La firma del contrato

Se dirigió a su maletín y al agacharse para cogerlo, ofreció la vista de sus braguitas.

Esta historia es totalmente real. Yolanda, trabaja como agente comercial en una gran multinacional, por lo que viaja mucho por todo el mundo, es una mujer guapísima, morena , 1.65 de altura, unos pechos bastante grandes, y un cuerpazo. Muchas de las ventas que había conseguido para su empresa, se las proporcionaba su físico, aunque nunca pasó de coqueteos inocentes. Está casada desde hace dos años, ahora tiene 29 años. Nunca le ha sido infiel a su marido, y su vida sexual es bastante activa, pero siempre dentro del matrimonio.

Allá donde va, llama la atención, por su impresionante cuerpo, y porque siempre viste con faldas cortas y camisas ajustadas, que le marcan sus pechos. Le gusta que los demás hombres la miren, y provocarlos con sus movimientos, pero siempre marcando los límites y sin dejar que nadie se acerque demasiado.

Un día, al llegar a la oficina, su jefe la llamó a su despacho. –Hola Sr. Pérez- le dijo al entrar, -Hola Yolanda, siéntate. Mañana tendrás que salir en tren hacia Madrid, debes conseguir que el Sr. Márquez, firme el nuevo contrato que le ofrecemos, es muy importante para nuestra empresa conseguir ese contrato, si no firma estás despedida-.

Muy bien Sr. Pérez, haré todo lo posible-. Su jefe, le dio el billete de tren, y ella salió de su despacho.

Por la noche al llegar a casa, le comentó a su marido que al día siguiente se marchaba a Madrid.- Por cuantos dias?- No sé cariño, hasta que consiga que firme el contrato, supongo que un par de días-. Hizo la maleta para una semana, por si acaso, y se fue a dormir porque tenía que madrugar y le esperaban 5 horas de tren.

Por la mañana se fue hacia la estación del tren, subió a su vagón y le tocó en un compartimento, en los que quedan dos sillones de 3 plazas uno frente al otro, no había nadie más, cerró la puerta del compartimento, y corrió las cortinas para que nadie al pasar por el pasillo pudiera verla. Al estar sola ,pensó que se tumbaría y dormiría durante el viaje. Antes de salir el tren, se abrió la puerta del compartimento y entró un chico de 13 o 14 años, acompañado de su madre- Pórtate bien durante el viaje, y cuando llegues llama por teléfono.- Al ver a Yolanda, le dijo: -señora, vigilelo durante el viaje, que es un crio-. No se preocupe señora, llegará sano y salvo- le contestó.

Al rato de salir el tren, Yolanda se descalzó y se tumbó en el sillón,- Me voy a echar un ratito, no te importa verdad?- El niño hizo que no, tímidamente con la cabeza. Era un niño muy delgado, de pueblo, y era más bien feo, y muy poca cosa.

En poco tiempo Yolanda se quedó dormida boca arriba, estaba rendida. Pasada una hora, comenzó a sentir unas cosquillas en sus tobillos, se rascó con su propio pie, pero al momento volvió a notar las cosquillas. Al entreabrir los ojos se sorprendió al ver que era el niño quién acariciaba sus tobillos. Se hizo la dormida, pensó que dejaria al niño que se divirtiera tocandole un poco los tobillos, así tendría algo que pensar cuando se hiciera alguna paja (por la edad del niño, se podría decir pajilla).

Pero su sorpresa se hizo más grande, cuando notó que el chiquillo empezó a subir sus manos hasta las rodillas, siguió haciéndose la dormida, pero el niño ya comenzaba a subir hasta el borde de su minifalda, que le llegaba a medio muslo. La verdad es que aquel chiquillo la estaba poniendo caliente con sus toqueteos. Nadie nos ve, tampoco pasa nada- penso para si misma.

Entonces el niño, ya lanzado, se fue hacia sus pechos y comenzó a tocarlos por encima de la camisa, muy torpemente. Yolanda pensó que ya era suficiente, haría que se despertaba, dándole tiempo al chico para que se fuera a su sitio, y simular que no notó nada. Pero entonces notó que tenía las braguitas empapadas, aquel niño la estaba poniendo cachonda. Era el primer "hombre" , a parte de su marido, que la tocaba desde que se casó.

