La foto

- Te gusta ¿eh? marrano, -me replica alzando su desnudo culo-, te gusta sobarme bien el coño ¿eh?, pues méteme bien mano que hace mucho que mi marido no me disfruta, dame gustito, dame gusto que como tú dices los juegos de antes me han dejado más que a puntito.

La foto

Nunca pensé que aquella boda iba a ofrecerme una oportunidad única para...., bueno, ... tal vez convenga que lo leáis primero.

El caso es que el viernes pasado tuvimos boda familiar y el caso es que como siempre, mi cuñada era la más estirada de la fiesta aunque bueno, justo es reconocer que la tía no solo está realmente buena sino que viste de película y precisamente ese día llevaba un vestido rojo largo y bastante pegado al cuerpo que la quedaba como un guante y hacía -cosa que ella sabía perfectamente - que las miradas se volvieran a su paso.

Y eso era algo que a ella le gustaba especialmente aunque creo que también a mi cuñado que se pavoneaba a su lado disfrutando de ser el centro de la escena, ya se sabe, pareja de éxito, él , joven y rico empresario exhibiendo esposa guapa y posiblemente mucho mas inteligente que él.

En fin, pienso en ello mientras se acerca, la sonrío y viene hacia mí presurosa, la verdad es que soy el cuñado que mejor la cae, no se porqué pero siempre me dedica una sonrisa y me pregunta muy interesada por mi vida, claro que como solo nos vemos una o dos veces al año la cosa me parece bastante normal.

Nos saludamos cordialmente, dos besos en las mejillas, me da tiempo a aspirar su colonia, huele muy bien y está guapísima, se lo digo al oído y finge ruborizarse mientras sonríe y se pone aún más atractiva.

Cambiamos dos o tres frases antes de que se dirija a saludar a otras personas. Sonrío para mis adentros, no cambia nada, nada, sigue tan altiva como siempre, inalcanzable para los mortales, salvo, eso si, que estén forrados como su maridito.

La veo alejarse, el vestido le marca los contornos del cuerpo silueteando sus caderas y nalgas, sus pequeñas braguitas apenas le marcan la cinturilla, pues si que tiene buen culo mi cuñada, pienso para mí mientras no se porqué me viene a la mente un libidinoso pensamiento imaginándome a mi estirada cuñada dándose un buen revolcón con el camarero, sonrío nuevamente para mis adentros y descarto la escena, esta es tan pija que es incapaz de mancharse.

Durante un rato degustamos el cocktail y luego pasamos a la cena. Miro las mesas y veo que nos han repartido a y a mí me toca en la mesa con mi cuñada y otros amigos. A mi cuñado le toca un par de mesas más allá, vaya tontería pienso, pero en fin, protocolo de bodas.

Ese día no porqué cargué con la cámara de fotos y retraté a todos e incluso en la cena me dio por juguetear y coloqué bajo el mantel la cámara bien sujeta entre mis piernas para hacer fotos tontas y la verdad es que disparé un montón de fotos sin que nadie lo advirtiera y sin mayor pretensión que echar luego unas risas.

Lo pasamos realmente bien durante la cena, éramos todos más o menos de la misma edad y la conversación resultaba fluida, mi cuñada estaba casi enfrente mío sentada entre Jorge, un amigo de antaño que residía ahora en Sevilla y Luisa, la joven novia de este.

He de reconocer que ese día mi cuñada estaba especialmente alegre, charloteando y riendo constantemente, cosa que achaqué yo al vino dado que por momentos me parecía que se sonrojaba removiéndose inquieta en la silla.

Jorge a su lado no paraba de contar historias de viajes que su joven novia remataba y he de reconocer que algunas resultaban cuando menos atrevidas y picantotas, pero bueno, ya se sabe que en las bodas todos nos dejamos llevar siempre un poco....

Y así, entre risas y copas llegamos a la tarta y de esta al champagne y en un rato más anunciaron el inicio del baile.

Mi cuñada, que por cierto estaba acalorada y simpática como nunca la recordada hizo unas últimas risas sobre su urgente necesidad de ir al lavabo y se levantó dirigiéndose taconeando hacia el servicio mientras no pocas miradas – entre ellas la mía para que engañarnos - admiraban su culo.

