La fiesta más bonita
Al quedar con nuestro amigo sabíamos que esa noche era especial pero fue mucho mejor de lo que esperaba.
Salimos mí marido y yo a tomar unas copas con nuestro amigo Fidel, hacía tiempo que no estábamos los tres juntos. Nacho y Fidel se conocen desde que eran niños, Fidel fue el primer hombre con el que nos montamos un trío. Le quiero mucho, tengo especial aprecio y él a mí siempre me mira con deseos soy la mujer de sus sueños.
Me vestí muy sexy a conciencia para deslumbrarle con una mini falda negra y una blusa de asillas escotada. Tanga sin sujetador con tacones altos resaltaba mis piernas toda mí figura.
Nacho antes de salir de casa me dijo que por mí aspecto tenía claro que ésta noche buscaba guerra. Le dije que me gustaría terminar la noche con los dos en la cama, por eso me había vestido así. Nacho me contestaba que la idea le gustaba y la esperaba.
Llegamos al sitio donde habíamos quedado con Fidel, estaba allí esperándonos, sus ojos su rostro se llenaron de alegría al verme. Saludó a Nacho con un abrazo, luego también me abrazaba a mí me daba varios besos sin parar de decirme lo guapa lo bonita que estaba, sin soltar sus manos sobre mí cintura, estás para comer querida amiga.
Cruzamos miradas delatadoras de que ambos sentíamos las mismas ganas de estar juntos.
Después de los saludos nos indicaba la mesa en la que estaba, en la mesa otro chico estaba sentado esperándonos, nos presentaba era un chico joven no más de 25 años compañero suyo de trabajo, llamado Alonso. Un chico alto guapo encantador, me devoraba cada centímetro del cuerpo con su mirada. Me dijo que era más bonita de lo que Fidel le había dicho. Rodeada por ellos estaba en mí salsa era la reina de la noche.
Al sentarme ninguno pudo evitar clavar sus ojos sobre mis desnudas piernas, me encanta exhibirlas son largas bonitas. Tuve que estirar la mini falda para no enseñarles el tanga que llevaba.
Nacho fue con Alonso a la barra a pedir unas copas, momento que Fidel aprovechaba para acariciar mis piernas, besarme en la boca y proponerme follar esa noche.
Le dije a Fidel que eso ya lo había hablado con Nacho pero no esperaba que viniera acompañado con un amigo.
Fidel me decía que su amigo era de toda confianza, si me apetecía también podía follar con él. Le dije si estaba loco yo sola con los tres, al mismo era una aventura nueva para mí. Entre risas le dije que tenía que contrastar esa posibilidad con Nacho.
Tomamos varias copas, sentada entre Nacho y Fidel poco a poco fueron metiéndome mano cosa que me calentaba cada vez más. Alonso miraba sorprendido como aquellos dos cabrones se compenetraban conmigo en un juego sensual de besitos y caricias a los que deseaba poder unirse.
Me dio pena ver aquel chico sediento por participar de nuestros juegos, no tengo idea que es lo que pensaba de mí pero estoy segura que en esos momentos me miraba como a la puta de sus sueños.
Descalzaba uno de mis pies, por debajo de la mesa tocaba acariciaba y movía los dedos de los pies sobre su paquete, Alonso agradecido muy discreto suavemente acariciaba mí pie mi tobillo parte de mí pierna, bajaba la cremallera de su pantalón y mis dedos sentían el calor y el tacto de su polla. Esa acción suya me excitaba dejaba mi pie a su calor, despertaba mis deseos por Alonso.
Entonces Fidel preguntaba, ¿pedimos otra copa? Yo no podía beber más, miraba a los tres y les decía que por mí prefería continuar la fiesta en casa.
Mí marido al oído me decía, invita tú a Alonso, le dije gracias, ahora mismo. Me dirigía a Alonso y lo invitaba venir a nuestra casa.
Me puse el zapato y salimos de aquel lugar, cuando estábamos en la calle pude tener a mí lado a Alonso y comparar lo alto que era. En mitad de la calle tratamos como llegar a casa, donde teníamos los coches.
Al final me salía con la mía, Nacho y Fidel marcharon juntos en nuestro coche y yo me iba con Alonso en su coche para indicarle el camino. Agarrada al brazo de Alonso camine con él en busca de su coche, sentía un brazo fuerte fibroso que me gustaba.
Alonso tenía el coche estacionado en un subterráneo, después de pagar en las escaleras me besaba me abrazaba Alonso, como dos amantes apasionada me pegaba me fundía con él. Sin ganas de separarme de él llegaba hasta su coche, sentada a su lado volvía a saborear sus ricos besos su maravillosa boca.
Salimos camino de mí casa, mientras indicaba las calles por las que tenía que ir metía mí mano sobre su paquete, sacaba su verga la frotaba en las manos. Alonso me acariciaba las tetas metía la mano entre mis piernas. Cuando nos paramos en un semáforo me agachaba a mamar su polla, palpaba mejor dentro de mí boca el rico grosor calido de su verga. Al reanudar la marcha la sacaba y terminaba de indicar el corto trayecto que nos quedaba hasta casa, en la mano pajeaba su hermoso trozo.
