La fiesta de mi hermana Marta 4

La historia continua, un trato difícil de rechazar, me abre puertas a nuevos destinos

Era las 12 del mediodía, el día anterior había tenido una jornada mañanera de sexo, y por la noche, el peligro de que Laura no cumpliera con su palabra de no decir nada a mi hermana de lo sucedido.

Sentado al borde la piscina, miraba la ventana de Marta. Reflexionaba en como ha cambiado mi vida en algo menos de un mes, de ser un chico con poca experiencia en el sexo a ser casi todo un “Don Juan”.

No era la única cosa en la que pensaba, en apenas 6 días, mis padres tendrían vacaciones y me iba a tocar irme con ellos durante 2 semanas a un apartamento que alquilaron cerca de la playa. Me parecía ilógico si vives en Barcelona buscar más de lo mismo, pero querían un lugar donde escapar de la ciudad y no estuviera muy lejos. El destino elegido fue un pueblo de Tarragona llamado Calafell.

Mi hermana por su parte se iba con sus amigos los de la “fiesta” a Santander. Alquilaron una casa para 10 personas durante 1 semana. Piscina, un gran salón, muchas habitaciones y mil cosas más. Estaba en una zona a la fueras de la ciudad, rodeados de la naturaleza y cerca de un centro de actividades donde realizan deportes de riesgo.

Cuando Marta volviera de viaje, mi padre la iría a buscar para que se reuniera con el resto de la familia. Por suerte para ella, solo quedaran unos días para que terminé el alquiler y tengamos que volver a casa.

La persiana de la habitación se levantó, una hermana con cara de resaca y muy despeinada, se dejaba ver detrás de la cortina. Hizo el gesto de “que morro tienes” al verme allí tan relajado, la respondí con el pulgar hacia arriba. Miro el panorama, me volvió a mirar, se quitó la camiseta mostrando sus pechos, le volví a levantar el pulgar y a carcajadas desapareció de la ventana.

Respire aliviado al ver que no parecía enfadada, por tanto, Laura no le había contado nada de lo nuestro. Pasé el resto de la mañana en la piscina y por la tarde, me fui al entrenamiento como hacia cada día. Marta por su parte había quedado con alguna amiga. Se puede decir que el día y la noche paso, sin ningún sobresalto, se agradecía un poco de tranquilidad y descanso.

Los siguientes días la rutina fue exactamente igual, con algún vacile o provocación aislada, pero sin que llegáramos a más. Marta parecía un poco ausente y pensativa, pero no soltaba palabra, se excusaba con que tenía mucho que preparar para el viaje.

Faltaba un día para irme secuestrado por mis padres de vacaciones, a mi hermana le quedaban aun 3 días para irse con sus amigos. Cuando todo parecía decidido, Marta y Laura entraron en mi habitación y me tiraron un salvavidas para que no me ahogara en mis penas.

-Marta: ¿Qué haces hermanito?

-Marcos: Aburrirme, así practico para las vacaciones

-Laura: Pero con 18 años, ¿todavía de vacaciones con tus padres? Te tienes que imponer

-Marcos: Ojalá fuera así de fácil

-Marta: Venimos a ofrecerte un trato, yo te libro del viaje y tú nos haces un favor con un trabajito

-Marcos: Vale, pero cerrar la puerta

-Laura: jajaja no ese tipo de trabajito

-Marta: Escucha, un chico de los que venía al viaje no puede venir porque le ha surgido algo

-Marcos: ¿Quién?

-Marta: Le llamamos Dexter, no pudo venir a la “famosa fiesta” y tampoco podrá venir al viaje

-Marcos: Pues desde ahora será mi mejor amigo

-Marta: Tenemos una plaza libre, en un coche y en la casa también claro.

-Marcos: ¿Crees que me dejaran ir?

-Marta: Tú no te preocupes, yo me encargo de eso esta tarde.

-Marcos: Perfecto, a quien tengo que matar para cumplir el trato

-Laura: matar matar…no, pero es algo importante

-Marta: Se trata de Mónica

Se sentaron a mi lado, me contaron lo que le sucedía a Mónica la noche que salieron solo las chicas, esa noche que yo temía que Laura le dijera algo a mi hermana.

Mónica tenía la autoestima por los suelos, el chico con el que había empezado a salir le había dado calabazas, su motivo fue que no era su tipo. Después de dos semanas en que parecía ir todo bien, fue empezar a tener sexo y a los pocos días la dejo. Hace un tiempo, otro chico con el que estuvo saliendo durante unos meses, la engaño con otra y cuando le pidió explicaciones solo recibió por su parte un “cosas que pasan”.

Me contaron también, que mientras estuvo con el chico que la engaño, ella nunca participo en ningún tipo de “juego especial” y que después de dejarle fue cuando empezó a participar, pero se rayaba de no dar la talla y no terminaba de disfrutar.

Necesitaba una inyección de autoestima y habían pensado en mi para ayudar.

-Marcos: A ver si lo entendí bien, ¿queréis que me folle a vuestra amiga?