Enseguida el grupo se fue levantando y Jorge y su novia se dirigieron con los demás hacia la zona de barras. Me quedé deliberadamente sentado, tenía que sacar la cámara sin que la vieran y mientras fumaba el último pitillo la saqué de su escondite y por hacer el tonto me puse a ver las fotos.

Casi me caigo de culo. La tontería esa de colocar la cámara debajo de la mesa me había dejado grabadas unas imágenes altamente escandalosas.

La primera e impactante era un buen plano de lo que ocurre bajo las mesas y no se ve, bueno si, se ve en la foto que retrata con una realidad morbosa nada menos que los muslos mi estirada cuñada, no me cabe duda, es ella, con el vestido rojo arrebolado en la cintura mientras visitada íntimamente por una mano dentro de las bragas.

Joder, pienso, la postura de mi cuñada es realmente escandalosa, tiene los muslos totalmente desnudos y abiertotes y además está ligeramente echada hacia adelante para que los atrevidos dedos la visiten más profundamente y desde luego que lo hacen, aplico el zoom y bueno la cosa está tan caliente que hasta la veo brillos de humedad en sus bragas.

Vaya, vaya, pienso para mis adentros impactado y para que engañarnos deliciosamente sorprendido y excitado al tiempo en que doy marcha atrás rápida en la cámara y busco la primera foto bajo la mesa.

No se como no me di cuenta durante la cena, caray con el bueno de Jorge, pienso como un rayo mientras abro la fotografía y rememoro los colores de mi cuñada, que fuerte, una paja en directo bajo la mesa, eso si que es morbo.

Siento que me excito, joder la secuencia es toda una historia. En las primeras fotos, que hice al azar y moviendo la cámara bajo la mesa me encuentro con que casi todas las tías han alzado su falda para no arrugarla y claro pues que enseñan todas las bragas y por cierto las poses son variopintamente exhibicionistas, me parece divertido y sigo mirando, que bien, todas en bragas, bueno todas no, mi cuñada tiene el vestido bien abajo aún.

Paso más fotos y de pronto aparece la mano de Jorge, no hay duda tiene que ser la de él, joder, foto a foto se ve como la mano va subiendo y como mi cuñadita se va dejando hacer. Vaya, vaya, pienso mientras alzo la vista buscando al pirata de Jorge por la barra.

Y vaya por Dios, en ese momento le veo ir hacia los lavabos. Busco a mi cuñada, no ha vuelto, huy, huy, esto, visto lo que estoy viendo, parece que puede llevar a algo más.

Y como no puedo resistir una tentación me levanto disparado y me voy a los servicios en pos de Jorge mientras sigo mirando las fotos, joder con mi cuñada, observo una tras otra, en estas ya se deja levantar la falda, bueno más que se deja ayuda, levanta el culito y todo, ahora en esta ya enseña las bragas, que ricas si, abre los muslos y ahora si que la mano se dispone a darle gusto y vaya si lo da, no sabia yo que había tirado tantas fotos pero esto parece casi una peli erótica.

Llego al baño de mujeres y sin darme cuenta la polla se me ha puesto dura del todo y me abulta el pantalón, menos mal que con la americana y la cámara puedo disimular al asunto, joder me he puesto como un chaval y no me extraña porque mi cuñada está como un queso.

Antes de entrar miro en derredor, no hay nadie entro delicadamente sin hacer el menor ruido y escucho, aunque parece no haber nadie si lo hay, pequeños e inconfundibles ruiditos suenan al fondo y si no me equivoco mucho...., y no, no me equivoco, en un instante voces apagadas se escuchan jadeantes y yo que soy un lince reconozco la voz de mi cuñada, que gemidos tan ricos, joder con lo estirada que parece y luego es toda una guarrilla, pienso mientras una veloz idea salta en mi cerebro.

Un pequeño y libidinoso demonio me sopla ideas lujuriosas en mi oído y decido en un instante que el bueno de Jorge no va rematar la faena con mi cuñada no, eso me va a corresponder a mí.

