La fiesta de San Juan

Situación morbosa durante una cena de San Juan que culminó en lo que tanto deseaba...

La fiesta de San Juan

Esta historia ocurrió en el san juan de 2010, donde se mezclan elementos de realidad y de ficción.

Como en otros relatos, hago una descripción rápida; soy Fran , 35 años,  moreno , 1.85  , ojos oscuros, tirando a atlético ya que me gusta mucho correr por la montaña pero a fin de cuentas un tipo normal y corriente, aunque en la época de esta historia era más joven y hacía otros deportes.

En esa época, hacía unos meses que estaba soltero y muy alicaido ya que en febrero de ese año había roto con una novia de la que estaba muy pillado.

Como mi amiga Montse conocía mi situación me propuso de ir a cenar a su casa , con su novio, y un par de amigos a ver si me animaba, para la noche de San Juan ya que no tenía planes y necesitaba desconectar.

Ahora cabe decir que mi amiga Montse era (y sigue siendo) una mujer despampanante, algo más joven que yo, tan alta como yo, unas tetazas enormes que la hacen muy atractiva , una carita muy guapa, morena, ojos verdosos, con unos labios muy gruesos y un cuerpo escultural con todo muy bien puesto aunque sus pechos llaman mucho la atención siendo grandes aunque sin ser desproporcionados.

Nos conocimos unos años atrás ya que nos iba el mismo rollo (nos gusta el heavy metal) y demás temas freakys, nos liamos una vez pero ella decidió volver con su novio y yo fui conociendo otras chicas, aunque seguimos compartiendo confidencias y amistad.

En la época de la historia ella estaba con otro novio distinto al que tenía cuando la conocí, Carlos, un buen tipo parecía e igual de freaky que nosotros aunque con otros gustos musicales.

Esa noche cuando llegué a su casa, aparte de ellos dos estaban Jesús, un chico gay muy simpático y fiestero que ya conocía de otras quedadas y Núria, a la que no conocía, una chica resultona, morena con media melena lisa, ojos oscuros y un cuerpo normal pero que tenía su punto, sobretodo su culito que tenía pinta de estar muy duro; Iba vestida normal con una camiseta de tirantes amarilla y una falda tejana, de verano, ya que hacía un calor bastante insoportable.

Durante la cena bebimos y nos animamos mucho, sobretodo Jesús que iba con una taja descomunal a medida que avanzaba la noche.

Yo notaba que Nuria me echaba miraditas y sonrisas toda la noche a las que yo correspondía de igual forma, aunque lo que realmente me tenía perturbado era Montse; iba con un pantalón de algodón muy corto que casi dejaba ver su culo y con el que podías ver sus largas y sensuales piernas , pero lo que llamaba la atención era que iba con una camiseta de tirantes, sin sujetador, marcando esas tetazas enormes con unos pezones que se intuían duros y apetecibles, notándose bajo esa fina camiseta.

Después de cenar y charlar, pasada la media noche, con la bebida haciendo su efecto en todos, en especial en Jesús, este ya no hacía más que soltar incoherencias y tenía esa pinta de bajón que te da el alcohol cuando te has pasado bebiendo.

Decidimos llevarlo a una habitación a dormir la mona en una cama de matrimonio que tenía Montse .

Los pezones de Montse seguían notándose duros como piedras  y se la veía achispada aunque dijo que se iba con su novio a descansar a su habitación ya que había bebido mucho también.

Me quedé a solas con Núria , charlando y riendo un rato más.

-Buff que cargadas tengo las cervicales -dijo Núria-.

-Ven que te hago un masaje, sientáte aquí -dije-.

Nos sentamos en el sofa y empecé a masajearle los hombros mientra ella cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás.

Estaba muy sexy en esa posición , podía ver su pequeño escote y oler su agradable perfume.

Cuando abrió los ojos le sonreí y la besé sin encontrar oposición , mientras empecé a sobarle las tetas y pellizcar sus endurecidos pezones.