-Marta: Si, pero que parezca algo casual y no forzado

-Laura: Ella cree que con el sexo es pésima y ahora se suma que un chico la ha rechazado

-Marta: Exacto, no se siente deseada y por eso hemos planeado algo para que tú y ella tengáis sexo antes del viaje

-Marcos: ¿Que os hace pensar que esto funcionara?

-Laura: Tu confía en nosotras

-Marcos: La última vez que hice eso, acabe esposado a una cama

-Laura: jajaja pero no te fue tan mal ¿no?

-Marta: Dejar de tontear y vamos a lo que interesa. ¿Contamos contigo?

-Marcos: Claro, que remedio.

Esa misma tarde de regreso a casa después de entrenar, tenía mis dudas de que Marta convenciera a nuestros padres para que pudiera irme con ella, pero al llegar a casa, me dio la buena noticia, era libre.

Me dio más detalles del trabajito con Mónica por la noche, cuando mis padres ya estaban dormidos.

-Marcos: Entonces con Mónica, qué tienes en mente

-Marta: Como está sola porque sus padres están fuera, la he invitado a casa, vendrá mañana tarde, se quedará a dormir hasta que nos vayamos de viaje

-Marcos: Si vamos, 2 noches.

-Marta: Exacto, con la ayuda de Laura, le hare creer que tu estas loquito por ella y que te pone a 100

-Marcos: ¿Qué?

-Marta: jajaja será fácil, porque de mis amigas, es con la que mejor te llevas

-Marcos: Pero eso no significa que después quiera follar conmigo

-Marta: Bueno… con algún juego y tu habilidad para provocar, será pan comido

-Marcos: ¿habilidad?

-Marta: Si, aunque no eres gran cosa, tienes algo que da mucho morbo.

  • Marcos: Me das un palo y luego pretendes arreglarlo

-Marta: jajaja no te enfades, lo tuyo es una mezcla de inexperiencia, torpeza, mezclada con detalles y provocaciones que te hacen perder el control. Solo tienes que ver a Laura, si por ella fuera, ya te hubiera follado 20 veces.

-Marcos: También tu pierdes el control

-Marta: Por eso, si lo consigues conmigo, que soy tu hermana, con Mónica te será fácil

-Marcos: Me pides mucho y ofreces poco

-Marta: Te acabo de salvar de nuestros padres, te vienes con nosotros y sabes que raro será que no hagamos algo especial durante el viaje.

-Marcos: Pero yo necesito una motivación ahora…

-Marta: jajaja me imagino lo que quieres…

-Marcos: ¿¿¿???

-Marta: Quieres mis braguitas para saborear y luego pajearte con ellas

-Marcos: Vete por ahí

-Marta: jajaja a ver ¿que quieres?

-Marcos: Quiero follar contigo con las luces encendidas

-Marta: Pero es que soy tu hermana, me tienes que respetar

-Marcos: ¿es que sin luz, ya no eres mi hermana?

-Marta: Si… pero siempre podre decir que no era yo, que estaba en mi habitación jugando a videojuegos

-Marcos: jaja eso es un golpe bajo

-Marta: Tengo una idea mejor, llévame a la piscina y lo hacemos allí, algo más de luz hay

-Marcos: ¿Y si nos ve algún vecino? Son solo la 1 de la madrugada

-Marta: Están lejos, como mucho verán a 2 personas muy juntitas en el agua y pensarán que soy yo con algún chico

-Marcos: O yo con alguna chica

-Marta: Si claro, una chica de plástico jajaja

-Marcos: Serás…

-Marta: Venga no pierdas tiempo y vamos nenaza

Apagamos las luces del salón, por si alguno de nuestros padres se despertaba, no le diera por mirar si estábamos en la piscina y nos pillase en plena faena. Una vez en el jardín junto a la piscina, me decepcione al ver lo oscuro que estaba todo, la luz de la luna no era suficiente. Nos quitamos la ropa, me agarro la mano y me llevo a una esquina del jardín.

Se tumbo boca arriba sobre el césped, abrió sus piernas y con el dedo me hizo una señal para que me acercara.

-Marta: Ven aquí hermanito, que tengo algo para ti

-Marcos: Tiene pinta de estar muy mojado

-Marta: ¿Porque no lo compruebas?

Me arrodille delante de ella, agarre sus piernas y me las puse sobre los hombros, enseguida me di cuenta de que mi boca no alcanzaba su destino. Agarre entonces sus piernas con mis manos, las eche para atrás y se las abrí lo más que pude. Tenía una postura perfecta para ser devorada.

Comencé a chupar su coñito mojado, ella se retorcía llevándose las manos a la cara.

-Marta: Follame con tu lengua

-Marcos: No prefieres mejor con mi…

-Marta: Shhh con la lengua

Metí la lengua en su rajita, Marta soltó un breve quejido y volvió a taparse la boca. La metía cada vez lo más adentro posible y una vez dentro la movía para atrapar su fluido como si de una cuchara se tratara. Durante varios minutos, fue un delirio para mi hermana, era la primera vez que follaba a una chica con mi lengua y no debía de estar haciendo mal trabajo.

