La Fiesta de las infidelidades
Una fiesta donde nada es lo que parece y que hará que mi esposa, durante ese fin de semana, sea la mujer de otros hombres. ¿Solo ese fin de semana?
I.- Introducción.
La entrada en la casa es espectacular.
Una avenida de cipreses conduce por la ladera de la montaña hasta la enorme mansión, intercalando entre los arboles enormes antorchas que iluminan el camino. Mientras avanzamos rumbo a ella, tras dejar el coche en la explanada que hace las veces de parking, no puedo dejar de fijarme en lo guapísima que está Gema, mi mujer. Lleva un vestido negro hasta los pies, de seda muy fina y delicada, más parecido a un camisón que a otra cosa y unos zapatos negros altos y finos. Su culo firme comba el vestido, mientras anda, resaltando el contorno del tanga contra la tela. Ha cogido un par de kilos y debo reconocer que le sientan muy bien, habiendo contribuido a rellenar sus pechos y a dotar de una mayor firmeza su ya de por sí fantástico culo. Esa misma tarde, mientras la follaba en nuestra casa, he podido comprobarlo de primera mano, sobre todo cuando me estrellaba contra sus nalgas, mientras aceleraba mis penetraciones …………
Hace seis meses que empecé a trabajar para una importante financiera, cuyo accionariado es titularidad de una conocida familia de Valencia, los Ripoll. Miguel Ripoll, el Presidente de la compañía, es un hombre de unos 40 años, que ha logrado multiplicar varias veces el de por si enorme patrimonio que le dejó su padre, un importante naviero que hizo su fortuna, entre otras cosas, apoyándose en sus relaciones con los gestores del anterior régimen en España.
Poco a poco fui asentándome en la compañía y a los pocos meses ya pertenecía al Consejo de Dirección, que, presidido por Miguel, se componía de 8 miembros en total, todos ellos hombres. Solo había una cosa que me extrañaba: Pese a mi éxito en la compañía, nunca me invitaban a las fiestas que, una vez al mes, celebraban en la mansión que Miguel tenía pegada a la Albufera, donde los miembros del Consejo, acompañados de sus mujeres, pasaban un fin de semana al mes. Nunca me habían invitado, pero yo tampoco decía nada al respecto: se trataba de un tema particular de Miguel y él, en su casa, hacía lo que le diera la gana.
Además, porque engañarnos, Miguel me imponía un poco, como a casi todo el mundo que lo trataba: era un hombre grande, de más de un metro noventa y unos 90 kg de peso, pelo algo largo y ondulado, muy fuerte y musculoso. Practicaba todo tipo de deportes, incluyendo boxeo y submarinismo. Además, tiene un carácter terrible, prepotente, visceral, muy complicado de tratar, con el que estoy teniendo serios problemas de adaptación. Con él solo hay una solución: tragar o largarte.
Sin embargo, hace dos semanas, un compañero de trabajo, Carlos Peláez, me abrió los ojos sobre muchas cosas: Acabamos de jugar al pádel y estábamos terminando de ducharnos en el vestuario; salí el último de la ducha, a tiempo de escuchar como otros dos compañeros, Luis Ferragut y Pablo Esteruelas, se despedían de Carlos, con un “Nos vemos mañana en la fiesta …” Cuando llegue junto a él, no pude resistir la curiosidad y pregunte lo obvio (necesitaba saber porque nunca era invitado).
- ¿Fiesta? ¿Hay fiesta mañana?
- Si claro, contestó Carlos dubitativo, como todos los primeros sábados de cada mes. En casa del Jefe ….. ya sabes.
- Pues la verdad, es que no sé. Sinceramente, no entiendo porque soy el único no invitado y verdad que el tema me preocupa. Miguel es un tipo muy especial como jefe y como persona; creo que no entrar en su círculo íntimo es un problema gordo para mí.
- ¿No sabes de que van esas fiestas?. ¿Verdad?
- Pues no, no lo se …. Contesto extrañado, al ver lo misterioso que se pone Carlos con el tema.
