La fiesta del Colegio Mayor

Una fiesta fin de curso en un colegio mayor, cambió mi percepción del sexo...

Tuve la gran suerte de que mis padres me pudieron pagar los estudios y marché fuera de casa a formarme como Protésico dental... En mi ciudad también se podía estudiar, pero convencí a mis padres y me apunté a una prestigiosa escuela, donde había estudiado uno de mis primos mayores y así experimentar intensamente la vida de estudiante. Me aceptaron en un colegio mayor que en aquella época era solo de chicos, como casi todos por entonces...

Era un colegio mayor muy liberal comparado con otros que había cerca, muy permisivo a la hora de las entradas y salidas, los mismos colegiales hacíamos funciones de consejería por turnos los fines de semana, se respiraba un buen ambiente, las habitaciones eran individuales y decentes, y la comida estaba bien, también teníamos un bar que estaba abierto gran parte del día y de la noche, y unas canchas de deporte donde poder jugar entre nosotros, de hecho yo formaba parte del equipo de baloncesto del Colegio.

En el colegio había dos fiestas muy celebradas, la de comienzo y la de final de curso. La de comienzo de curso era más seria, se daba la bienvenida a los nuevos se hacía alguna novatada, todo bastante light...  En ambas fiestas venían chicas de los colegios de alrededor, ya que era gratis la fiesta para ellas, mientras que para los chicos tenían que pagar por acceder, los colegiales pagábamos la mitad que los chicos que venían de fuera.

La de fin de curso era más alocada, una fiesta de disfraces con una particularidad, los colegiales de primer año, los novatos, debían obligatoriamente llevar un disfraz femenino, la verdad es que era muy divertido, yo en mi año de novato me disfracé de niña de uniforme de colegio con mi faldita de cuadros, mis medias, coletas, chupachus... esa fiesta era una auténtica bacanal, casi todo el mundo había terminado sus exámenes y la gente se mamaba hasta arriba, especialmente las chicas que venían a pillarse un buen pedo gratis, en definitva, imaginad una fiesta llena de chavalas entre 17-22 años borrachas... no hay más que hablar.

Al tercer año de estudios me fui a vivir a un piso con dos de los compañeros del colegio mayor con los que más amistad hice, ya que salía mucho más barato y también quería experimentar esa vida, pero seguíamos los tres muy vinculados al colegio, yo seguía jugando al basket allí, ibamos con frecuencia, incluso a comer y sobretodo, no nos perdíamos ninguna de las fiestas.

Ese año, otro de mis mejores amigos que seguía en el colegio, me dejó su habitación para dormir la noche de la fiesta de fin de curso, ya que el se había marchado a su lugar de origen y no iba a estar, para evitar que me tuviese que ir mamado despues de la fiesta, y por si acaso me ligaba a alguna (cosa bastante probable, había triunfado todas las fiestas anteriores...)

Ese año me disfracé de superhéroe con unos calzoncillos por encima de unos leotardos, una capa y un antifaz, el típico disfraz de ultima hora porque no te has currado nada... Y bajé a la fiesta dispuesto a disfrutar de lo lindo, ya que al contrario de otros años, no tenía que hacer ningún turno de camarero ni de portero de la fiesta al no ser ya colegial.

Lo pasé de puta madre, bebí como un cosaco, me reí muchísimo con los colegiales veteranos y además había un montón de chicas con lo que la fiesta prometía, junto a uno de mis compañeros de piso, conocimos a un grupito donde había una chica que me encantó morenita, muy guapa y aprecía que yo también le gustaba, no podía pintar mejor...

Charlamos, bailamos, y me lancé, nos besamos, cada vez de forma más salvaje, empezamos a meternos mano el uno al otro en un rincón como si nos fuese la vida en ello, en medio del magreo y como ya no ahuantaba, le propuse subir a la habitación, ya la tenía casi convencida cuando una de sus amigas se acercó para decirla que se tenían que marchar, no había nada que hacer, vivían a las afueras, habían venido juntas y ella tenía 16 años!!!, me quedé flipado cuando me lo dijo, así que me dejó con un calentón de tres pares y a las 4 de la mañana...