-Marta: aiii me estas matando

-Marcos: me estas poniendo muy…

-Marta: Shh no pares que ya… aiiiii

No pudo aguantar mucho más y empezó a correrse, sus movimientos expulsaron mi lengua de su rajita, la solté y le metí un par de dedos para que terminara disfrutando de un orgasmo que ya llegaba a su fin.

Me tumbe a su lado mientras Marta recuperaba la respiración, a la espera de mi turno.

-Marta: No sé como lo haces que siempre logras ponerme como una moto

-Marcos: Uno que sabe

-Marta: jajaja que modesto

-Marcos: Bueno, seguimos aquí o vamos a la piscina

-Marta: Yo me voy a la cama ya

-Marcos: Que dices, ¿me vas a dejar así?

-Marta: Tú tienes que reservar fuerzas para Mónica, así estarás más motivado

Se levanto del césped, se puso la ropa y se disponía a marcharse

-Marcos: ¿No me fastidies enserio?

-Marta: Esta bien, pero lo vamos hacer a mi manera

-Marcos: Como tú quieras

-Marta: Ven conmigo, pero deja tu ropa ahí

Me agarro de la mano, entramos en casa y se dirigía a la puerta principal.

-Marcos: ¿Dónde vamos?

-Marta: Tú quieres tu premio ¿no?

-Marcos: Si

-Marta: Te la voy a chupar en el jardín delantero, al lado del muro.

-Marcos: Que dices, allí nos verán, hay mucha luz

-Marta: ¿No era eso lo que querías? Tener luz

-Marcos: Si, pero…

-Marta: Te estas rajando… mejor lo dejamos… hasta mañana, buenas noches

-Marcos: Espera espera… está bien

La parte delantera de casa estaba distribuida de la siguiente manera. Un pequeño jardín y la entrada al garaje, todo esto delimitaba con la calle con un muro de 1.60 de altura.

La idea de mi hermana era ir al lado del muro, agacharse de espaldas a él y yo delante de ella apoyando mis brazos sobre el muro, como si estuviera pasando el rato allí. Mientras me hace una mamada, si alguien pasa por la calle solo me vería a mí, a no ser que se subiera encima del muro y se asomara.

Empezó a chuparme la verga, se lo tomaba con calma, todo parecía ir bien y no se veía a nadie por la calle. A lo lejos vi venir a nuestra vecina Anna con su perro, una chica de unos 32 años que se había divorciado hace unos meses y había vuelto a casa de sus padres a vivir con ellos.

-Marcos: Para para que viene Anna

-Marta: ¿No jodas? Da igual tu disimula jajaja

-Marcos: Que no joder, que se va a dar cuenta

-Marta: Tranquilo que a mí no me puede ver

Conocíamos a Anna desde siempre, una chica rubia de ojos azules, unos pechos muy bien puestos y un cuerpo para pecar. Desde que se divorció y volvió a casa, tengo más relación con ella. Empezó hace unos meses a correr por el paseo de la playa, por el parque, un día coincidimos y salimos a correr juntos, desde entonces coincidimos de vez cuando. No solo corremos juntos a veces, al practicar atletismo, la aconsejo conceptos básicos o algunos trucos para mejorar. Se puede decir que me he convertido un poco en su entrenador.

-Anna: Hola vecino

-Marcos: Hola, que haaaaces por aquí

-Anna: Paseando al perro, es que no tenía mucho sueño y he salido a pasear un rato

Mi hermana no se cortó un pelo, lo que hasta ahora era una mamada tranquila, se había convertido en todo lo contrario. Con mis brazos sobre el muro intentaba disimular, pero tenía a la vecina a escaso medio metro, por suerte no veía mas allá de la barrera.

-Anna: Y tu ¿Qué haces aquí?

-Marcos: Estaba tomando un poco el fresco

-Anna: Os vais mañana de vacaciones ¿no?

-Marcos: Se van mis padres, al final yo me voy con Marta y sus amigos a Santander.

-Anna: ¿Enserio? Estarás contento

-Marcos: Mucho, te invitaría a venir porque seguro que te gusta el sitio y vamos a practicar deportes de riesgo

Note un mordisco en mi polla, una cara de dolor que Anna no vio porque su perro se apoyaba sobre el muro intentando saltar.

-Anna: Oye para no saltes. Es que tienes un perro ahí contigo

-Marcos: Una perrita… quiero decir que antes estuvo aquí una amiga de mi hermana con una perrita

-Anna: Pues ha debido mear cerca porque esta Nico como loco

-Marcos: Si, es que creo que tenía la perriiiita en celo

Un nuevo mordisco, esta vez más doloroso que el anterior.

-Anna: Pues ya me contaras que tal el sitio y si está bien igual me animo para ir en un futuro

-Marcos: Claro, tú me invitas que se me da bien los deportes

-Anna: jajaja por supuesto

Mi hermana no dejaba de lamer mi verga con fuerza, sabía que en breve Anna seguiría su camino y quería que me corriera con ella delante. Intente evitarlo, pero me fue imposible, tenía a una mujer como mi vecina delante, que iba vestida con ropa de deporte blanca, muy ajustada y marcando pezones. No podía dejar de mirar su boca mientras recibía la mamada de Marta, su sonrisa y lo cariñosa que era siempre conmigo, no sabía si era por algo especial o porque ella era así con todo el mundo.