- Mira, dice bajando la voz, no voy a dar muchas vueltas al tema, pero júrame por tus hijos que no dirás que te lo he contado yo.
- No te preocupes, confía en mí.
- Mira, desde hace un par de años, el círculo más íntimo de la empresa nos reunimos en la casa de Miguel con nuestras esposas y ……… bueno, ya sabes ..
- No, no sé, explícate …
- Bueno, pues que las intercambiamos durante un fin de semana.
- ¿Como que las intercambiáis?
- Joder está claro lo que digo. ¡Todos los hombres follamos con todas las mujeres!!!!!!
- ¿Qué dices?
- Si, leche, a ver si me entiendes de una vez. Compartimos nuestras esposas sexualmente. Miguel consideró que este era el paso final para ser un equipo unido, sin dudas entre nosotros, preparados para cualquier cosa. Si tú has follado con mi esposa y yo con la tuya, estamos preparados para apoyarnos frente a cualquier cosa. Somos como hermanos, más que hermanos ….. ¿Sigues queriendo participar en estas fiestas?
- Pero, ¿Lo ves bien?, ¿Estás cómodo viendo como Marina folla con otros? Pregunto alucinado, sin poder evitar sentir como una erección comba la toalla que me tapa.
- Ni bien ni mal, son las reglas del juego. No quiero irme de la empresa y aquí se cobra más que en cualquier otro sitio ……. En general me he acostumbrado, porque además ello me permite follar con un montón de mujeres atractivas sin problemas y sinceramente ………. Llevo 22 años casado y poner algo de picante a nuestra relación nos ha venido muy bien.
- Me dejas alucinado, pero ¿No te parece el lunes muy extraño estar sentado junto a tipos que se han follado a tu mujer?
- No, para nada. Yo también me he follado a las suyas y además no hablamos nunca de lo que ha sucedido en la casa del jefe. Solo lo paso mal cuando es Miguel quien se lleva a Marina a la habitación ………. Y además, lo hace a menudo, porque, modestia aparte, mi nena es de lo mejor de la fiesta.
- ¿Por? Entiendo que la mujer de Miguel también está a vuestra disposición … ¿O no? –pregunto recordando lo buena que está Marina, la mujer de Carlos, un pedazo hembra …… muy guapa, rubia, de buen porte, tetas y culo de primera división. Una yegua de primera.
- Claro que sí y no veas que monumento tiene Miguel por mujer. María es una venezolana de impresión y, en la cama, una maquina …. Pero, sinceramente, el precio es alto para follarse a esa hembra. Miguel es un animal con nuestras mujeres. Aunque no hablan mucho de ello, todos sabemos cómo las folla, como un animal. Las trata como perras, dejándolas exhaustas y con evidentes rastros físicos de la dureza del sexo. Pero, ¿Sabes lo mejor? Tiene abducidas a todas; después de la primera noche, son ellas las que más insisten en volver.
- Ya ………….
- ¿Te gustaría participar? Era un poco pronto para decírtelo, pero seguro que Miguel lo ve bien, pero solo se te preguntará si ya sabemos la respuesta a priori.
- No lo sé Carlos, me has dejado el shock. Yo siempre me he considerado liberal en estos temas, pero ahora se presenta la oportunidad de verdad y no sé qué hacer. Además, no tengo ni idea si Gema querría hacerlo ….
- Tú mismo, cada uno tiene su mundo, así que piénsalo, háblalo y, cuando quieras, …… ya sabes.
2.- La decisión.
Han pasado varias semanas desde aquella conversación y no hay novedades reseñables. No me he atrevido a hablar con Gema, mi mujer, ni he vuelto a comentar nada con Carlos u otro compañero. Por un lado, me apetecería mucho acudir a esas fiestas e intercambiar pareja, pero lo que me contó Carlos sobre Miguel y las mujeres me echa para atrás.