Y como una centella hago como que entro en el baño taconeando y doy el grifo. Los ruiditos del fondo se acallan de golpe. Apuro unos segundos más y salgo taconeando y me acopló en la primera columna.

En poco más de unos segundos mi cuñada sale del baño muy arregladita y aparentemente fresquita, salvo eso si, para quienes como yo son conocedores de lo que estaba haciendo allí mismo apenas hacía unos instantes.

La miro y no puedo evitar que mi erección aumente. Pienso en sus muslos prietos, en sus bragas que imagino más que calientes y húmedas, en el rico y mojado coño que debe tener ya a estas alturas y me empalmo más.

Y claro dejo que el demonio rojo me lleve y mientras la veo dirigirse hacia la terraza decido llevar a cabo mi plan.

Mientras la sigo miro de reojo hacia los servicios, Jorge sale y haciéndose dignamente el equivocado se dirige hacia la barra y se junta al grupo de su novia.

Bien, campo libre por ese lado de momento, veo que mi cuñada de camino a la terraza se acerca al grupo donde se encuentra su marido, le dedica un par de sonrisas y enseguida le dice que va a tomar un poco el aire.

Si, si, el aire, bendito cuñado, pienso para mis adentros mientras apuesto por que mi cuñadita va a tomar otras muchas cosas esta noche y precisamente por esa rajita que tanto necesita el aire.

Mi cuñado sigue con sus peroratas acostumbradas hablando de empresas y cosas así, creo que es lo que le pone y además tiene público interesado, vamos que va a estar entretenido un buen rato.

Mejor, campo libre del todo, preparo mi jugada y pido dos copas: " Habana con cocacola ", justo lo que toma siempre mi cuñada. No la quito la vista de encima, la observo colocarse casi al fondo en una zona algo apartada, vaya, vaya, tal vez mi cuñadita pensaba continuar allí los juegos, pues no creo que a Jorge le suelte ya su novieta, no, pienso mientras miro hacia su grupo y veo como esta le suelta un morreo increíble.

Me concentro en mi cuñada, está increíblemente rica y seguro que también increíblemente caliente, si, primero juegos bajo la mesa, luego, juegos en el servicio, huy, tiene que estar ardiendo, esto se pone al rojo y estoy tan caliente que me lanzo a la acción.

Salgo a la terraza, me dirijo hacia ella y enseguida la ofrezco la copa:

Estás divinamente guapa,-la digo, mientras alzo la copa en un brindis-.

Adulador,-me contesta con un gesto muy típico de ella- , ¡adulador!, me insiste.

No, que va, - remacho yo - se ve que te sientan bien las bodas, estás radiante, anda, déjame que te haga una foto, estás guapísima.

Venga tonto,- mi cuñada está simpática y me hace unas poses.

La tomo varias fotos y pongo en marcha mi plan tratando de picar su curiosidad:

Pues si, hoy estás realmente bárbara y hasta diría que ahora te queda mejor el vestido.

Alza la vista algo intranquila ante mi tono de voz y me responde:

¿Cómo que ahora? , huy, tu ya has bebido

No, que va, que va, - la respondo y prosigo lanzado – verás es que sin ropa interior te queda como mucho mejor.

Oye rico – me espeta ella sin enfadarse – una cosa es que me hagas fotos y otra que te pases ¿no?

Perdona, perdona, la digo, apaciguándola pero es la verdad, te queda mejor sin nada debajo.

Además, - me responde ella haciéndose la picada -, ¿ como sabes que yo no llevo ropa interior listillo?

Vaya mi cuñada a la defensiva pero entrando al trapo al final.

Porque el vestido es súper ajustado y no se te nota nada.

Vaya por Dios,- me contesta con una graciosa exclamación- vamos que te has pasado toda la noche mirándome el culo para tratar de descubrir que hoy no llevo braguitas, vaya, no sabía yo que mi cuñado era tan pervertido, no – mi cuñada, satisfecha de su explicación finge un enfado haciendo un mohín con los labios que aumenta el morbo de su boca algo increíble, al menos para mí que estoy ya en otros pensamientos

Bueno, la verdad , titubeo ..

