La fiesta de mi mujer el viernes segunda parte

Continuo relatando el viernes de mi señora

Como hoy y mañana seran los ultimos dias que podre entrar ya que nos vamos fuera hasta el dia 8 de enero voy a intentar acabar de contaros la nochecita de mi zorra poniendome unos buenos cuernos.

Os deje mientras Carlos y su cliente Luis llevaban a mi puta al hotel.

Continuo tal como me lo conto ella:

No tardamos en llegar, aparcó el coche y salimos de él; nos dirigimos a  su habitacion y mientras lo esperabamos a que recogiera la llave, allí mismo en el pasillo le pedí a Luis que me besara. Me apoyó contra la pared y comenzó a darme un beso de esos que te dejan sin respiración, metiendo la mano debajo de mi falda de nuevo y apretando toda su polla contra mi, como si fuera a traspasar el pantalón y la falda y me pudiera follar allí mismo. Parecía que ya no podía más, porque se separó rápidamente y en ese momento llego Carlos y nos dijo que entraramos.

Entramos  me llevó directamente a la habitación; mientras Carlos se sento en la butaca y dijo:

  • Luis esta putita es toda tuya luego ya sera para mi ahora disfrutala tu solo.

El cliente  me tumbó en la cama levantando mi falda y bajandome el vestido  comenzó a comerme las tetas, parecía poseído; no tardó mucho en bajar hasta mi coño, el cuál estaba empapado y deseando que su lengua lo recorriera por completo, y él lo sabía. Abrió bien mis piernas, y en cuanto me dio el primer lametón no pude evitar gemir bien fuerte (es posible que lo hubiera evitado, pero tampoco quise, quería que nos escucharan). Luis no lo dejaba, lo había estado deseando toda la noche y yo también.

  • Que me gusta tu coñito Susana, que bueno que está joder.

  • Si, pues no pares no pares, haz que me corra, devóralo.

  • Mmmm me encanta que me pidas así las cosas zorrita.

Y continuó comiéndomelo tal y como le pedí, hasta que no pude más y me ahogué en un orgasmo de los que no dejas de gemir hasta que se te pasa un poco. Aún no había terminado mi orgasmo cuando le dije que se quitara el pantalón mientras me colocaba a cuatro patas para comerme su polla.

Mientras esto sucedia Carlos seguia sentado pero con la polla fuera del pantalon comenzando a pajearse.

Luis no tardó en deshacerse de toda su ropa, mientras yo me desprendía de la mía. En cuanto tuve a la vista su polla no pude evitar metérmela en la boca. Se quedó sentado con la espalda en el respaldo de la cama, mientras yo a cuatro patas y con mi culo en popa le mamaba su polla, no muy grande pero bien gorda. No dejaba de deslizarla por mi lengua, alternándola con sus huevos bien cargados. Sabía que no iba a aguantar mucho más ya que durante la noche la excitación había sido máxima y yo estaba loca por tragarme su corrida, así que no dudé ni un momento meneársela dentro de mi boca con rapidez para que se corriese dentro de mi. Y así fue, en un momento aquel chorreón de leche caliente fue a parar dentro de mi boca y la tragué a duras penas ya que la corrida fue tan grande que casi no consigo tragarla entera.

Quedamos un poco extasiados durante unos segundos, hasta que note como Carlos tambien se habia desnudado quedandose unicamente con ropa interior.

Pero la primera en menearme fui yo que me levante hacia el pero no llegue al sillon ya que Luis se colocó detrás de mi, completametne desnudo y con la polla aun morcillona debido a su reciente corrida. YO note como dos manos empezaron a acariciarme las tetas desde atras y por delante Carlos empezo a morrerme y a sobarme el culo.

Yo me retire de ellos y me acoste de nuevo en la cama durante un par de segundos estuvieron quietos mirandome los dos hasta que Luis se acercó; y comenzamos a besarnos, entrelazábamos nuestras lenguas mientras que nuestras manos se deslizaban por nuestros cuerpos siendo observados por Carlos. Me tocó las tetas, el culo, mi coño… después se dispuso a lamerlas de nuevo, en su afán por comenzar a provocar en mi más excitación si cabía, mientras yo miraba a Carlos, que miraba embobado con un empalme que era apreciablemente considerable

  • Fóllame, por favor, estoy loca por que me la metas.

  • Mmm, eso es nena, esto empieza a gustarme más por momentos. Llevo toda la noche esperando para metértela zorrita, así que vamos a ello.

Me coloqué a cuatro patas mientras miraba a Carlos y parecía petrificado; mientras Luis ya me la estaba metiendo y comencé a gemir a ver si lo sacaba de su estado hipnótico, hasta que Luis le dijo:

  • Acercate Carlos y que te la coma no estes ahi quieto.

Pareció despertar ya que no dudó y acerco su  gran polla, no tan gorda como la de su compañero , pero si bien grande; se vino hacia mí y se la cogí con una de mis manos nada más arrodillarse delante de mi; comencé a lamérsela, devorársela mmmm estaba deliciosa y no podía dejar de gemir mientras que uno me follaba y el otro me la metía hasta el fondo de mi garganta. Cuando miré el espejo de la puerta del armario la imagen me hizo estallar: mientras que Luis me la metía hasta el fondo dándome palmaditas en mi culo respingón, Carlos iba cogiendo confianza y empujaba mi cabeza para meterla más y más. Conversaban entre ellos, y sabían (al menos Carlos lo tenía bien claro, ya que me conocía de antes) que aquello me gustaba muchísimo:

  • Joder tío, este coñito me vuelve loco.

  • Que bien la come , estoy a punto de correrme ahhh

  • Toma zorrita, toma de mi polla- me decía mientras sus huevos chocaban contra mí cada vez con más fuerza.

Carlos estaba a punto de correrse, lo notaba, sobre todo porque me estaba avisando:

-  Puta  me voy, joder que me voy a correr, que bien no pares- mientras que mis sacudidas eran cada vez más grandes.

  • Si macho mio hazlo  correte.

Hizo el gesto de sacarla, pero le dije que no lo hiciera nada más sacarla pero fue tarde, no puede llegar a comerme su corrida, ya que la echó en mi cara, cosa que tampoco me disgustó y a él pareció que tampoco. Quedó sentado enfrente de nosotros, observando como Luis me follaba entre gemidos y gritos de placer; yo ya llegaba, ya me llegaba y comencé a gritar:

  • Sí, sí, no pares joder no pares, métemela ah ah ah ah ah siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

  • Me corro puta, me corro zorrita, eso es, menea ese culo joder menéalo me corroooooooooo

Carlos  estaba observándonos y yo estaba exhausta con la polla aún dentro escurriendo sus restos de corrida en mi coño. Después de unos segundos la sacó y caí boca abajo en la cama descansando durante unos minutos. No dijimos nada, hasta que me levanté y dije que necesitaba ir al baño a lavar un poco mi cara y a refrescarme.

Cuando salí del baño llevaba puesto el vestido, ya que estaba dispuesta a irme a casa; eran las 4 de la mañana y creía que aquellos dos hombres habían quedado satisfechos. Cuando llegué a la puerta del dormitorio oí que estaban tomando algo y me ofrecieron un vaso de zumo; me observaban mientras hablaban de lo buena que estaba, y sabían que aquello me complacía, me volvía loca esas miradas que iban de mis tetas a mi culo y recorrían todas mis piernas.

Ya me tengo que ir a trabajar procurare mañana acabar este relato.

Un saludo del cornudo de Castellon