La fiesta
La sumisa es llevada por su amo a una fiesta
Estaba en mi casa esperando el ansiado llamado de mi amo y el teléfono sonó.
Me dijo en 10 minutos te quiero pronta aguardando en la puerta, se puntual.
A la hora indicada estaba lista para él, lucía un vestido negro corto con un cuello a la base pero un escote en V en la espalda que llegaba hasta mi cintura, medias negras con liguero, sin ropa interior y tacos altos. Una cadena en el cuello que él me dio de presente que simboliza que soy su esclava y unos aros, maquillaje sobrio y perfume.
Subí al auto, me dio un efusivo beso en la boca, metió sus dedos en mi concha y vendo mi ojos.
Sin su permiso no puedo dirigirle la palabra así que permanecí en silencio todo el trayecto, que no sabía a donde nos llevaba.
Al cabo de un rato estaciono el auto y nos bajamos…una mano en mi nuca y otra en mi trasero me fue guiando hasta el lugar a donde íbamos que no tenía idea de cuál era.
Lo escuche saludar a alguien, una puerta se abrió. Pude escuchar voces, música, risas, imagine que estábamos en alguna reunión o fiesta. Nos ofrecieron algo para beber y acepte una copa de champagne y mi dueño un whisky. Hablaba con varias personas, mientras yo me mantenía en silencio.
Luego de un hora aproximadamente o quizás más, me tomo de la mano y subimos una escalera, continuaba con los ojos vendados, lo cual me producía mucha inseguridad pero no me atrevía a pedir que me quitase el pañuelo.
Entramos a una habitación, me senté en lo que creí era un sillón. No estábamos solos, voces femeninas y masculinas mezcladas con risas y besos podía escuchar.
Con voz firme me ordeno que abriese mis piernas, mostrara mi concha y me tocara. Despacio empecé a masturbarme, la situación me incomodaba y le pedí que me permitiese ver y un no rotundo fue su respuesta tras tócate puta, obedece!.
Moje mis dedos con mi boca y fui tocando suavemente mi clítoris e introduje mis dedos en mi concha húmeda y deseosa de más. Mi amo me alentaba a que continuara mostrando lo puta y obediente que era…que abriese más mis piernas, metiera más adentro mis dedos y dos en mi culo. Su voz me excitaba y gustosa cumplí sus órdenes.
Me levanto y quito mi vestido, estaba desnuda solo con las medias y el portaligas, me sentía vulnerable y caliente a la vez.
Fuimos a la cama, ato mis manos a los barrotes del respaldo y abrió mis piernas. Diferentes manos sentía que acariciaban, tocaban y pellizcaban mis pezones. Algunas bocas besaban mi piel, mi boca y una lengua ávida se metía en mi raja y mi ano. Si bien estaba totalmente expuesta e indefensa, debo confesar que la situación me calentaba mucho, y el saber que estaba satisfaciendo a mi amo me llenaba de orgullo.
Podía oír sus quejidos de placer y decirle que le entregase la leche a otra mujer, la cual gritaba y le pedía más verga.
Algo de celos sentí ya que no era yo la que estaba siendo usada por él, pero deje que ese sentimiento de lado y decidí gozar de esas bocas, manos que me tocaban.
Alguien levanto mis piernas llevándolas detrás de mi cabeza y metió su pija en mi concha que la recibió gustosamente…en esa posición la verga entraba toda hasta casi los huevos, sentía como entraba y salía, quería correrme pero sin la autorización de mi amo no podía hacerlo.
Mi respiración se fue haciendo más fuerte y aguantarme el orgasmo era cada vez más difícil.
Se ve que mi señor noto que estaba por acabar y me dijo, ni se te ocurra correrte puta, esa leche es mía, aguanta!
El hombre que estaba cogiéndome se salió y metió su pija en mi boca y otra más se sumó para que la chupara, una lengua suave besaba mi clítoris, mi concha, mi culo, Percibí que era una mujer y un placer enorme recorrió mi cuerpo…
Tres personas me gozaban, me tocaban, cogían, lamian. Las sensaciones eran indescriptibles, ya no podía más aguantar el orgasmo. Me retorcía de placer y deseaba poder acabarme.
-Sentí a mi dueño a mi lado, todos se alejaron. Me puso en cuatro, y me dijo, ofréceme el orto puta…señor le ofrezco mi culo es todo suyo le dije.
Sus manos abrieron mis nalgas, paso su lengua por ellas y luego en mi agujero, lo fue dilatando con ella y después sus dedos, oía voces alentando a que me garchara fuerte, sin piedad.
Metió la punta de su verga y la saco..para volver a meterla hasta el fondo, sus huevos golpeaban mis nalgas, cada vez más duro, me gusta tocarme cuando me coge así, pero al tener las manos atadas me era imposible.
Le dijo a una chica, chúpale la concha y mastúrbala mientras le hago el orto que le gusta.
Esa boca se apodero de mi raja, olas de placer me hacían estremecer.
La leche de mi amo lleno mi culo, una palmada indico que podía acabarme, un orgasmo tras otro se fueron desencadenando…la mujer se tragó mi leche, limpio mi ano con su lengua.
De pronto todo quedo en silencio…mi dueño quito la venda de mis ojos, desato mis manos, beso mi frente y me dijo, sos la mejor puta. Feliz y exhausta nos fuimos.
Paula Poison