Vamos, ladrón, reconoce tu pecado, no me has quitado ojo desde el primer momento.

No, no, bueno si, verás, es cierto, no te voy a engañar y además si lo hiciera te parecería peor porque se que te gusta que te miren, vamos que si, que me he fijado desde en ti hoy el primer momento y es que hija la verdad estás realmente buena - lanzo mi frase y no puedo evitar fantasear mientras imagino lo húmedo que debe tener ya el coñito-.

Vaya, vaya, picaron, a ti las bodas y las copas te sueltan la lengua, pues si, vale, el vestido es muy estrecho y era mejor no llevar nada debajo, nada más- mi cuñada alza las manos como queriendo decir: "sin problemas", luego prosigue: no pensaba yo que iba a encontrarme precisamente con ojos de rayos X como los tuyos, guarrete.

Mi cuñada ríe de su gracia y se siente satisfecha y brinda conmigo.

Bueno..., prosigo yo, el caso es que yo no he dicho que tú vinieses a la boda sin braguitas...

¿Como dices?, salta ella

Pues eso, que lo que he dicho sin ropa interior ahora te quedaba mejor el vestido.

¿Y tu como sabes que me las he quitado listo? – la frase la sale automática y se la escapa y se da cuenta al instante que acaba de corroborar mi afirmación-.

Pues verás, - la contesto - lo se por varios motivos, el primero por que me dejé la cámara bajo la mesa y ...

¿Que?- la cara de mi cuñada es todo un poema-

Pues eso, que sin darme cuenta estaba la cámara en automático y tiró un montón de fotos, por cierto muy nítidas y realmente

¿Fotos?, que me estás diciendo – la noto tensa y nerviosa.

Nada mujer, no pasa nada, - la contesto y me acerco para susurrarle: "verás, en las fotos que hice antes, bajo la mesa, se te ven precisamente unas braguitas, por cierto preciosas, en fin, que por eso se que te las quitado después, bueno por eso y también por – dejo caer mis palabras-, bueno, el caso es que lo se lo se, anda mira , mira.

La dejo la cámara y pongo la última de las fotos, estupefacta la mira y descubre que efectivamente sus muslos están allí retratados.

Y como sabes que soy yo ¿listillo? -me espeta muy digna-

Bueno la apaciguo, tal vez el vestido rojo ¿te parece poco?

Pues si,- me contesta- solo es un trozo de falda subido en la cintura de cualquier mujer- mi cuñada trata de estar todo lo fría posible pero mira la foto realmente nerviosa-.

Ya, claro, pero.., -manipulo la cámara-, si miramos más fotos atrás ...

Mi cuñada se envara y mira helada como su precioso vestido se muestra aun por los tobillos bajo la mesa, paso rápidas las fotos y la secuencia no deja lugar a dudas, la mano va subiendo la falda libidinosamente hasta dejarla en bragas y aún más

Por Dios... musita ella

Tranquila, tranquila , las fotos están en muy buenas manos

Borralas, -me dice-, vamos, borralas.

Me acerco más a ella y la susurro

¿Sabes? Pienso que tienes que haberte quedado muy caliente.

Eres un guarro, -me dice haciendo como que quiere volverse a la fiesta pero sin moverse del sitio-.

Espera, espera -la digo-, te faltan por ver aún las mejores fotos, son más interesantes

¡Más fotos!, -contesta horrorizada y no se porqué entiendo que un punto interesada-.

Antes contéstame a mi pregunta: ¿sigues caliente?, sabes, le susurro al oído nada más ver tus fotos se me ha puesto dura de golpe.

Ah si, me contesta esquiva y muy digna me dice: Vale, me has pillado pero ha sido solo un juego picante bajo la mesa nada más, solo un juego atrevido pero nada más, no vamos a hacer un mundo por ello ¿no?

Hago como que no la escucho e insisto en mi pregunta:

  • Quiero saber si estás caliente, ¿tienes húmedo el chochito tras tus otros juegos?.

Oye, -me contesta-, no se que a que otros juegos te refieres, -me dice esquiva-, oye, esto todo una broma ¿no?