Bueno, eso de que no hay novedades no es completamente cierto no es exactamente así; si hay una novedad: El trabajo me va cada vez peor y eso está repercutiendo en casa. Hace tres semanas tuve una grave equivocación con un cliente y esté se pasó a la competencia. A Miguel le falto matarme, me insulto, me llamo de todo y eso no fue lo peor …… dejo de citarme al Comité de Dirección, con un tajante “Volverás cuando hayas arreglado lo que has roto”. Desde entonces, casi no aparezco por casa: me paso todo el día tratando de arreglar el lio y de convencer al cliente para que vuelva a nuestra empresa. Esta actividad frenética, hace que vuelva a casa muy tarde y me vaya a las siete, hace que Gema esté muy enfadada conmigo. Llevamos dos semanas sin follar y eso nos está matando. Siempre hemos tenido una actividad sexual muy potente y abundante, pero ahora no estoy para nada. El stress me está destruyendo y está destruyendo mi matrimonio.
Sin embargo, mi esfuerzo tiene premio y pasados unos días logro encauzar el proyecto y que nuestro cliente perdone mi error y vuelva a confiar en nosotros. Vuelvo al Comité de Dirección en unos días y a la normalidad poco a poco. En casa, cojo a Gema y nos vamos a Ibiza cuatro días: Follamos como perros, tomamos el sol desnudos, salimos de noche ……. Volvemos a disfrutar. Una noche preparo una velada especial; tras cenar y tomar unas copas volvemos al hotel donde nos espera Gloria, una masajista cubana con un tipazo increíble, piel de melocotón y grandes tetas, que nos hace disfrutar durante hora y media a los dos. El alcohol ayuda y aunque Gloria empieza con un masaje pseudo erótico, todo acaba con un trío de verdad, donde nuestras bocas se cruzan juntas, mi polla pasa de una a otra hasta acabar estallando en el culo de Gema, mientras Gloria la penetra desde abajo con un dildo enorme. Gema grita extasiada; es su primer trio y su primer sándwich …… y el mío también.
Cuando tranquilamente fumamos los tres un porro, tras haber terminado exhaustos, surge el tema de un modo natural:
Es la primera vez que hacéis un trio … ¿Verdad chicos? Pregunta Gloria, mientras el porro pasa de una a otra.
- Pues sí, contesto yo, ¿se nos ha notado mucho?
- Que va, habéis estado muy bien los dos. ¿Habéis disfrutado conmigo? pregunta Gloria con cara de viciosa, dando un suave beso a Gema.
- Muchísimo, contesta Gema, respondiendo al beso con pasión, dejando a las claras que aún no está ni mucho menos satisfecha.
- ¿y Tu nene? Me pregunta Gloria, sin dejar de besarse con mi mujer, mientras agarra mi pene semi-erecto y lo comienza a lamer lentamente desde los testículos hasta la punta y vuelta a empezar
- Ha sido la ostia contesto mientras veo que mi pene vuelve a crecer copiosamente.
- No es raro, contesta Gloria, metiéndose un pezón de Gema en la boca, un trio con dos mujeres como nosotras, es la fantasía de todo hombre. ¿Sentirías lo mismo si en vez de estar yo estuviese un hombre? ¿O en un intercambio de parejas?
- Seguro que sí, logro contestar, mientras veo como ambas se turnan en chupar mi creciente polla, mientras no dejan de acariciarse y besarse. ¿A ti te gustaría nena?, pregunto dirigiéndome a Gema.
- Me encantaría, contesta Gema, mientras se estremece al sentir la lengua de Gloria en su sexo húmedo, siiiiiiii, me encantaría. Sigue Gloria, sigue, me vuelves loca ………………
Follamos nuevamente durante un buen rato hasta quedar exhaustos,; ha sido maravilloso terminar sobre las tetas de Gema, mientras Gloria me masturbaba. Aprovechando que Gema va al baño a lavarse un poco (porqué la he cubierto copiosamente las tetas de leche) pago a Gloria lo convenido y le pido un último favor “Gloria cariño, ayúdame a convencer a Gema de que vayamos a una fiesta que me han invitado de cambio de parejas …….. por favor”
Gema sale del baño a tiempo de escuchar como Gloria me cuenta lo primero que se le ha ocurrido para ayudarme …..