Como estaba muy caliente empecé a buscar otra presa, di una vuelta por toda la fiesta, pero todo lo que valía la pena o se había ido o eran unos callos importantes, iba a comenzar una segunda vuelta de reconocimiento cuando vi a una chica en una esquina, estaba apoyada en uno de los extremos del comedor donde se celebraba la fiesta... me acerqué y empecé a decirla tonterías, ni me acuerdo lo que la dije, yo ya estaba para entonces bastante borracho, así que si tienes unos ojos preciosos, que si que bien te queda la falda, la verdad es que tenía un buen cuerpo un culo precioso, buenas piernas, no parecía que tuviera muchas tetas, pero en aquel momento tampoco iba a ponerme muy exquisito, en esto me tocaron por la espalda y era uno de mis colegas...

  • Hey, que tal lo llevas tío?

  • Aquí ando a ver si triunfo con esta, que antes me han dejado con un calentón que no veas..

  • Con quién dices?

  • Con esta rubita de aquí, está bastante buena...

  • Jjajaja, pero qué dices tío, si es Córdoba, jajaja, un novato, jajaja, vaya pedo llevas tío...

  • Comó???

Le miré otra vez, joder era verdad, ahora lo veía claro, llevaba una peluca, iba con una minifalda y medias, y su cara, aunque maquillada y bastante ambigua era de chico, joder que bajón, cómo podía no haberme dado cuenta, había poca luz, pero ni así, la verdad es que me entró un cabreo bastante gordo, mi amigo se descojonaba y se lo contaba a los que estaban alrededor, lo cual incremnetaba mi mala ostia

  • Tú eres gilipollas o qué te pasa??? por qué no me has dicho nada, -le dije al novato, al tiempo que le empujaba con muy mala leche, estaba dispuesto hasta a pegarle

Me separaron rapidamente los que estaban por ahí, le volví a insultar y amenazar, mientra el decía que no había hecho nada, que si yo estaba borracho era culpa mía... En fin la verdad es que tenía razón... me calmé un poco y me fuí a seguir bebiendo con algunos de los colegas que seguían incombustibles y sin ligar...

No sé que hora sería cuando dejé a los acabados que seguían bebiendo como si se acabase el mundo y decidí subirme a la habitación, aunque era en el segundo piso fui a recepción porque me sentía incapaz de subir las escaleras, estaba esperando cuando me dicen,

  • Ey tío  - miré y la voz venía del chaval este con el que había hablado antes, ahora si se le diferenciaba bien, porque se había quitado la peluca y la llevaba en la mano - oye, perdona lo de antes, te lo iba a decir, pero es que la verdad que me estaba haciendo mucha gracia y no podía pararte, pero no quería molestarte

  • no pasa nada, es que llevo una buena si no no me hubiese confundido...

  • jajaja, ya ves, pero que sepas que no has sido el único, hay varios que incluso me han tocado el culo por la espalda sin darse cuenta que era un tío... jajaja

  • jajaja, no me extraña la verdad, porque por detrás dabas el pego totalmente, parecía el culo de una tía.

Nos presentamos y empezamos a subir, entonces me dijo...

  • tengo maría en mi habitación, si quieres nos fumamos un par de canutos

Nada nuevo, en el colegio mayor era muy normal el fumar porros varios en una habitación, y aunque yo no era excesivamente fumador de hierba, en aquel momento con el pedo que llevaba me parecía una opción tan buena como cualquier otra.

