La firma de la paz

Mi vecina y yo hemos firmado la paz y para celebrarlo hemos organizado una comida donde tuvimos un postre especial.

Aquel día, había tenido mucho ajetreo en la oficina y cuando volví a casa me tumbé en el sofá, para descansar un rato antes de hacer las tareas de la casa. Estaba como adormilada cuando el sonido del teléfono me hizo dar un sobresalto, ¿quién sería?. Me incorporé de malas ganas y atendí la llamada telefónica.

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¿Dígame?...¿Luisa?...¿Ahora?...Está bien, voy enseguida.***

Quien me llamaba era mi vecina Luisa, desde el "percance" con su marido y su hijo, no habíamos vuelto a hablar, creía que nuestra relación de buenos vecinos se había terminado aquel día, pero me acaba de llamar diciendo que quería hablar conmigo. A pesar de que estaba cansada, tenía curiosidad por saber qué querría decir Luisa. Así que me arreglé un poco y fui a su casa.

No tuve ni que llamar a la puerta, Luisa me abrió y me invitó a pasar. Cerró la puerta rápidamente y me invitó a que pasara al salón y me sentara. Acepté la invitación, ella se sentó en una silla enfrente de mi, y titubeando me empezó a decir:

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Ana...yo...tengo...me gustaría que...

¿Qué es lo que quieres?

Yo...nada...sólo que...

Tranquilizate mujer, y dime qué es lo que quieres.***

Luisa se quedó un momento callada, respiró hondo y prosiguió:

***●

Ana, el otro día cuando os sorprendí a ti con mi hijo y mi marido...

Luisa he de confesarte que lo hice para vengarme de ti, pero sólo quería que me sorprendiera con Angel, lo que ocurre es que se presentó tu marido y...

¡Mi marido es un cabrón! Pero ese es un tema que tengo que solucionar yo, pero, ¿por qué te querías vengar de mi? ¿Por hacerlo con Pedro?

Me dio mucha rabia que te estuvieras follando a uno de mis hombres.

¿Cómo que uno de tus hombres? ¿Qué quieres decir con eso? Aquel día también me lo dijiste, que Pedro era uno de tus hombres, y desde entonces no haga más que darle vueltas a la cabeza.

¿Y qué es lo que quieres saber en concreto?

Pues eso, qué significa lo de "uno de mis hombres".

La misma frase lo explica todo. Te estabas follando a "uno de mis hombres" y me puse muy muy celosa y me tenía que vengar de ti, siento haberte hecho daño.

Entonces ¿tú mantienes relaciones con tu propio hijo?

Si.

¿Y Antonio lo sabe?

Claro, incluso a veces lo hacemos los tres a la vez.

Bueno...yo sólo quería que me contaras...si mi hijo...

¿Qué es lo que quieres saber de tu hijo?

Ana, no me lo estás poniendo fácil.

Pues explicate, estamos tu y yo solas, ¿qué es lo que quieres saber de Angel?

Si es buen amante.

Tu hijo es un volcán, tiene una fuerza extraordinaria y folla como un semental. Pero dime, ¿qué es lo que en realidad te preocupa?***

Luisa se quedó callada, pensando en la respuesta. Por fin se armó de valor y me dijo:

***●

Desde que os descubrí el otro día no he podido quitarme de la cabeza la imagen de mi hijo con su polla en tu boca y...

¿Estás celosa?

No...no, es que yo...

Vaya vaya, así que a mi vecinita también le pone su hijo.

No...no...sólo que...

Venga mujer, Angel es todo un hombre y tú como mujer es normal que veas en él a un hombre.

No...si yo...no...

No sabes lo que te estás perdiendo, tu hijo es una máquina follando.***

Aquella contundencia por mi parte hizo que Luisa perdiera la poca vergüenza que le que quedaba y me preguntó ya sin tapujos:

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¿De verdad qué es tan bueno follando?

No te puedes hacer una idea. Pero ¿por qué no lo pruebas tu misma?

¿Estás loca?

No me digas que no se te ha pasado por la cabeza.

He de confesarte que sí. Pero nunca me atrevería a intentar nada con él, es mi hijo y eso no está bien.

Pues yo mantengo una relación de lo más normal con Pedro y estoy tan feliz.

Pero yo creo que nunca podría hacer algo así, y además Angel no creo que intentara nada con su propia madre.

¿Quieres qué te ayude?

¿Cómo?

Déjalo en mis manos.

No Ana, no se si debo...