- “Voy a acostarme, porque esta noche voy con mi pareja a una fiesta de intercambios”
- Nunca hemos estado en una, ¿Qué tal son? –pregunto inocentemente.
- Espectacular –contesta Gloria, mientras se pone el ajustado tanga negro- somos un grupo de amigos que nos conocemos hace tiempo y luego viene más gente de fuera. Si te gusta el sexo es una sensación increíble, follar con otros, mientras tu pareja hace lo mismo al lado tuyo y todo está bien es simplemente delicioso, de una increíble paz y libertad.. Aunque me dedico al mundo del sexo, puedo asegurarte que si os surge la ocasión no debéis perdérosla.
- Me da mucho corte contesta mi mujer; una cosa es estar aquí contigo los dos, que te hemos elegido expresamente y otra distinta ir a una fiesta a donde no conoces a nadie y tener que follar con cualquiera que te lo pida.
- Eso es cierto, dice Gloria, pero el morbo es increíble; en alguna fiesta todo el mundo va con antifaz, pero a cara descubierta es aún mejor, más libre. No seas tonta nena, tienes un cuerpo espectacular y acabo de comprobar que en la cama eres increíble, así que aprovecha para probarlo todo. Luego, si no te gusta, no vuelvas, Luego añade, mirando a Gema con una sonrisa irónica, Un rabo, por malo que sea, siempre te dará algún placer … quedarte en casa sola, no da placer” Además siempre hay la posibilidad de descubrir el cielo …… a mi pareja lo conocí en una de estas fiestas y no sabes cómo es …… Un auténtico semental.
- Pues precisamente, llevan tiempo invitándonos a una; no te lo he dicho porque pensé que no te atraería, pero si te apetece. Es una fiesta que celebra Miguel, mi jefe, una vez al mes ya la que van todos los miembros del comité de dirección. Aparte del morbo, no me vendría mal profesionalmente el ir.
- ¡!Miguel!! ¿Miguel Ripoll? ¿Tu jefe?, pregunta Gema, alucinada con la noticia.
- Así es, llevan tiempo sugiriéndome que vayamos …. Y no parece inteligente negarse
- ¿Qué tal está el tal Miguel, pregunta Gloria …… porque nena, se te han puesto los pezones como escarpias al oír su nombre.
- Pues no está nada mal – contesta Gema, colorada como un tomate maduro- bastante bien diría yo.
- Y su mujer tampoco está mal, añado yo, mientras me pongo los pantalones para ocultar la creciente erección que comienzo a sentir.
- Os dejo dice Gloria, dándonos dos besos a cada uno. Ya me contareis que tal os va en la fiesta ……… porque doy por hecho que vais a ir.
Efectivamente, tres días después, muchos polvos adicionales y algún regalo adicional, decidimos ir a la fiesta.
3.- Preámbulos.
Un “armario ropero”, con acento de país del este, nos franquea la entrada a la mansión, previa comprobación de nuestras credenciales. El hall es amplio, luminoso; la decoración es sobra y elegante. Nos reciben Martín López y su mujer, Patricia, una rubia menuda y bajita, con tetas pequeñas y redondas. Lleva un vestido negro de gasa que la sienta muy bien. No sería mi primera opción, pero si hay que echarla un polvo, puedo asegurar que lo haré. No saludamos cariñosamente, sin mucho preámbulo, porque nos conocemos de partidos de pádel y de alguna cena en nuestros domicilios.
Bienvenidos. Gema estás guapísima –saluda Martín, dándole dos besos cariñosos a mi mujer, mientras yo hago lo propio con Patricia, que, por cierto, huele maravillosamente; soy un poco fetichista de los olores y una mujer que huela tan bien gana puntos rápidamente.
Martín, me alegro de verte; Patricia, estás estupenda_; cada día mejoras más, como el buen vino –añado, mientras mi sorpresa aumenta al sentir contra mi pecho la firmeza de sus tetas redondas y firmes..
