La Foto - 2

Cuando desperté me quede pensando en los acontecimientos del día anterior, la foto, motivo de todo ello; Rufino, Hugo y el mensaje suyo que acababa de leer…”date una oportunidad”

Cuando desperté me quede pensando en los acontecimientos del día anterior, la foto, motivo de todo ello; Rufino y su grandísima pija, Hugo y la cogida perfecta esa noche y por último el mensaje suyo que acababa de leer…”date una oportunidad”

Me levante rápidamente y me fui a tomar un baño, todavía hervía mi cuerpo con la excitación del día anterior y pese a la noche de pasión vivida, ante las palabras y el mensaje de Hugo estaba tan o más caliente que al principio.

No me quise ni tocar en la ducha para no masturbarme, al contrario me bañe rápidamente con agua  muy fría y volví al dormitorio a elegir la ropa del día… como si fuera una premonición y un impulso a decidirme apenas abrir el guardarropas vi el vestido negro con el que estaba en las fotos… allí estaban también los zapatos de tacones aguja… cayeron las últimas barreras de conciencia que tenia e inicie la ceremonia de vestirme… elegí una ropa interior muy sexy unas bragas y sostén transparentes negros, el vestido que al roce de mi piel me produjo profundas sensaciones, no me puse medias no las necesitaba mis piernas eran muy firmes y resaltaban mejor desnudas.

Pensaba y estaba tan nerviosa como la primera vez que hice el amor, esta vez era más aún porque lo estaba preparando… era la primera vez que iba a intentar entregarme a otro hombre y si todo salía bien hoy conocería la verga que ayer me deslumbro.

Llegue a la empresa cerca del mediodía, al entrar en la oficina sobre mi escritorio había una caja, como esas cajas de archivos para guardar papeles, firmemente atada y dirigida a mí nombre.

Evacue las urgencias que se presentaron y le pedí a Cecilia, mi secretaria, que no me moleste nadie ni me pasen llamadas.

Inmediatamente me dedique a la caja, corte los hilos que la ataban y rasgue el papel que la envolvía… la abrí encima de todo había un sobre con una nota para mí, luego estaba la foto en cuestión, unas bragas mías que se habían perdido hace mucho del baño privado.

Recuerdo que en una ocasión por un problema de salud se me adelanto el periodo y comencé a menstruar en la oficina solo atine a llamar a Rufino, tal era la confianza que le tenía y contarle que no tenía ni siquiera toallas higiénicas; inmediatamente se puso en movimiento y en diez minutos tuve un paquete de toallas higiénicas y unas bragas limpias nuevas… recuerdo que dejé en el baño las que había ensuciado que luego desaparecieron pero no le di mayor importancia al hecho.

En la caja habían además algunas otras chucherías mías de uso personal… abrí la nota y la leí, era de Rufino y me pedía perdón por lo ocurrido, me decía que estaba profundamente enamorado de mi, desde siempre, me rogaba por favor no lo apartara de mi pero si era mi voluntad su renuncia estaba a mi disposición y si así lo quería desaparecería totalmente de mi vida… la verdad me sentí conmovida por los conceptos de la carta y la sinceridad de este hombre.

El ardor que sentía dentro de mí se incrementó; tome el teléfono llamando a Cecilia pero ya se había retirado, mire la hora eran las 14 ya todos se habían ido y no volverían hasta el lunes, era sábado… empecé a llamar a todos los internos posibles hasta que la guardia de la entrada lo ubico en uno de los depósitos y le dijeron que yo deseaba verlo inmediatamente en el salón de recepciones.

Se demoro unos diez minutos hasta que llamo a la puerta

–Adelante- dije con una voz que me salió ronca… ¿excitación?... ¿nervios?... un poco de todo.