Aparcamos frente a casa, nos esperaban Nacho y Fidel, enseguida se dieron cuenta de la erección que presentaba Alonso. Entre risas y bromas entramos al ascensor, en el estrecho espacio fue la primera vez que sentía todas sus manos sobar acariciar mí cuerpo, acompañada por ellos me entregaba a sus lindas caricias que me tocaban por todas partes entre miradas libidinosas deseaba que estallara aquella fiesta.
Cuando se detuvo el ascensor salí la primera para abrir la puerta, entraba en casa encendía una luz del salón y me volvía a abrazar de pie rodeada por mis tres amantes.
Cerrada la puerta era acariciada besada, me despojaban de toda la ropa me dejaban desnuda entre los tres, besaba metía mis manos sobe los tres. Excitada ardiente gozaba ricamente al sobar cada una de sus pollas en mis manos besaba sus bocas mientras ellos mordían mis pechos metían sus dedos entre mis piernas.
Mojada húmeda lasciva relamía sus lenguas a la mía estremecida por sus mordiscos en mis pezones y por sus dedos abriendo entrando dentro de mis agujeros.
Sus pollas se ponían duras crecían calientes pegadas a mí, agobiada les pedía que fuéramos a la cama para estar más cómoda.
Lograba escarpar de ellos, iba directa al cuarto de baño a orinar a lavarme bien y para buscar lubricante. Les dije que esperaran en la cama, al salir encontraba desnudos sobre la cama a Fidel y Alonso, recostados con sus pollas tiesas apuntando hacia arriba. Nacho estaba preparando unas copas para todos, fui a dar con él para ayudarle, tenía tiempo para preguntarle para saber como se sentía, mí querido amor mí esposo me besaba, me decía que estaba a mí lado para disfrutar conmigo, llevamos las copas a la habitación.
Me subía de rodillas a la cama entre Fidel y Alonso, pasaba las manos sobre sus piernas hasta tocar sus pollas sus huevos, me aproximaba entre ambos hasta poder besar sus bocas.
Fundía mí boca con las suyas mientras ellos estrujaban mis pechos acariciaban por todas partes mí cuerpo. Entre ambos me tumbaban sobre la cama, estiraba los brazos mientras me mordían me lamían cada uno un pezón. Sentía sus cálidas verga sobre mí, cerraba los ojos jadeaba de placer, sentía hinchar mis pechos mis pezones. Abierta de piernas Fidel bajaba a lamer deliciosamente mi mojada concha, su lengua se deslizaba muy buena por los pliegues del coño frotaba el clítoris, metía la punta de su lengua por mis agujeritos.
Llegó Nacho a mí lado, me besaba en la boca y me daba a chupar su tiesa verga, Alonso que mordía mis pezones se incorporaba y dejaba su polla en la boca para que pudiera mamarla. Agarraba las dos pollas y empezaba a mamarlas a chuparlas como una posesa hambrienta desesperada me relamía toda, las metía juntas en la boca, recorría la lengua entre sus troncos, pasaba la lengua por sus huevos y volvía a tragar sus rozadas cabezas calientes dentro de mí boca.
Fidel al ver que rica mamaba las pollas, dejó de comer mí concha y acercaba su verga para que también la chupara.
Nunca había tenido tres pollas a las que mamar juntas, aunque hacía varios intentos solamente podía meterme dos a la vez por lo cual me limitaba a frotar con la lengua sus bonitas puntas.
Fidel bajaba a morderme los pechos, mientras mamaba las pollas, de pronto Fidel se unía a mí a mamar a chupar conmigo las dos pollas, recorría a mí lado por todas partes las deliciosas pollas de Alonso y Nacho.
Fidel y yo nos dimos cuenta que Alonso asumía con naturalidad la situación, entre Fidel y Nacho ya estaba acostumbrada.
Había tenido el primer orgasmo deseaba que empezaran a follarme, le dije a Fidel al oído mientras devoraba la polla de Nacho que me follara. Fidel sacaba la polla de Nacho de su boca, me separaba las piernas y metía su verga dentro de mí. Levantaba bien mis piernas sobre sus hombros clavando fuerte profunda toda su verga en mí, gritaba de gusto con ganas porque enseguida varios orgasmos hacían que me corriera toda.
Empapada en flujos sacaba la polla de Fidel, incorporada a gatas pedía que me follara otro.
Alonso que llevaba horas deseándome, detrás de mí lograba meter bombear con toda intensidad su polla dentro de mí cueva. Sus deliciosas embestidas me entrecortaba la respiración gritaba jadeaba le pedía que no dejara de follarme así. Fidel le animaba mientras le chupaba la polla a él y a mí esposo.
Fidel tenía la polla empapada en mis flujos, su polla latía estaba a punto de venirse. Un chorro caliente salpicaba mi rostro, mientras se corría tragaba parte del semen que brotaba de la polla. Fidel agradecía gozaba porque tragaba parte de su corrida.