Nos dimos un buen morreo a pesar del gusto a alcohol que hacíamos los dos, y después de estar metiéndonos mano un buen rato mientras nos besábamos, decidimos ir a la habitación donde estaba Jesús durmiendo profundamente su borrachera.

Antes de eso ella fue un momento al baño y luego a adecentarse en la habitación.

Mientras esperaba en el pasillo , oía un leve ruido en la habitación de Montse; acerqué mi oreja a la puerta y escuché algunos gemidos apagados.

Con curiosidad y la excitación que llevaba y supongo que el alcohol que llevaba encima también me ayudó a ser valiente, abrí un par de dedos la habitación de Montse y lo que ví me dejó perplejo a la par que excitado;

Montse estaba desnuda , de espaldas a la puerta, cabalgando la polla de Carlos; Por fin pude ver ese culo tantas veces soñado, ya que cuando nos líamos años atrás , nunca llegamos hasta el final ni llegué a verla en todo su esplendor .

Su coño pelado engullía su polla rítmicamente mientras su ojete quedaba expuesto y excitante , pareciendo que pedía a gritos otra polla para penetrarla también y dejarla loca de placer.

-¿Vienes? -oí un susurro desde la otra habitación.

Me giré al tiempo que Núria abría la puerta de la habitación donde se había quedado en bragas y fui hacia ella.

Me quedé en  mis calzoncillos boxers y empezamos a enrollarnos en la misma cama donde dormía Jesús , aunque este no se enteraba de nada por la borrachera que llevaba.

Su coño (que llevaba depilado) estaba empapado y sus pezones duros aunque se notaba que el alcohol la había perjudicado bastante y no estaba muy activa. Le quité las bragas y empecé a hacerle un dedo mientras ella me pajeaba con su mano dentro de mis boxers.

Mientras nos morreábamos empezó a gemir más intensamente , mientras entre espasmos, estiraba los piés como si se pusiera de puntillas y alcanzó un orgasmo placentero , mientras dejaba de tocarme la polla y me cogía la cabeza con las dos manos para darme un beso más intenso.

Cuando pasó su orgasmo quedó desnuda con su coño abierto aún brillante de sus flujos y se durmió.

En ese momento con el calentón que llevaba hubiera querido metérsela y follármela pero no era plan estando dormida como estaba, así que la tapé y salí al pasillo con una morbosa idea en la mente.

Me volví a asomar a la habitación de Montse y esta vez casi me corro de la impresión.

Desde mi posición los veía de perfil; su novio la bombeaba desde atrás mientras ella estaba de pie con las piernas abiertas y esas tetazas rebotaban de manera hipnótica mientras se mordía un labío y su cara exhudaba placer.

Yo empecé a pajearme lentamente, disfrutando de ese momento, mientras ellos seguían follando.

Al  poco, se veía que él iba perdiendo fuelle y cambiaron de posición, él se estiró boca arriba y ella se puso a cuatro patas en la cama y le empezaba a chupar la polla.

Ahora el cuadro que tenía enfrente era aún mejor, desde mi posición veía todo su coño abierto y goteando de la excitación y su culo piediendo a gritos también que se lo follaran.

Al poco Carlos empezó a gemir y ella aumentó el ritmo de su mamada, hasta que él se corrió en su boca, para después quedarse desvanecido por el esfuerzo y por el alcohol.

Ella algo contrariada se levantó insatisfecha, cogió una camiseta larga y se la puso , dejándome contemplar una vez más ese culo escultural, esas tetazas excitadas y ese coñito abierto con su clítoris bien hinchado pidiendo guerra aún.

Su cara era una mezcla de frustración por estar insatisfecha sexualemente hablando , y los efectos del alcohol.

Se dirigió hacia la puerta de la habitación. En un movimiento felino, me guardé la polla y salté a la entrada del baño que por suerte estaba enfrente de su habitación, allí abrí el grifo y la luz justo cuando ella abría la puerta para salir y se dirigió al baño mientras yo hacía como que me lavaba la cara.