Allí estaba en la puerta, inmenso… por lo menos así lo veía… Rufino mide más de 1.90 m. un cuerpo moreno y musculoso fruto del trabajo pesado y el gimnasio, unos brazos como dos columnas que terminaban en unas manos fuertes e inmensas… ya me imaginaba siendo abrazada por ese gigante…

-Pasa Rufino… pasa… toma asiento- le dije

Yo estaba sentada en el mismo sillón de mimbre de la foto y casi en la misma posición, desde su altura seguramente vería el nacimiento de mis pechos por la abertura del escote y mucho mas…

Pasó se sentó en una silla cercana… -Ud. Dirá señora- dijo tímidamente.

-Para empezar no me digas mas Señora… de hoy en adelante entre nosotros para vos soy solo EVA… ¿si?-

-¿E… e… e… va? Preguntó sorprendido

-Si, Eva, ¿no te gusta mi nombre?-

-No… digo si señora Eva-

Se veía que estaba nerviosísimo, su voz temblaba, sus manos temblaban y transpiraban… ¿Qué pensaría? ¿Se jugaba su futuro? ¿Que pretendía de él?

-Tranquilo Rufino… tranquilo… nada de señora te dije solo EVA-

-Ahora dime… ¿porque lo de ayer?

De repente dejo de temblar y encogerse, elevo los hombros y me respondió con voz firme y segura, convencido de lo que decía:

-Eva… ¿te puedo tutear? Me pregunto

-Seguro Rufino… puedes hacerlo sin problemas- le respondí.

-Eva- continuó.

-Lo hice porque estoy enamorado de vos… siempre lo estuve y porque te deseo a morir-

Me dejo helada de la sorpresa, siempre lo había visto como a un amigo como a un hermano

-Cuando me relaciono con alguna otra mujer es porque en cierta forma se parece a vos físicamente, en los gestos, la voz…. algo- continuó

-Y ¿desde cuándo?. Pregunté

-Creo que desde siempre… pero especialmente y con mayor énfasis desde aquella vez que hubo un accidente en uno de los depósitos por un escape de gas ¿te acuerdas?-

Como no acordarme si fue un momento tenso y peligroso que casi pudo ser tragico.

Continuó -Estabas allí, te desmayaste y yo te levante para traerte a un lugar seguro hasta que viniera la asistencia médica… mis manos tomaron contacto con tu piel y nunca más se olvidaron de tu suavidad… y cualquier cosa de tu uso personal era para mí la gloria, por eso me quede con tus calzoncitos aquella vez que te vino imprevistamente la regla y por eso tome la foto que pensaba devolver en unos momentos pero adelantaste tu llegada-

-También ese borrador de un poema que escribías y encontré olvidado bajo un fichero, seguramente se te cayo y que dice “Te amo porque no te conozco… te amo porque no te veo… te amo porque no sé donde estas…” lo leí una y mil veces pensando que era para mí-

-Eso es todo EVA… estoy en tus manos, lo que decidas lo cumpliré- terminó y calló.

-Rufino… es hermoso lo que me dices-

Me quede mirándolo, otra vez volvió a ser el niño grandote indefenso… me sentía emocionada, era una declaración de amor, romántica como en las novelas, nunca la había escuchado de labios de un hombre en la realidad.

Nos quedamos en silencio unos minutos que fueron horas… al fin dije:

-Toma… es para ti… ábrelo- le dije a continuación alargándole un sobre.

Tomo el sobre y lo abrió, grande fue su sorpresa cuando extrajo de su interior el portarretratos con la foto…

-Es tuya- le dije… te gusta ¿no?-

-Si señora… perdón… si Eva- respondió estupefacto.

Aun le costaba pronunciar el Eva a secas y tutearme.

-Ese es un pequeño regalo para vos... hay otro más… ¿te diste cuenta que estoy vestida igual que en la foto?-

Me miro de pies a cabeza

–Si, me di cuenta en cuanto entre y estas hermosa… como siempre-

-El otro regalo soy yo-… le dije

Abrió la boca grande sorprendido, se ve que no esperaba esas palabras

-Pero en contrapartida quiero me regales lo que vi ayer cuando te sorprendí mirando la foto-

Le mire descaradamente la entrepierna y pude apreciar como algo crecía dentro de su pantalón y abultaba cada vez más queriendo escapar de su cárcel.