Decidió ver hasta donde llegaría aquel chico. La polla del chico, ya estaba dura, desabrochó un botón de su camisa, dos, tres, había dejado sus pechos cubiertos por su sostén a la vista , le acariciaba sus tetas por encima del sostén, los pezones de Yolanda estaban duros y se marcaban en el sujetador. El chico, más atrevido todavía le apartó hacia abajo el sostén dejando sus pechos al descubierto, y le lamió los pezones. Yolanda estaba a punto de correrse, pero debía hacerlo con disimulo, para que el niño no notara que estaba despierta. De repente le vino un orgasmo, intentó no moverse ni gritar de placer, pero se le escapó un pequeño gemido: mmmmmmmm....- El chiquillo se quedó unos segundos parado, pero al ver que Yolanda seguía "dormida", siguió chupando las tetas, insistiendo en sus pezones. Ella estaba gozando como nunca, aquel morbo era demasiado.

Se cansó de chuparle las tetas, y volvió a acariciarle los muslos a Yolanda, cada vez llegaba más lejos, siguió por la zona interior del muslo. Yolanda con disimulo, se lo puso fácil y se abrió un poco de piernas, entonces el chico comenzó a subir y llegó a sus braguitas, empapadas ya. Aquel momento superaba a Yolanda, estaba como una perra en celo, deseaba que se la follara, pero sería dificil que aquel chico llegara tan lejos.De vez en cuando se le escapaban gemidos en voz baja: aaaaaah-.

Entonces le levantó la falda y dejo a la vista sus braguitas blancas, muy sexys, empezó a manosear su coño por encima de su prenda íntima, y en unos segundos ya había metido su manita por debajo de las bragas y le estaba acariciando su rajita. –mmmmmm- un gemido se le escapó a Yolanda, al llegar su segundo orgasmo, pero el chiquillo ya no escuchaba nada, estaba empleándose a fondo con el coño de Yolanda, la cual ya se había abierto lo bastante como para dejar ver toda su raja.

El niño se dio cuenta, que no podía quitarle las bragas, ya que ingenuamente pensó, que la despertaría. Se fue hacia su bolsa de viaje, y comenzó a buscar en uno de sus departamentos.

Sin abrir los ojos, Yolanda pensó que él no había podido aguantar más, y se había corrido, pensó que ya había terminado, pero de repente el niño se acercó a ella con una navaja pequeña, y le rajó las bragas por las tiras laterales, y dejó caer la parte delantera de sus braguitas, y dejó su raja al aire. Yolanda ya no sabia hasta donde llegaría aquel niño, notó como se subió al sillón, se puso de rodillas entre sus piernas y con movimientos suaves la abrió más las piernas.

Estaba tan cachonda, que estaba dispuesta a dejarse follar por un niño de 13 años. El chaval, se sacó la polla, al entreabrir los ojos para vérsela, se llevó una grata sorpresa, para la edad que tenía estaba bien dotado. Se dejó caer sobre ella, y empezó a buscar con su punta el agujero de Yolanda, evidentemente era la primera vez del chico, pero con el movimiento mientras buscaba su rajita, aacariciaba a Yolanda por todo su coño, lo que la ponía muy caliente, Al final acertó ,y se la metió entera en el primer envite.

El chico no se pudo reprimir, y en voz baja dijo: -Joder, que buena está, y me la estoy follando-.A medida que aumentaba la rapidez de sus embestidas, sus comentarios subían de tono:- me la estoy follando,y la muy puta ni se entera,-. Yolanda ya no se reprimía : -si,si,si, -,pero lo hacia como si estuviera soñando.

Las embestidas comenzaron a ser más rápidas, y se corrió dentro de su coño, exhausto s dejo caer sobre Yolanda, sin importarle si la despertaba, y se quedó allí inmóvil, con su polla dentro del coño de ella, la cual en ese momento tuvo otro orgasmo impresionante.

La primera vez que había sido infiel a su marido,y había sido un niño de 13 añitos, y lo peor es que la había dado placer, y había conseguido tener tres orgasmos, lo que su marido nunca había conseguido.Se quedó dormida. Se despertó con el frenazo del tren al llegar a su destino, pero el chico ya no estaba, rápido se vistió y recogió sus bragas cortadas.

