era una pasada ver a mí cuñada, la mujer de porcelana, subiendo y bajando con las tetas moviéndose con cada bajada de su cuerpo. Me costaba imaginarme que estaba follando con ella, nunca lo hubiera pensado, ni que fuera tan caliente. Estaba claro que iba a mandar ella, ella era la que se movía, la que botaba, la que gemía, la que se dejaba caer y me mordía el labio, ella me guiaba, me decía que coger y donde apretar. Era un verdadero pasote, lo nunca imaginado por mi. Cuando se cansó me dijo.
.-Te toca!! Cómeme el culo!! Estoy deseando sentirla dentro!! Aunque me partas en dos quiero sentir tu leche en mí culo!!
Se dejó caer en la cama y empinó el culo, levantándolo de la cama. La hice empinar todavía más y metí mí cara entre esos muslos. Tenía los labios menores abiertos, su coño estaba muy sabroso, chupé todo lo que salía de ese agujero, chupé sus vellos, sus labios mayores, los mordí, mordí sus labios menores, metí todo lo que pude mí lengua en esa raja, a la vez que mis manos amasaban esas dos nalgas blandas y grandes, varias veces las abrí y me quedé mirando como latía ese pequeño agujero, era una pasada, me volvía loco, tenía un agujero que llamaba la atención, pequeño, ligeramente ovalado, pequeñas estrías oscuras que se perdían dentro. Todo alrededor de un color mas oscuro que el resto de su piel, pero justo el borde del agujero era de un color sonrosado. Después de mirarlo un momento y sentir como lo hacía palpitar me atreví a acercar mí nariz, tenía el olor que a mí me gusta, olía a culo, pasé mí lengua a todo lo largo de esa raja y sentí como se estremecía.
Era alucinante poder apretar esas nalgas y tener que abrirlas para poder ver ese agujero. Me dediqué a lamer de arriba abajo esa raja, me gustaba, sentía las estrías de su agujero en mí lengua y lo caliente que estaba, a veces bajaba a lamer su coño, estaba encharcada, en cuanto pasaba mí lengua por su coño sentía como se me llenaba la boca de flujo. A ella la sentía gemir quedamente, con la cabeza en la almohada. Ahora se dejaba hacer.
.-Vamos fóllame el culo cuñao!! Quiero que me metas la polla hasta los huevos!! Llevo tiempo deseando sentir una polla dentro!! A Pepe no le gusta y yo quiero saber que se siente!! Y como se que a mí hermana no le gusta y que tu le insistes sabía que te iba a gustar!!
La muy puta ya lo tenía planeado. Tiré de ella para ponerla a cuatro en el filo de la cama, se dejó hacer, lo estaba deseando, metí mí polla en su coño, estaba muy mojada, se notaba que estaba muy excitada. Se la saqué y la pasé por el perineo, era una pasada sentir como las nalgas apretaban mí capullo impidiéndome llegar al agujero sino las abría con las manos. Ella se dejó caer y llevó sus manos tirando de sus cachas.
.-Vamos cuñao!! Aprieta tu polla!!
Coloqué mí capullo en esa rajita, sentía sus estrías, mí capullo era mucho más grande que ese pequeño agujerito. Me cogí la polla y apreté con fuerza. Mí polla no iba a entrar, ni siquiera conseguía abrir un poco ese agujero.
.-Vamos cabrón!! Empuja!!
Cuando yo empujaba ella se iba para adelante y no conseguía hacer presión, tuve que cogerla con una mano por la cadera y con la otra en la polla empujé, pude ver como ese agujero cedía y comenzaba a abrirse. Ella no paraba de gemir. De pronto sentí como se abría más y mí capullo se coló dentro de su culazo. Soltó un pequeño grito, Lo había hecho despacio, pero esa dilatación tenía que doler. Ahora sentía como su esfínter palpitaba en la base de mí polla. Se movía rítmicamente. Yo sentía como mí polla palpitaba y se ponía incluso más gorda. Debía doler, pero no se quejaba de dolor. Yo aunque alguna vez había conseguido meter mí capullo en el culo de mí mujer, nunca lo había disfrutado, siempre había habido demasiadas quejas por parte de ella y habíamos tenido que dejarlo sin llegar a meter más que mí capullo. Con mí cuñada, ya tenía mí capullo, sentía el calor extremo de su interior y sentía como su esfínter palpitaba en la base, con solo eso me iba a llevar al orgasmo.