No, ya te dije que había más fotos y no me parecen a mi de un juego solo picante precisamente sino más bien otra cosa, ya sabes los servicios – me juego un farol sobre lo que no tengo y rindo con ello su fortaleza-

¡Oh! exclama aturdida, bueno yo verás ...

No, no, no te preocupes, no, las fotos son solo mías y tuyas si quieres.... aunque -le susurro ardiendo de deseo-, también podríamos continuar el juego y tal vez esa rajita tuya podría estallar en lo que largamente lleva tiempo ya deseando.

Me coloco a su lado, mi polla erecta roza contra su cadera, la nota y no se retira, dejo que mi mano pase por detrás de su espalda, mi cuñada se deja hacer, contengo la respiración y mis dedos se posan sobre sus magnifico culo, joder , mi cuñada tiene un culo de fábula, aprieto levemente mientras la susurro:

Claro que tal vez aquí puedan vernos ...

Al tiempo mi mano se pierde ligeramente por detrás de su culete, noto como separa las piernas y presiono levemente sobre la rajita de sus nalgas perdiéndome en busca de su sexo.

Mi cuñada se deja hacer y fingiéndose la distraída alza el culo y mi mano a su vez comienza a alzarle la falda, Dios, estoy como una moto, lentamente subo la tela y alcanzo a toquetear su piel, guau, está deliciosamente caliente y yo morbosamente excitado y más que dispuesto a que mi estirada cuñada disfrute de la mejor boda de su vida.

Con habilidad felina deslizo los dedos entre sus muslos, la humedad de su sexo ya ha impregnado su piel y mi cuñada, que además de estirada es toda una guarrilla alza sus caderas y me ofrece un mejor avance.

No me hago de rogar y mis dedos se pierden en su caudalosa raja. Dios. Sin bragas mi cuñada tiene el coño completamente encharcado y deliciosamente hinchado, los juegos anteriores han debido ponerla a dos mil y yo ardo ya de deseos de disfrutarla más íntimamente.

La toqueteo el coño impúdicamente y disfruto de su sexo sin poder creerme mi suerte, Dios, mi estirada cuñada tiene un coño que haría volverse loco a cualquiera, labios hinchados y fina pelusa que anticipa un sexo divinamente rasurado, tengo la polla a mil y a dos mil se me pone cuando ella levemente comienza a rozar el bulto de mi paquete con su mano.

Le meto mano por detrás y alcanzo a pellizquearle el clítoris que deliciosamente erecto e increíblemente pegajoso de femeninos jugos me espera incitante, mi cuñada deja escapar un pequeño gemido, mis caricias la están rindiendo y su mano parece disfrutar recorriendo todos los contornos del bulto de mis pantalones.

Me pego más a ella y la susurro:

Estas caliente cuñadita y muy mojada , creo que necesitas una polla que te calme

Siiiii , gime ella rendida por mis libidinosas caricias jadeando en voz queda y fingiendo reírse de alguna de mis ocurrencias.

Vaya, mi cuñada es toda una guarrilla ¿eh?, ¿quieres polla? , pues tendrás que pedirla ¿sabes?

Quiero polla me contesta rauda al oído con voz ronca, quiero polla insiste apretando firmemente con su mano mi erecto miembro.

Que calentona me has salido cuñadita y que rico tienes el coño guarrilla.

Te gusta ¿eh? marrano, -me replica alzando su desnudo culo-, te gusta sobarme bien el coño ¿eh?, pues méteme bien mano que hace mucho que mi marido no me disfruta, dame gustito, dame gusto que como tú dices los juegos de antes me han dejado más que a puntito.

Mi cuñada está lanzada, su coño liba jugos sin cesar y sus muslos se tensan como si todo en ella estuviera a punto de estallar, estábamos un poco alejados en la terraza y aunque nadie podía ver directamente los juegos que hacíamos por detrás de su vestido sí nos veíamos obligados a saludar de vez en cuando a gente y era todo un morbo ver a mi cuñada alzando grácil la copa mientras como una zorrita se dejaba trabajar por detrás bien el coño por mis dedos.