Mientras Patricia y Gema comentan algo sobre la casa, Martín me comenta en voz baja que Miguel aún no ha llegado, pero que le ha pedido expresamente que me aclare las reglas de la fiesta, para que no haya malentendido.
- Las reglas son muy sencillas: Puedes follar con cualquiera y cualquier mujer puede follar contigo, sin que haya posibilidad de negarse; si no se puede más, siempre hay la posibilidad de cumplir con la mano o la boca, por lo que "él no” está expresamente prohibido en las relaciones entre sexos distintos. Tampoco puede decirse no a tríos o cuartetos. Mismo sexo, si hay posibilidad de negarse.
- Hay relaciones entre hombres?, pregunto sorprendido, porque conozco la cultura machista de la compañía y, sobre todo, de Miguel.
- La verdad es que sexo entre mujeres hay mucho ……. Pero entre hombres no he visto nunca, añade mientras comienza a reírse. La norma existe, pero, entre tu y yo, no es aplicable entre hombres. Entre mujeres es otra cosa …… ¿O no te gustaría ver a tu mujer con la mía gozando juntas?
- La verdad es que me encantaría verlo. No te preocupes tenemos las ideas claras. Ahora se lo comento a Gema.
- Ya se lo está contando Patricia, tranquilo que entre mujeres se entienden mejor,
Mientras me comenta otros chismes de la oficina como por ejemplo las enormes tetas de la nueva recepcionista, seguimos a nuestras mujeres por un pasillo que da al gran salón, donde se han reunido todas las parejas, sin perder detalle de sus estupendos culos, mientras ellas hablan animadamente:
- ¿De verdad que Jose no ha sospechado nada?
- Nada de nada. Cree que me ha convencido para venir a esta fiesta ….. ¡!!ingenuo!!! Anda que si supiera que tú y yo lo hemos preparado todo para que viniera: él está convencido de que era yo la reticente. Espero no arrepentirme ……..
- No te vas a arrepentir nena, me dice Patricia, vas a follar como loca con un montón de hombres estupendos. Mira ahí está Pablo, buen cuerpo y polla larga, pero poca resistencia: Paco, no te dejes engañar por su tripilla, es una maquina en la cama. Pedro, todo lo que tiene de grande, lo tienen de cabrón, pero no sabes cómo mueve la boca ….. Cuando me enteré que “compartíamos” entrenador en el gym, supe que más tarde o más temprano acabaríamos tu y yo juntas en esta fiestecita.
- Y …. ¿Miguel?, pregunta Gema, con voz temblorosa …
- Miguel aún no ha venido, pero, ya te lo he dicho, si tienes ocasión de catarle, no volverás a querer otra cosa que su polla dentro de ti. Grande, larga, fuerte, incansable ….. me pongo cachonda solo de pensarlo. Es adictivo, una máquina de follar ……. Te lo advierto Gema, desde que me folló por vez primera, cualquier otro hombre, incluido mi marido, me deja insatisfecha. Además, con lo guapa que eres, no me cabe duda que en cuanto te vea va a ir a por ti como una bestia en celo.
- Exagerada, tu sí que estás bien … me da un poco de miedo todo.
- No te preocupes, si hay Miguel para las dos ……. Y para alguna más, Ya lo verás …………… Tu y yo estamos bien entrenadas en el gym por Joao … aunque como verás, Miguel está un par de niveles por encima de nuestro semental preferido. Puedo contarte un secretillo …. Fuera de esta fiesta, me veo con Miguel una o dos veces en semana.