.-Sácala, sácala!! Métela en mí coño que está chorreando!! Que se llene bien de caldo para que entre bien en mí culo!!
Me costó sacarla, mí capullo es grande y sentía como su esfínter se había aferrado al borde, saqué mí polla y la sentí bufar. Ella seguía tirando de sus nalgas, podía ver como su esfínter tenía vida propia y palpitaba solo ante mí vista. Me había gustado entrar en ese agujero y no quería que se enfriara, se la metí en el coño, era verdad que estaba muy mojada, le dí varias veces hasta el fondo, llegaba hasta la matriz, sentía la presión en la punta de mí polla y también como toda ella se mojaba con los jugos que salían de ese canal. La saqué brillando con los jugos y la enfilé de nuevo a su culo. Apreté con fuerza y entró capullo y un trozo más de polla. Esta vez sentí como su gemido era más lastimero, una polla como la mía tenía que doler sí o sí en un conducto tan estrecho, mí cuñada se soltó las nalgas, su esfínter palpitaba de una manera bestial, parecía loco.
.-No te muevas!! No vayas a empujar!! todavía no!! Deja que me acostumbre!!
Apoyó las manos en la cama, estaba a cuatro, sacó un poco y la volvió a meter, no tenía dentro ni un tercio de mí polla, sacaba hasta la base de mí capullo y volvía a meter un poco, así lo hizo varias veces, yo sentía mí polla estallar, no me podía creer que la tuviera dentro de ese culo, dentro del culo de la mujer de porcelana, era una pasada. Sobre todo porque después de sacarla y meterla varias veces empujó ella su cuerpo y vi como mí polla desaparecía dentro de ese culo, se la había metido hasta los huevos.
.-Joder!! Joder!! Que polla tienes!! Me vas a rajar el culo!!
Ese culo quemaba, estaba ardiendo. Sentía todo el conducto palpitar, no solo el esfínter, volvió a sacar y meter, esta vez más rápido, varias embestidas más y era yo quien la tenía sujeta por las caderas y embestía todo lo fuerte que podía y todo lo hondo que podía mí polla en ese culazo. Ella no paraba de gemir. Y yo no iba a aguantar mucho más así. Ver como se formaban ondas en esas nalgas iba a hacer que me corriera enseguida.
.-Córrete!! Córrete!! Me vas a reventar!! me vas a reventar!!
La cogí fuerte por las caderas y la dejé todo lo adentro que pude. Sentía las contracciones de su conducto y como salían todos y cada uno de los chorros que le metí en el intestino. fue la mejor corrido que recordaba en mucho tiempo. Mí cuñada se desplomó en la cama, podía ver como ese agujero seguía abierto y palpitando, era una pasada. Ya no tenía sonrosado el borde, estaba oscuro como todo el contorno. Se volvió a poner a cuatro en la cama, yo seguía de pie, sujetando mí polla, se vino derecha y se la metió en la boca, me la chupó como sí le fuera la vida, incluso llegué a cogerla por la cabeza y meterla todo lo que pude dentro de esa boquita, ella me la relamía. En ese momento vi a mí suegra en el quicio de la puerta del dormitorio. Estaba con la boca abierta mirando como su hija se metía mí pollón en la boca, debía estar viendo el culo abierto de la hija y como le salía mí lefa de él. Ella no dijo nada, solo me hizo señas advirtiendo que los demás estaban por llegar. hice parar a mí cuñada y le dije que se vistiera rápido que me había parecido escuchar ruidos.
Salió disparada, se colocó la camiseta y recogió el bikini del suelo, no se dió cuenta que la madre había entrado en el baño que estaba junto a la habitación, yo me subí la calzona y me acerqué al baño, abrí y mí suegra estaba sentada en la taza del váter. Se levantó cuando terminó de hacer pipí, se subió la braga, había visto el bajo vientre de mis suegra. Tiró del vestido y se lo sacó por la cabeza, quedó en braga y sujetador. Una braga de algodón que tapaba todo su vientre y un sujetador tipo faja que comprimían sus dos inmensas ubres.
Yo no me atrevía a decir nada, pero estaba claro que sí no había puesto el grito en el cielo cuando nos vió, era por algo. Se quedó un momento delante del lavabo con las manos apoyadas en él. Me coloqué detrás y llevé mis manos por sus laterales y apreté esas inmensas moles. Estaban muy blandas.
.-Ufff!!! Que calor hace!! Sal que los demás están al llegar!!
Estaba claro que me iba a follar a la madre de mí mujer.