Su coño estaba más que a punto y mi polla ansiaba ya probarla.

Estás segura de que quieres polla, le susurro calentísimo.

Si, si, dámela ya, la necesito -me contesta ardiendo de rubores como una jovencita-.

Pues si la quieres ¡sácamela! – la incito-.

¡Aquí! -exclama ella morbosa y encendida- , ¡tu estas loco! .

El que algo quiere- la incito más- , si quieres polla vas a tener que sacármela.

Mi cuñada está en un puro grito, su cuerpo se va y se viene en contracciones, su coño me empapa los dedos, tiene la raja divinamente mojada y aun más se le empapa cuando se acomoda tapando con su cuerpo el mío, noto su mano nerviosa hurgando en mis pantalones:

Estas loco- me dice -, pero deseo tu polla, ¡la deseo!

Y en un instante su mano se mete en mi pantalón, Dios noto sus dedos nerviosos toqueteándome el paquete y enseguida me la saca, Dios mi cuñada está increíblemente caliente y atrevida, sus dedos me aferran la polla dejándola completamente desnuda para sus juegos, tironea de la piel y deja todo mi capullo al aire:

  • Así te gusta guarro- me dice calentona-.

  • Más te va a gustar a ti cuñadita mi polla, -la contesto sin dejar de sobarle el chochito-

  • Eres un pervertido - me contesta con el coño en un puro grito- , pero… ¿ vas a follarme?

Sus palabras me excitan como a un joven:

No te quepa la menor duda cuñadita, -la contesto disfrutando de sus meneos sobre mi polla-.

Mientras le meto los dedos en el chocho gime profusamente, su coño no parece ya poder aguantar más, la situación no puede ser más morbosa y me lanzo a disfrutar de su primera corrida que a buen seguro degustaré con mis labios en pocos momentos.

La meto mano todo lo lujuriosamente que la situación permite y mi cuñada me entrega sus primeras mieles y jadeando en voz baja me susurra:

  • Me vas a hacer correr cuñado, Dios, que gusto me das cabrón, así, ahí, ahí

Y ahí que le doy todo el gusto del mundo, mi cuñada se derrite con mis juegos y mientras la gente ajena a todo disfruta de la fiesta mi cuñadita disfruta de su primer orgasmo, guau, se corre como una loca, su coño se estremece de gusto, se retuerce felina y suavemente mientras se corre y me riega de jugos que empapan hasta los muslos, Dios, que corrida, mi altiva cuñada parece tener una fuente en el coño, su chichi liba viscosos jugos sin cesar sin que en ningún momento deje de apretarme la polla, Dios, mi cuñadita me calienta como a un jabato.

Durante unos instantes disfruto del palpitar de su sexo que lentamente y entre pequeños espasmos va volviendo a su ser, mi cuñada está empapada, puedo oler el aroma de su femenino sexo y ansío poseerla cuanto antes.

Vuelve en si radiante y satisfecha

  • Gracias, me dice ruborizada, Dios, que rico, que rico, pero ahora necesito tu polla , -su voz suena ronca de deseo y no necesito más animación-.

En un momento componemos las ropas, estoy tan caliente que a duras penas me puedo meter la polla en el pantalón. Mi cuñadita está radiantemente bella y solo un avezado observador advertiría que en su rostro brilla el placer de la lujuria recién disfrutada y de la que aún habría de disfrutar.

Haciéndonos los distraídos volvemos hacia la fiesta como jugando con la cámara. Por unos instantes mi cuñada se aleja de mí y se dirige nuevamente al grupo de su marido y atrevida le agarra del brazo.

Algo le dice al oído, él sonríe y ella señala otra copa y la pista de baile, mi cuñado asiente y vuelve rápidamente a su interesante conversación, que bien , pienso y me dirijo raudo hacia el garaje olisqueando el íntimo perfume que su sexo dejó en mis dedos.

Mi cuñada me sigue y apenas ambos traspasamos la puerta la cojo de la mano llevándola hacia la zona más oscura, justo donde se encuentra mi coche.