Me acerque a él y estire mi mano hasta tocar ese bulto que crecía y crecía, me sorprendió la dureza y el calor que emanaba.

Le baje la cremallera y desprendí el botón del pantalón emergió el bulto, todavía aprisionado por la tela del bóxer… me anime a bajar el bóxer, quise hacerlo lentamente pero de pronto salto enérgica y vigorosa, como la había visto antes la verga más hermosa que vi jamás.

Casi me pega en la cara que la tenía cerca y quedo allí balanceándose lentamente, se la veía latir, parecía tener vida propia, tímidamente acerque mi mano para tocarla, el contacto fue como tocar un cable con corriente eléctrica, un estremecimiento me recorrió desde la cabeza a los pies… caliente, dura, viva… suave, para abarcarla toda debí usar mis dos manos… al tocar la cabezota un gemido escapo de los labios de Rufino.

Sentí sus manos apoyándose por detrás de mi cabeza y atrayéndome hacia su tranca… comencé a besarla mientras pensaba que por su enormidad no alcanzaría a entrar en mi boca… en el colegio antes de perder mi virginidad era muy buena para mamar vergas… continúe recorriéndola con mi lengüita, arriba, abajo, por delante por detrás, mordisquitos, chuponcitos, acariciar los huevos… desplegando todo el arsenal de recursos “mamatorios” toda una ceremonia, por fin me anime a meterla en mi boca a duras penas entro una parte.

La manos de Rufino no perdían el tiempo, entrando por el escote amasaban deliciosamente mis tetas, pellizcaban mis pezones…

La mamada que le estaba propinando lo hacían “rugir” de pasión… hasta que se vino en mi boca… borbotones de leche… chorros interminables de semen que entraban hasta el fondo de mi garganta, se derramaba por los costados de mis labios, chorreaba por mi cuello llegando hasta mis pechos… saboreé con fruición lo que quedo en mi boca, y la limpie toda, apretándola para extraer hasta la última gota del elixir de la vida, deleitándome con ese gustito particular del liquido del macho.

No sé cuánto tiempo más estuvimos en ese juego, me di cuenta que ambos estábamos desnudos, tendidos en suelo sobre la alfombra… mi cuquita era un mar de jugos… todo el deseo aplacado a medias la noche anterior afloro nuevamente como si hiciera meses que no cogía.

Me besaba la boca, mordisqueaba mi lengua, metía la suya, me estremecí entera cuando me beso el cuello bajando hacia mis tetas que lo esperaban con los pezones duros como piedra… siguió bajando mi pancita, el ombligo hasta mi conchita toda depilada que lo esperaba ansiosa.

Me chupo, froto su rostro contra mi vulva, su enorme lengua me lamio toda, los labios de la vulva, la entrada de la vagina, me mordisqueo el clítoris… estaba en las nubes del deleite…

Sus enormes manos no descansaban ni un instante recorrían mi espalda, aferraban y apretaban mis nalgas, sus dedos recorrían desde la concha al culo…

-¡Por dios que manera de gozar!

Hasta que me vine en una corrida estupenda que rego su cara con mis jugos.