Llegó al hotel, se duchó y empezó a vestirse para la reunión que tenía con el Sr.Márquez. Decidió ponerse algo sexy, para facilitar la firma del contrato. Se puso una falda negra que le llegaba casi a mitad del muslo, y una blusa blanca dejando un par de botones desabrochados. La ropa interior era un sostén blanco y unas braguitas blancas semitransparentes muy sexys. Solía vestirse así cuando tenía que conseguir la firma de un contrato importante, dejaría ver un poquito más de la cuenta, y conseguiria la firma.

Mientras iba hacia el lugar de la reunión, recordó lo sucedido en el tren, y se sentía culpable por haberle sido infiel a su marido.

El lugar de reunión, era un restaurante muy lujoso. Llegó a la mesa, estaban dos señores. El más viejo de los dos, entre 60 y 65 años, barrigón y bajito, se presentó como el SR. Márquez, y el hombre que estaba junto a él, era el subdirector de la empresa, muy alto, y bastante feo. Yolanda, pensó que aquello era pan comido, un par de coqueteos y la firma sería suya. Durante la comida, los dos señores no hablaron de negocios, eludían el tema. Al terminar la comida, el Sr. Márquez dijo: -Ahora es el momento de los negocios, vayamos a mi despacho, y hablamos de la firma-.

Salieron del restaurante los tres, y el despacho estaba dos calles más abajo.

-Pase señorita-le dijo el Sr. Márquez. –Llámeme Yolanda, por favor-ya comenzaba a tontear un poco. El señor alto, se quedó fuera. El Sr. Márquez le ofreció una copa a Yolanda, que ésta acepto, se acercó a coger el vaso y se agachó lo suficiente para dejar ver su sostén. –Mire aquí tengo el contrato- se dirigió a su maletín y al agacharse para cogerlo, ofreció la vista de sus braguitas.

El hombre ya notaba el bulto entre sus piernas, cosa que Yolanda percibió.- Bueno ,pues sólo tiene que firmar-. –Pero es que hay un problema-le contestó él. Ya no nos interesa, y hemos decidido no firmar-. Se quedó parada, habrá que calentarlo un poco más, pensó. Se levantó y se sentó encima de su mesa,justo al lado de él, dejando ver sus piernas hasta los muslos.- Pero si es un contrato beneficioso para ambas partes- dijo con voz melosa. –Hombre si que podríamos entendernos- le dijo él, mientras le ponia su mano en la pierna. Entonces Yolanda se apartó,eso era llegar demasiado lejos.

-Vamos, Yolanda, estoy dispuesto a firmar, pero tú tienes que poner de tu parte-

Mire SR. Márquez, si no quiere firmar ahora, ya hablaremos otro día- se estaba poniendo nerviosa, los coqueteos se le habían ido de las manos

-Mira guapa, la cosa es así, si tú pones de tu parte, yo firmo, si no,ahí está la puerta-. Yolanda no sabía que hacer, su jefe le había dejado claro que si no conseguía la firma, estaba despedida, y con el sueldo de su marido no pagarían los plazos del piso,y estarían en la calle. – Bueno, que tengo que hacer-. Muy bien así me gusta- le contestó él. Acércate- Se acercó temblorosa, con miedo- Haremos una cosa , me haces una buena mamada y firmo-. Pero...- No tenía otra opción, se la chuparía rápido y en cuanto acabase, la firma y a casa. Se sacó la polla del pantalón, Yolanda se agachó y se la metió en la boca, cuando ya estaba dura empezó a chuparla con rápidez, para terminar rápido.- Vaya ,veo que tenías ganas de chupar polla,eh?-. Estar allí agachada y escuchar sus comentarios, la humillaba. Al cabo de unos minutos chupando, él comenzó a respirar rápidamente, estaba a punto de correrse, ella hizo el gesto de apartarse, pero él con su mano le aguanto la cabeza, y le echó todo el semen dentro de la boca, con lo que no tuvo más remedio que tragárselo todo.

Se levantó , :- Bueno ,yo ya he cumplido, ahora firme el contrato-

No sería un caballero si no le devolviera el placer que me ha dado- La agarró fuertemente de los hombros y la sentó en la mesa del despacho. –Usted dijo, que solo era chuparla- Le voy a devolver la mamada,y después firmo-.