-Marcos: Pues creo que me voy a ir a la caaaaama

-Anna: Si yo también. Oye ¿estás bien?

-Marcos: Si, dios creo que…eee

-Anna: ¿Que te pasa?

Empecé a correrme en la boca de Marta, agache la cabeza para que Anna no viera mi cara de placer, me agarro de la mano e insistía en si estaba bien.

-Anna: Me estas asustando Marcos

-Marcos: Perdona, lo siento, es que me ha dado un tiron a la altura del muslo y dueeeeele mucho

-Anna: Abre la puerta, que te doy una friega a ver si se calma

-Marcos: No, ya está, se me ha pasado. Es que a veces cuando abusas de correr, pasa esto

-Anna: Me has asustado

-Marcos: Lo sé, perdona

-Anna: No pasa nada, bueno por si no te veo, disfruta del viaje y no abuses

-Marcos: Gracias, tranquila me lo tomare con calma

-Anna: Así me gusta. Un beso ¿no? De despedida

-Marcos: O dos

Nos inclinamos hacia el muro y nos despedimos con 2 besos en la mejilla. Anna continuo su camino, mientras Marta y yo entramos en casa.

-Marta: Ostia hermanito que fuerteeee

-Marcos: ¡¡¡Estas loca!!!

-Marta: Enserio, ¿con la vecina?

-Marcos: Que pasa con la vecina

-Marta: Te pone la vecina y ella te sigue el rollo

-Marcos: No te montes películas, ella es así con todo el mundo

-Marta: jajaja bueno tu descansa, que mañana empieza la misión con Mónica

Esa noche fue difícil conciliar el sueño, no me quitaba de la cabeza lo que había sucedido, recibir una mamada a escondidas mientras que hablas con una mujer así, que no sabes si a veces tontea contigo o son imaginaciones, es una experiencia difícil de olvidar.

La mañana siguiente, mis padres se marchaban, después de una despedida eterna y miles de instrucciones, nos dieron una lista de cosas que debíamos hacer, cerrar bien puertas y ventanas, alarma, etc.

Marta se fue a casa de Mónica para ayudar con su maleta y después de comer volverían a casa. Por mi parte, pasé el día en la piscina y por la tarde me fui a correr un poco por el parque.

Al regresar, las maletas del salón me indicaban que las chicas estaban en casa. Iba a mi habitación cuando me encontré con Marta saliendo del baño.

Marta: Ya estás aquí

Marcos: Si acabo de llegar

Marta: Vale, te pongo al día con Mónica

Me conto que su amiga ya sabía que me ponía mucho y estaba coladito por ella. Pensó que era una broma, pero al llegar a casa le mostraron algo que la hizo cambiar de opinión. Marta había metido en una carpeta escondida en mi pc, unas fotos de Mónica sacadas de las redes sociales, en bikini, con posturitas o poniendo morritos, en definitiva, fotos con las que un chico se podía masturbar. Explico a su amiga que un día utilizando mi ordenador para imprimir unos archivos, se puso a cotillear y encontró esas fotos escondidas.

Marcos: Y… ¿se lo ha creído?

Marta: Si, me hice la tonta de que no encontraba la carpeta, pero cuando vio sus fotos, se quedó a cuadros.

Marcos: Que dijo al ver las fotos

Marta: Dijo que no se lo imaginaba, nunca había notado nada

Marcos: Normal, es muy surrealista

Me continúo explicando Marta, que de una manera sutil, le había planteado a Mónica que follara conmigo. Por dos malas experiencias con chicos, no debía venirse abajo y que tal vez yo, podía ser un buen sujeto para comprobar que gusta a los chicos y que no es mala en la cama. No le pareció buena idea entre otras cosas porque era hermano de su amiga, pero tampoco lo descarto.

-Marcos: Me parece que la estas liando mas

-Marta: De momento todo va según lo esperado, ahora te toca a ti entrar en acción

-Marcos: ¿Que tengo que hacer?

-Marta: Ponte un bañador y ven conmigo

Fui a mi habitación a por un bañador, pero tenía todos en la maleta, tuve que optar por uno viejo que me quedaba un poco justo. Volví con mi hermana que me esperaba con un bote de champú.

-Marta: Ahora vamos a salir y después de saludar a las chicas, te lavas un poco en la ducha de la piscina

-Marcos: ¿Chicas? Nadie me dijo que fuera a tener publico

-Marta: Tranquilo, es Laura, pero tu céntrate en Mónica

-Marcos: Con Laura seria todo mucho más fácil

-Marta: no me cabe duda, ven aquí

Me acerque a Marta y me agarro del paquete, empezó a frotar mi verga con su mano. No entendía a que venía eso y cuando empecé a tener una erección me aparté de su lado.

-Marcos: ¿Que haces? Con lo ajustado que me va este bañador si encima salgo con una erección se asustara tu amiga

-Marta: jajaja no, además como la tienes tan pegada al cuerpo, parece que tienes un pollon y no que este con ganas de guerra. Anda vamos

Salimos al jardín donde estaban sentadas las chicas hablando.