- ¡!!!Que bicho eres!! ¿Qué esperabas para contármelo? ……
De los invitados, a ellos los conozco a todos, pero a ellas no. Desde el primer momento, aparte de Patricia, cuyo olor me vuelve loco, tres de las mujeres llaman mi atención. Carmen, la mujer de Pedro, una guapa rubia, de tetas fuertes y culo soberbio; Ana, otra rubia rellenita, de enormes tetas y Marina, la mujer de Carlos, una jaca rubia de impresión. Mientras hablo con Ana y Carmen, veo que Gema va a tener éxito esa noche, pues todos mis compañeros se turnan en atenderla, como si quisieran reservar anticipadamente su lugar entre las piernas de mi mujer. La verdad es que está guapísima, sin duda la más atractiva de todas las mujeres que allí se encuentran y, por eso, no es de extrañar que sea centro de atención de todos los hombres. Por mi parte, me centro en las tres indicadas, sobre todo en Ana, la más pechugona, una rubia guapa y simpática, muy ingenua, dotada de un par de tetas increíbles, cuyos pezones, enormes y oscuros, se le transparentan claramente a través del vestido,
- …. Aquí está ya Miguel, me interrumpe la voz de Carlos, refiriéndose a una pareja que se acerca a nosotros por el pasillo, causando verdadera sensación a los que allí estamos.
Miguel es un hombre grande, de más de metro noventa, 90 kg al menos, tórax y brazos muy fuertes ….. un auténtico animal, al que todas las mujeres miran con deseo y los hombres con respeto y no solo porqué sea nuestro jefe. Es el auténtico líder de la manada.
A su lado, va María, su mujer, una rubia guapísima, con un increíble tipazo, destacando su fuerte culo, típico de mujer venezolana y dos tetas operadas de la talla 100. Un monumento de mujer que no voy a dejar escapar esa noche y que, antes de irme a dormir, pienso follar hasta reventar. Por un momento me olvido que el precio por follar esa maravilla .......... es que Miguel haga lo propio con la mía, pero ………….. en ese momento, me parece un precio más que justo. Nadie podría resistirse a esa maravilla de hembra.
Nos saludamos con cariño, lo que me permite comprobar la extrema dureza de las tetas de María, francamente bien operada, cuyos pezones se clavan en mi pecho. Miguel besa cariñoso a Gema, mientras alaba su belleza, haciéndome participe del orgullo de ser su marido:
- Vaya bellezón de mujer que tienes; ya me lo habían advertido.
- Lo mismo digo. María es una mujer increíble.
- Somos muy afortunados ambos, así que solo pensemos en pasarlo esta noche bien, sin más compromiso, aquí no hay jefes y empleados, sino solo hombres y mujeres con ganas de tener buen sexo. Bienvenidos a la fiesta.
Cuando se alejan no puedo evitar un cierto ramalazo de celos al saber con certeza que mi mujer no tardará en ser taladrada por Miguel …… aunque a cambio pienso darle lo suyo su mujer.
En el fondo, esta perspectiva no me deja del todo tranquilo ………
4.- La fiesta.
No hay duda que Miguel tiene experiencia en la celebración de fiestas. La bebida y la comida son abundantes, la decoración es fantástica y, para rematar, un grupo muy bueno interpreta éxitos de los 80 y 90. Miguel y María son unos anfitriones fabulosos y pasan de grupo en grupo de invitados animando a todos a pasarlo bien, haciendo que nadie pueda parar de beber. A la hora de las copas, nos pasan una bandeja de porros ya liados que ayudan, aún más, a que la fiesta suba cada vez más de intensidad …….. aunque el sexo no haya comenzado todavía.
- Oye Carlos, pregunto a mi compañero, ¿Cuándo empieza todo?
- No creo que tarde mucho. Es Miguel el encargado de dar el pistoletazo de salida y, por lo que veo, va a tardar muy poco en hacerlo, añade señalando a nuestro anfitrión, que baila abrazado a mi mujer y a Carmen, la esposa de Pedro.
Efectivamente, no se equivoca, pues Miguel, tras hacer que el servicio y los músicos abandonen la sala, cierra las puertas y se dirige al grupo de invitados, 7 hombres y 7 mujeres, que le escuchamos como si estuviera desvelándonos el secreto del universo.