Como dos novatos nos buscamos, nuestros cuerpos se giran, la beso, sus labios, húmedos de deseo me esperan y me comen, su cuerpo se retuerce estrechándose contra el mío, mi cuñadita está realmente caliente, la alzo las faldas de golpe y la dejo semidesnuda para mí.

Apenas hay luz pero siento sus divinos muslos desnudos y me lanzo a toquetearlos mientras entre trompicones avanzamos hacia mi coche.

Nos besamos nuevamente y las manos vuelan, sus dedos buscan mis pantalones y en un instante mi cinturón salta por los aires y en nada me deja con todo al aire, tengo la polla como un mástil y mi cuñada no parece dispuesta a perderse esta oportunidad.

Mientras me besa me acaricia lujuriosamente el pecho, el vientre, luego inicia un vertiginoso descenso y su lengua me lame el cuello y en un instante la siento reclinarse y me engulle la polla.

Dios, que caliente, que rico, salto de placer, mi polla se encabrita se endurece más en su boca, sus labios me comen por momentos y me la engulle casi hasta el fondo, siento mi capullo muy dentro, su lengua juega danzando y jugando me vuelve loco de placer y poseído de lujuria me inclino a mi vez y le toco las tetas por encima del vestido, Dios, que tetas tiene mi cuñada y la muy guarra no lleva sujetador, deslizo el vestido hacia abajo y dejo sus tetas desnudas y mientras mi cuñada me la mama cada vez con mayor intensidad le sobeteo bien los pezones gruesos y jugosos.

Me pone a mil, me chupa la polla , me come los huevos, parece tener hambre atrasada, mi cuñada está como loca, me lame y me besa la polla como una fiera, la escucho jadear de deseo y casi sin poder resistir más la alzo, me besa, su cuerpo tiembla de placer y su boca sabe a mi polla, me excita, le toco por todas partes y me come a besos mientras la meto mano en el coño aun más encharcado que antes.

No puedo resistir más mi deseo, como un colegial la apoyo contra la pared, Dios, con la falda en la cintura está divinamente lujuriosa y con las tetas al aire me pone a cien mil, mi polla apunta ya al infinito, acoplo mi cuerpo al suyo, ella abre las piernas, siento el calor de su sexo y mi polla se encabrita hociqueando entre sus vaginales labios.

Alza la pelvis hacia mí y empujo, mi polla se desliza dentro de su coño y exhalo un gemido de placer, Dios. Su coño se abre lentamente, está deliciosamente húmedo y empapado. Empujo más y se la clavo hasta el fondo, jadea y exhala un pequeño gritito, mi polla la empala, me reclino ligeramente hacia atrás y la aferro de las caderas y sin poderlo resistir empiezo a bombear en su interior.

Su coño es todo lujuria, cada metida una oleada de placer hace que mi cuerpo se sacuda, cada embolada es respondida por grititos de gozo de mi cuñadita que enardecerían a un pueblo entero, la chica es todo un volcán y está entrando en erupción.

Mi polla está super caliente y siento que engrosa dentro de su dulce coño, se la meto más y más y ella empieza a anunciarme una nueva corrida, Dios, me empapa la polla y hasta los huevos, mi cuñada suelta ríos y ríos de lava mientras empieza a correrse de nuevo, grititos desplacer anuncian su orgasmo, su coño se estrecha y mi polla se la clava sin descanso, estoy a tres mil y su corrida me está llevando al punto de no retorno.

Mi cuñadita se corre entre espasmos de placer, sus caderas restallan y orgasmea en el mejor sentido de la palabra mojándome de ricos y calientes fluidos mientras me la follo de pies, su placer no parece tener fin y empalma un gozo con otro y casi no lo puedo resistir más.

Sus tetas se bambolean al ritmo de mis metidas y siento que mi leche va a saltar en cualquier momento, mi polla se hincha más en su interior y ella lo advierte y ansiosa me urge:

Dame más , dame más, dámelo todo

Y claro le doy todo y más, estoy fuera de mí, mi cuñada tiene un polvo espectacular y allá su maridito si la desaprovecha, le clavo la polla hasta el fondo y disfruto de su estrecho sexo, su coño chapotea de jugos mientras mis huevos chocan contra sus muslos y Dios, ella misma se estruja las tetas presa del delirio más carnal.