-Marta: Mirar quien se digna aparecer

-Marcos: Que tal chicas

-Chicas: Hola Marcos.

-Laura: Si sigues entrenando tanto, te vas a poner muy cachas

-Marcos: Si quisiera estar cachas practicaría otro deporte

-Marta: Pero mirar que piernas tiene, nada que envidiar a las de un futbolista

Las chicas miraron mis piernas y lo que no eran mis piernas

-Laura: Si, se nota que está todo muy duro

Sonrisas maliciosas de 3 chicas que me hicieron sentir algo incomodo, que no iba a dejar que me vacilaran así. Me agarre el paquete y me acomode la verga ante la atónita mirada de las chicas. Me di media vuelta y fui a la ducha de la piscina.

Mientras me enjabonaba, Laura no me quitaba ojo a la par que escuchaba lo que decían mi hermana y Mónica que estaban hablando, pero que también miraban de vez en cuando. Le puse más picante a la situación, metiendo mi mano dentro del bañador para lavar mis partes íntimas sin ningún tipo de pudor. Con el bañador mojado, la erección que era mucho más pronunciada se marcaba mucho en la prenda.

Termine la ducha, me fui a escasos metros de ellas, para que apreciaran bien el género y me tire de cabeza a la piscina. Laura empezó aplaudir y al momento las chicas también, no sé si aplaudían por el buen salto o por el show que acababan de ver.

No tardaron en hacerme compañía en el agua, con una pelota empezamos a jugar a balón prisionero, una persona se pone en medio y el resto se pasan la pelota sin que la intercepte el “prisionero” si este lo hace, intercambia el lugar con la persona que dio el mal pase.

El primer prisionero fui yo, aunque tarde poco en cederle el puesto a Marta y después esta se lo cedió a Mónica. Mi hermana se cansó del juego y nos dejó solos. Al ser solo 2 pasándose la pelota, Mónica lo tenía más fácil teniendo que cubrir a una sola persona y en este caso me eligió a mí.

No me había fijado nunca en su cuerpo, tal vez sea porque nunca pensé que fuera a tener algo con ella. No tenía grandes pechos, pero eran tan redondos y firmes que no les quitaba ojo. Era delgadita, pero tenía una caderas muy marcadas y culito que, a pesar de ser pequeño, parecía muy juguetón.

Mi erección que se había calmado durante el juego empezaba de nuevo a querer ser protagonista y una de las veces que Mónica me cubría para no recibir el balón, perdió el equilibrio cayendo sobre mí. Debió notar algo en mis pantalones porque se puso bastante nerviosa.

Estuvimos un buen rato jugando, ante la atenta mirada de mi hermana, había roces con Mónica, pero Laura también me buscaba, cuando ella era la prisionera. Incluso en una ocasión, llego a echar la mano hacia atrás para agarrar mi verga unos segundos. Por suerte solo yo me percate de ese detalle.

Iba llegando la noche, después del turno de ducha, pedimos unas pizzas por cortesía de Mónica. Sentados en el sofá del salón, comimos tranquilamente a la par que vimos un par de películas. Mónica estaba sentada a mi lado, como no podía ser de otra forma.

Ayude a mi hermana a recoger la mesa, momento adecuado para explicarme cuál sería el siguiente paso. Me mando a mi habitación, tenía que esperar allí, porque entre chupitos, iniciaría un juego de realizar pruebas. No me dio más detalles, solo me dijo que mandarían a Mónica a mi habitación a por mi ropa interior. Tenía que aprovechar ese momento, pero que tampoco lo forzara, todavía teníamos todo el día de mañana con su respectiva noche y aún tenía un as en la manga.

Me fui a mi habitación algo nervioso, comencé una partida de un videojuego y esperar a que su amiga viniera a por su trofeo. Después de casi 2 horas, empecé a pensar que no había funcionado el plan de Marta y me fui a la cama. Al poco, llamaban a la puerta.

-Mónica: ¿Se puede?

-Marcos: Si pasa, que ocurre

-Mónica: Perdona, ¿estabas dormido?

-Marcos: No, justo me acabo de tumbar en la cama

-Mónica: Veras es que… a ver como te lo explico

-Marcos: ¿Qué ocurre?

-Mónica: No te asustes, pero estamos jugando a algo de hacer pruebas y quien no la supere, tendrá que hacer una prueba aún mucho peor

-Marcos: Eso suena interesante

-Mónica: jajaja no lo es, pero me han obligado a participar

-Marcos: Con mi hermana y Laura es lo normal

-Mónica: Si, lo sé, el caso es que mi prueba consiste en que te robe o me entregues la ropa interior que llevas puesta

-Marcos: ¿Y si no llevo?

-Mónica: ¿Cómo?