Le subió la falda,entonces vió sus bragas semitransparentes – Vaya pero si venías vestida como una puta- SE agachó y le bajó las bragas lentamente, Yolanda se dejaba hacer sin poder detenerle, empezó a chuparle el coño,que comenzaba a mojarse,- Ves, putita, te está gustando- Yolanda se sintió avergonzada, pero sin quererlo estaba sintiendo un pequeño placer, pero no quería que aquel tipo lo notase. Metía la lengua en su rajita, penetrándola, le chupaba el clítoris. En ese momento Yolanda,ya no se pudo contener y se le escapó un gemido: mmmmmmm-, Vaya ,la putita está disfrutando-.

De repente el hombre se levantó y se sacó la polla, que ya estaba dura de nuevo, :-Bueno,basta de juegos, ahora te voy a follar-.

Yolanda, comenzó a forcejear no estaba dispuesta a que se la metiera, pero aquel tipo con su enorme barriga la empujo contra la mesa,- No, eso no,- De un solo golpe le metió toda la polla, mientras ella seguía forcejeando, el hombre comenzó a bombear con suavidad, Yolanda sin saber porqué dejaba de resistirse, y sentía cada vez más placer con cada embestida ,y se le escapaban gemidos: -mmmm,si,si-.

Márquez le desabrochó la blusa y le arrancó el sosten, y masajeaba sus pechos, pellizcando los pezones- Pideme que te folle, puta!!!

Yolanda ya estaba muy cachonda, pero sentía vergüenza y no quería ser humillada más todavía, entonces el tipo paró de bombear,- He dicho que me pidas que te folle- le gritó.

Estaba tan caliente por el polvo que le estaba echando,que no quería que parase, pero no quería ser humillada así, pero su calentura pudo más, rodeó con las piernas al sr. Márquez y comenzó a gritar: -Vamos cabrón, fóllame, no pares,si,si-

Las embestidas comenzaron de nuevo, pero ahora con más fuerza. Ella ya no podía resistir y tuvo un orgasmo: sigue cabrón, quiero sentir tu polla toda dentro,...

Se oyó la puerta abrirse, y el hombre alto vió aquel espectáculo. Yolanda no se dio ni cuenta, y seguía gritando: aaaah,así,así – El hombre desde la puerta empezó a pajearse, el Sr. Márquez le hizo un gesto para que se acercara.

Márquez sintió que iba correrse, aceleró sus embestidas y le llenó el coño con su semen, - Te lo estás pasando bien, verdad zorra?- Cuando ya había sacado todo su semen, su sitio lo ocupó el hombre alto. Yolanda al verlo, se sorprendió y gritaba: - Ya basta, sr Márquez, dijo que firmaría, por favor ya no más-. Mientras firmo ,podías entretener un poco a mi subdirector.

Sintió como aquel hombre la penetró de un solo empujón, y comenzó un metesaca, muy violento, con mucha fuerza, - Pideme a mi también que te folle,puta- Pero Yolanda ya estaba con su moral por los suelos y no contestaba. El hombre comenzó a enfadarse, te he dicho que me lo pidas, zorra!!- Sin obtener respuesta, así que con una gran violencia la cogió y la puso bocaabajo en la mesa. Yolanda viendo lo que pretendía, comenzó a moverse con fuerza,- no hijo de puta,eso no- Se echó encima de ella y con su propio peso la mantenía inmóvil, puso la punta de su polla en la entrada de su culo y apretaba poco a poco,mientras ella seguía chillando- no,por favor, eso no,nooooo-,cuando sintió que le entró entera, notó como si la reventaran, era la primera vez que la follaban el culo, él estaba tan caliente que no tardó mucho en correrse dentro, llenándole todo su interior: Toma puta, esto es lo que venías buscando, pues ya te hemos follado-.

Yolanda se levantó, sin mirarlos a la cara, recogió toda su ropa, el contrato con la firma, y salió corriendo de allí. Jamás contó lo sucedido , en un mismo día habia sido infiel a su marido con un niño, y había sido violada por dos tipos.

A partir de aquel momento, jamás volvió a viajar por negocios, ya no iba vestida provocativa, ni coqueteaba con nadie. Jamás volvió a ser infiel a su marido, aunque a veces se hace alguna paja recordando lo sucedido aquel día.