Estoy más que a punto de estallar y de pronto mí cuñadita me hace la proposición más indecente de la noche:

  • Fóllame el culo, fóllame el culo , me incita con voz ronca de deseo.

Sus palabras restallan como un libidinoso latigazo en mi cerebro y mi polla se endurece como un palo, Dios

Vaya – la contesto con voz entrecortada – a la guarrilla de mi cuñada la gusta que la den por detrás.

Siiiiii, me responde mientras pequeños grititos escapan de su garganta, mi cuñada se corre nuevamente, la sola idea de tener mi polla en su entrada más prohibida la pone a mí y su coño se derrama mojándome con sus caldos.

Apenas repuesta de sus últimos estertores la giro y a trompicones la apoyo contra el coche que tengo más cerca, con el culo al aire e indecentemente recostada sobre la aleta del coche mi cuñada es como toda una impúdica proposición.

La miro ansioso, me voy a follar ese pedazo de culo, separo con mis manos sus nalgas, están prietas y me encabrito, el pequeño agujerito de su culo me espera y Dios me vuelvo loco admirándolo, la muy guarra alza el culo y me enseña toda la raja indecentemente calada de sus blancos jugos, mi cuñadita me está resultando toda una zorrita y me está volviendo loco de placer.

Como un poseso la devoro con la mirada y raudo la meto mano por doquier, mis manos se deslizan en su coño y se meten en su chocho para impregnarse bien de sus jugos, enseguida los paso bien pringados por la rajita de su culo y mi cuñada simplemente se vuelve loca.

Su cuerpo responde a cara caricia con una excitante contracción, sus caderas ondulan en un sensual baile y todo su cuerpo se entrega a los juegos más prohibidos, la meto un dedo y su tierno culito se abre y mi cuñada grita de placer, Dios, tiene el culo estrechito pero tiene tanta hambre que enseguida la meto dos dedos y ahora sus gemidos son constantes.

Mi polla golpetea completamente erecta contra sus muslos, me pego a su cuerpo y deslizo mi polla por su raja, Dios, estoy increíblemente caliente suavemente la apoyo en su entrada más prohibida, mi cuñadita alza el culo y ella misma empuja para metérsela, Dios , con cada movimiento mi polla se hunde más en su interior, es increíble, su culo arde y me quema la polla.

Me vuelco sobre ella, toda mi polla está dentro de su culo y mis huevos chocan contra sus nalgas, la escucho gemir quedamente, su respiración es agitada, deslizo mi mano y la meto en su coño, Dios, como me pone tocarle la raja desnuda y tan empapada mientras la empalo por el culo.

Durante unos instantes disfruto de su raja y mi cuñadita se derrite de placer, los anillos de su culo me aprietan la polla y su chichi es todo un volcán en erupción.

Sin poderlo resistir ni un solo segundo más comienzo a culear dentro de ella, Dios , me vuelve loco de placer, cada metida me lleva casi al infinito, mi cuñada tiene el mejor culo que uno pueda imaginar y encima se mueve como una gata en celo bien ensartada por detrás.

Empuja su culo contra mí, la gusta bien dentro y se la clavo hasta el mango, mis pelotas arden de deseo y creo que no voy a poder resistir ni un segundo más.

Gime, jadea y se retuerce de placer mientras de su coño liban miriadas de jugos, no puedo resistirlo, sus gemidos me llevan al éxtasis y siento que mi corrida se escapa.

Mi polla se hinca en su interior y de pronto todo salta, borbotones de semen salen disparados inundando el culo de mi cuñadita, Dios, que gusto, mi caliente leche dispara un nuevo orgasmo en mi cuñada,. Está como loca, su coño se mueve frenético y la ordeño toda la leche, Dios , que corrida, que corrida.

Me corro a manguerazos dentro de su culo empapándola más la raja mientras mi cuñada se derrite en el último goce jadeando como una tigresa, Dios, todo su cuerpo tiembla en los estertores del orgasmo y me entrega las últimas y cálidas mieles de su sexo.