-Marcos: Es broma, pero está bien, te ayudare

Me puse de pie, me bajé el pantalón del pijama y cuando me iba a quitar el calzón…

-Mónica: No, espera, es que te lo tengo que quitar yo

-Marcos: Joder menuda prueba, espero que la prueba de ellas este a la altura

-Mónica: Si consigo esta prueba, me tocara poner una a tu hermana

-Marcos: Haz que saque la basura en zapatillas y tanga

-Mónica: jajaja suena divertido, tal vez lo haga

-Marcos: Bueno pues… cuando quieras

Se agacho delante de mí, con ambas manos fue bajando poco a poco hasta liberar a Willy, un pequeño sobresalto y termino de bajar el calzón. No tenía la verga en erección, pero casi. La notaba nerviosa, era momento de actuar.

-Mónica: Ya está, muchas gracias y te los devolveré, te lo prometo.

-Marcos: Espera no te vayas

Me fui hacia ella quedando a escasos centímetros, tan cerca que mi verga se rozaba con ella. Un nuevo sobresalto al notar el contacto de mi polla hizo que se pusiera más nerviosa.

-Mónica: Que… ¿Qué ocurre?

-Marcos: No es que no me fie de ti, pero tendrías que dejarme algo como fianza, esa es una de mis prendas favoritas y no me gustaría perderla.

-Mónica: que… ¿Qué quieres de fianza?

-Marcos: Lo justo sería tus braguitas

A pesar de lo incomoda que le podía resultar mi petición, acepto y con un gracioso movimiento de cadera, se quitó los pantalones del pijama. Cuando se disponía a bajarse las braguitas, la detuve.

-Marcos: Déjame, no lo hagas tu todo

-Mónica: Vale…

Me agache delante de ella pasando mis manos desde su tripa hasta sus caderas, agarre sus braguitas no sin antes cruzar una mirada con ella. Su gesto estaba algo desencajado, impaciente y sin querer prolongar mucho el momento se las baje de un solo tirón hasta las rodillas. Perdió un poco el equilibrio y agarro uno de mis hombros con su mano. Se las termine de quitar de forma delicada, levanto un pie, el otro y ya eran mías. Antes de levantarme, no pude evitar mirar su entrepierna, un perfecto triangulo de vello púbico, una sorpresa para mí porque me imaginaba que estaría depilada del todo.

-Marcos: Pues ya estamos en paz

-Mónica: Si…

Seguía muy cerca de Mónica, mi verga ya totalmente erecta, descansaba sobre su tripa. Nos quedamos unos segundos con nuestras caras muy, muy cerca tan cerca que notaba su respiración sobre mi barbilla. Esperaba una iniciativa por su parte, pero los segundos pasaban y nada. Le acabe besando, ella me rodeo con sus brazos mientras mis manos la agarraron del culo para atraer su cuerpo hacia mí.

Durante un par de minutos, creí a ver conseguido mi propósito, pero como si de un disco rayado se tratara, se terminó la balada a medias.

-Mónica: No, para, esto… esto no está bien

-Marcos: Perdona yo…

-Mónica: No, no te preocupes, es culpa mía

-Marcos: Lo siento, no sé que paso por mi cabeza. Como una chica como tú va a querer algo conmigo, es de locos.

-Mónica: No de verdad no te preocupes

-Marcos: Enserio, no lo pude evitar

-Mónica: No pasa nada vale, ya te dejo que duermas, buenas noches

Se fue algo acalorada, casi lo tenía, pero debía estar muy confundida con tantas cosas como estaban pasando. Me empecé a dar cuenta que el plan de Marta y Laura para ayudar a su amiga tenía muchas lagunas. Estaban mezclando sentimiento con sexo y eso no podía acabar bien.

Acabe dormido no sin antes dar miles de vueltas a lo que había pasado.

La mañana siguiente, para despejarme, fui a correr un rato. Me encontré con mi vecina Anna y pasamos casi toda la mañana juntos.

Cuando volvía a casa, tenía miles de llamadas y mensajes de mi hermana en el móvil, estaban en la piscina y que cuando llegara, la diera un toque para hablar conmigo antes de que me viera Mónica. Me temía lo peor.

Nada más entrar en casa, hice lo que me pidió. Al rato entro a mi habitación y me dio un abrazo.

-Marta: Genial hermanito, sabía que no nos follarias

-Marcos: ¿Follarias?

-Marta: jajaja fallarías

-Marcos: Me habías asustado

Me conto todo lo que paso cuando Mónica bajo al salón, la hicieron llevarse el móvil para que grabara todo de forma disimulada. Estaba nerviosa, confundida, le apetecía mucho, pero se asustó y salió corriendo.

-Marcos: Oye, pero el video…

-Marta: Esta borrado, no te preocupes

-Marcos: Estáis enfermas, lo sabes ¿no?

-Marta: jajaja si y me encanta.

-Marcos: Pero entonces ella está bien, no se ha rayado

-Marta: Que va, todo lo contrario, está más feliz que una perdiz

-Marcos: Yo no sé si esto… estáis mezclando las cosas

-Marta: Tranquilo, no te preocupes. Esta noche la enviamos a tu habitación a devolver tu prenda y terminas el trabajo

-Marcos: Bufff, después de esto, no quiero más juegos, te lo digo enserio

-Marta: Hermanito es que eres un diamante en bruto, tienes un gran poder

-Marcos: Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad

-Marta: firmado, el niño araña jajaja anda pégate una ducha que hueles, y ya mismo vamos a comer

La tarde la pasamos entre risas y juegos en la piscina, notaba a Mónica muy contenta y receptiva. Al anochecer, nos dejaron solos en la piscina mientras preparaban la cena.