Tranquilizate mujer y déjalo todo en mis manos, verás que bien lo vas a pasar.***

Nos despedimos y me fui a mi casa pensando en todo lo que había ocurrido en casa de la vecina y en mi cabeza empezaba a tejerse un plan para que Angel se follara a su madre.

Estuve todo el tiempo pensando en la forma de idear una trampa para que Angel acabara follándose a su propia madre, pero ninguna de las ideas que se me ocurrían me acababan de gustar, así que cuando llegó mi hijo a casa le conté todo lo ocurrido con la vecina. A Pedro le pareció una idea genial y se comprometió a ideal él mismo el plan para que el chico acabara en brazos de su madre.

Pasaron unos días y Pedro me dijo que el próximo sábado por la mañana sería el día perfecto para poner en marcha el plan que había ideado. Fui corriendo a contárselo a Luisa.

***●

¿Este sábado?

Si, así que manda a la niña con algún familiar.

Pero no se Ana, me da miedo que todo salga mal y mi hijo...

No te preocupes por nada, todo a salir a pedir de boca, ya verás lo bien que lo vamos a pasar.

¿Y qué plan se te ha ocurrido?

Pues si te soy sincera no tengo ni idea, es Pedro quien lo ha ideado todo y yo confío en mi hijo.

¿Pedro? ¿Se lo has contado a Pedro?

Claro, ya verás como él lo arregla todo, confía en él.***

Por fin llegó el tan deseado día, me levanté temprano para desayunar con mi marido que se tenía que ir de viaje de trabajo y luego esperé a que Pedro se levantara. Estaba ansiosa por saber el plan que había ideado.

Pedro no se levantó muy tarde y me dijo que llamara a la vecina y la invitara a ella y a su hijo a almorzar en casa. Hice lo que mi hijo me pidió y llamé a Luisa para invitarla, ella aceptó la invitación y me confirmó que Angel la acompañaría, parece que todo iba sobre ruedas.

Me esmeré en preparar la comida, quería que mis invitados quedaran satisfechos con la comida, y además quería sorprender a Luisa en mis dotes culinarias.

Por fin llegó la hora acordada, Pedro me hizo poner una de las camisetas de estar por casa, en concreto una que me está muy corta que me deja a la vista buena parte de mis muslos. Yo protesté, ya que quería vestirme para la ocasión, pero mi hijo me recordó que lo que íbamos a hacer era follar y cuanto menos ropa llevara mejor.

Luisa y Angel llegaron a casa a la hora acordada, después de los saludos de rigor y de una charla sin contenido pasamos al salón para comer. Pedro me ayudó a poner la mesa y a servir la comida. Durante la comida hablamos de mil cosas y cuando terminamos Luisa me felicitó por lo exquisito que había estado todo, Angel también me felicitó. Luisa me ayudó a retirar los platos y una vez en la cocina me abordó.

***●

¿Sabes ya el plan que ha ideado Pedro?

¿Estás ansiosa?

No, sólo un poco nerviosa.

Pues tranquilizate, mi hijo es un especialista en organizar fiestas sexuales.

¿Ya ha preparado otras?

Si yo te contara.

Venga cuéntame alguna.

Otro día, no hagamos esperar a nuestros hombres.***

Después de recogerlo todo salimos al salón y nos sentamos en los sillones, yo me senté junto a Luis y Pedro se sentó junto a Luisa. Mi hijo comenzó una conversación acerca de los estudios universitarios y le daba consejos a Luis sobre los estudios que debía realizar. Mientras yo había sacado unas copas y acompañábamos la conversación con unos licores. Todo parecía de lo más inocente hasta que mi hijo lanzó una pregunta directa a Luis dando un giro radical a la conversación.

***●

Bueno Luis, que me he enterado ¿qué te follas a mi madre?

¿Yo? No...no...que va...yo...

Venga no seas cabroncete que lo se todo.

No...no...de verdad...

Venga hombre, ¿no ves que mi madre me lo ha contado todo?

Yo...mamá...yo no...

No te preocupes hombre, que yo también me follo a tu madre.

¡Mamá!

De que te sorprendes hijo, tu te follas a la mamá de Pedro y él me folla a mi. Es lo justo ¿no?***

Aquello se estaba poniendo muy interesante y excitante, yo al menos ya estaba muy cachonda. Desde luego que mi hijo tiene una mente privilegiada para provocar situaciones morbosas. Angel no salía de su asombro y para terminar de arreglarlo mi hijo propuso:

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Bueno, ¿y por qué no follamos?

Hijo no se si nuestros invitados querrán.

Yo si tengo ganas de follar, ¿tu no Luis?

¡Mamá!