Alonso follaba bien no quería que se corriera todavía, sacaba su polla de mí. Sentada en la cama me puse a mamar las pollas de Nacho y Alonso. Tumbaba a Alonso sobre la cama y me subía a cabalgar sobre su polla, le pedí a Nacho que lubricara mí culo su polla.
Nacho metía sus dedos abría con ellos mí culo y luego presionaba poco a poco su polla que lograba entrar despacio.
Chillaba gritaba de placer cada centímetro que entraba, Alonso mordía mis pezones me acariciaba metía sus dedos dentro de mí boca, no paraba de decirme lo mucho que me deseaba.
Nacho y Alonso empezaron a cogerme a volverme loca penetrada a la vez, me corría tenía un orgasmo tras otro, que terminaba cuando los dos se corrían dentro de mí. Sus pollas se encogieron salieron dentro de mí y descansamos.
Había estado bien pero para estar por primera vez sola con tres hombres quería más. Era la reina de la fiesta y esa golosina no podía dejarla escapar.
Fui la última en ir al cuarto de baño, después de lavarme frente al espejo tuve la idea de embadurnarme el cuerpo con mucha aceite corporal.
Regresaba a la cama desnuda brillante envuelta en aceite por todas partes.
Los tres estaban acostados en la cama, me tiraba resbalaba suavemente mí cuerpo sobe ellos.
Enseguida se dieron cuenta de la suavidad disfrutaban al tocarme, resbalaba entre ellos sensual muy rica. Aprovechaba para tocar rozarme con cualquiera de los tres, sus dedos entraban por mi ano fácilmente.
Localizaba el lubricante sobre una de las mesas de noche, me acercaba a lubricar bien mis manos.
Con las manos empapadas quería hacerles lo mismo que ellos me hacían a mí.
Encontraba el ano de Alonso que lamía mí coño, lubricaba su ano metía uno de mis dedos y luego otro.
Fidel que puso su polla en mí boca, mientras la chupaba lubricaba su ano y le metía también un dedo dentro.
Nacho mí esposo al verme se acercó a mí, puso su ano sobre mí rostro, con mí lengua lamí su ano metí la punta de la lengua.
Lubricaba la polla de Fidel y el ano de Nacho y clavaba la verga de Fidel en el culo de Nacho.
Ayudaba a meter la polla de Fidel en el culo de mí marido, lamía los huevos de Fidel y le mamaba la polla a mí marido.
Nos acomodamos, me puse debajo de Nacho y Fidel, lamía la polla de Nacho los huevos de Fidel mientras él penetraba a mí marido.
Puse las piernas sobre los hombros de Alonso, mí marido me comía el coño chupaba la verga de Alonso mientras era follado.
Alonso me clavaba la polla en el coño, yo la sacaba y la colocaba en la entrada de mí culo. Empujaba la clavaba con fuerza con dolor por dentro de mí ano, necesitaba que me follara igual a la altura de la circunstancias.
Fidel follaba a Nacho, metía su polla hasta los huevos dentro de él. Alonso también clavaba toda su polla hasta los huevos dentro de mí culo.
Nacho jadeaba conmigo, éramos follados al mismo tiempo, esa situación hizo excitarme como nunca esperaba. Devoraba enloquecida la verga de mí marido mientras tenía un orgasmo tras otro. No me importaba que Alonso abriera mí culo que me follara con fuerza cada mamada cada penetración era otro orgasmo que tenías.
Nacho llenaba inundaba mi boca con su espeso semen, agradecida saboreaba cada gota que salía, me corría me orinaba de placer a chorros, perdía la cabeza el sentido abrumada de gusto, Alonso derramaba su semen dentro de mí ano y Fidel salpicaba mi cara con su semen. Con la respiración entre cortada lamía la verga de Nacho y Fidel relamida suspiraba con sus flujos en la boca.
Nos quedamos los cuatros descansando en la cama un buen rato. Buscaba a Nacho me unía a él con amor le abrazaba lo besaba con ganas, pude comprobar que estaba bien cada día le quiero más.
Estaba tranquila al comprobar que Nacho y yo habíamos gozado como muchas veces soñamos.
Fidel después de aquellos dos polvos quería marcharse pero a mí me apetecía continuar. A Nacho y Alonso también les apetecía seguir, Fidel en cambio se vistió y se fue.
Nos quedamos Nacho y yo con Alonso al que apenas conocíamos pero con el que lo pasamos muy bien.
Primero nos metimos los tres una relajante ducha, luego tomamos varias copas mientras íbamos hablando de muchas cosas, tuvimos ocasión de reírnos de conocernos mejor.
Alonso a pesar de ser más joven que nosotros es una persona encantadora con la que vale la pena estar.
Se quedó a dormir esa noche en casa, por fin pudo chupar mamar una polla sentirla dentro de su boca.
Tenía ganas de sentir de agarrar de chupar una polla sin que por esa maravillosa sensación fuera tachado de maricón.
Estoy segura que a muchos hombres les gustaría saber que es lo que sientes cuando chupas una buena verga.
Follaba con Alonso y mí amado esposo esa noche hasta caer rendida dormida felizmente.
A los dos les dedico éstas palabras, sois geniales guapos tíos buenos.