-Mónica: ¿Estas nervioso por el viaje?

-Marcos: Un poco, son mis primeras vacaciones por libre

-Mónica: También las mías, aunque el año pasado estuve unos días con mi ex en Ibiza

-Marcos: Entonces no son las primeras

-Mónica: Para mi si, ese viaje prefiero olvidarlo

En ocasiones, entre tema y tema de conversación, nos quedábamos callados y nuestras miradas se cruzaban

-Mónica: ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Marcos: No. Que si, es broma

-Mónica: jajaja eres malo eh… anoche… se me quedo grabada una frase tuya

-Marcos: Lo sé, la frase es… “y si no llevo ropa interior”

-Mónica: jajaja noooo, la de “como una chica como tú va a querer algo conmigo” creo que fue así

-Marcos: Porque lo pienso, tú tienes 4 años más que yo, podrías estar con chicos más mayores, con coche, buen trabajo, experiencia en la vida

-Mónica: He tenido de eso y no me ha ido muy bien, más experiencia no garantiza ser más maduro

-Marcos: No sé, mi experiencia en relaciones es escasa

-Mónica: No te preocupes, todo llega, todos tenemos una media naranja esperando

-Marcos: Pues alguien ha hecho un zumo con la mía, porque …

-Mónica: jajaja y con la mía

-Marcos: Pues que lo disfruten

-Mónica: Me ha gustado esta conversación.

-Marcos: Lo sé, soy muy bueno con la lengua…

-Mónica: ¿Cómo?

-Marcos: Quiero decir, que…

-Mónica: jajaja déjalo…

Esa noche no tardamos mucho en ir todos a dormir, teníamos que madrugar, un viaje de Barcelona a Santander no era poca cosa. Antes de ir a dormir, me cruce con Laura.

-Laura: Que, ¿listo para esta noche?

-Marcos: Sigo pensando que…

-Laura: En el sexo no se piensa, se actúa

-Marcos: Te noto algo enfadada, acaso tienes envidia

-Laura: Mira, graciosito, si yo fuera Mónica, te iba a dejar tan cansado que ibas a necesitar una silla de ruedas toda la semana

-Marcos: Como dijo una sabia del tema… en el sexo no se habla, se actúa

-Laura: jajaja eres un cabronazo, pero no creas que te vas a librar de mi tan fácilmente

Me fui a mi habitación a esperar a Mónica, pero apareció mi hermana.

-Marta: ¿Estás listo?

-Marcos: ¿Ahora tú?, que siiiiiii

-Marta: jajaja valeeeeee, vamos que confiamos en ti, no nos falles

-Marcos: Claro, sin presión eh

Por fin me dejaron solo, estaba muy nervioso, de todas las historias que he vivido en mi vida, incluidas las de este último mes, esta era sin duda la que más nervioso me ponía. Me acosté en la cama, con el móvil y los auriculares puestos. Un poco de música amansa a las fieras, no veía porque no a mí también. Paso cerca de una hora, cuando note una mano en mi pie.

-Mónica: ¿Estas despierto?

-Marcos: Si, estaba escuchando música

-Mónica: Venia a devolverte esto

-Marcos: Vaya, ya los daba por perdidos.

Saque de debajo de la almohada sus braguitas.

-Marcos: Creo que esto es tuyo

-Mónica: ¿Las tenías ahí debajo?

-Marcos: Las iba a guardar en el cajón de la ropa interior, pero luego pensé que si al final no te las devolvía, me olvidaría de ellas y mi madre podría verlas. Que pensaría de mi

-Mónica: ¿Qué alguien necesita una charla?

-Marcos: jajaja si tal vez

-Mónica: Me está costando conciliar el sueño, ¿a ti no te pasa?

-Marcos: Si, por eso me puse a escuchar música

-Mónica: No había pensado en eso, aunque da igual tengo los auriculares en la maleta

-Marcos: Si quieres, quédate un rato y los compartimos

-Mónica: Vale

Se tumbo Mónica a mi lado, de costado se acercó a mi apoyando su mano sobre mi pecho. No llegamos a terminar la primera canción, cuando me miro y empezamos a besarnos.

Nos besamos durante varios minutos con la única luz de la pantalla del ordenador, suficiente para ver su cara, su cuerpo y sus manos, unas manos que bajaron por mi pecho hasta colarse dentro de mi ropa para agarrar mi verga.

Se subió encima mío, se quitó esa pequeña camiseta dejando sus pechos al aire. Sus tetas no eran muy grandes, pero me encantaban, tan redonditas y suaves, no pude evitar llevar mi mano a una de esas 2 preciosas gemelas. Se inclino hacia a mi nuevamente para besarme, continuaba con esa masturbación, aunque de forma más torpe por la postura. Me incorpore para poder agarrar su trasero con mis manos, se colaron en su ropa y una de ellas fue en busca de su rajita, atravesando por su culito acabo llegando a su destino. Estaba muy mojada.