-¡Anda! estás aquí -dijo Montse-.

Su camiseta apenas le tapaba el culo y dejaba entre ver el lateral de sus tetas casi hasta el mismísimo pezón.

-Si, estaba despejándome un poco. -le dije mientras la miraba de reojo-.

Mientras teníamos esta breve conversación ella hizo algo que me dejó a reventar de excitación; sin esperar a que saliera del baño, se levantó la camiseta lo justo para sentarse en el lavabo y mear.

-¡Aaaaah! Que descanso, perdona pero es que lo necesitaba -dijo ella riendo-.

-Oye, ¿qué ha pasado con Núria?-dijo mientras me miraba el paquete de reojo.

Algo desconcertado y con una erección de caballo, dije:

-Pues nada, que después de darnos el lote y hacerle un dedo, se ha quedado dormida, quedándome con las ganas de acabar.

Con el atrevimiento del alcohol me giré para que viera mi paquete en todo su esplendor. al tiempo que ella decía;

-Vaya, pues creo que estamos igual ya que después de comérsela a Carlos se ha quedado dormido y me he quedado a medias

Los dos nos reímos mientras sus pezones duros como piedras se marcaban en la camiseta, mientras ella seguía sentada en la taza del váter.

Sin pensármelo dos veces me arcerqué  y la acaricié del cabello mientras la miraba fíjamente.

Lejos de apartarse , me miró con una mirada de lascivia mientras se mordía el labio y entonces hizo algo que no olvidaré en la vida.

Acercó sus manos al borde de mis boxers y los bajó , dejando mi polla apuntando al cielo y acto seguido la engulló hasta que sus labios tocaron mis huevos.

Empezó a mamarme la polla lentamente dándome un placer indescriptible, ¡qué buena era la jodida! Mientras con suavidad acariciaba su cabeza.

-Ahhh Montse qué gusto, no sabes la de veces que he deseado este momento.

-ggrrrmmpffff -dijo ella-.

Cuando estaba a punto de correrme, y para no estropearle la noche otra vez, se la saqué de la boca y la levanté de la taza, poniéndola contra la pared, mientras le quitaba la camiseta y la dejaba desnuda ante mi.

Como si no hubiera un mañana empecé a comerle esas tetazas tanto tiempo deseadas; Mientras succionaba un pezón, el otro lo pellizcaba y ella me abrazaba y acariciaba la cabeza.

-Llevo años deseando comerte estas tetazas, estás buenísima .

-¿En serio? Mmm eme tienes muy excitada.

Yo seguía empalmadísimo, deseaba metérsela ahí mismo y llenarla de leche pero me contuve y al rato bajé mi lengua por su barriga, por su ombligo plano y cuando llegué a su coño, me arrodillé y alcé su pierna derecha; con mi brazo izquierdo sujetaba su muslo derecho, y con mi mano derecha le cogí el cachete izquierdo de su culo, atrayéndola hacía mi mientras mi lengua exploraba su cueva mojada, y jugaba con su endurecido clítoris.

Ella me tenía la cabeza cogida y me atraía hasta su coño mientras lanzaba gemidos contenidos.

-Ahh ahh ahh , sí no pares cabrón, qué bien lo haces.

-aah ahhh ahhh siiii siii.

Con mi mano derecha, pasé de su nalga a acariciar su ojete , humedecido por sus jugos y empecé a meterle el dedo, mientras ella tuvo un sobresalto y se llevó una mano a la boca para ahogar sus gemidos de placer.

-mmmmm qué gusto joder mmmmm sigue sigue.

Estuve en esa posición hasta que logré hacerla llegar a un orgasmo, notando sus espasmos y su humedad en mi boca.

Al poco me levanté y empecé a comerle la boca con fruición ; entrelazábamos nuestras lenguas en un beso sucio mientras dejaba de contenerme y alcé su pierna derecha y se la clavé hasta el fondo , follándola como un animal mientras seguíamos con nuestro beso.

Ella seguía emitiendo gemidos ahogados mientras me arañaba la espalda.