- Nuevamente os doy la bienvenida a la fiesta del sexo y de los placeres. Acordaros que la única regla a cumplir es que todos somos libres de hacer lo que queramos y que no es no. Si os parece, empezamos con una de nuestras tradiciones, que siempre logran animarnos a todos y todas. Hoy hay una pareja novata, así que os agradeceré que les ayudéis a integrarse ……. Aunque no creo que les cueste. En la última fiesta empezamos los hombres, hoy les toca a las damas.
- Ven conmigo, le dice Marina a Gema, llevándosela de la mano junto con las otras mujeres que salen de la habitación.
- Desnúdate, me dice Carlos, lo que hago sin rechistar al ver que el resto de hombres hacen los mismo. Los siete nos sentamos apurando nuestras copas en los sofás
- Pero ……..
- No preguntes, me dice Carlos, déjate llevar y disfruta.
De repente la puerta por la que han salido las mujeres se abre y nuestras esposas vuelven a la habitación. Van las siete vestidas iguales; solo las cubre un tanga blanco y unos zapatos de tacón alto, mientras que una diadema recoge su pelo hacia atrás. Aunque son todas muy distintas, pienso que cualquiera de ellas me hará disfrutar esa noche. María, con su belleza casi de top model, Ana y sus enormes tetas, Carmen rellenita pero muy proporcionada, Lourdes, chiquitita pero con buenas tetas y un culo fantástico, Noelia, guapa y muy rellenita ….. Hay de todo y, sinceramente, todo atractivo.
Las mujeres se dirigen a nosotros, colocándose cada una de rodillas frente a su marido. No hace falta ser un genio para adivinar lo que va a pasar. Pienso, mientras veo como Gema se mete mi polla semi-flacida en su boca y suavemente comienza a chupármela.
Impresionante; me es muy difícil explica a todos los lectores lo que siento en ese momento. Me falta el aire de la excitación al sentir esa deliciosa mamada, mientras otras parejas hacen exactamente lo mismo, otras parejas que, además, pronto se intercambiarán ……. Así es, no han pasado dos minutos y Miguel ordena el cambio de pareja. Gema pasa a Carlos, que está sentado a mi izquierda, mientras Ana, la rubia de grandes tetas, ocupa su lugar, absorbiendo de inmediato mi ya erecto pene. Aunque no llega a hacerlo como Gema, Ana es una experta en la materia. Se mete el pene casi hasta la empuñadura, ensalivándolo abundantemente, mientras acaricia con su mano libre mis cargados testículos. Junto a mí, veo como Carlos disfruta con la mamada de mi mujer, que absorbe con deleite la más que notable polla de mi compañero, quien cierra los ojos dejándose llevar.
Cada más o menos un par de minutos las mujeres cambian de lugar, así que pronto Ana, Carmen, Patricia, María, Lourdes han pasado por mi polla, siendo Marina, la espectacular rubia esposa de Carlos, quien se encarga de darme placer, mientras yo le magreo sus abundantes tetas, dotadas de pequeños pezones rosados. De todas ellas, María la mujer de Miguel, ha sido sin duda la mejor, una autentica experta, casi diría profesional, que no ha necesitado sacársela ni una sola vez y con la que, lo digo con toda sinceridad, lo he pasado fatal para no correrme en su boca. ¡!!Como folle igual que la chupa ……… Ufffffffffffff!!!
Aunque todas me han hecho disfrutar, no he perdido detalle de mi mujer, de cómo ha ido pasando de uno a otro; sobre todo me he fijado cuando le ha tocado con Miguel y de cómo este acariciaba su melena con suavidad, mientras Gema se afanaba en meterse la enorme tranca en su boca. No sé si por celos, he tenido la sensación que Miguel, cuando ha sido Gema quien se la chupaba, ha tardado más de lo normal en ordenar el cambio ……. Serán imaginaciones mías. Mis pensamientos se ven interrumpidos por la voz de Miguel, que, retirando su polla de la boca de Carmen, da un fuerte grito:
- Se acabó el orden, todos y todas ……… ¡A follar!!!!!!!!!! Y que esto no pare hasta el domingo por la tarde.
Continuará ………………………