Durante unos minutos disfrutamos de caricias y besos, pero era hora de pasar a mayores. Se levanto de la cama y de un solo tirón, se bajó el pijama y un tanga muy sexy, tal vez elegido para la ocasión. Se acerco a mí y de un golpe me quito mi ropa. Gateando por la cama, llego a la altura de mi verga a la que agarro fuerte para meterla en la boca. Durante unos minutos, disfrute de una intensa mamada, no duro mucho porque ella lo que quería era otra cosa.

Se subió encima de mi polla dejándose caer lentamente, notaba todo muy estrecho, como si de una virgen se tratara. Empezó a moverse de arriba abajo lentamente, con los ojos cerrados y ligeros gemidos que me hacía ver que estaba disfrutando. Le deje hacer durante un rato, no quería que nada fue a estropear su momento.

Hubo un segundo que noté algo extraño, no quise jugármela, era hora de coger la iniciativa. La di media vuelta para cambiar de posición, encima de ella se la clave hasta el fondo, empecé con un movimiento suave, para ir aumentando poco a poco el ritmo. Me rodeo con sus brazos y sus piernas en el momento que subí el ritmo. Su respiración era cada vez más rápida, sus gemidos pasaban a ser quejas de placer. Sacando mi lengua a pasear, empecé a lamer su cuello, chuparlo, succionarlo.

En unos minutos había llegado al climax, su cuerpo era como un volcán, cada parte de él reaccionaba ante el orgasmo que estaba teniendo. Fue tal el espectáculo, que no pude evitar que empezara a correrme dentro de ella. Nos miramos a la cara, ella aun suspiraba como si hubiera estado minutos ahogándose, incline mi cabeza hacia atrás durante mi momento de placer, ella se inclinó hacia mi cuello para besarlo y eso aun me hizo disfrutar un poco más en esos breves instantes de placer.

Nos quedamos los dos tumbados sobre la cama, sin decir nada, sin hacer nada. Pasaron algunos minutos hasta que ella se giró hacia a mí y me abrazo.

Tal vez no había disfrutado tanto como con Marta o Laura, pero lo importante no era yo sino Mónica.

Me sentía con mucha confianza, por ese motivo no quería dejar el trabajo así. Quería algo de morbo, lo necesitaba y sabia como conseguirlo.

-Marcos: Te va a parecer una locura, pero ¿te quieres venir conmigo a la piscina?

-Mónica: ¿ahora?

-Marcos: Si, hace tiempo que tengo una fantasía y tal vez…

-Mónica: ¿Quieres hacerlo en la piscina? ¿y si nos ven?

-Marcos: Que miren y si les gusta que se toquen

-Mónica: jajaja se nota que eres hermano de Marta

-Marcos: ¿Por qué? Todos me dicen lo mismo, cuéntame

-Mónica: No, ahora vamos a cumplir tu fantasía

Bajamos a la piscina desnudos, me aseguré de que las chicas estuvieran despiertas tirándome a la piscina, al sacar la cabeza ya pude ver como la persiana que estaba cerrada, subió un palmo. Mónica no se percató de ese detalle, la puse apoyada en un borde de espaldas a la ventana, de esta forma yo podía ver perfectamente si se asomaban.

Mientras nos besamos, mi pequeño tiburón empezó a pedir sangre y con un leve movimiento entro a la cueva a por comida. Me rodeaba con sus piernas y brazos, un sube y baja algo lento por el agua, pero muy placentero.

Pude ver a mi hermana y Laura mirando de forma descarada por la ventana, Marta levanto el pulgar hacia arriba, casi me hace reír, pero lo que me hizo sonreír fue ver a Laura enseñando sus tetas y mi hermana intentando bajar su camiseta.

No quise distraerme mucho con ellas, el morbo de que nos estuvieran viendo, ya lo tenía. Con mi boca agarre una de sus tetas que, mojadas con el agua, me parecían de lo más bonito que se podía ver. Con uno de mis dedos intente abrirme paso por su ano, pero ella inmediatamente me hizo parar, nunca lo había hecho por detrás. Fue tal provocación esa, que me hizo aumentar el ritmo. Al igual que en mi habitación, Mónica, cambio sus leves gemidos por algo más sonoro.

Me encantaba la sensación de su coño tan estrecho, notaba la presión en cada punto de mi verga cuando se hacía camino al interior. No fuimos capaces de aguantar mucho más, esta vez el primero en llegar al climax fui yo, pero al notar mi leche caliente dentro de ella, Mónica, empezó a correrse de inmediato.

Nos quedamos allí abrazados, sin hablar, solo miradas y algunos besos. Al rato decidimos dormir juntos esa noche.

En la cama, abrazado a Mónica, me frotaba las manos solo de pensar en la de aventuras que me esperaban en el viaje.

¿Tal vez la próxima fuera la ansiada Sandra? Tendremos que esperar para saber más.

CONTINUARA.