Nos quedamos inmóviles un instante y prácticamente le urgí

-Rufino… por favor la quiero adentro… quiero sentirte… por favor métemela yaaa-

Sin decir palabras me abrió de piernas comenzó a recorrer el canal vaginal con su cabezota… estaba a punto de desmayarme de deseos…

¿Cómo podía ser? Normalmente con una sesión de sexo quedaba satisfecha por varios días… pero desde ayer ya llevaba cuantos orgasmos, me daba cuenta que dentro mío había una puta insaciable que estaba aflorando ante la presencia de una hermosa verga…

Mi cuquita se resistía, nunca se había comido un bocado semejante… la cabezota pugnaba y embestía para entrar… de pronto un terrible dolor mayor aún que la primera vez cuando me rompieron…

-¡Ayyy!… ¡me duele… me duele…! Y me retorcí como esquivando al agresor

Intento retirarse pero lo rodee con mis piernas atrayéndolo…

-No, no, no… no lo saques… metémelo… quiero sentirte, no importa que me duela, quiero que me duela, … partime en dos-

Ante estas palabras lo mando hasta el fondo… no bruscamente pero continuamente…

Lo sentía cuando se abría paso dentro de mi dilatándome toda, entraba y entraba, parecía que no terminaba de entrar nunca hasta que llego al fondo… sentí sus bolas chocar con mi culo… y allí se quedo un momento quietecito, en silencio los dos.

-¡Que belleza mi amor! Que pedazote de pija- exclame

-La tengo toda adentro… la siento adentro… la siento miaaa.. movete papi… por favor… quiero gozarte… quiero que me goces-

Rufino inició un lento mete y saca que fue incrementando… adentro… afuera… adentro… afuera… entrando… saliendo... entrando saliendo…

La sentía completamente que me llenaba toda… la sentía llegando casi hasta mi ombligo… saliendo como cuando estaba pariendo pero la novedad era una criatura que volvía a entrar en el útero… el disfrute era total… hasta la raíz de mis cabellos.

Casi puedo decir que “escuchaba” cuando entraba… era un conjunto de sensaciones que impresionaban todos mis sentidos… casi imposible de registrarlas a todas, de describirlas a todas… solo el placer… solo el placer.

Solo el gustar, el deleite, la belleza… solo los dos en el centro del universo… una sola carne, enchufados, adheridos, empalmados.

Ríos de electricidad era mi sangre en mis venas, el corazón una maquina desenfrenada, un tambor enloquecido… luces… luces… luces.

-¡Haaagggg… mi amoooorrrr… me voy… me voy… me corrrooo!!!…-

Al mismo tiempo se puso tenso en un esfuerzo superior, en un embate final y lo sentí descargarse dentro de mí en largos chorros de amor… de leche caliente que me lleno por completo…

El placer… el placer… el placeeeerrr….

Sentí algo frio en mis labios, abrí los ojos, Rufino estaba al lado mío dándome un vaso de agua.

-Te desmayaste por unos instantes mi amor… me hiciste asustar- me dijo

Demasiada emoción junta

Me acurruque en sus brazos buscando su protección, sentía en mis labios el sabor suyo, olía en el ambiente el olor de nuestros cuerpos, el olor del sexo consumado, el olor a macho y hembra satisfechos, era EVA hembra la manzana y el ADAN después de comerla… el pecado convertido en virtud… lo prohibido admitido.

Recién me fije en mis pechos las huellas de la batalla… unos tremendos cardenales que mañana estarían morados, fruto de los mordiscos y chupones… la ropa de ambos esparcida por todo el salón, la bombacha destrozada ni se había tomado el trabajo de bajármela, lo mismo que el sostén ni consideró desprenderlo simplemente me lo arrancó y ni lo había sentido… macho y hembra dos animales sin razón solo buscando el goce…

¿Como seguiría esto?… ni pensarlo, ni quería que termine,  solo me interesa el hoy, el ahora, ya… de nuevo sentí que un calor subía desde mis entrañas, la hembra buscaba al macho, todavía insatisfecha… todo mi ser pedía mas placer… mas placer… mas placer.

¡Rinnnnggg!... el teléfono ¿Quién sería?...

-¿Señora Eva? De la guardia le hablo… son las 21 hs. Entra el nuevo turno quiero saber si se va a quedar todavía, no hay nadie en la empresa -…

-Descuide… en 15 minutos me voy-

Lo mire a Rufino… le comunique del llamado.

-Vayamos a mi casa, estoy sola- le dije