Cuando estaba a punto de reventar, bajé el ritmo y la puse de espaldas entre gemidos de ambos. Ella arrimó su culo a mi polla pidiéndome más , mientras veía como goteaba su coño de exictación.

Me deleité un momento viendo ese culazo en pompa y ese coño abierto para luego metérsela hasta el fondo, arrancándole un grito ahogado y empecé a bombearla.

-Estás buenísima, qué ganas tenía de follarte.

-Ah ah ah sigue por favor no pares.

Estaba tan excitada que no tardó en correrse mientras la agarraba de la cintura.

Cuando terminó se la saqué y puse la punta en su culo.

Ella giró la cabeza y me miró asustada.

-¡Soy virgen por ahí!

-Tranquila lo vas a disfrutar.

Y sin pensarlo se la clavé y entró sin dificultad.

-Aaaaaah cabrón, ahhh que gusto , fóllame ¡si!.

Estaba tan excitado que no duré ni un minuto llenándola de leche mientras le soltaba la cintura y estrujaba esas tetazas y besaba su cálida espalda.

Cuando nos separamos, nos dimos un beso con cara de satisfacción mientras nos limpiábamos.

Veía su cuerpazo de reojo por el espejo del baño mientras se agachaba a coger la camiseta y se limpiaba la corrida que acabada de tener / recibir.

Hice lo propio, poniéndome los calzoncillos y aseándome, dándole un último beso antes de salir.

Me fui a la habitación con Nuria y Jesús a descansar un poco.

Núria se había movido poniéndose de lado y destapándose , exhibiendo su culo y su chochito.

Mi excitación aún no se había ido del todo y noté como volvía a ponerme morcillón; me quité los calzoncillos y me tumbé a su lado, haciendo la posición de la cuchara.

Empece a frotar mi polla contra su culo, mientras ella empezada a ronronear en sueños.

Noté como empujaba su culo hacia mí levemente (o quizá eran imaginaciones mías), cosa que hizo acabarme de empalmar.

Con cuidado separé las nalgas de su culo y puse mi polla en la entrada de su coño y empujé. Entró con facilidad ya que todavía se encontraba muy mojada, ella giró la cabeza somnolienta y sonriente y me cogió una mano que llevó a su teta mientras se acompasaba con mis movimientos.

Estuvimos un rato así follando, mientras Jesús en la misma cama seguía impertérrito.

-Ah si, sigue, mmm qué gusto -decía ella-.

Al cabo de un rato no podía más.

-Me corro cariño, no aguanto más -dije-.

-Siii hazlo mmmm.

Mientras estaba apunto de correrme , capté por el rabillo del ojo, que la puerta estaba entre abierta y me pareció ver el brillo de unos ojos y el volumen de una teta junto con unos movimientos rítmicos a media altura.

Me pareció ver que Montse se estaba masturbando mientras nos miraba follar.

Acabé con una corrida descomunal, llenándole el coño de semen como si llevara meses sin correrme.

Cuando volví a mirar la puerta de la habitación, no había nadie allí (¿fueron imaginaciones mías??).

Cuando terminé caímos dormidos del esfuerzo.

Al despertar, oía ruido en la cocina, Yo seguía desnudo y me vestí, Nuria se desperezaba a la par conmigo , desnuda como estaba y sonriente mientras también se empezó a vestir. Jesús seguía durmiendo como si no fuera con él.

Al levantarme , ví la puerta de la habitación de Montse donde Carlos seguía durmiendo.

En la cocina nos encontramos a Montse con el mismo atuendo excitante del día anterior, con los pezones bien duros, preparando café.

-¿Qué tal habéis dormido , chicos? -dijo Montse-.

-Fenomenal – contestamos al unísono con una sonrisa de complicidad.

Montse me miró divertida arqueando una ceja mientras yo le guiñaba un ojo.

Después de tomar café nos despedimos y fuimos cada uno a su casa, no sin antes rozar los labios y su culazo antes de despedirnos.