Entramos en su habitación, se lío un porro le dio un par de caladas y me lo pasó, empezamos a hablar del colegio, de mi estancia, de los estudios de cada uno, de chorradas, se lió otro, yo ya estaba con una colgada importante, entre el alcohol y la maría vivía en una nube, empezamos a reirnos de la historia de la fiesta,

  • Te pensaste que era una chica, eh???

  • joder si, la verdad es que por la espalda parecías completamente una... joder tenías un culo... jajaja

  • jajaja - se levantó, se dió la vuelta y empezó a contonearse

  • jajaja, Así no, pero antes con la peluca si que dabas el pego...

Volvimos a reirnos y decir no se qué chorradas, se puso la peluca, volvió a darse la vuelta y hacer así como movimientos sexis, yo seguí riéndome mientras hacía el tonto, pero la verdad es que entre el calentón que todavía me duraba y el globo que llevaba, empecé a mirar ese culo como hipnotizado, joder se me estaba hasta poniendo morcillona... me levanté apresuradamente...

  • bueno me voy a sobar...

  • no, espera que nos fumamos otro porro,

  • no, en serio tengo que irme...

  • por qué? que prisa tienes?,

dijo esto dándome un ligero empujón que me sentó de nuevo en su cama, y se puso a liar otro porro, lo encendió, le dio una fuerte calada y me echó el humo en la cara, a mi me dió la sensación de que de una forma un poco libidinosa, me sentía mareado... joder empezaba a verle como una chica, como le veía antes en la fiesta, sólo que ahora sabía que era un tío...

Nunca en mi vida había tenido ningún tipo de pensamiento de caracter homosexual, no es que fuera homófobo, pero en general era una cosa que no me hacía mucha gracia ni siquiera verlo... pero en aquel momento joder, me estaba poniendo morcillón con un tío disfrazado que estaba haciendo el tonto delante mío, le di otra calada y se lo volví a pasar, el hizo lo mismo, pero esta vez vi claramente que lo hacía de una forma sensual, provocativa, fumando como fuman las actrices de cine, me daba la sensación de que miraba a los ojos con lujuria, y lo peor es que esto en mi cabeza me repugnaba, pero a la vez me notaba cada vez más excitado y mi polla reaccionaba muy a pesar mío...

No sé cuanto tiempo pasó, seguimos fumando y el cada vez forzando más sus movimientos y gestos, cada vez más femenino, joder parecía que estaba en una barra americana... ya casi no podía verle como un tío, la excitación ya era brutal, el seguía diciendo cosas banales en plan de ¿te gusta? te parece que estoy bien? yo tragaba saliva y balbuceaba, hubo un momento que se acercó a mi, y me dió otro ligero empujón, me recostó sobre la cama, era una cama estrecha de 90, mis piernas seguían en posición de sentado y mi cabeza apoyada en la parede de la habitación, y entonces pasó, el se comportaba absolutamente como si fuera una chica, se subió despacio a la cama poniendo una pierna a cada lado de las mías, yo hice un ademán de quitármelo de encima para levantarme, pero él me empujó otra vez, con más violencia, hubiese podido librarme de el fácilmente porque yo pesaría unos 30 kilos más que él, pero me tenía como paralizado, y empezó poco a poco a rozarse conmigo, al principio muy suavemente un relampago recorrió mi columna, se me erizaron todos los pelos, poco a poco fue incrementando la presión frotando intensamente mi polla con su entrepierna, mi cabeza no respondía pero mi pene estaba ya duro como una roca, y el lo notaba y se recreaba con ello, me decía cosas, te gusta eh, eres un viciosillo, yo no podía articular palabra...

Comenzó a abrirse la camisa que llevaba, tenía un sujetador de encaje con relleno, se quitó la camisa por completo, no tenía un pelo a la vista y la verdad es que quitando el relleno que llevaba en el sostén, podía pasar perfectamente por el cuerpo de una chica, los brazos un poco más fibrosos, pero por lo demás...