Venga Luis, follate a mi madre y yo me follo a la tuya.***

Mi hijo se abalanzó sobre Luisa y empezó a darle besos y a meterle mano y en un santiamén la dejó completamente desnuda. Luis no hacía nada, sólo miraba atónito como Pedro sobaba a su madre y como ésta se dejaba hacer. A mi aquello me estaba poniendo tan caliente que tuve que ser yo la que diera el primer paso con Luis.

***●

Venga Luis, ¿hoy no te apetece follarme?***

Mientras decía esto me había sacado la camiseta y luego me había quitado la ropa interior quedándome desnuda ante Luis. El chico no se hizo de rogar mucho más e imitó a mi hijo.

Ahora estábamos follando los cuatro, yo estaba sentada en el sillón y Luis estaba encima de mi metiéndome la polla con fuerza y justo en frente, para que Luis no se perdiera detalle, estaba su madre a cuatro patas y mi hijo la tenía ensartada por detrás. Ella gemía y gritaba de placer y de vez en cuando miraba a su hijo y le guiñaba un ojo. Así estábamos cuando de repente mi hijo se para y dice:

***●

Venga cambio de parejas.***

Se acercó a nosotros y apartó a Luis, de un golpe me la metió entera. Luis se quedó parado sin saber que hacer, su madre seguía a cuatro patas esperando que alguien se la follara. Tuvo que ser mi hijo el que animara a Luis a follarse a su madre.

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Vengan Luis, tápale el agujero a tu madre que se le va a enfriar.

Si hijo, tápale el coñito a mami que se me va a enfriar.***

Angel dudó unos instantes hasta que finalmente se agarró la polla con la mano apuntó al coño de su madre y de un golpe se la introdujo hasta el fondo. Su madre dio un grito de placer, se notaba que tenía ganas de la polla de su hijo, y a mi todo aquello me excitó tanto que acabé teniendo un esplendido orgasmo.

Angel seguía follándose a su madre, la tenía agarrada por las caderas y le metía y sacaba la polla con fuerza, mi hijo me sacó la polla del coño y ahora me follaba la boca. El primero en correrse fue mi hijo que me inundó la boca de leche, que gustosamente me tragué toda sin dejar escapar una sola gota, y poco después lo hizo Angel llenando el coño de su madre, ésta acabó tendida en el suelo.

Después de la follada nos quedamos sentados en los sillones, Luisa estaba abrazada a su hijo, era una estampa muy dulce, y mi hijo mientras se dedicaba a mordisquearme los pezones. Estábamos en silencio hasta que mi hijo rompió el silencio:

***●

Venga Angel, deja que mi madre te chupe la polla y que la tuya me la chupe a mi.***

Angel no dijo nada, se separó de su madre y se acercó a mi, le hice que se sentara en el sillón, yo me puse de rodillas delante suyo, le agarré la polla con una mano y me la llevé a la boca. Lo mismo hizo Luisa con mi hijo, sino que él estaba de pie y ella arrodilladas delante suya le chupaba la polla a Pedro. Lo hacía con tanta pasión que varias veces tuvo mi hijo que separarse de ella para no correrse. Igual que antes Luis tenía una perfecta visión de su madre chupándole la polla a mi hijo.

Cuando a mi hijo le pareció bien propuso otra vez lo del cambio de parejas. Ahora yo se la chupaba a mi hijo y Luisa hacía lo mismo con el suyo.

Angel tenía agarrada a su madre por la cabeza y le metía la polla hasta el fondo, tanto que a Luisa le daban arcadas. Mi hijo le tuvo que pedir que se tranquilizara, que le iba a hacer daño. Angel se calmó un poco y ahora era su madre quien controlaba la situación.

Ahora el primero en correrse fue Angel, cuando lo hizo agarró otra vez a su madre por la cabeza y dio varias embestidas dentro de su boca, sacó su polla chorreante y Luisa tuvo la intención de escupir la leche de su hijo, pero yo estuve atenta y rápidamente me saqué la polla de mi hijo de la boca y antes de que Luisa pudiera escupir la leche le di un beso en la boca. Con mi lengua le empuje la leche hasta su garganta y la obligué a que se tragara la leche de su hijo.

Pedro mientras tanto se había colocado detrás de mi y me la había metido, pero esta vez lo hizo por el culo, y así, mientras yo saboreaba con Luisa de la leche de su hijo, él me taladraba el culo hasta que acabó por correrse dentro dejándome el culo lleno de leche.

Terminamos la fiesta, prometiendo mi hijo que pronto volveríamos a repetirla. Luisa se despidió de mi agradeciéndome todo lo que había hecho por ella.