Comenzó a acariciar mi cara, mi pecho por encima de la camiseta, mis brazos, entonces agarró mis manos y se las llevó a sus hombros, empezo a mover mis manos por su suerpo, las apoyó encima de sus falsos pechos,..me soltó y se desabrochó el sujetador, yo no me moví, se bajó el sostén, y me volvió a llevar sus manos a su pecho, esta vez desnudos, pechos de chico, pensaba yo para mi, pero en ese momento era incapaz de detener ese tren descarrilado...

Me encontré acariciendo su pequeños pectorales rozando con cuidado sus pezones, el ronroneaba como una puta gata en celo... y empezó a tirar de mi camiseta, yo estaba completamente vencido dejándome hacer, incapaz de hacer nada, parecía como si no tuviese voluntad... el empezó a acariciar mi pecho, enredando sus dedos en mi vello, pellizcando suavemente mis pezones, que estaban duros como una roca, el corazón me iba a mil por hora, tenía la polla a punto de reventar...se inclinó sobre mi y llevó su cara a mi pecho, empezó a besar mis pezones, a mordisquearlos, bajaba hasta mi ombligo, algo dentro de mi, quería que siguiese bajando, pero subía otra vez, a los pezones, lamió mi cuello, mis hombros, yo tenía los ojos cerrados, tratando de no pensar que era un chico quien me estaba haciendo todo eso...

En un momento dado noté como rozaba mis labios, parecía que con su lengua, me dejé hacer, noté como metía su lengua en mi boca jugando con mis dientes, hasta encontrar mi lengua,... empezamos a besarnos al principio suavemente, luego cada vez más fuerte, salvajemente tratando de taladrar la boca del otro con su lengua, yo no podía creer que estuviese pasando, volvió a besar mi cuello, mi pecho, mi ombligo, noté como sus manos tiraban para abajo de los leotardos que yo llevaba y de mis dos pares de calzoncillos, de los de dentro y de los defuera, todo a la vez, traté de facilitarle la tarea levantando mi culo, me bajo todo por debajo de las rodillas, no podía creer lo que estaba haciendo.

Empezó a jugar con su lengua en mi polla, al principio solo el glande, echando para atrás el prepucio, luego bajando por todo el tronco, llenándomelo todo de saliva, luego se introdujo toda mi polla en su boca, yo movía el cuerpo tratando de follarle la boca... el empujaba de mi hacia abajo tomando el control completo de la situación tragándose todo mi miembro, acariciándome las pelotas, buf, estaba en la gloria, él incrementaba su ritmo, moviendo su cabeza arriba y abajo casi violentamente, no podía aguantar más, la verdad es que no hice ni ademán de avisarle, pero él tampoco se apartó cuando empecé a correrme dentro de su boca, lo hice con rabia dando golpes de pelvis, hasta vaciar la ultima gota de leche en la boca de aquel novato que me había llevado a su terreno,...

Tras la descarga, la lucidez regresó como un puñetazo, pensé qué cojones hago aquí, con un tío, joder, me levanté como un resorte, él hizo ademán de intentar detenerme, pero en esos momentos era imposible, me subí los pantalones, cogí mi camiseta abrí la puerta y me piré...

Crucé el pasillo como un rayo y bajé las escaleras de tres en tres, esperando no encontrar a nadie por el camino y me metí en la habitación de mi colega, entré directamente a la ducha, asqueado de mi mismo, como para limpiarme lo sucio que me sentía, no soy gay, no soy gay me repetía... de repente todo el pedo que llevaba media hora antes había desaparecido por completo...

Salí de la ducha, me vestí con la ropa que había dejado allí por la tarde y me fuí corriendo a casa, quería alejarme, tratar de borrar todo lo que había sucedido esa noche... Me sentía mal... pero por otra parte era plenamente consciente que había gozado como nunca y eso me creaba una sensación que hacía hasta que me doliera el estomago...

Esa noche fue mi despertar a una nueva forma de experimentar el sexo...